Saludos! He regresado con una nueva historia de la segunda generación de Jóvenes Titanes (Inventada por mí). Por petición de una persona llamada sofía, hice esta historia sobre Arabella Logan, alias Bella. No tenía pensado hacerla tan largo, pero así fue, serán aproximado como cuatro o cinco capítulos, no lo sé todavía.

Aquí quise manejar la relación de Raven y Bella, ya que ambas poseen el mismo poder ¿Pero en verdad lo manejarán de la misma manera? Es decir, ¿Para dominarlo pasaron por lo mismo? Aquí traté de contestar esas preguntas.

Espero y les guste.

Capítulo 1 "El dolor de Bella"

Uno nunca sabe hasta qué nivel tiene poder las palabras. Desde las más dulces hasta las más amargas. Pero recuerda esto, una vez que salen de tu boca, no hay manera de pararlas.

Tuve que aprender esto de una forma muy mala, que incluso me dolió. Resulté herida de las palabras duras de mi madre. Vaya, incluso me estoy pareciendo a mis amigas por despistada, no me presenté. Mi nombre es Arabella Logan, mi nombre de Titán es Bella (No me quebré la cabeza por eso), tengo 15 años de edad. No soy hija única, tengo un hermanito de 12 años, se llama Christian, y su nombre de Titán: Chico Bestia. Para que se den una idea de mi: soy de piel pálida, tengo el cabello morado a media espalda con una pequeña coleta hecha con dos mechones de cabello de cada lado de mi cabeza, idea de mi amiga Tessa; y mis ojos son verdes oscuros como mi padre. Mis padres son Raven y Bestia…y yo tenía problemas con mi madre.

Desde pequeña, había tenido problemas para controlar mis poderes, solía romper casi todo a mí alrededor. Era un problema andante. Mi primer amigo, Red Robin, el hijo mayor del líder y Starfire, siempre estaba ahí para ayudarme, él sólo era mayor que yo por un año. Solía perder el control muy seguido, me dolía cuando mi poder se apoderaba de mí y me hacía romper las cosas. A mis 10 años, era todo un sufrimiento.

- Calma Bella, todo estará bien –Red siempre tan optimista

- ¿Cuándo podré controlar esta cosa?

- Yo sé que podrás –Me sonrió

Traté de sonreír, pero de nuevo sentía que mi poder iba a explotar en mi interior. Me dolía la cabeza, a horrores. Grité con fuerza y me sujeté la cabeza. Mis padres llegaron y apartaron a Red de mí y mi madre me encerró en una burbuja de energía. Comencé a flotar en el aire, y rayos oscuros salían de mí, golpeando toda esa burbuja oscura. Me sentía encerrada, no veía nada a mí alrededor más que los rayos oscuros. Quería llorar, me dolía mucho.

Así era la mayoría de las veces, cuando quería explotar, me apartaban de los demás y me encerraban para descargar mi poder. Ahora me encontraba meditando en mi cuarto junto con mi mamá. Sólo escuchaba nuestras respiraciones, y eso me desesperaba ¡No me gustaba el silencio! Me recordaba a mis encierros.

- Mamá

- No hables Arabella

- Pero mamá…

- Concéntrate –Me ordenó

Suspiré frustrada y cerré más los ojos. El silencio no me gustaba, prefería estar leyendo con música de fondo, o incluso escuchar a mis amigos gritar por un videojuego. ¡Odio el silencio! Sin darme cuenta, estaba rompiendo el vidrio de mi cuarto, pero como tenía los ojos cerrados, y seguía molesta, no le hacía caso, hasta que se quebró en mil pedazos. Me asusté por el estruendo, incluso me caí de sentón, ya que estaba levitando. Mi madre bajó con elegancia y aterrizó de pie. Me vio con reproche.

- Por eso te dije que te concentraras Bella, tu poder sigue descontrolado.

Suspiré molesta y me levanté. Miré la ventana hecha pedazos, incluso era peor que otras que había quebrado anteriormente, pensé. Mi padre entró de inmediato, seguido de mi hermano. Mi padre me vio preocupado de arriba abajo, seguramente pensando que me lastimé…otra vez.

- ¿Lo rompiste? –Rodé lo ojos por la pregunta tonta de mi hermano

- ¿No estás viendo? –Le señalé irónica

- Calma Bella, es normal que todavía no te controles –Me intentó consolar papá –Tampoco Bestita se controla, a veces cuando estornuda le crece una trompa de elefante.

- Pero eso es gracioso, lo mío es peligroso –Y salí de ahí, con la cabeza abajo.

Llegue a la sala y me senté en el sillón, estaba muy mal. Sentía que era un peligro andante, y cada día lo confirmaba con mis destrozos.

- Soy un peligro –Murmuré

- Claro que no

Me asusté y casi rompía la ventana, pero sólo logré agrietarla. Volteé y vi a Red Robin trepado en el sillón. Atrás de él, estaba su hermana menor por 3 años, Nightfire.

- ¿Qué haces sola aquí? –Se sentó en el sillón. Su hermana lo imitó

- Estaba meditando con mamá, pero me descontrolé de nuevo –Suspiré –No creo poder con esto

- Claro que lo harás –Puso una mano en mi hombro –Sólo debes calmarte

- ¿Cómo? –Me levanté –Lo he intentado por años y los resultados son pésimos

- Quizás necesitas creer en ti –Dijo Nightfire

- Esto no es un cuento Night, no es tan fácil esto.

- Vamos Bella, sólo debes creer –Insistió ella sonriendo

Volteé a verla y ella seguía con esa gran sonrisa. Red asintió a las palabras de ella y se puso delante de mí.

- Night tiene razón Bella, estoy seguro que todo estará bien.

Quise sonreír, pero de nuevo me empecé a descontrolar. Caí de rodillas al suelo, y sentí las manos de mis amigos en mi espalda, tratando de calmarme. Escuchaba sus voces muy lejanas, como si estuviéramos a kilómetros de distancia. Me elevé por los aires y de nuevo sentía que explotaría el cualquier momento. Mi cabeza me dolía a horrores, grité de dolor, incluso lloré ¡No lo soportaba! Y entonces los rayos salieron disparados y escuché gritos.

- ¡BELLA! ¡¿Qué has hecho?!

Miré hacia abajo…y me horroricé. Había sangre en el suelo, y mucha, y el dueño de ésta yacía en el suelo. Nightfire estaba a un lado de Red, llorando y completamente aterrada. Red estaba boca arriba con una enorme herida en el pecho, una gran cortada de donde la sangre se le escapaba. Estaba en shock y completamente aterrada ¿Yo…lo había matado? ¡¿Maté a Red Robin?! Quería bajar y ver si respiraba, pero enseguida vi que Nightwing lo cargaba y se lo llevaba de ahí, seguido por Nightfire. Quería seguirlos, pero fui encerrada en una burbuja de energía de nuevo

- Te vas a quedar hasta que tu poder se descargue

- ¡NO! ¡Déjame salir! ¡Quiero ver su está bien! –Rogué completamente destrozada

- ¿Cómo estará bien después de esto? –Nunca había escuchado a mi madre tan molesta.

Comencé a llorar por eso ¿Realmente lo había matado? ¿O le hice un daño irreparable? Golpeé con desesperación la burbuja que me encerraba, llorando sin parar. Quería salir, quería verlo, quería pedir disculpas por lo que había hecho…pero no podía. Caí de rodillas en la burbuja, mientras me tapaba mi cara con las manos…sollozando sin control.

Espero y les haya gustado, espero sus reviews con ansias

Próximo capítulo: "Pasa una tormenta, viene la otra"

Hasta la próxima