"El cumpleaños de mi marimo"

Era un día como cualquier otro en el Sunny Go,todo el mundo estaba haciendo su en estos momentos estaba preparando la merienda;unos pastelitos de acabar de prepararlossalió de la cocina y fue directo hacia las chicas para que eligiesen ellas primero,aunque en algunas ocasiones no le daba tiempo a llegar,Luffy cogía tres o cuatro,le daba uno a usopp,otro a chopper,se comía los que tenía él y si le daba tiempo,se comía los que le había dado a sus ya había repartido la merienda se volvía a la cocina,aunque de vez en cuando en vez de ir diréctamente a la cocina,pasaba primero por el gimnasio para ver si Zoro tenía vez eso era más habitual.Éste fue uno de esos días,pero antes de entrar al gimnasio,escuchó algo que le dejó pálido.

-Bufff... y mañana mi cumpleaños...

"¡Mierda!¿Mañana es el cumpleaños de Zoro?¿Por que no nos ha dicho nada?¿Y yo ahora que hago?" Sanji se había metido en un mar de preguntas,pero antes de hacer nada,tenía que darle la merienda a Zoro así que esperó unos segundos para que Zoro no sospechase que le había oído y entró.

-Hola Marimo,quieres la merienda o me voy para no molestarte?-Dijo en un tono irritante.

-No t...-Iba a contestar,pero su estómago se adelantó con un sonoro se sonrojó un poco.

-¡Anda toma!-Dijo riéndose disimulando un és de haberle dado el plato se sentó en el sofá.

-¿Por que te quedas?-Dijo el peliverde molesto y avergonzado.

-Por que si no el plato se va quedar aquí,ya que tú no lo vas a llevar a la cocina-Le contestó enfadándose.

El espadachín empezó a comer lentamente,ya que le agradaba estar a solas con el cocinero,y este tampoco se quejaba de la ausencia de Zoro acabó de comer Sanji se levantó del sofá,cogió el plato de las manos de Zoro y se fue hacia la cocina,una vez dejó el plato,salió de allí y fue a hablar con la navegante.

-¡Nami-swaaaaan!-La llamó con el tono con el que lo hacía normalmente.

-Hola Sanji.-Le contestó-¿Quieres algo?

-Si,me gustaría hablar contigo un momento-Le aclaró señalando hacia la cocina.

Una vez llegaron a la cocina la pelirroja le preguntó un poco preocupada.

-Dime,que te pasa?

Nami era la única persona en la que Sanji confiaba y la única que sabía los verdaderos sentimientos de este sin contar a Robin,que seguro lo sabría todo gracias a los poderes que la fruta le había otorgado.

-Verás,el problema es que mañana es el cumpleaños de Zoro...

-¿¡Que mañana qué!¿Por que no nos ha dicho nada?

-No lo se,pero necesito que me hagas un favor.

-Vale,dime de que se trata y te intentaré ayudar.

-Esta noche te toca guardia ¿verdad? pues necesito que la hagas tú,o al menos lo que tarde yo en hacer una tarta para su cumpleaños,y que si pregunta como lo sabíamos,que digáis que Robin le escuchó.

-Está claro,pero entonces Robin también lo sabrá.-Dijo seria.

-No pasa nada,seguro que ya sabe incluso nuetro plan.

-Es cierto,tratándose de Robin...

En ese momento la mencionada entró en la cocina y dijo:

-Ya les he dicho a todos lo del cumpleaños de espadachín-kun,y han bajado corriendo a la isla para comprarle algo.

-¡ES VERDAD! Tengo que comprarle algo-Se alertó el cocinero.

-Tranquilo,nosotras iremos cuando hayáis vuelto.-Sonrió la arqueóloga.

-Muchas gracias-Les dijo mientras salía corriendo de la cocina.

Estuvo un buen rato buscando por las tiendas,pero no encontraba nada que le pareciera ó buscando pero nada,no se lo podía creer,había estado ya más de una hora buscando un maldito regalo,pero no encontraba

nada,así que después de un rato más decidió que debía volver al barco,pero entonces vio una tiendecita donde vendían libros que le llamó la atención y decidió entrar,ya que por mirar no iba a pasar nada. La tienda era bastante vieja,era un gran pasillo en el cual no se veían las paredes ya que las estanterías llenas de libros y polvo las final del pasillo había un pequeño mostrador,y detrás de este,había un anciano el cual parecía ser el dueño de la tienda.

-Disculpe señor-Dijo el rubio amablemente-¿Me podría decir usted dónde están los libros de espadas?

-Claro que si jovencito-Contestó el anciano-Están justo dónde estás tú,a tu izquierda,pero no parece que seas del tipo de personas a los que le gustan las espadas.

-Ya...-Le explicó el rubio-es que es para hacer un regalo de cumpleaños,es para un amigo al que le encantan las espadas,y como no sabía que comprarle,he creído que era la mejor opción.

-Pues entonces te recomiendo que le lleves este-Dijo el anciano acercándose a la estantería donde estaba Sanji y cogiendo un libro-En este libro explican todo acerca de las espadas;como cuidarlas,como lavarlas,el mejor modo de usarlas e incluso ayudan a mejorar la técnica de lucha,aunque seas el mejor espadachín del mundo siempre se puede mejorar la técnica.

-¿Y cuanto cuesta?-Le preguntó dudoso Sanji.

El anciano sonrió-Si te llevas también éste de recetas te costará 15$.

Sanji se quedó pálido por segunda vez ese día,pero aceptó la oferta del anciano

-Muchas gracias.

-De nada joven,espero que a tu amigo le guste el libro-Se despidió el anciano.

Cuando volvió al barco ya casi estaba anocheciendo,y Luffy le pedía la cena,pero antes de empezar a prepararla se disculpó con las chicas.

-Lo siento mucho,tendría que haber vuelto antes y así podrías haber ido tranquilas.

-No pasa nada Sanji-Le dijo la pelirroja-Hemos ido cuando han vuelto Usopp y Chopper.

Dicho esto el cocinero escondió los libros en su habitación y salió por última vez a la cubierta antes de empezar a hacer la cena,pero en ese momento se topó con el peliverde.

-Oi cocinero,dónde has estado metido toda la tarde?

-Eso es algo que no te importa Marimo!-Contestó irritando un poco al espadachín.

Entonces empezaron a pelear como siempre hacían,pero esta vez hubo un pequeño error de cálculo por parte del tanta la necesidad que tenía por sentir el curpo del espadachín que sin querer una de sus patadas le rozó las partes nobles al espadachín.

-Pero tu dónde apuntas imbécil?-Dijo el peliverde sonrojado."Mierda,se me está poniendo dura"

-Sanji,por favor,puedes hacer ya la cena,tengo mucha hambre!-Gritó la navegante salvándolos a los dos de una terrible vergüenza al darse cuenta del rumbo que tomaba la pelea de éstos rubio al darse cuenta le contestó.

-En seguida Nami-swaaaan.

-Imbécil... -Susurró el espadachín.

-¿Que acaso pretendías seguir discutiendo en ese estado?-Le preguntó la navegante señalando el bulto que el espadachín tenía entre las piernas.

-TSK. Me voy al baño-Se quejó más rojo que un tomate

-No irás a... -Se asustó Nami.

-No pretenderás que esté así toda la noche.-Dijo el peliverde sin dejar acabar de hablar a la navegante.

Una vez en el baño Zoro abrió el grifo de la ducha y empezó a reflexionar.

"¿A que ha venido eso?¿A caso sabe lo que siento por él y se está intentando burlar de mi?¿Que lo saben todos por eso Nami me ha ayudado?"

Las dudas eran cada vez más grandes,pero cada vez que pensaba en lo sucedido su cuerpo le ardía y su miembro se iba haciendo cada vez más grande,así que empezó a imginar que Sanji estaba allí con él,y empezó a tocarse el pecho bajando la mano rápidamente hacia donde hacía el espadachín estaba en el baño la navegante quiso ir a hablar con el rubio para contarle lo que realmente sucedía pero la arqueóloga le paró.

-Es mejor no meterse en los asuntos de los demás-Le advirtió.

-¿Eh?-Se extrañó la pelirroja-¿A que viene ésto ahora? Solo le iba a contar a Sanji que...

-Se que tus intenciones son buenas,pero ahora espadachín-kun cree que cocinero-kun se está burlando de él.

-¿Y por que irá a creer esa tontería?

-Por el ataque de cocinero-kun y tu reacción-Explicó la morena-ahora cree que cocinero-kun se burlaba de el y tu le has ayudado,por eso piensa que todos sabemos acerca de sus sentimientos.

-Entonces... -Dudó la navegante-¿no digo nada?

-Exacto,mejor que lo arreglen ellos solos.

Sanji había acabado de hacer la cena,pero quería esperar a que estubieran todos,así que una vez vió que Zoro ya se había duchado anunció que la cena ya estaba y entre golpes y porrazos entraron cuatro de los chicos a la cocina,después entraron las chicas seguidas de un recién duchado espadachí vez sentados todos en la mesa el rubio puso los platos como de costumbre y cuando la mesa estubo servida,empezaron a vez el espadachín estaba comiendo más lento de lo normal,cosa que no pasó desapercibida ante

el cocinero y una vez se fueron todos de la cocina dejándolos solos a ellos dos el rubio dijo.

-¿Que pasa Marimo,que no tienes hambre?Eso es raro en ti.

-Lo se,realmente si que tengo hambre,pero era la mejor escusa para quedarme aquí para hablar contigo.

Sanji se estaba poniendo muy nervioso y casi no podía ni hablar.

-Y... de... de que quieres hablar?

-Tenemos que poner como mínimo dos normas en nuestras peleas.

-¿Eh?¿Normas?¿Que quieres decir con eso?-Preguntó extrañado.

-Pues eso, primera es obvia,no matarnos,aunque eso creo yo que no lo íbamos a hacer.Y la segunda es no atacar a las partes bajas.-Dijo con un tono molesto (¬¬)

-Eh... AH! mi bien,pero que conste que lo de antes no lo he echo a posta,simplemente se ma ha ido la pierna.

-Vale,yo no digo que lo hayas echo a posta o no,solo digo eso.

En ese momento el peliverde se levantó de la mesa y se fue diciendo mientras salía.

-Gracias por la comida.

El espadachín se fue a las chicas se aseguraron,la navegante salió a hacer el turno de guardia mientras el cocinero preparaba ansioso la tarta y algunos postres para el cumpleaños del día acabar de cocinar,Sanji fue a cambiarle el puesto a Nami ya que no podía permitir que ésta hiciera el turno ella toda la noche,pero justa cuando fue a salir de la cocina,el rubio se desmayó a causa de un somnífero que le había puesto la arqueóloga en uno de los trozos de pastel que se había comido el cocinero para picar,y ésta,a sabiendas de que caería estaba preparada y con unos brazos que hizo salir del suelo, le amortiguó la caída y lo llevó a su cuarto para que vez en la habitación,fue hasta donde estaba la navegante,le explicó lo que hizo y se quedó hablando con ella para que el turno de guardia se les hiciera más corto.A la mañana siguiente,la morena hizo el desayuno mientras la pelirroja descansaba un despertarse los chicos (Todos menos Sanji y Zoro) se quedaron extrañados al ver que la que había echo el desayuno había sido la morena,

entonces,ésta les explicó la situación y mañana se pasó rápida y un

poco antes de la hora de comer se despertó el espadachí a ir al gimnasio a hacer su entrenamiento de antes de comer al cual él llamaba matutino,pero al pasar por la cocina y no ver al rubio preparando la comida se extrañó y le preguntó a la arqueóloga.

-Oi,¿Dónde está el Erocook?

-Está durmiendo en su habitación-Le contestó-Anoche se desmayó del cansancio.

-¿Pero está bien?-Dijo preocupado,pero al darse cuenta de esto,intentó disimular-Bueno,aunque no me importa demasiado...

-Si,está bien-Volvió a decir la chica-Y sobre lo otro,no te preocupes,solo lo sabemos navegante-san y yo.

-No se de que me estás hablando-Intentaba negar el peliverde.

-Bueno,si prefieres que te lo explique en voz alta delante de todos...-Advirtió la morena.

-Mejor dejemos el tema...-Dijo preocupado por que los demás lo descubriesen-Entonces el cocinerucho está en su habitación¿no?

-Si,te acompañaré hasta allí-Dijo con una sonrisa.

-No hace falta,puedo ir yo solo-Contestó molesto

-No importa,te acompaño igualmente-Volvió a sonreir.

-Tsk.-Gruñó al obtener esa respuesta aunque por dentro le dio las gracias.

Una vez llegaron a la habitación del cocinero los dos se pararon en la puerta y la morena dijo señalando hacia la derecha.

-Es esta de aquí.

-Ya lo se,puedes irte.

Una vez la chica se giró para irse,el espadachín fue a entrar a la habitación,pero la chica lo interrumpió diciendole.

-Esa no es,es la de en frente.

-Ya lo sabía!-Se molestó el peliverde.

Ahora si,fue a entrar a la habitación ó la puerta y se encontró al cocinero durmiendo en su cama tapado por una sábana,y como no quería despertarlo decidió dar media vuelta e irse,pero una voz no le dejó.

-¿Zoro?-Le llamó el rubio medio dormido.

-Emm si.

-¿Que haces en mi habitación?

-Me habían dicho que te habías desmayado y he venido a ver en que condiciones te encontrabas-Contestó dudoso-Por cierto,eres un idiota.

-¿Y eso a que viene ahora?-Le preguntó un poco molesto.

-No tendrías que haber echo el turno de guardia por Nami,te esfuerzas demasiado.-Le riñó.

-Je,esta vez no ha sido por ninguna de las chicas-Le contestó el rubio dejando confuso al peliverde-Por cierto,¿Tu no sabes quien ha echo el desayuno verdad?

-Eh... no,sabes que no suelo desayunar.

Entonces,el cocinero(que estaba aún vestido)se levantó de la cama,se dirigió hacia la puerta y saliendo de la habitación le dijo al espadachín.

-Ei Marimo,¿Te vas a quedar en mi habitación todo el día o que?

El espadachín reaccionó ante el comentario y se dirigió al gimnasio para empezar la sesión matutina que aún no había tanto el rubio se duchó en un momento,se cambió de ropa y se puso a cocinar una comida especial para el cumpleañ vez cocinado todo,avisó al espadachín el cual fue a ducharse después del entrenamiento y después llamó a los demá el peliverde salió de la ducha la arqueóloga se lo dijo al cacinero para que fuera a buscarle con la escusa de que tardaba mucho así que volvieron "juntos" a la cocina y cuando llegaron a la puerta,el cocinero que iba un poco por delante del espadachín abrió la puerta y le cedió el paso,éste,confuso entró a la cocina oyendo un:

-FELICIDADEEEES ZOROOOO!

El espadachín estaba cada vez más confuso ya que él no le había dicho nada a nadie y en seguida sospechó de la arqueóloga,así que se sentó presidiendo la mesa,entre Luffy y Sanji(huy,que casualidad!) y comenzaron a celebrar aquella fiesta.A medida que pasaba le iban diciendo que sus deducciones eran acertadas y que había sido la arqueóloga quien había descubierto lo de su cumpleañ la tarde en el Sunny había una gran fiesta y se oía de vez en cuando:

-SUPEER!,-Por el cumpleañerooo! y también algún -Hoy es su cumpleaños,hay que hacer lo que diga!

Estubieron todo el día de fiesta,pero por la noche,en un momento que Zoro y Sanji se quedaron solos el peliverde se armó de valor y dijo:

-Aún sigue siendo mi cumpleaños ¿no?

-Claro...-Contestó el rubio extrañado.

-Y como es mi cumpleaños tenéis que hacer lo que yo diga... ¿no?

-Mmmm... si... supongo-Contestó esta vez extrañado.

-Pues por tu parte solo quiero dos cosas.

-Dime que quieres...-Estaba aún más confundido.

-La primera cosa es que quero que después de lo que te voy a pedir no comentes nada ni me eches nada en cara...-Dudaba un poco el espadachín.

-Vale...-Dijo interesado por lo que iba a decirle el peliverde-¿Y lo segundo?

-Lo segundo es que quiero que me beses.

-...- "¿Por que me pide esto?¿Lo está haciendo por él o por mi?"

-Aunque si no quieres hacerlo,no te voy a obligar-Dijo tristemente.

El rubio al oír este comentario ladeó su sonrisa y acercandose lentamente al espadachín se fundieron en un tierno beso.

CONTINUARÁ