Advertencia!: AU, USUK, algo de fluff, algo de drama en capítulos más adelante pero nada de angst
Star
Cap.1 (Introducción): Estrella de la suerte
El espacio… tan inmenso, vacio y frio, pero sobretodo… solitario.
Ahí, en medio de la aparente nada, cerca de unos planetas del triple de tamaño al de la Tierra, es donde él flota solo. Él siempre se dejaba llevar, es algo que simplemente le daba igual, ya que de cualquier forma seguiría solo, no había caso en visitar a los habitantes de algún planeta, o encontrarse con otro de su especie vagando por el espacio, igual seguiría solo. ¿Por qué? Simple, los de su especie están destinados a recorrer el universo desde siempre, y cuando dicen siempre, es SIEMPRE, porque los más viejos posiblemente tenían la edad del propio universo, y la única tarea que tenía que hacer era vigilar, cuidar que todo siguiera su cauce.
Hace poco tiempo pasó cerca de una tormenta magnética, y pudo apreciar su reflejo en un enorme trozo de metal, y se dio cuenta de que seguía siendo el mismo, no había cambiado en nada, sus ojos seguían siendo verdes, sus cabellos rubios y sus alas blancas, incluso sus pobladas cejas eran las mismas y su aureola seguía en su sitio justo sobre su cabeza.
Pensaba en lo particularmente verdoso del planeta cercano cuando algo que nunca antes le había pasado sucedió: escuchó una voz. La vocecita sonaba lejana pero clara.
-hola… ¿sabes?,mi padre dice que la primera estrella que ves al anochecer es de buena suerte
Él estaba realmente intrigado, no sabía de dónde venía la voz, pero la seguía escuchando cada vez con más fuerza e incluso con nitidez.
-así que… desde ahora tú serás mi estrella de la suerte, yo me llamo Alfred, Alfred F Jones y tengo seis años…
Bueno, ahora sabía que la voz era de alguien llamado Alfred, el cual era muy joven aun. Pronto supo la dirección de donde esas palabras venían, así que le puso fin a su trayectoria errante en el espacio. Él extendió sus alas y permaneció estático escuchando con atención, Alfred le habló durante un largo rato, le contó sobre su familia, que tenía un hermano y que sus padres eran oficiales de policía. Luego, Alfred le dijo que se iría a dormir pero que a la noche siguiente le contaría más cosas, así que le deseó buenas noches y las palabras cesaron.
Él no sabía de qué planeta había llegado todo aquello, así que no sabía cuándo sería "la siguiente noche", además de que no tenía la garantía de que cumpliera con volver a hablarle. Aun con todas esas cosas en contra decidió esperar, permanecer exactamente en el mismo lugar.
Efectivamente pasó un tiempo incierto para él, pero no se le hizo realmente mucho, cuando Alfred le habló de nuevo.
-hola "estrella de la suerte", hoy en la escuela estaba realmente aburrido, primero vimos algo de matemáticas y luego historia… pero todo se volvió más interesante cuando empezamos con geografía porque el profesor habló de las estrellas como tú
Él escuchó con una sonrisa, podía percibir un sentimiento cálido, algo único que sólo había sentido al escuchar la voz de Alfred.
-…ahora conozco varias estrellas importantes, pero sé que tú eres diferente, eres especial
Una tras otra, las conversaciones de Alfred le llenaron de curiosidad por el mundo que lo rodeaba, e incluso por el propio chico, sin saber exactamente de qué especie era, quizá se pareciera un poco a él. Los relatos de su lejano amigo eran muy interesantes, además le agradaba la familiaridad con que le hablaba, como si se conocieran de siempre, tal y como nunca nadie antes le había hablado. Y pensándolo bien, jamás había tenido una conversación con nadie, salvo una vez, en que se había cruzado accidentalmente con otra "estrella", y lo único que dijeron fue algo como: "todo en orden por aquí"; bastante monótono y sin sentimiento alguno. En cambio Alfred, hacía latir su corazón más rápido, haciendo que se cuestionara si eso era la llamada amistad o quizá algo más, porque sabía que existía un sentimiento llamado amor, que parecía ser muy apreciado por muchos, o eso podía deducir al haber visto cientos de veces cambiar bruscamente al destino por el amor de dos o más individuos.
Ya no esperaría más, sabía que iba contra las reglas, pero tenía que reunirse con Alfred, sentía esa necesidad. De este modo él comenzó su viaje, impulsado por sus alas calculó la trayectoria para llegar al planeta donde Alfred vivía. Sin saber el tiempo que le tomaría recorrer todo el camino, sólo esperaba que la especie de Alfred viviera lo suficiente, de cualquier forma él se apresuraría lo más posible.
Con el tiempo aprendió a calcular el día en el lejano planeta que Alfred llamaba Tierra, incluso los años, porque el pequeño le decía entusiasmado cada cierto tiempo que ya era su cumpleaños.
Además de eso, Alfred solía pedirle favores, cosas como que le fuera bien en algún partido de fútbol americano o suerte para un examen de matemáticas, lo cual, para él era algo fácil de conceder, ya que estaba dentro del alcance de sus poderes. Así que él simplemente sacaba su barita y le daba esa "suerte" al pequeño Alfred.
-querida "estrella de la suerte" ,hoy estoy realmente triste…- la generalmente alegre voz ahora se encontraba llena de melancolía- mi padre murió hoy… mamá y Matty lloraron mucho ,pero yo no, sí quería… pero ahora yo debo cuidar de ellos, así que tengo que ser fuerte… ellos no deben verme llorar… sólo tú- con esas últimas palabras el llanto se hizo escuchar e incluso hizo brotar en él algunas lágrimas. Como habría deseado ya estar junto a él para poder consolarlo, pero aun no sabía cuánto tiempo restaba de su viaje.
Con la firme determinación de encontrar a Alfred, él aceleró lo más que pudo, tanto, que seguramente desde el planeta de su interlocutor su brillo había aumentado de intensidad, o eso supone, porque el pequeño en ocasiones le mencionaba que era una estrella realmente brillante.
-"estrella de la suerte", sé que estás realmente lejos de aquí, pero ahora puedo verte un poquito más cerca… mamá me obsequió de cumpleaños un telescopio, no es tan potente como el del observatorio del que te conté, pero al menos ahora puedo apreciar mejor tu fulgor- la voz de Alfred había cambiado un poco, ya no era tan aguda, posiblemente era por la edad que ahora tenía-además, quería decir que ya sé que deseo ser cuando sea mayor: me convertiré en un astronauta, y así podré ir por ti
-¿qué estás haciendo?-preguntaba un chico, de unos catorce años, de voz suave y melodiosa, consigo llevaba un oso polar de peluche, último regalo de su padre
-hola Matty, estoy charlando con mi "estrella de la suerte"… ¿recuerdas? Una vez papá nos contó que la primera estrella de la noche es de buena suerte, así que… ese día esta fue la primera estrella que vi- dicho eso, el otro joven, uno de gafas y ojos azules le dejó mirar por el telescopio.
Matthew caminó hasta poder asomarse para poder enfocar lo que su hermano le mencionaba, la vista que el aparato le ofrecía era ciertamente hermosa, varias estrellas titilaba pero justo al centro pudo distinguir una que resplandecía diferente a las otras.
-oh… es linda, Alfred
-¿sólo linda?... es mejor que eso, es la más esplendida, y me ha sacado de grandes apuros-decía orgulloso como si fuera gracias a él
-no creo que deberías confiarle tus calificaciones de exámenes a una estrella…-decía Matty al dejar de observar el espacio
-eres malo Matty-ahora su hermano hacía un puchero con la boca
El de ojos lilas rió por la reacción del otro, en algunos aspectos su hermano era tan infantil-y… ¿tiene nombre tu estrella?
-no… además la he buscado en varios mapas de la bóveda celeste, pero no aparece- el de ojos azules lucía pensativo, con una mano en su mentón y la mirada clavada en algún punto incierto del techo-esperare un tiempo más, sí aun nadie la registra yo lo haré
-entonces deberías pensar un nombre para ella-sugirió su hermano mellizo
-será difícil… necesita un nombre que englobe todo lo que es…y es poderosa, es brillante, es hermosa, es valiente…
-¿valiente? ¿Cómo una estrella puede ser valiente?- cuestionó Matty alzando una ceja
-se tiene que ser valiente para ser la protectora de un héroe como yo
-d-de acuerdo…
-¿a que no adivinas qué día es hoy, "estrella de la suerte"?... bien, te lo diré: es mi cumpleaños, ya soy todo un valeroso héroe de 17 años, pronto podré ir a la universidad y estudiar más sobre ti… y luego, presentaré mi examen para ser astronauta… porque me encantaría llegar hasta ti…
Al escuchar eso, él no pudo menos que ensanchar la sonrisa que siempre aparecía en su rostro al recibir las palabras de Alfred. Era emocionante saber que Alfred también deseaba verlo, comenzaba a pensar que el dichoso destino, al que siempre protegía de seguir su curso, en verdad había decidido que ellos se reunieran, por descabellado que eso sonara, después de todo se trataban de dos personas separadas por años luz.
En ese momento la risa de Alfred le distrajo de sus pensamientos-…jajaja ¿sabes? Mi hermano Matty está enamorado, no me agrada mucho el tipo que le gusta, se llama Francis Bonnefoy, y como me burlo de él dice que yo debo estar enamorado de ti
Lo que él sintió fue como un golpe, uno que hizo que tuviera que frenarse en seco, se llevó una mano al pecho y supo que la presión que repentinamente sintió en éste era pura emoción. No podía verse el rostro pero estaba seguro de que se había sonrojado, además de que el corazón se le saldría del pecho si seguía latiéndole tan fuerte. ¿Había escuchado bien? ¿Alfred posiblemente le amaba? …entonces quizá tenía razón en su teoría y él se había enamorado de la dulce voz que siempre le hablaba.
-…no lo sé, tal vez Matty tenga razón y me he enamorado de una estrella…
Con aquello en mente y corazón, él retomó su viaje, acelerando todo cuanto podía, sólo esperaba que al llegar pudiera frenar a tiempo… ahora que, sería su primera vez en un planeta; bueno, lo más seguro es que no sería nada difícil bajar a un planeta.
-Matty… ¿te digo algo y prometes no pensar que estoy loco?-llegó Alfred preguntando al cuarto de su hermano, mismo que hacía la tarea
-jamás pensaría eso de ti…-mentira, sí lo pensaba, y en realidad desde hace mucho, porque su hermano, siendo un gran atleta y todo, no había tenido interés en ninguna chica o chico, y eso a su edad era extraño, además, había que agregarle que no paraba de hablar de las estrellas
-genial… porque me da la impresión de que mi "estrella de la suerte" se acerca
-dices que… ¿la estrella se acerca?-Alfred asintió con la cabeza- ¿…a la Tierra?-de nuevo asintió con la misma expresión extraña en el rostro-…quizá necesites revisarte la graduación de tus gafas
-no es eso, de verdad está más cerca… es decir, se ve más grande y brillante, y créeme que no es un fenómeno del espacio, como una tormenta o una explosión
-…bueno, y si no es nada de eso…-dijo un poco asustado por la manera en que su hermano Alfred le hablaba
-entonces… de verdad viene hacía aquí
Ya casi lo conseguía, estaba seguro, podía sentirlo: el planeta frente a él era la Tierra. Con su excepcional vista había podido divisarla desde un par de días atrás, pero ahora estaba seguro que el planeta azul al frente de su trayectoria era la Tierra. Si estaba en lo correcto, en aproximadamente 22 horas terrícolas estaría con Alfred.
N/A: Hola! Ahora sí! Ya estoy de vacaciones *baila de felicidad* ya voy a empezar a actualizar The last week y subiré otras cosas interesantes como este fic, sé que está un poco raro… y se pondrá más raro XD pero está vez, haciendo caso a muchas personas que leen mis fics, no seré cruel, nadie morirá, y estará bastante fluff el asunto… sólo tendrá un poquitín de drama casi por el final, pero nada de que asustarse
Próximo Capítulo: Estrella Fugaz
Tras un largo viaje, la "estrella de la suerte" ha llegado al planeta Tierra… sólo que su aterrizaje no sale muy bien, aun así, Alfred es quien le ayudará a reponerse de ese terrible golpe y su ala rota.
Dejen reviews por fa! :D