Segunda historia

Anime: Naruto

Pareja: Naruto y Hinata

Cuando entrenaba sentía sus miradas desde lejos a través de sus bellos ojos perlados; cuando luchaba sentía su preocupación pero ella sabía que yo ganaría y estaría bien y si salía lastimado ella estaría ahí para cuidarme; cuando hacía alguna tontería oía su tímida risita y cuando me acercaba se desmayaba en mis brazos sintiendo en ellos la caída de una suave y débil pluma pero fuerte como una roca.

Todo lo que sentía, yo lo tomaba como una amistad y ella era una gran persona y amiga quien podía confiar y contar con su apoyo siempre.

Cada día que pasaba esa amistad crecía hasta transformase en algo más grande, en amor. Decidí corresponderle, pues yo sentía lo mismo, formamos una relación. Luego de un tiempo estaba más seguro de mis sentimientos hacia ella y nos casamos.

Aún recuerdo nuestra boda, cuando la vi entrar por la gran puerta de la parroquia con su hermoso vestido blanco; y estaban presentes todos aquellos que nos apoyaron y estuvieron junto a nosotros siempre: su familia y nuestros amigos: Sasuke, Sakura, Chouji, Shikamaru, Kiba, Lee, Tenten, Shino, Neji, Ino, Kurenai, Kakashi y no podia faltar la vieja de la Hokage (Tsunade). Fue una ceremonia sencilla y una fiesta divertida en la cual bailé junto a ella toda la noche."

Cada día que pasaba junto a ella la amaba más. Nuestra vida de casados no era como la de los demás, pues estaba basada en la honestidad, confianza y principalmente en amor.

Un día me dió la mejor de las noticias: me iba a hacer papá de dos hermosos niños.

Durante nueve meses la cuidé como nunca, siempre pendiente de cualquier cosa que le pudiera faltar, ya que quería unos niños sanos y activos como yo, pero ella siempre me decía que lo único que necesitaba era que estuviera junto a ella y le diera todo mi cariño.

Llegó aquel importante momento me dirigí de inmediato al hospital y entré a la Sala de Partos para ver nacer a mis niños y ahí estaba mi amiga Sakura atendiendo el parto. Fue tanta la emoción que me desmayé en plena sala, como ella caía en mis brazos cuando me le acercaba la diferencia era que yo caí en un firme y duro suelo. Pasaron unas horas y fui a conocer a mis hijos, eran tan lindos como su madre, uno tenía los ojos azules y otro perlados, ambos de cabello negro.

Pasaron varios años y ya nuestros hijos habían entrando a la academia, pues debían ser tan fuertes como ella.

Siempre estuve a su lado cuidándola y no me arrepiento, pero hoy, el día más esperado por mí, no está a mi lado. Hoy me nombran Hokage y quería celebrarlo con ella y sentir sus miradas de felicidad posadas en mí.

Y aunque no esté en este mundo, ni a mi lado, sé que está presente pues me dejó dos personitas, partes de ambos que le dan alegría a mi vida y a mis días y también sé que a través de ellos me protege y estará siempre en mi corazón.

La extraño y como tantas veces se lo dije, la AMO.

Fin!