Hola a todos, antes que nada pido una disculpa a los seguidores por haber borrado los primeros cinco capítulos de esta historia original, pero de repente vinieron a mi cabeza nuevas ideas par hacer de este fic algo más interesante y fue necesario realizar algunas modificaciones, pero que prometo serán para bien. Después de la buena aceptación que tuvo mi primer fanfic "¿Confías en mí?" y mis diferentes One Shots, les presento esta nueva historia larga que les prometo será entretenida y bastante emocionante. Sin más preámbulo, les presento el primer capítulo oficial de esta historia titulada "Mala Sangre" que deseo y sea de su agrado. ¡Disfruten!


DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: Resident Evil le pertenece a CAPCOM y sólo las ideas y trama original de esta historia me pertenecen.

"La justicia es la venganza del hombre social, como la venganza es la justicia del hombre salvaje."

-Epicuro

CAPÍTULO 1: UNA DOSIS IDEAL

En el enorme pasillo oscuro sólo se escuchaba el sonido de las pisadas producidas por los zapatos de tacón que provenían de la mujer que vestía un abrigo de pieles color negro y un enorme sombrero con plumas de ganso que cubría toda su cabeza.

Conforme caminaba por los pasillos las luces iban encendiéndose a través de sensores instalados en el laboratorio que se encontraba perdido en algún lugar de la India. La mujer llegó hacia una puerta de metal y colocó su mano en una especie de esfera que funcionaba como dispositivo de identificación. La puerta se abrió al instante cerrándose a su paso revelando ante sus ojos una enorme sala de experimentación de alto nivel tecnológico y los más avanzados aparatos científicos.

Un hombre de baja estatura se acercó a saludar a la recién llegada besando su mano que estaba cubierta por un fino guante negro de seda:

-Madame, es un placer para mí volver a veros.- Saludó el hombre que al juzgar por su aspecto y acento, era un científico probablemente de etnia española.

-Lo sé. Pero el motivo de mi agradable visita es para entregarle lo que tanto habíamos esperado.- Respondió la mujer sacando de su ostentoso bolso una pequeña muestra de lo que parecía ser sangre humana.

-Perfecto.- Exclamó el científico admirando en sus manos el pequeño frasco.- Señora, si no es mucha indiscreción, siempre me pregunté cómo fue que consiguió esta muestra de sangre, ya que al parecer el tal Simmons era en ese entonces un hombre bastante rico, y dudo mucho que el dinero fuera algo que pudiera interesarle.-

La mujer sonrió ante la ingenuidad del hombre que tenía enfrente y respondió sin protocolos:

-La belleza y el cuerpo de una mujer no es algo que se pueda conseguir ni con todo el dinero del mundo. Así que ya se imaginara como fue que obtuve esa muestra sin gastar un solo centavo.- Respondió la mujer guiñándole un ojo y haciendo una mueca que denotaba modestia.

El hombre se incomodó un poco al escuchar la desvergonzada respuesta de esta "dama" y cambió rápidamente de tema.

-Si gusta podemos ver los avances del chico, que apuesto y le serán sorprendentes.-

-Vamos.- Contestó la ostentosa mujer caminando tras el hombre que vestía una bata de laboratorio.

El científico se acercó a lo que parecía ser la computadora principal, tecleó la clave de desbloqueo y enseguida una enorme caja de material blindado se levantó, dejando al descubierto un enorme cilindro de cristal que contenía en su interior a un hombre joven que estaba inconsciente y permanecía flotando en una especie de líquido color verde. En su pecho estaba conectado a un tipo de catéter que unía su cuerpo con el fondo de la estructura cilíndrica.

El hombre permanecía con sus ojos cerrados todo el tiempo, vistiendo únicamente un pequeño pantalón corto mostrando su abdomen marcado y sus piernas bien formadas.

-Impresionante.- Exclamó la mujer mientras miraba al hombre inconsciente flotando en el cilindro.

-Está en una especie de simulación al vientre materno, después de muchos esfuerzos, logramos desinfectarlo y revivir sus mínimos signos vitales. Es como si este chico hubiera vuelto a nacer.- Explicó el científico sin dejar de mirar su logro.

-Confieso que al principio creí que no se podría hacer nada por él, sobre todo por ese horrible brazo, pero ahora veo que nos será demasiado útil.- Dijo la mujer examinando los brazos del joven que estaban en completa normalidad.

-¿Quiere que ahora pasemos con el otro "paciente"?- Preguntó el científico haciendo énfasis a la palabra "paciente".

-Por supuesto.-

Ambos se alejaron mientras la caja metálica volvía a cubrir el cilindro en donde ya hacía el chico inconsciente. De repente se detuvieron ante una colosal máquina que parecía ser una cámara congeladora, donde el científico presionando un botón, abrió una compuerta y comenzó a salir lentamente una especie de camilla que llevaba a una persona cubierta hasta la cabeza con una sábana blanca. Cuando la camilla quedó frente a ellos, el científico se acercó para descubrir la parte superior de la persona, es decir a partir de los hombros, revelando su identidad, que se trataba de un hombre demasiado pálido e igualmente inconsciente.

La mujer dio un paso atrás de la sorpresa y exclamó admirada:

-¡Este es el mayor avance de clonación que he visto en mi vida!-

-En realidad, no se trata de una clonación, señora. La clonación es un proceso asexual en el que a partir de la célula original ya desarrollada, se consiguen copias idénticas de ésta. Sin embargo lo que realizamos no se trata de una clonación, sino de la reconstrucción total de una persona a partir de la información genética de sus células originales. Es como volver a la vida. Sólo falta insertar en sus venas los glóbulos rojos para que su corazón vuelva a bombear sangre y su sistema nervioso funcione de nuevo.- Dijo el científico con modestia.

-Doctor Ramos, es usted un genio de la genética.- Felicitó la mujer al científico.

El presunto doctor que respondía al apellido de Ramos tomó una jeringa esterilizada e insertando la aguja en el frasco, comenzó a absorber el líquido carmesí que era la muestra de sangre, y dándole unos golpecitos en el cuerpo de la jeringa, el científico preguntó a la mujer que lo miraba con ansiedad.

-¿Está segura de esto, señora? Considere que a partir de este momento, le costará más dinero cubrir mis honorarios y mantener con vida a los dos pacientes.- Habló con sinceridad el doctor Ramos.

La mujer se llevó la mano a la cara con desesperación y contestó:

-Ramos, he invertido cinco años de mi vida para poder llegar a este momento, simplemente ponga ya esa inyección, que el dinero no va a ser un problema.- Respondió exasperada la mujer.

-Excelente.- Mencionó el hombre y tomando la jeringa en sus manos, sacó uno de los brazos del hombre inconsciente y encontrando una vena, inyectó lentamente la sangre a su cuerpo.

El doctor terminó de aplicar su inyección y enseguida colocó un algodón empapado de alcohol para cubrir la zona en donde había sido el piquete de la aguja.

Conforme pasaron unos minutos el hombre comenzó a perder la palidez de su rostro y el electrocardiógrafo al que estaba conectado a través de delgados cables, comenzó a marcar débiles ondas junto con su clásico sonido de "pip" al detectar los latidos del corazón. Entonces el paciente empezó a respirar lentamente con pequeños suspiros.

-No puedo creerlo…- Murmuró totalmente asombrada la mujer en voz baja.

Después de algunos minutos más, el hombre empezó a dar pequeños movimientos en su camilla, y mientras parecía tener una lucha con sus párpados que parecían muy pesados, logró al fin abrir lentamente sus ojos que parecían ser de un color gris pálido.

-¿Funcionó?- Preguntó la mujer al científico que igualmente miraba asombrado a su experimento.

-Depende de cómo reaccione en los próximos momentos, ahora debe sentirse como cualquier hombre que despierta de un coma profundo, con la ventaja de que probablemente no haya perdido la memoria, ya que afortunadamente, no sufrió ningún traumatismo craneoencefálico. Pero recuerde que este es un caso especial, ya que definitivamente no estamos tratando con un hombre "normal"- Dijo el científico mientras observaba la evolución de su paciente.

De repente el hombre abrió desmesuradamente los ojos y comenzó a hacer sonidos como si estuviera a punto de ahogarse. El electrocardiógrafo comenzó a dibujar un zigzag enloquecido y su sonido fue haciéndose más rápido.

-¡Oh cielos! ¡Está sufriendo una arritmia cardiaca!- Exclamó el científico mientras corría por oxígeno y electrochoques.

-¡Demonios! ¡Ramos, haga algo rápido!- Gritó la mujer con nerviosismo en la voz.

El científico llegó corriendo con una mascarilla de oxígeno y los aparatos de electrochoque listos, cuando de repente el hombre que estaba en la camilla cerró los ojos de golpe, quedándose desvanecido en la camilla.

El electrocardiograma empezó a sonar con un fijo silbido y en la pantalla aparecía una línea totalmente recta mostrando que el corazón del paciente se había detenido.

-¡No, no, no!- Gritó la mujer con pesar en su voz.

Todo había terminado. El paciente había muerto.

El doctor se quedó paralizado sin tener una razón posible del porqué su experimento había fallado mientras la elegante mujer hacía una serie de rabietas por el notable fracaso de su plan.

-¡Es usted un imbécil! ¡La dosis de sangre no fue la adecuada y ahora vea el resultado de su estupidez!- Maldecía la mujer al doctor Ramos.

-Es que es imposible, la dosis era la adecuada, la información genética que contenía la sangre era la misma que contenía en su ADN. Se supone que el paciente tendría que despertar lentamente y recuperarse con tan sólo unos minutos debido a los múltiples anticuerpos que genera su sistema inmunológico. Él sería un superdotado en cuanto despertara. ¡Esto no tenía porque pasar!- Habló el científico sin comprender el error en sus predicciones.

Mientras el científico y la mujer se lamentaban de este inesperado resultado, en el electrocardiógrafo comenzó a dibujarse nuevamente una leve línea de zigzag, lo que revelaba que el corazón del hombre estaba volviendo a latir lentamente.

-¡Imposible!- Exclamó atónito el doctor Ramos mientras se acercaba a su paciente que estaba abriendo los ojos y enfocando con su vista a él y a la mujer de abrigo negro.

La mujer cambió su rostro de cólera de hace unos instantes, por uno de alegría a la vez que se acercaba más al hombre que acababa de despertar.

-¿Está consciente?- Cuestionó la mujer sin quitar su vista de los ojos grisáceos del paciente.

-Quiero pensar que hasta ahora sólo tiene pequeñas lagunas mentales y sus signos vitales apenas están coordinándose con sus sentidos, así que sólo es cuestión de tiempo para que… -

De repente el doctor fue interrumpido cuando fue tomado del cuello por su propio paciente, que de repente cambió su expresión soñolienta por una de enfado y que con un movimiento rápido impulsado de una fuerza y una velocidad sobrehumana, sostuvo con su mano al doctor Ramos levantándolo a través del cuello, para después ser azotado con la más brutal violencia en una de las paredes de la habitación. El doctor cayó de bruces en el suelo, muerto a causa de un fuerte golpe en la cabeza, alrededor de un charco de sangre.

La mujer miró asustada la reacción del hombre recién levantado de su largo sueño, que rápidamente se puso de pie, denotando su proporcionado y tonificado cuerpo que al igual que el chico que se encontraba flotando en el cilindro de cristal, sólo vestía unos pantaloncillos cortos.

-¡Bienvenido al mundo otra vez!- Dijo la mujer con una expresión hospitalaria.- Yo soy tu creadora, quien te ha devuelto a la vida para…-

Y al igual que al científico, el paciente volvió a tomar por el cuello a la mujer para silenciarla.

-Escucha, tú no eres mi creadora, ni mucho menos te debo nada. ¿Entendiste?- Habló con voz rasposa el amenazante hombre.

La mujer sólo pudo asentir débilmente mientras luchaba contra la fuerza de este superdotado humano.

-De ahora en adelante, mis planes los llevaré a cabo yo sólo, y si quieres vivir, más vale que me obedezcas en todo.- Y levantándola unos cuantos centímetros del suelo la soltó para dejarla caer contra el frío linóleo del piso.

La mujer uso sus manos como aterrizaje y evitar golpearse en la cara mientras tosía frenéticamente cuando recobraba el aire ante esa cercana amenaza de asfixia.

El hombre se puso de pie y se colocó enfrente a una pared con un cristal donde podía mirar su reflejo. Pudo ver en el cristal su imponente figura y su abdomen cincelado que le daban un aspecto fuerte, dotado de nuevas fuerzas y velocidad que no había tenido nunca antes. Era como si hubiese vuelto a nacer.

-Van a pagármelas, muy, muy caro…- Murmuró el hombre con voz severa mientras apretaba los puños contra sus costados.


Bien amigos, este fue el primer capítulo de "Mala Sangre", prometo rápidas actualizaciones y recuerden que su opinión es importante y cualquier duda, queja o sugerencia siéntanse cómodos de enviar un mensaje privado o dejar su review que se los agradeceré bastante... Si este primer capítulo fue de su agrado les recomiendo leer mi One Shot "Con vida" que es el prefacio de esta historia...

¡Abrazos! :D