Corazón roto


Todos necesitamos un corazón roto, al menos una vez en nuestras vidas.


No te conoces realmente hasta que sucede, cuando el momento llega, te quedas sola. Y sola te pones de pie, levantas la cabeza y continúas tu vida, como si nada sucediera.

No necesitas un corazón con una ligera fisura o algunos rasguños. Necesitas un corazón realmente roto, hecho pedazos, incluso necesitas perder piezas para sentir esa desesperación por encontrar quien pueda repararlo.

Y sólo así descubres que la única persona que puede hacerlo no es quién lo rompió, eres tú.

Necesitas sentirte vacía, ciega, incluso perder las ganas de decir una sola palabra. Necesitas entrar en un mundo enteramente tuyo y explorarlo.

Necesitas entender que las cosas no siempre terminan bien, y que no todos serán amables contigo.

Tienes que saber que no todos fueron educados como tú, y probablemente harán cosas que no podrías llegar a imaginarte.

Comprenderás que cuando cada persona que conoces en el mundo se aleja de ti, nadie te va dar una mano ni moverán un solo dedo por ti.

Habrá tardes en que llores por lo que pudo haber sido, pero con el tiempo llegarán algunas en que reirás por como fue.

Un corazón roto es la mejor forma de desechar personas de tu vida, aquellos que jamás fueron tus amigos e integrar nuevas. Y no sólo personas, incluso conocerás nuevas habilidades que dormían dentro de ti.

Te sentirás inimaginablemente mal, y eso queda demasiado corto para llegar a describirlo medianamente.

Y el sentimiento empeorará con el paso del tiempo.

Hasta que un día hagas algo al respecto, y sonrías. Y no intentes "superarlo", sino que intentes aceptarlo.

Porque sólo aceptando algo, lo puedes dejar ir.

Llegará el momento en que ni si quiera recuerdes la sensación ardiente del pecho ni el caos que había en tu cabeza. Incluso podrás bromear en un futuro sobre ello.

Y ese corazón roto se llegué a convertir en un recuerdo neutro, tanto malo como bueno.

No te imágenes en la increíble persona que serás al final de ese proceso, y la fortaleza que habrás adquirido.

Jamás recuperarás las piezas que perdiste, pero formarás nuevas, más resistentes y hermosas.

Siendo realistas, no sólo será más difícil que alguien lo vuelva a romper, también lo será que alguien nuevo entre a él.

Y es una sensación maravillosa.

Y quién sabe, después de aquello, si algún día por accidente los recuerdos llegan a tu mente, puedas escribir sobre ello.

Y sentirte feliz, recordando con cariño a ese corazón roto que te permitió pasar por todo aquello.

Tu nueva forma de ser, lo que aprendiste, las personas que se quedaron y las más recientes que han llegado, y te des cuenta que todo valió la pena.


Porque todos necesitamos un corazón roto, al menos una vez en la vida.

Con cariño, Courtney Carson


PackedWithLove