Algo más

James mostró una sonrisa despiadada a su victima, mientras esta giraba con desesperación la llave en el contacto de su automóvil.

El hombre echó seguro a todas las puertas y ventanas del vehículo, esperando protegerse de la diabólica criatura que se encontraba fuera.

El vampiro soltó una sonora carcajada al ver los angustiados esfuerzos de aquel patético humano por salvar su vida. Instantes después, James miró fijamente a su presa, con salvajismo impregnado en sus ojos.

-Se acabo el juego.- dijo el vampiro, para luego sujetar la puerta del auto con una de sus manos y desprenderla de su sitio.

El hombre comenzó a gritar aterrado, por lo que, con un movimiento rápido, James clavó sus dientes en el cuello, succionándole la sangre.

El individuo quedó inerte después de varios minutos, con un rictus de terror, y el joven vampiro arrojó el cuerpo sin vida al suelo.

Más que la sangre, lo que le causaba verdadera satisfacción era jugar con sus presas, engañarlas mientras creían que tenían una oportunidad de salvarse, para luego mostrarles que era inútil escapar de él. Y es que, cuando deseaba una victima, la obtenía a cualquier costo.

La cacería era su obsesión, su estilo de vida, y no deseaba nada más. Era todo lo que lo complacía.

Por ello, se consideraba a sí mismo un ser completo. Tenía todo cuanto había necesitado y hacía lo que deseaba. Hasta ahora no había requerido de más.

¿Compañía? No. Era algo de lo que había prescindido desde el principio y no le era necesaria para conseguir lo que quería. Había logrado sobrevivir muy bien solo desde su conversión, hacía ya tanto tiempo atrás.

Ni siquiera llegó a plantearse aquella idea cuando por casualidad se topaba con algunos de los suyos, puesto que, o no le agradaba el modo de vida que llevaban, o disentía mucho en sus ideas. Por ello estar acompañado no era una necesidad… hasta aquel momento.

James comenzó a andar por los tejados de algunas casas, observando desde lo alto a las multitudes de personas. Deseaba encontrar una nueva presa.

Saltó de techo en techo con agilidad, sin encontrar a alguien que llamase su atención. Aburrido, decidió que lo mejor sería ir a otra ciudad.

Siguió corriendo por los techados, y poco a poco las luces de las calles se alejaban. Estaba cerca de las afueras de la ciudad, llegando a uno de los barrios bajos, bastante mal iluminado.

De pronto escuchó un grito ahogado. El sonido le resultó atrayente, por lo que decidió ir para ver lo que ocurría.

Un hombre se encontraba arrinconado en una de las paredes de un oscuro callejón, con el rostro de su agresor hundido en la garganta.

James observaba maravillado la escena, pero lo que más le cautivaba era la intensa cabellera roja de aquella vampiresa.

Una vez que hubo acabado con la vida del sujeto, la mujer dio media vuelta consciente de la presencia de alguien más.

Entonces sus miradas se cruzaron. El rostro de James mostraba una sonrisa cínica y sus ojos reflejaban aprobación, mientras que la joven lo observaba con aire seductor.

Ahora, realmente James podría considerarse un ser completo.

////////////

Después de mi otro fic, James ocupó una parte de mis pensamientos… y surgió esto: una versión de cómo pudo haber sido su primer encuentro con Victoria.

Agradezco a quienes se tomen la molestia de leer.

¡Hasta luego!