~/~Encuentros Inesperados~/~
Capitulo 1:
-¿Dónde estoy?-pregunto una pequeña de unos 5 años de edad.
Su cabello color rosado pálido caía sobre sus hombros con gracia. Sus ojos de un color rosado más oscuro que el de su cabello miraban con miedo los corredores de ese lugar. Estos eran oscuros y fríos. Y la pequeña era capaz de sentir como si de este lugar emanara un hedor a muerte y odio.
Comenzó a caminar sin rumbo fijo ya que le era imposible ver el lugar. Pero en el momento en que movió su pie izquierdo ella pudo percatarse de que podía ver su cuerpo, este estaba despidiendo su propia luz rosada, como si ella brillara, solo que su brillo era incapaz de llegar a los alrededores de ella, como si la oscuridad fuera incluso más pesada y densa que una pared.
Camino un poco más aferrando sus manos a su pecho. Tenía tanto miedo de estar en ese oscuro lugar que era incapaz de pensar con claridad.
Entonces detrás de ella pudo ver una luz, algo brillaba intensamente. Ella se giro para quedar de frente a esa luz, iba a dar un paso en su dirección pero en el momento en que comenzó a hacerlo la luz se extinguió, dejándola sola de nuevo en aquel horrible lugar.
-no me dejes -la pequeña empezó a sollozar de miedo. Su respiración se agito estrepitosamente, sus sollozos aumentaron de nivel y el llanto se abrió paso por sus mejillas.
Se sentó en el suelo abrazando sus piernas y hundiendo su rostro en ellas mientras el llanto aumentaba.
-¿Quién anda allí?- se escuchó una voz varonil proveniente de un niño, fría, esta estaba llena de dolor y odio, provenía del lado opuesto en el que ella había visto la luz.
A pesar de ser la voz más fría y calculadora que jamás había escuchado se alegro. No estaba sola y con eso le bastaba.
Comenzó a caminar en dirección de la voz.
-¡¿Quién anda allí?-volvió a preguntar la voz, esta vez exaltada. Al escucharla la niña se detuvo de golpe. Esa voz se oía vacía, cadente de vida y amor.
Siguió su camino en su dirección pero esta vez lo hacía por preocupación. Esa voz, bueno el dueño de ella le preocupaba demasiado.
Al recorrer todo el pasillo y quedar de frente a el lugar en el que el niño se encontraba se percato de que había una celda enfrente de ella y había alguien dentro de ella.
Se acerco lo suficiente para tocar los barrotes de esta y fue en ese momento en que pudo verlo. Era un niño que no era más de 3 años mayor que ella. Lo único que ella podía decir acerca de sus rasgos era que su cabello era de color oscuro, aunque esto no lo podía describir del todo a causa de la poca luz de ese lugar. Él se mantenía cabizbajo. Sus muñecas se encontraban atadas por sobre su cabeza, sus pies también estaban atados a lo que le pareció una pelota negra, gruesa y pesada. Su cuerpo estaba magullado y muy lastimado sin contar que había grandes charcos de sangre bajo sus pies.
Ella se asusto y empezó a llorar con más fuerza. Ese niño estaba sufriendo y aunque ella no quisiera decirlo, estaba sufriendo demasiado.
Entonces el pequeño levanto la cabeza.
-he dicho- mantuvo la voz tranquila- ¡¿Quién demonios anda allí?-grito exasperado.
Ella al escuchar esa voz llena de miedo, odio y rencor no pudo más que seguir llorando. Entonces fue cuando vio sus ojos, estos eran de un dorado parecido al oro, o más bien parecido al color del sol. Estos brillaban por su cuenta y su luz alumbraba todo a su alrededor, este niño poseía luz propia y ni siquiera era capaz de notarlo.
Sus ojos se posaron sobre los de ella y por un momento ambos quedaron en silencio. Ella solo dejo de llorar porque este sentimiento fue sustituido por nerviosismo, su corazón latía a una velocidad impresionante, pero eso no era lo que la preocupaba, sino era el estado del chico y los sentimientos que esos ojos causaban sobre ella.
Por su parte el chico se sentía de la misma forma que ella. Los ojos de ella eran demasiado expresivos, le mostraban demasiadas cosas al chico que le era imposible entenderlas todas.
Cerro sus ojos con fuerza, tratando de que parte de su conciencia regresara a ella.
Ella podía sentir como él tenía miedo, al igual que ella, no podía dejarlo en ese estado. Su abuela siempre le había dicho que su mejor talento era el cantar, así que sin pensarlo dos veces empezó a cantar:
Yao wang zhe ni bei ying
You gu dan tai cang bai
Wo duo me xiang pei zhe ni Zou guo ren shan ren hai
El joven al escuchar la canción una ola de tranquilidad lo invadió, haciendo que el olvidara su dolor, rencor y odio.
Dang tian kong bian hui bai
Ni de you shang peng pai
Wo duo me xiang zou jin ni
Jin suo de xin hai
Relajo sus músculos disfrutando de los altos y bajos de esta canción mientras memorizaba cada parte de lo que esta decía.
Wo yi zhi dou zai ni shen hou deng dai
Deng ni you yi tian hui guo tou kan wo
Wo de xiao song gei ni xi wang ni kuai le Ni de nan guo dou gei wo
Guan yu ni de yi qie wo dou
hao hao shou cang zhe
Wo yi zhi dou zai ni shen hou deng dai
Deng ni you yi tian neng gan jue dao wo
Jiu suan wo zai ni shi jie
miao xiao xiang yi ke chen ai Wo ye hui gei ni wo suo you de guo he re
Wo gu qi yong qi na han
Ni yao ting de jian
Wo bu shi ni zai gu dan
yao ni yong bao wo gei de wen nuan
Entonces cerró sus ojos para disfrutar más de esa melodiosa canción, pero en el momento en que lo hizo ella dejo de cantar. La luz que emanaba de sus ojos había desaparecido, sumergiéndola de nuevo en la oscuridad, intento moverse en la dirección en la que él se encontraba pero ya no estaba en ese lugar, era como si la oscuridad se la hubiese tragado.
Sintió su cuerpo temblar mientras su miedo se incrementaba a cada segundo que pasaba, entonces y cuando pensó que su alama no aguantaría mas, despertó.
El tiempo paso y 8 primaveras transcurrieron
Un hombre encapuchado caminaba tranquilamente por una calle atestada de gente, esta iba y venía en direcciones opuestas.
Ese día se llevaba a cavo una celebración, esta correspondía a la primavera ya que se celebraba el frote de flores en todos los arboles de cerezo de aquel pequeño pueblo. Puestos de comida y juegos se encontraban a la orilla de esta calle, mientras que la gente entusiasmada jugaba y comía en estos animadamente.
A las orillas de esa calle se encontraban los arboles de cerezo más grandes y antiguos de ese lugar lo que justificaba el hecho de el porqué en esa calle y le daba un aspecto hermoso al festival.
Todos en este lugar iban con ropas alegres y sonreían, excepto este hombre, que caminaba con indiferencia por entre la muchedumbre, parecía ignorar lo que a su alrededor ocurría.
Llevaba un paquete en manos y lo cargaba con demasiado cuidado.
Atravesó la multitud saliendo de esta calle con facilidad. Volteo a su derecha en la siguiente cuadra y siguió su camino con determinación. Mientras caminaba calle abajo el paisaje de los alrededores iba cambiando. Calle arriba habían puros negocios y establecimientos y ahora casas se veían. Mientras más bajo caminara más pobres estas lucían.
Llego al final de la cuadra divisando un tejaban en la esquina de esta. Se acerco lentamente a la entrada de esta, dejo el paquete en el suelo justo enfrente de la puerta y regreso por donde había descendido.
Después de unas horas el mismo sujeto iba caminando por el corazón del bosque, lucia cansado. Camino por unos minutos más cuando decidió recostarse bajo la sombre de un árbol a descansar.
Cuando encontró un árbol lo suficientemente grande como para cubrirlo con su sombra se recostó bajo de este cerrando los ojos.
Entonces una picazón en su nuca que hizo que se le erizaran los bellos lo alerto, haciendo que se sentara de golpe en su lugar. Miro en todas las direcciones, como buscando algo.
La sensación en su nuca se convirtió rápidamente en dolor, algo malo estaba pasando y su cuerpo era capaz de advertirle de tal peligro.
Se puso de pie, colocando todos sus sentidos en alerta y entonces lo sintió.
Unos pasos delante de donde él se encontraba había dos presencias, una de ellas le era conocida por la cantidad de oscuridad que esta emanaba, era tanta que inclusive era visible a sus ojos; la otra era una presencia que le expedía cierta familiaridad.
Entonces un estallido se dio y una ventisca de aire lo golpeo, arrogándolo unos metros atrás de donde se encontraba.
Cayo sentado.
El movimiento había causado que su capucha cayera sobre sus hombros dejando al descubierto su rostro. El rostro que ahora se mostraba no era el de un muchacho, más bien era el de una jovencita de no más de 14 años.
Su rostro era delicado y sus facciones eran finas, su piel ara blanca como la nieve, sus labios carnosos y rosados mostraban una mueca de terror; sus ojos de color rosado combinaban con el color de sus cabellos, solo que estos eran de un color más claro que el de sus ojos.
Entonces volvió a sentir otro estallido de poder, seguido de la disminución de la energía que sentía conocer.
Se levanto de golpe, sintiendo preocupación desmedida.
Corrió hacia el lugar del que provenían las dos presencias.
Al llegar allí se encontró con los dueños de las dos presencias. El más cercano a ella le daba la espalda; se encontraba hincado en el suelo, millones de cadenas de energía lo mantenían sujeto a este. En el suelo, alrededor de él un círculo negro lo rodeaba, lanzando rayos de energía negra al joven que se encontraba en el centro, este parecía no inmutarse ya que mantenía la cabeza en alto y no mostraba ni una seña de dolor.
El dueño de la otra presencia se encontraba a unos pasos delante de el joven, sin duda alguna era esta persona la que le causaba tal daño al muchacho. Era una persona alta y delgada, parecía tener unos 20 años de edad, su cabello era de color negro al igual que sus ojos y su boca estaba torcida en una sonrisa tan enfermiza que hizo que a ella se le erizara el vello de la nuca.
Entonces esta persona se percato de ella, torció su rostro dejándolo en un ángulo muy poco común en los humanos, entonces la miro de frente y empezó a carcajearse.
Su risa era como el sonido de la desesperación, ella lo sabía tal sonido no existía pero si este existiera seria lo más parecido que hubiera en el mundo.
Su cuerpo quedo trabado al escuchar ese sonido. Era tan espeluznante que le era imposible encontrar un algo en su mente, lo único que su cuerpo le decía era que saliera rápidamente de ese lugar.
Entonces ese hombre empezó a decir algo en un idioma desconocido para ella, mientras lo decía signos alrededor del muchacho aparecían, estos se adherían a su cuerpo en forma de tatuajes que quemaban su piel.
La peli rosada se asusto mucho al ver esto. Ese hombre aún y viéndola enfrente de él seguía con sus intenciones de lastimar al muchacho, lo peor del caso era que este joven estaba desarmado, no podía hacer nada para defenderse.
El hombre termino de decir las palabras y para esto un gran sello se había formado justo enfrente de él, lo miro con diversión para después lanzarlo hacia el joven.
-Conchi!, Ponchi!-grito la peli rosada mientras sacaba dos pequeña almohadillas en forma de corazón de entre sus ropas-!posesión de objetos!-grito de nuevo al tiempo que Conchi entraba en una almohadilla mientras que Ponchi entraba en la otra.
Una luz rosada ilumino el claro, cegando al hombre que intentaba atacar al joven.
Ponchi se había transformado en una ballesta pequeña, mientras que Conchi se había transformado en una diadema que descansaba sobre su cabeza.
La jovencita se acerco corriendo al joven dándose cuenta de que este estaba inconsciente, se hincó a un lado de este, tratando de soltarlo de sus ataduras.
-es inútil hermosura- le dijo el hombre mientras veía sus intentos- debo decir que no has cambiando mucho desde la última vez que nos vimos, sigues siendo una debilucha- esto último lo dijo con resentimiento.
La joven se puso de pie quedando detrás del joven de nuevo, tomo su ballesta y apunto en dirección al hombre.
Con un movimiento ágil la joven lanzo una flecha en dirección al hombre, este se protegió con su energía lo que provoco que la flecha revotara y se encajara justo a los pies del joven hincado.
-¿intentas herirme?-rio el hombre-¡eres patética!
- no te apunte a ti-dijo la peli rosada con determinacion. A lo que el hombre solo pudo responder con una mirada de desconcierto.
Su mirada entonces se concentro en la flecha y en la posición en la que esta había quedado.
Con un movimiento aun más rápido que el anterior la jovencita había tomado al joven de los hombros, terminando de un cajo con la maldición que el hombre intentaba propiciar le.
-¡Conchi! ¡Ponchi! ¡Ahora!-grito la peli rosada.
-¡NO!-grito el hombre. Corrió en su dirección pero había sido demasiado lento, ellos habían desaparecido.
Cayeron en un lago, hundiéndose hasta el fondo.
Ella quiso salir de allí, pero recordó que aquel joven había perdido la conciencia, así que regreso por él y con cuidado lo llevo a la superficie.
Lo llevo por el agua tratando de mantener su cabeza en alto hasta llegar a la orilla en donde lo arrastro para recostarlo.
Ella respiraba entre cortadamente, pareciera como si el aire normal no fuera suficiente para mantener su respiración.
-Tamao, ¿estás bien?-preguntaron Conchi y Ponchi colocándose junto a ella.
-si, solo estoy agotada- respondió apenas con un hilo de voz.
Salió del agua lentamente arrastrando consigo al muchacho que la acompañaba. Al salir completamente del agua checo los signos vitales del joven. Todo parecía estar en orden, el muchacho respiraba y tenía buen pulso.
Se recostó a un lado de él tratando de calmarse y recuperar su aliento.
-¿estás segura de que estas bien?
-si, nunca habías utilizado esa técnica antes, ¿te encuentras bien?
Preguntaron sus espíritus preocupados por ella.
-estoy bien, se los prometo- les regalo una sonrisa a lo que ambos respondieron con un suspiro-lo que en este momento me preocupa más es él- dijo refiriéndose al joven.
Se acerco a él. Su cabello era de color violeta, llevaba unas ropas elegantes de color negro, sus rasgos eran finos pero varoniles, había algo en ese rostro que llamo la atención de ella, mas sin embargo siguió con su evaluación. Al parecer el chico tenía grandes cortadas alrededor de todo el cuerpo sin contar con quemaduras que ese hombre le había agregado, por lo menos al haber sido cortado el hechizo de esa forma los tatuajes habían desaparecido.
Ese hombre era un brujo-shaman una persona que había hecho un pacto con los mismísimos demonios para controlarlos a cambio de poder. El termino brujo se le daba a las personas que tenían descendencia demoniaca, ósea los que eran hijos o mitad hijos de demonios, estos poseían poderes irreconocibles para los shamanes y mucho más para los humanos, y el termino de Shaman se refería a la persona que pude controlar las almas de los muertos para su beneficio. O eso era lo que ella había entendido en las lecciones que su abuela le había dado.
-será mejor que vaya a buscar algo de leña y hiervas medicinales, parece que pasaremos la noche en este lugar-dijo mientras miraba como la luz del ocaso comenzaba a aparecer en el horizonte.
Se puso de pie, tambaleándose y sintiéndose débil al hacerlo. Se recargo en el tronco de un árbol para después comenzar su labor.
Al haber conseguido todo lo necesario lo coloco en el suelo, encendió la fogata y empezó a preparar sus ungüentos sanadores.
Después de unos cuantos minutos ella ya estaba lista para curar las heridas de ese muchacho.
Se hinco frente a él y con sumo cuidado le quito su camisa dejando a la vista su torso, parecía que esta parte de él era la más dañada, ya que era la que tenía más quemaduras y heridas.
Saco de su ropa unas vendas que llevaba puestas, para comenzar a ponérselas a él y curarlo.
Después de una hora aproximadamente la peli rosa ya tenía la cena preparada y ya había curado las heridas del joven. Pero había algo que la inquietaba, tenía miedo de que ese hombre encontrara su localización y fuera por ellos. Si es hombre los encontraba en ese lugar ella no podría escapar de nuevo de la misma forma en la que lo había hecho. Así que decidió colocar una barrera detectora alrededor de la cascada en la que habían caído.
Se levanto con cuidado, camino en dirección de la cascada, dijo unas cuantas palabras en otro idioma y justo antes de que ella terminara, la barrera ya se había levantado en los alrededores de la cascada.
Al terminar cayo de rodillas en el suelo.
-¡Tamao!- se acerco Ponchi.
-¿Qué crees que estás haciendo?- le pregunto Conchi
-¡si! ¿¡No crees que crear una barrera en tu condición es una locura!- la regañaron los dos al unisonó.
-lo-lo sien-to chicos, te-tengo que pro-tejer-nos – dijo con un hilo de voz.
Entonces cayó desmayada en el suelo.
A la mañana siguiente cierto joven había despertado desde muy temprano y miraba a su alrededor con curiosidad. No recordaba nada más que aquel estúpido hombre que lo había atacado por la espalda, inyectándole una sustancia somnífera en el cuello.
Se levanto exasperado de su lugar, para darse cuenta de que su cuerpo estaba cubierto de vendas y al parecer no sentía dolor alguno proveniente de su cuerpo. Pero pudo percatarse de la mancha de sangre que en estas se formo por el movimiento brusco que él había hecho.
Entonces pudo ver a una joven recostada a orillas del río, ella iba acompañada de dos espíritus que lo miraban con odio.
Ella lucia cansada y podía notar como su energía estaba muy baja. Entonces fue cuando se percato de la barrera que los protegía, al parecer esa jovencita había sido quien la había creado.
La miro con curiosidad. Para haber podido crear una barrera de ese rango quería decir que ella no era una Shaman común y corriente, aun y cuando su energía estaba demasiado baja en ese momento ella podía mantener la barrera a su alrededor.
Ella se movió un poco en su lugar para después abrir los ojos con pesadez.
Por un instante le fue imposible distinguir objetos, pero cuando sus ojos se hubiesen acostumbrado a la luz pudo percatarse de que frente a ella estaba el joven que la noche anterior había salvado. Este se encontraba de espaldas a ella, parado a unos cuantos pasos de distancia de ella.
-no vuelvas a entrometerte en mis asuntos- le dijo con frialdad.
-¿eh?-respondió la peli rosada, parecía que seguía un poco adormilada.
-eh dicho que no quiero que te entrometas en mis asuntos, esta es mi pelea- y al decir esto comenzó a caminar alejándose de ella.
-no, e-espera ¡n-no te vay-as! – grito para después colocarse de pie e intentar seguirlo, pero apenas hubo dado el primer paso y todo a su alrededor se desdibujo, ella estaba cayendo.
El joven con un movimiento ágil la había tomado entres sus brazos.
-chiquilla estúpida, se ha desmayado-dijo fríamente el joven mientras sostenía a la peli rosada en sus brazos.
-¡pero qué desconsiderado chiquillo!-dijo Ponchi dirigiéndose a Conchi
-si Ponchi, este mocoso tiene intenciones de dejar a nuestra Tamao en este lugar y en las condiciones en la que esta- lo fulmino con la mirada
-¿Qué es lo que quieren escoria?-dijo el joven exasperado.
Ellos al sentir la mirada de este temblaron notoriamente, pero no desistieron.
-si-si Ponchi, Tamao se paso toda la noche cuidando de este Mocoso hasta que no pudo más y el la dejara aquí sola.
-si Conchi después de que ella muy valientemente lo salvo de ese individuo
Las pupilas del joven se dilataron. Bajo su mirada hacia la joven que se encontraba en sus brazos y suspiro con pesadez.
Recogió la bolsa que se encontraba en el suelo, la cargo y salió con la peli rosa en sus brazos.
-¡oy-oye! ¿A dónde crees que la llevas?- pregunto Conchi
-que no es obvio Conchi, él la llevara al pueblo más cercano, tal parece que el mocoso tiene un buen corazón- dijo mientras reía por lo bajo.
El joven aún y con la peli rosa en manos logro propinarles unos golpes en la cabeza dejando chichones en ambos de ellos.
-pero si yo no dije nada-lloraba Conchi
Camino al pueblo más cercano con ella en brazos.
Después de unos minutos encontró una posada, alquilo una habitación para dejarla recostada en la cama de esta.
Justo antes de salir le dedico una mirada penetrante a la joven para finalmente salir del lugar.
Pues aquí por fin esta el primer capítulo primero que nada quiero decirles que el nombre de la canción es Wo Yi Zhi Dou Zai Por Lin Ji An & Chen Yu Lun
De Hana Kimi OST
Debo decir que estuve buen rato buscando la traducción de esta canción, ya que desde que la escuche mi intención fue de ponerla en el fic aun y si la letra no tenía nada que ver, pero me sorprendí mucho de lo que esta decía. Lamento no haberla subido pero créanme tengo una muy buena razón para esto :D
Tengo muy buenos planes para este fic, pretendo avanzar un capitulo por semana y les prometo que lo terminare. La verdad me sentí muy mal por las personas que deje a medias con el otro fic de la misma pareja pero de plano no pude continuarlo y pues pretendo contestarlas con este :D
Yo estoy abierta a cualquier comentario (siempre que este no escrito de una manera poco decorosa), acepto criticas (productivas), ideas, comentarios, etc, etc. Claro siempre que esto sea respetuoso :P
Creo que eso sería todo, muchas gracias por su atención no los decepcionare :D!
Dejen reviews PLIIS!
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