Capítulo 1

DISCLAIMER: ONE PIECE NO ME PERTENECE, ES TODO OBRA DEL GRAN EICHIRO ODA.

¡Muy buenas a todos! Supongo que la mayoría vendréis del primer fic de pequeña revolucionaria, y si ese no es el caso, os recomiendo que le echéis un vistazo primero, si no os costará ubicaros.

Este fic es más de historias salteadas, por norma general un capítulo no tendrá relación con el anterior y no tendrán tanta temática violenta como el anterior, supongo que esto es más "historias de la vida" pero desde luego habrá de todo.

En fin, no os molesto mucho más y os dejo leer tranquilos, y si tenéis una sugerencia de algo que queráis ver no dudéis en ponerla en las reviews.

Gracias!


Explosiones, disparos, gritos de agonía... Mina estaba envuelta de miseria mientras ella misma trataba de sobrevivir a aquel infierno.

Esta muy malherida y cansada, ya estaba agotando sus reservas de fuerza, pero no podía permitirse flaquear, todos sus compañeros contaban con ella para darle tiempo a Dragon antes de que prepara el ataque final, pero desde luego que era demasiado duro todo aquello.

-¡Mina! - escuchó la joven grita al peligris - ¡Cuidado!

Mina no reaccionó a tiempo y no le dio tiempo a esquivar aquella espada que apuntaba a su cuerpo.

Se despertó gritando.

Tenía la respiración muy agitada y estaba sudando.

-Hey, hey - Law le agarró del hombro e intentó tranquilizarla - Es solo un sueño Mina, ya no estás allí.

La pelirrosa miró, aún nerviosa, a su capitán, después miró a su alrededor. Toda la banda la estaba mirando.

Se percató de que en efecto, tan sólo había sido un sueño. Se había quedado dormida en una tumbona en la cubierta del submarino.

-¿Está ya todo bien?

-Sí, ha sido sólo un mal sueño - respondió tranquila, no le gustaba nada el hecho de que todos la estuvieran mirando.

Law se alejó de ella.

-Yo voy a seguir con mi trabajo, estaré en mi camarote si alguien necesita algo, pero - miró a sus subordinados completamente serio - espero que no sea por tonterías.

Todos palidecieron y asintieron tensos a su capitán, menos Mina. realmente no iban a molestarlo a menos que el submarino comenzara a quemar a llama viva.

-Creo que voy a darme un baño - dijo la segunda de abordo levantándose de la tumbona.


Mina metió todo su cuerpo dentro de la enorme bañera, que parecía más bien una piscina de baños termales. Dejó escapar un suspiro.

Aquel era el único baño del submarino, pero había horarios y turnos para hombres y mujeres, pues había más enfermeras dentro del barco a parte de Mina, aunque a esta última no le importaba lo más mínimo compartir turno de baño con sus compañeros masculinos, de todas formas todos eran demasiado vergonzosos como para aprovecharse de la indiferencia de la pelirrosa.

Mina sintió calidez y comenzó a relajarse cada vez más en aquellas aguas calientes, tanto lo hizo que no se percató de que habían pasado 2 horas.

Mina despertó de su sueño cuando escuchó unas voces femeninas que hablaban animadas y se reían entraban al baño.

-Mina-san - dijo una de ellas llamada Noa - no sabíamos que aún seguías aquí.

-Tranquilas, no me había dado cuenta del tiempo.

Noa era la más mayor de las 5 enfermeras que había en el barco, sin contar a Mina. Era una señora gorda de 40 años que no se conservaba muy bien y actuaba como la madre de todos. A veces era un poco chismosa y criticona.

Las otras 4 chicas también entraron y se metieron al baño.

-¡Está genial hoy el agua! ¿Verdad, Mina-san? - preguntó Diane. Diane era la que mejor luchaba de las cinco. Era una chica alta y guapa con el pelo negro y muy rizado. Era la más alta del grupo, superando por pocos centímetros a Mina y era la más animada de todas, al unirse a la banda se unió al grupo de trastadas de Sachi, Penguin y Bepo. Tenía una imperiosa necesidad de llevarse bien con Mina y tenía un, nada disimulado, enamoramiento profundo hacia el capitán Law.

-Sí - contestó con una sonrisa.

Todas estaban muy animadas y hacían muchas bromas entre ellas, menos Mina, que simplemente estaba relajada mirando a sus compañeras.

-Y dinos Mina-san - le preguntó Noa - ¿Ya te estás acostumbrando al barco y a tu nuevo estilo de vida?

-Poco a poco, cuesta acostumbrarse a levantarse siempre en el mismo lugar y no estar pendiente a que te puedan matar a cada instante - contestó calmada.

Todas comenzaron a reírse pensando que había sido un comentario con intención humorística, pero al ver que la pelirrosa no se reía en lo absoluto comenzaron a dejar de hacerlo, creando un silencio bastante incómodo.

-Bueno chicas - rompió Mina el silencio de esta forma - creo que me voy a ir saliendo, quiero continuar viendo las fichas médicas que me faltan para ponerme al día de los pacientes.

-Claro - contestaron todas.

Mientras Mina se disponía a salir, entre bromas entre ellas y risas se fijaron en el cuerpo de sus jefa mientras ésta salía del agua. Todas ellas se quedaron impactadas cuando, al recoger su larga cabellera rosa, se mostraban las numerosas cicatrices que había en su espalda y la enorme marca de fuego con el símbolo de la Armada Revolucionaria (el ojo tribal de dragón) ocupaba toda ésta. Por no hablar de todos sus tatuajes y su inexistente brazo derecho.

Diane se estremeció, no podía ni hacerse una idea aproximada de todo el dolor y sufrimiento que había tenido que soportar para tener marcas como esas por todo su cuerpo. Era una visión que hacía que la admirara más aún.


Diane caminaba por los pasillos junto a Sachi hablando de sus cosas cuando de pronto ambos pasaron enfrente del depósito de muestras del barco. Ambos se asomaron al ver que había gente dentro.

-¿Está el capitán? - preguntó sonrojándose ésta.

-Sí, y también Mina - susurró el chico.

Ambos se asomaron disimuladamente por el marco de la puerta para cotillear. Vieron al capitán y a la segunda de abordo vestidos con bata de laboratorio y gafas especiales comentar cosas médicas entre ellos que los otros dos no podían entender mientras llevaban, al parecer, un conteo de las diferentes muestras que observaban. Ambos parecían bastante serios y concentrados.

-Parecen ocupados - dijo Sachi - no deberíamos molestarlos.

Continuaron con su camino hasta que llegaron a la zona de los camarotes, donde cada uno entró a su respectivo. Excepto Law, los demás compartían camarote. Eran 20 tripulantes en total, contando hombres y mujeres. Había dos camarotes para los hombres y dos para mujeres, aunque todas las chicas, menos Diane y Mina, dormían en el mismo. Al principio, el camarote sobrante era exclusivamente para Mina, a pesar de que ella hasta hacía relativamente poco no estaba con ellos y era una habitación completamente vacía. Sin embargo, al venir Diane no quedó de otra más que hacer que la habitación que Law guardaba especialmente para la revolucionaria fuera compartida.

Lo cierto es que, a pesar de que el camarote era doble, Mina prácticamente nunca estaba ahí más que para cambiarse, ya que por la noche siempre era ella la que hacía guardia junto al que le tocara aquella vez y por el día se quedaba dormida por cualquier rincón del submarino menos en su cama.

Diane observó la habitación. Sin duda alguna, a pesar de estar prácticamente nueva, la parte de Mina tenía la cama más bonita y grande y el tocador más lujoso, estaba claro que Law no escatimaba gastos para su pelirrosa. La morena se acercó a su cómoda y vio un álbum de fotos tirado en el suelo. Miró a su alrededor y al asegurarse de que no había nadie cerca se atrevió a abrirlo.

Había bastantes fotos de Mina cuando era niña junto a unos adolescentes que sin duda eran Law, Sachi y Penguin. Diane se fijó que Law estaba sonriendo en la mayoría de fotos. Había una foto del día en el que consiguieron el submarino y otras del capitán graduándose en Medicina con su diploma. A partir de esas fotos habían muchas menos y eran de Mina en la Armada junto a aparentes compañeros, sin duda los tres que aparecían en la mayoría de las fotos eran chicos muy guapos. El rubio tenía pinta de simpático, el moreno todo lo contrario, y el peligris, al igual que Mina, a pesar de ser muy atractivo, había algo en su mirada que perturbaba. Finalmente había unas que la sorprendieron bastante.

-Acaso este es ¿Eustass Kid?

Eran pocas, pero sin duda era el famoso capitán pelirrojo. Aparecía en la mayoría con su estúpida ropa y maquillaje, excepto en unas cuantas en las que estaba con Mina vestido bastante sencillo, como si estuvieran ambos en la playa. Sin toda su mierda estrafalaria Diane pensaba que Kid era un hombre bastante atractivo.

-¿Necesitas algo?

La morena se sobresaltó y dejó caer escandalosamente el álbum.

-¡Mina-san! Pensé que estabas... Yo... ahhhhhhhhh - se estaba poniendo verdaderamente nerviosa y la cagaba por segundos que pasaban.

Para su sorpresa, la pelirrosa parecía más divertida por aquella situación que molesta.

-No encontrarás nada interesante allí.

-¿Eh?

-En mi álbum que acabas de tirar al suelo

-¡Ah! ¡Lo siento! No volverá a pasar - dijo nerviosa y avergonzada.

Mina se rió por lo bajo.

-Ya que lo habías recogido podrías haberlo dejado en la mesa - dijo mientras lo levantaba del suelo y lo metía dentro de un cajón - nunca me acuerdo en dónde lo dejo.

Diane definitivamente no sabía qué decir. Tan sólo quería clavar su cabeza en el suelo cual avestruz y morirse.

Mina ignoró a la chica y comenzó a cambiarse de ropa.

-Estoooo - dijo con timidez - ¿Conoces a Eustass Kid, Mina-san?

La otra la miró con curiosidad

-¿Eustass? Como para no hacerlo - contestó irónica.

¿Eustass? ¿Y esa confianza? Diane decidió disculparse y salir del camarote. Desde luego ambos parecían tener una muy estrecha relación o confianza, era todo bastante raro. Pero en el fondo le alegraba.

Ella estaba perdidamente enamorada del capitán, por mucho que intentara disimularlo, y durante mucho tiempo pensó que esos dos eran amantes, pero lo cierto es que, a pesar de la evidente cercanía y cariño mutuo que se sentían, la forma en la que hablaban entre ellos dos recordaba más a una relación de hermanos que de amantes

-Flashback de la cena anterior-

Tras una deliciosa cena preparada por Penguin, todos quedaron exhaustos y de dispusieron a irse a sus dormitorios para dar como finalizada aquella dura jornada de trabajo.

Law dejó muy claro que estaba muy cansado y que deseaba no ser molestado. A esto último puso mucho énfasis.

Sin embargo, Diane y Mina, que aquella noche hacían guardia juntas, escucharon muy entrada la madrugada, algo que se movía por la zona de la cocina.

-No te preocupes- dijo la pelirrosa - iré yo a ver que es, tú quédate aquí, no tardo.

Sin embargo la curiosidad pudo con la morena y fue detrás de la segunda de a bordo disimuladamente.

La sorpresa se la llevaron ambas cuando, en la oscuridad, el capitán se encontraba comiendo unos onigiriris de sobras que estaban guardados en la nevera.

-Oi, Oi - dijo Mina con una clara mueca de diversión en su cara - ¿Desde cuando hay ratones en este barco?

Law, realmente sorprendido, se giró de sopetón y vio a una muy divertida Mina apoyada contra el marco de la puerta, se podía ver que claramente no se esperaba ser pillado.

-No se lo digas a Penguin -dijo en voz baja - montará un escándalo y hará que todos se levanten para prepararme algo.

-Ehhhhhhh - miró con clara muestra de superioridad - ¿Por qué debería hacer caso a lo que me diga un ratón arrocero?

Una gota de sudor cayó de la cabeza de Law.

-Ratón arrocero no es un insulto.

-Lo siento, no entiendo el habla de los animales, quizás debería traer un veneno, o tal vez comprar un gato que se coma las plagas molestas.

-Realmente te estás divirtiendo ¿no? - dijo con cierto grado de molestia el moreno.

Y era cierto, la pelirrosa estaba disfrutando como una enana de molestar a su capitán. La enorme sonrisa burlona que ocupaba su cara era épica.

-Va enserio Mina.

-Uy - dejó caer su katana al suelo - qué torpe que soy, espero no despertar a nadie, y menos a Penguin que tiene el sueño bastante ligero.

-Oi Mina.

-Creo que duerme hoy con la puerta abierta ¿Qué curioso, no?

-¿Qué quieres para dejar a cambio que me coma esta maldita bola de arroz y me vaya a dormir?

-¿Me estás chantajeando acaso, capitán?

-Pensaba que era un ratón arrocero.

-¿Ahora te rebajas a un roedor capitán? Pero no te preocupes, aunque te tenga que comprar una rueda para que hagas ejercicio en ella te seguiré a cualquier parte.

-Primero, eso es para los hámsters, y segundo, si te vas y no dices nada no le diré a Penguin que fuiste tú la que quemó la comida del otro día a pesar de que te recalcó que no tocaras los fogones.

Aquello pilló por sorpresa a la ex revolucionaria, cambiando de forma abrupta su mueca burlona por una de desagrado.

-No serás capaz.

-Pruébame - ahora la mueca burlona la tenía el moreno.

Diane, mientras tanto, observaba aquella escena propia de dos niños de preescolar con curiosidad. Siempre los veía a ambos serios, así que era todo un show presenciar algo así.

-Fin del flashback -

Bueno, no necesitaba más pruebas para comprobar que ellos dos, en efecto, no tenían el más mínimo interés romántico el uno por el otro.

Igualmente, al recordar esa escena, comenzó a reírse sola en medio del pasillo mientras otros compañeros pasaban y la miraban pensando que esa chica no estaba acabada.


Disclaimer:

Como Oda aún no ha nombrado al resto de tripulantes de Law me he tomado la libertad de inventarme su nombre.

Diane es la única chica canon que se ha visto en su banda hasta la fecha, como no tiene nombre de momento la he llamado así.

Las otras mujeres surgen de un SBS donde Oda mostraba unos bocetos iniciales de un par de mujeronas que criticaban la idea de Law de ir la Nuevo Mundo, pero que al final descartó.