Era de noche, la playa estaba durmiendo y el cielo estaba pintado de morado parecido al que corría por las sangre caliente de Gamzee.

Vio en la orilla una figura conocida y se le acercó.

No se dirigieron media palabra, lo supo desde que lo vio recostado en la arena rasposa.

Iba a irse.

Primero, agachó la cabeza recibiendo una calurosa despedida de su lusus con su barba larga y espesa. Había jugado en ella desde que era pequeño, podía recordar pequeños flashbacks en su espalda, jugando con sus cuernos, en su barba, riendo hasta que el día se les hacía noche y se les cansaban los labios de tanto reír.

Luego, lo miró a los ojos. Estaban cansados, listo para retirarse a morir en las profundidades de un océano que su hijo nunca conoció ni conocerá. Prefería pudrirse dentro de él a arriesgarse a que Gamzee pisara el agua manchada por la presencia de otros trolls no tan bien vistos.

Se dejó querer por él, cerró los ojos calladito para que su hijo disfrutara unos pocos minutos junto a su padre. Sintió su pelaje moverse debajo de las manos grises de su hijo que parecían aferrarse a su pelo. Nunca lo había sentido tan cerca.

Gamzee entonces, siguió acariciándolo despacio, despidiéndose sin palabras pero con puros suspiros atorados en lágrimas que tampoco se atrevían a salir. Trataba de decirle de la forma más pura que conocía lo mucho que lo iba a extrañar.

Pero no podía decirlo, ni soltarlo...en realidad no quería dejarlo ir.

Entonces pasó.

No se dio cuenta. Pero con ternura, lentamente, casi sin notarlo se le pasaron entre los dedos los pelos blancos suaves y tersos en donde una vez se acostó. Se le fue hacia el mar, se hizo uno con el horizonte acostado. Gamzee se sintió solo y la sensación del pelaje de sus lusus desapareció con el viento que lo arrulló hasta que durmió en la orilla del mar.


N/A:

Se le fue al mar...

**Para Maf que también anda haciendo algo con éste tema lol**