Disclaimer: estaba viendo la peli. Me entró hambre. Me apetecía una hamburguesa, y así surgió esta idea. Por si a alguien no le queda suficientemente claro, personajes, lugares y demás se los debemos a Suzanne Collins. Eso sí, las locuras son todas mías (y los tributos, vuestros xD).


Había una vez un señor conocido como presidente Snow, que estaba tranquilamente sentado en su despacho repletito de lujos en el Capitolio. Pero este hombre se sentía vacío. Sentía que le faltaba algo en la vida. Estaba desesperado y no podía continuar así, así que decidió llamar a su secretaria.

-¡Mari Puri, vente a mi despacho, rapidito! – sí, queridos lectores, la secretaria se llamaba Mari Puri, porque resulta que en el Capitolio no todo el mundo puede tener nombres tan rimbombantes como, por poner un ejemplo, Seneca. Así es la vida.

Total, que la susodicha Mari Puri llegó al despacho, taconeando sobre sus plataformas de medio metro, porque la moda es así de terrible, y le preguntó al Presi:

-¿Qué se le ofrece al señor en esta hermosa mañana?

-Mira, Mari Puri, me siento vacío. Tengo hambre. Tráeme una hamburguesa. – a ver si os habíais pensado que el Presi estaba pasando por una crisis emocional o algo así de profundo, que parece que no le conocierais.

-¡Pero señor, en el Capitolio no tenemos cadenas de comida rápida! ¡Eso es como…puaj, me da asquito decirlo…como muy de pobres!

-¡Pues me da igual, Mari Puri! ¡Quiero una hamburguesa!

-¡Pero señor…!

-HE DICHO QUE QUIERO UNA HAMBURGUESA- esta frase el Presi la acompañó con un amenazante lanzamiento de una rosa en dirección a la secretaria. Muy amenazante.

Todos sabían en el Capitolio lo que eso significaba, así que la secretaria puso pies en polvorosa, para cumplir cuanto antes la orden de su Presi. Cuando ya se había alejado varios metros por el pasillo, tarea muy difícil teniendo en cuenta las plataformas que llevaba la tía, oyó una voz que la llamaba de vuelta. Asomó la cabeza por la puerta, sólo para oír lo siguiente:

-Con doble de queso, tenlo en cuenta, Mari Puri. Pero sin pepinillo, que eso sí que es de pobres. Y mucha mostaza. Hale, andando.

La pobre Mari Puri se apresuró a cumplir el mandato de una vez, pero volvió a oír la angelical voz del Presi, que la volvía a llamar. Esta vez se cayó de bruces al volver al despacho, pero ya sabéis lo que dicen, para presumir hay que sufrir, y esto en el Capitolio se lo tomaban al pie de la letra. Cuando por fin abrió la puerta, el simpático presidente Snow le dijo:

-Qué nombre más ridículo tienes, Mari Puri. Y ahora vete, ¿qué haces aún aquí?

Mari Puri sabía que si descargaba su rabia contra el Presi, su futuro sería muy negro. Así que en su lugar, le sonrió complaciente y se alejó de allí. Eso sí, al primer desgraciado que pasó le lanzó directamente a la cabeza sus plataformas de medio metro. Porque la chica tenía que descargarse, y además de paso puso de moda ir descalzo. El pringado ese murió, y ya que estaba aprovechó su carne para hacer una hamburguesa muy especial (aquí no se tira nada). Y le puso pepinillo disimulado, porque sí, por molestar, porque en el fondo Mari Puri era un poco rebelde.

Una vez estuvo lista esa obra de arte culinaria, Mari Puri se la llevó al despacho, y el Presi se la comió tan contento. Y hasta le gustó tanto, que dijo:

-Oye, Mari Puri, me vas a organizar tú los próximos Juegos del Hambre, ¿eh? Y en vez de Cornucopia, quiero que haya una hamburguesa gigante. Hale, ya estás tardando.

-¡Pero señor, si yo sólo soy una secretaria!

-Te veo muy contestona hoy, eh, no querrás que te lance otra rosa, ¿verdad?

-¡Nooooo, otra rosa nooo, que me arañan el cutis con sus pinchitos!

-Pues hale, a organizar se ha dicho. Tira.

-Esto…señor…en el hipotético caso de que gente hipotética quisiera crear sus tributos a partir de su imaginación, ¿qué hipotéticas preguntas tendrían que responder esos hipotéticos tributos? Hipotéticamente hablando.

-Qué preguntas más raras haces, Mari Puri. Pero te voy a responder, porque la hamburguesa estaba muy buena. Sería algo así:

Nombre:
Edad:
Distrito:
¿Playa o montaña?:
¿Pokemon o Digimon?:
Armas favoritas:
Apariencia:
Personalidad:
¿Cómo prefieres morir? (porque, aceptémoslo, lo más probable es que mueran):
¿Estudias o trabajas?:
¿Cuál sería tu estrategia en los Juegos?:
Otras consideraciones (es decir, aquí pones todo lo que te parezca):

-Tengo la impresión de que los tributos de este año van a ser un tanto ridículos, señor. En cualquier caso, me voy a organizar los Juegos. ¡Bwahahahaha!- dijo Mari Puri, y salió del despacho riendo como una desquiciada.

"Quizá debería plantearme una renovación del personal a mi servicio…" pensó el Presi, pero luego recordó lo buena que estaba la hamburguesa, y se le quitó esa idea de la cabeza.


Notas de la autora: por favor, tributos ridículos. Si me mandáis algo en serio, no os lo aceptaré xD Y los que me mandéis debe ser por PM. A ver si conseguimos suficientes tributos para poner esto en marcha (si no, me obligaréis a rellenar huecos con mis propios tributos, y eso sí que será terrible xD) ¡Gracias por leer! Pondré el siguiente capítulo cuando tenga al menos parte de la lista de tributos ^^

Notas de la autora 2: ya tenemos tributo masculino del distrito 4, ¡animaos con los demás! :D