¡Hola a todos! Ya que estamos en pleno Halloween se me ocurrió publicar el primer capítulo de esta historia algo "sombría" y por primera vez escribir sobre este grandioso manga. Me daría mucho gusto poder continuarla y es por eso que le pido de favor que me apoyen con esto

Aclaraciones:

*Parte de la historia será narrada por Mikasa, Levi y Abel (ya sabrán de quien se trata).

*Otra parte de la historia que separaré como "actualidad" se narrará en tercera persona. Ya que son los interrogatorios y el seguimiento del caso de parte del detective y sus compañeros.

*Algunos personajes se vuelven algo OoC y espero que me disculpen por ello, pero trataré de que no se les pierda la esencia.

Espero que les agrade la idea y me apoyen en este proyecto.

¡Comenzamos!


Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está…


La noche anterior…

Mikasa

Comencé a correr al ver que cayó al suelo adolorido. Esconderme en alguna aula era una idea estúpida, todas estarían bajo llave. Era obvio, tenían que cerrar todo el edificio de noche. La única opción que tenía era correr hacia el bosque, es el único lugar donde puedo perderme de vista. Gracias a la adrenalina que corría por mis piernas, pude acelerar el paso y ganar algunos segundos. Comenzaba a asustarme… todo este tiempo había sido él.

Desde un principio siempre le tuve miedo y curiosidad a aquel bosque, no sabía qué tipo de animales se escondían ahí y ni se diga que personas. Pero tiempo después, se volvió mi lugar favorito de escondite y ahora lo volvería a ser.

Al entrar en él y por la oscuridad, choqué con algunos troncos por lo que me raspé mis brazos y cara, pero no importa… es correr o morir. El olor a humedad y la frescura del ambiente hace que sienta un incómodo escalofrió por mi espalda, dudo que sobreviva hoy.

- ¡MIKASA! - lo escuché llamarme.

Apresuré el paso, me duele el pecho de tanto correr, siento que mis pies sudan frío, mi garganta se está secando y puedo jurar que mi corazón late con tanta fuerza que me está comenzado a doler.

¿Mi plan? Perderme ante su vista y esconderme en algún lugar oscuro para llamar nuevamente a la oficial, aunque sé que no tardará ya en llegar. Debo obedecerla, tengo que permanecer dentro del área para que nos encuentren. Pero, esto es más difícil de lo que pensé.

Cada vez que me voy adentrando al bosque pierdo visibilidad. Me es imposible ver por dónde voy. Mierda, no ahora cuando estoy huyendo. Tengo la esperanza que la señal del GPS no se ha perdido y que ya estoy lo suficientemente lejos de él. Oficial Rico, por favor llegue pronto. Estoy agotada.

Torpemente miré hacia atrás tratando de comprobar que no me siguiera el paso "TAN" cerca, lo necesito conmigo, no puedo dejarlo ir. No, no puedo, si lo hago la policía no podrá llevárselo y escapará (No dudo que después regresará a buscarme y nos mate). Aproveché el poco tiempo de ventaja que tengo para sacar mi celular. Tal vez pueda llamar a la oficial para indicarle que se apure.

He buscado el número de la oficial y la llamé. Por mi estupidez de voltear hacia atrás y ver que nadie me seguía (otra vez), tropecé con una piedra haciendo que cayera de rostro y soltara el móvil.

- "¡Estúpida!"- pensé furiosa mientras miraba a un metro mi teléfono encendido.

Antes de levantarme, escuché como crujían algunas hojas rápidamente a lo lejos. Me escuchó.

- ¿Mikasa? - escuché la voz de la oficial. - ¡¿Mikasa, estás ahí?!

- ¡MIKASA! - ahora loe escuché nuevamente llamarme.

- ¡NO CUELGUES! ¡YA ESTAMOS EN CAMINO! ¡AGUANTA!

Oficial, créame que si fuera fácil para mi aguantar la situación jamás hubiese recurrido con usted.

Decidí quedarme donde estaba y guardar silencio. Ahora sí que estoy asustada. No sé qué hacer, ¿Debo seguir luchando por mi vida o entregarla y aceptar mi muerte?

Cerré fuertemente mis ojos mientras escuchaba como se acerca. Traté de calmar mi agitada respiración, pero fallo en el intento. Maldita sea, ¿Por qué no se apaga aun el teléfono?

- ¡MIKASA! ¡SÉ QUE ESTÁS AQUÍ! - volví a escucharlo, pero ahora con voz rasposa, ese último grito le lastimó un poco la garganta.

Mi corazón comenzó a latir rápidamente, comencé a sudar frío y mis ganas de llorar se incrementaban. Era la primera vez en mucho tiempo que quería llorar por temor y que le temía a una persona, le temo. Me he mordido un labio mientras aprieto mis puños, nunca quise llegar a esto.

- ¡MIKASA! ¡NO ES LO QUE TU PIENSAS! - volvió a gritar, pero ahora su voz lo hacía parecer asustado.

No debo caer, tal vez otra vez está actuando como lo hizo todo este tiempo. Al escuchar que crujían hojas detrás de mí, pero ahora a un ritmo lento, quise aprovechar mis últimos momentos en recordar lo más hermoso que me ha pasado. Si, conocer el mar. Recordé a Eren en traje de baño invitándome a caminar hacia el mar mientras él y Armin disfrutaban el agua juntos., recuerdo a Sasha tomando fotografías mientras sostenía un hot-dog con su boca mientras Connie se burlaba de ella y recuerdo a Jean dormido bajo la sombra de una sobrilla mientras lo cuidaba el profesor.

-Chicos…- susurré mientras pensaba en ellos.

Sé que este es mi fin, cometí errores, pero no me arrepiento de algunos. Si mi muerte está asegurada, quiero pensar que no todo fue en vano.

Por último, pensé en él. Recordé su hermosa sonrisa, sus ojos que siempre me encantaron, sus manos sobre las mías, la primera vez que me vio llorar y… la manera que me miró cuando nos conocimos.

-Mikasa…- lo escuché perfectamente. Estaba enfrente de mí. –Al fin te encuentro…

Mi sangre se heló cuando abrí mis ojos y visualicé a la perfección sus zapatos. Ya era la hora.

-Acaba conmigo, si es lo que quieres…- le dije mientras me mordía los labios.

-No…- negó y escuché que se dirigía hacia la altura de mis piernas. –Ya he matado a dos personas hoy, no quiero mancharme más las manos.

No podía procesar lo que estaba diciendo. ¿De quién es el otro cuerpo? ¡No puede ser, ahora que lo pienso!

-Ya es hora…- me susurró e inmediatamente me tomó de mis tobillos para después arrastrarme.

Yo grité por mi vida, encajé mis uñas en la tierra y traté de liberarme, pero todo fue inútil. Estaba cansada de huir, hablando físicamente. En pocas palabras, si no hacía algo ahora sería suya. Tras otro jalón, grité con todas mis fuerzas. Me tiene, Abel me tiene.


Al día siguiente…

Actualidad

Hace años que no pisaba el departamento de policía, no desde que se había retirado después de un caso que lo marcó de por vida. Cuando lo llamarón aún se encontraba en cama, tuvieron suerte de respondiera, desde que dejó su puesto se volvió un hombre muy despreocupado.

Cuando su excompañera Hanji, le explicó el por qué necesitaba de su ayuda no dudó ni un solo segundo en acudir en su ayuda. Recolectar información era su especialidad, además está escribiendo un libro sobre sus últimos casos, una historia mas no le vendría más a su creación.

Se arregló lo más presentable posible, peinó como de costumbre su rubio cabello y al salir de casa fue por un vaso de café al Starbucks más cercano. Sería un día largo y no se quejaba, por el simple hecho de pensar que pondría a trabajar su cerebro para el gobierno hacia que su piel se erizara y viejos sentimientos se reencontraran.

Al llegar al edificio, ignoró a la recepcionista que le preguntó que se le ofrecía y se dirigió directamente hacia la oficina de Hanji mientras esa chica preguntona aun lo seguía. Vaya, ahora parecía más oficina de publicitas que departamento de policía.

-Voy con la oficial Hanji y sé por dónde camino, gracias- le comentó mientras seguía caminando y la recepcionista se quedaba atrás.

Al estar justamente enfrente de la oficina de la mujer que le solicitó ayuda, llamó a la puerta una vez y se le permitió la entrada.

-Comandante Erwin, me alegra que haya llegado- lo saludó una mujer castaña de anteojos desde su escritorio. Él la conocía bastante y al verla sentada correctamente lo hizo dudar de algo.

-Deja de llamarme así, sabes que ya no trabajo para la policía- respondió seriamente y tomó asiento frente a ella.

-Oh, entonces quieres que te llame… - lo miró divertida y se aclaró la garganta para después hacer una voz muy gruesa. –"Detective Erwin"- resaltó las comillas con sus dedos.

Erwin arqueó una ceja mientras escuchaba a Hanji reírse. Se veía como todo un chimpancé, dando pequeños saltitos en su silla mientras se pegaba una que otra vez su rodilla derecha. Tremenda mujer loca, ¿Cómo es posible que siga trabajando ahí?

- ¡Eres muy gracioso! – le comentó ella mientras se limpiaba una lagrima que había brotado. - ¡Me alegra tenerte por aquí! - sonrió eufórica.

-Zoe…- Erwin le llamó la atención, no quería perder más tiempo.

-Ya Ya, al señor detective no le gustan las bromas- negó con la cabeza y después giró su silla para darle la espalda. –Como ya te expliqué, te necesitamos para que nos ayudes a recolectar información de un caso. ¿Tienes alguna otra duda del por qué estás aquí?

-De hecho, fue lo único que me comentaste por teléfono- aclaró el hombre.

- ¡¿Enserio?!- gritó sorprendida mientras daba la vuelta y se le caían un poco sus lentes al verle a la cara.

Erwin como acto de gentileza le acomodó sus anteojos y le indicó con una mano que continuara.

-Verás…- colocó sus pies sobre su escritorio. La mujer ya se había tardado en salir de su papel de seriedad. Cuando eran compañeros, nunca lo fue estando a solas. –Resulta que hace tiempo se abrió un caso sobre un acoso a una chica y la encargada de este era Rico Brzenska, pero las cosas se salieron un poco de control y ahora tenemos cuatro… no, disculpa son cinco desaparecidos. Si, cinco y uno de ellos es la acosada.

- ¡¿Qué?!- preguntó furioso mientras se levantaba de su asiento y golpeaba el escritorio. Hanji no pareció asustarse ante el acto, ya estaba acostumbrada. - ¡¿Cómo es eso posible?! ¡¿Cómo es que lo permitieron?!

Cinco desaparecidos si era una burla si ya se había abierto el caso desde hace tiempo, ¿Qué no había un seguimiento profundo en este?

-El expediente está por allá- Hanji indicó con la cabeza una carpeta que estaba sobre una mesita que usaba como decoración. –Me han transferido el caso, Rico fue degradada y la chica sigue sin aparecer desde ayer por la noche mientras que los demás no sabría decirte con exactitud.

Erwin no perdió más tiempo, dejó su café en el escritorio, se dirigió a la carpeta y comenzó a ver su contenido. Estaba la foto de la desaparecida, pero prefirió leer el reporte del caso.

-Solo tenemos los datos de la chica, su foto, el reporte de Rico, algunas cartas de su acosador y el celular de la víctima que ya está siendo analizado y…- trató de recordar la mujer mientras miraba hacia el techo.

-Y un muerto…- añadió Erwin.

-Ah sí, y un muerto- encogió sus hombros.

-Entiendo a donde va esto, ¿Qué es lo que quieres que haga primero? - preguntó el hombre.

- ¡Qué bueno que lo preguntas! - gritó Hanji ahora girando su silla para mirar a Erwin. –Te he pedido que vinieras porque una compañera de su aula ya se encuentra aquí. Quiero que la interrogues e investigues las relaciones de la víctima.

-Entiendo, ¿Tu estarás observándonos a través del cristal?

-Exactamente no. Mientras tú y Rico se encargan de esto yo iré a las escenas del crimen e investigaré por mi cuenta. En cuanto llegue tendremos una junta los tres- comentó seriamente.

- ¿La señorita Rico sigue en el caso?

-Sabe demasiado, no creía que sería beneficiario su salida del caso. ¿O trabajas mejor solo, señor detective? - preguntó mientras aguantaba sus ganas de reírse.

-Acertaste, trabajo mejor solo. Aunque tienes razón sobre la señorita Rico, sabe demasiado.

Hanji asistió con la cabeza.

-Erwin, solo quiero pedirte un favor antes de comenzar- no había necesidad de que él le dijera algo, ya tenía su atención. –Poco después de tu salida, Rico Brzenska entró al departamento como una novata prodigio y estuvo bajo mi tutela varios meses. Puedo asegurarte que es muy inteligente y que no hay que persuadirla, pero su carácter es una mierda y al parecer no sabe actuar aun ante cualquier caso. Solo te pediré que le pongas rienda y que la ayudes en su vida laboral. No quisiera que ese talento se desperdicie.

- ¿Quieres que yo sea algo así como su mentor? - se auto señaló mientras cerraba de golpe la carpeta.

-Eso quise decir. No creo que tengas problema con ello, fuiste mentor de muchos de por aquí. Hasta podría decirte que en la academia también fuiste el mío.

Erwin miró hacia el techo, se llevó una mano a su mentón y cerró sus ojos. Esto es una serie de pasos que hace cuando piensa con más seriedad.

- ¿Tengo elección? - preguntó el hombre mientras la otra reía.

-No.

Erwin la miró fijamente y sonrió levemente.

-De acuerdo, pero no prometo que será toda una "Sherlock domesticada" de un día a otro- Hanji sonrió ampliamente y corrió a abrazarlo.

- ¡Oh Erwin, sabía que no me rechazarías este favor! - lo apretó fuertemente mientras que el otro trataba de zafársela.

-Venga Zoe, vamos a trabajar. Llévame con la señorita Rico- por fin se la quitó de encima y después de ver lo alegre que estaba le acarició la cabeza.

- ¡Sí! - asistió con la cabeza la mujer.

Tras recoger sus respectivas cosas, ambos salieron de la oficina. Los ex-compañeros caminaron por un largo pasillo a paso lento esperando encontrar a Rico por ahí o si no donde se realizan los interrogatorios. Mientras tanto, ambos recordaron una que otra experiencia que pasaron juntos cuando Erwin aún era un oficial.

- ¡Hanji-sama! - escucharon una voz femenina llamando a la mujer detrás de ambos.

Al voltearse se percataron que es una joven de cabellos plateados y cortos; estatura baja y anteojos circulares.

- ¡Solicitan su presencia de inmediato en al escena del crimen! - le notificó mientras hacia un saludo militar.

- ¡Que coincidencia! ¡Te estábamos buscando! - le respondió sin formalidades Hanji y después volteó a ver a Erwin. –Detective, ella es Rico Brzenska. Su compañera de caso.

Erwin dio un paso hacia enfrente y le tendió la mano a la joven.

-Mucho gusto, señorita Rico- saludó el rubio.

-Un placer- correspondió seca.

- ¡Muy bien, veo que ya son buenos colegas! - gritó emocionada Hanji y después volteó a ver al detective rubio. –Buena suerte en el interrogatorio.

-Anda, ve- le tomó un hombro Erwin.

Hanji asistió se despidió formalmente y se retiró corriendo como niña con los brazos en el aire.

- ¡Voy por ti, Abel! - Hanji gritó muy emocionada.

Erwin solo pudo sonreír apenado mientras Rico negaba con la cabeza.

-No hace falta recordárselo, pero Hanji-sama ama este tipo de casos- comentó Rico mientras negaba con la cabeza. –En fin, sígame por favor- rebasó al detective mientras cruzaba sus brazos detrás de su espalda.

Si fuera por él, la hubiera seguido estando detrás de ella, pero para no darle aspecto autoritativo caminó lo más rápido que pudo para estar a su altura.

-Ya que seremos un equipo, ¿Le molesta si me pone al tanto de la situación? - preguntó Erwin mientras le señalaba la carpeta.

Rico giró sus ojos hacia él y después suspiró de mala gana.

-El nombre de la víctima es Mikasa Ackerman, veinte años recién cumplidos por lo que ya es mayor de edad, huérfana a edad temprana y adoptada por la familia Jaeger; víctima de acoso desde su primer año de universidad y lleva once horas desaparecida- habló rápidamente pero no fue ningún problema para Erwin. –Su acosador la citó a las nueve en punto de la noche de ayer dentro de su facultad por lo que nosotros guardamos la señal GPS de su teléfono en la base de datos de la policía, pero cuando llegamos al punto donde nos llevaba la señal, encontramos su teléfono celular entre las hojas del bosque.

- ¿Rastros de sangre?

-Por ahora, negativo.

- ¿Algún exnovio rencoroso o pretendiente?

-Negativo. Al parecer Mikasa era muy reservada, no tenía muchos amigos ni mucho menos novio. Solo sabemos que vivía en un departamento sola con su hermano adoptivo, Eren Jaeger.

- ¿Ya le informaron de la situación? - le dio un trago al café que traía del exterior.

-Fue en primero en saberlo, nos acompañó cuando tratábamos de capturar a su acosador. Solamente él sabía por lo que estaba pasando Mikasa y siempre la acompañó en sus visitas al departamento de policía. Los padres de ambos ya se dirigen para acá, viven en un pueblo un poco lejano de la ciudad.

-Entiendo, ¿Y usted que piensa que debemos hacer primero? - la chica, aunque no estuviera consiente ahora era su aprendiz, debía ponerla a prueba ante el caso que dejó ir de sus manos.

-Interrogar a sus compañeros y preguntarles sobre la existencia de Abel- comentó muy segura de su propuesta.

- ¿Abel? - preguntó confundido.

Rico suspiró molesta como si fuera obvio saber de quién demonios estaba hablando. Detuvo el paso y lo miró molesta.

-Su acosador siempre firmaba con el nombre de "Abel" en sus cartas, mensajes de texto, correos electrónicos, regalos, etc. He formado un perfil junto al equipo de perfilación de mi generación con las posibles características del acosador. Su interés en Mikasa tuvo que surgir en un lugar donde la veía casi a diario, por ejemplo: en el autobús que tomaba, cerca de su residencia y hasta en áreas deportivas.

-Y que sea un estudiante, trabajador o maestro, levantaría sospechas si no lo fuera- comentó seguro el detective.

-Exacto, cuando tenga la oportunidad por favor lea las cartas. Mikasa a diferencia de nosotros sospechaba que se trataba de alguien exclusivamente de su facultad pues casi siempre le dejaban este tipo de cosas en su casillero o asiento del salón. Recuerdo haberle comentado que un acosador no necesariamente necesita provenir del mismo lugar que ella.

-De acuerdo, es una buena hipótesis de su parte pero también hay que tomar en cuenta la sospecha de la victima.

-Detective, el punto es que estamos tratando con una persona demasiado lista. Abel sabía que la chica acudió con nosotros antes de su encuentro y también sabía que yo la ayudaba. Por lo que recuerdo, la amenazó con matar a alguien y a ella si no la dejábamos ir sola a su encuentro.

-Es por eso que te degradaron, por dejar que fuera sola y con una señal de GPS- Erwin negó con la cabeza.

-En verdad no tuve alternativa, estaba segura que Abel tendría el suficiente valor para matar a alguien, lo cual acerté pues ya tenemos un muerto y que controlaba todo el edificio. Hay cámaras por doquier, desde el estacionamiento hasta dos kilómetros antes de llegar al lugar, no podía arriesgarme- explicó mientras encogía sus hombros y volvía a caminar.

-Señorita, tal vez su principal error fue pensar que Abel tenia cierto poder sobre todo cuando en realidad eso fue lo que él quería que creyera. Tal vez si mató a alguien pero eso no significa que tuviera control de las cámaras.

-Si lo he llegado a pensar y acepto mi degradación. Ahora lo que en verdad importa en estos momentos es encontrar a Mikasa.

-Concluyo en lo mismo.

Una vez que terminaron de hablar, ambos llegaron a un elevador y Rico apretó un botón. Cuando las puertas de este se abrieron, Erwin dejó pasar primero a la chica y después él entró. La peli plateada apretó un botón y comenzaron a bajar.

- ¿A quién interrogaremos? - preguntó seriamente Erwin mientras la miraba.

-Sasha Blouse, detective- respondió igual de seria. –Según Eren Jaeger, es la chica con quien más tenia contacto su hermana.

Continuará…

Espero no haberlos aburrido con esta introducción, en verdad espero eso. ¡Dejen su humilde opinión de este capítulo en su review de hoy! Y espero de todo corazón que haya próximo capítulo. Gracias por su tiempo.

-Los quiere, Luna-