Escuchar con Carina Round - For Everything a Reason


Para todo una razón


"Por eso dice el Señor por todo una razón, por cada final un nuevo comienzo, y por eso dicen cariño para todo una razón"

La neblina de aquel día fue solo un infortunio en su encuentro, junto con ello, la amenazadora noche absorbía su corazón, dejándolo cada vez con menos esperanza de llegar, sin poder ver algún aliento en el cielo, sin poder efectuar una llamada o poderse bajar del auto sin arriesgarse a no volver a escuchar su voz por la mañana cada vez que preparaba su desayuno. No se lo podía permitir.

Desde hace una hora se encontraba en lo mismo, observando los rostros desconocidos de aquellos que ya hacían a su alrededor, tristes y descoloridos, no apacibles. En silencio.

Por alguna razón la radio no funcionaba, desde que estaba en ese atasco de chatarra fría, la señal se había ido y con ella la cálida luz del sol siendo remplazada por ese frio invernal, todo volviéndose gris. Se sintió inquieto, pero no había nada que hacer. Por un momento observo su auto. Los sillones eran de cuero negro, estaba obsesionado con ese color, con el de su cabello.

El tiempo pasaba y no se movían ni un centímetro, tenía que bajarse, pero no podía algo no se lo permitía.

"Por eso dicen cariño por todo una razón"

No la tenía, y cada vez se sentía más frio, más solo. ¿Era su idea o cada vez podía ver menos atreves de la ventana?, empezaba a asustarlo, se parecía al escenario de Silent hill.

Las cargadas nubles comenzaron a colarse dentro, sus ojos iniciaron a cerrarse

.-¡Gray!

Esa voz familiar, lo despertó de golpe. ¿Qué está pasando?. Volvió a sentir el calor en su cuerpo, ya no estaba en el auto. El dolor lo consumió en unos segundos, soltó un grito y miro sus manos llenas de sangre y heridas.

.- ¡Ha recobrado la conciencia! ¡Tomen pulso! ¡Llamen a una ambulancia! ¡Ayuden a la chica del lado!

Diferentes voces se colaron por sus oídos, ¿había muerto?, se sentó con todas sus fuerzas, quería entender que pasaba.

.- G..gray…

Miro a su lado, ahí estaba ella, en el suelo, con ojos cristalinos, cubierta en agua escarlata. Rezó por que fuera la suya y no de ella. Tomó sus manos en medio del desastre, lleno de cuerpos abandonados por sus almas, tocó sus azules cabellos, y sintió como sus lagrimas brotaban como plantas en primavera, la abrazo con todas sus fuerzas, como si tratara de entregarle una parte de su vida, pero el ya sabía que eran sus últimos momentos, lo selló con un beso que sabia a sangre y desesperación. Su abrazo se volvió débil, sus ojos se cerraron en sueño eterno. El alma de ella tomo la de él, llevándola consigo, dejando a los amantes para siempre en ese auto, en medio de una carretera nublada y silenciosa.

" y aquellos que se amaron antes volverán a estar juntos, por eso dicen cariño por todo una razón"