Sasuke Uchiha estaba sentado en la barra de aquel club como en contadas oportunidades, odiaba esos lugares repletos de jóvenes que lo único que hacían era beber y moverse como esquizofrenicos, desde su asiento podía ver a sus amigos, Naruto gritando como un demente mientras intentaba hacer bailar a una tímida Hinata que ante el mínimo contacto se sonrojaba... Simplemente patetico. Por otra parte el Hyūga se movía de manera sensual junto a su novia Tenten... Simplemente indecoroso ¿Qué hacía en ese momento Sasuke Uchiha ahí? Ni si quiera él lo sabia.
Sin quererlo sus ojos se cruzaron con unos ojos jade sentados un par de taburetes distantes a él. La mujer era hermosa, unos veintiséis años, claro no era una chiquilla era toda una mujer; nunca en su vida había visto un color de cabello como aquel una especie de rosa chillón, cuerpo bonito ajustado por un vestido corto de color negro, tal vez con un poquito más de busto seria mejor. Todas aquellas virtudes habían sido observadas por el Uchiha tan rápido como fueron pasadas por alto, lo que si captó su atención un par de segundos fueron las lágrimas en los ojos de aquella mujer ¿Lloraba? Aquello lo perturbó un par de segundos, no correría a consolarla, Sasuke Uchiha no pierde su tiempo de esa manera prefirió desviar su mirada perdiéndola en la pista de baile donde estaban sus amigos, a ellos parecía no importarle que él estuviera solo ¿Algo entretenido que hacer? Sus ojos volvieron a la mujer ¿Divertirse con ella? Una excelente idea, una forma rápida de ocupar su tiempo. Hizo una seña al barman para que se acerca.
— Dame un cosmopolitan suave y un whisky doble— el joven que de inmediato asistió, solo un par de minutos demoró en tener su pedido frente al pelinegro, quien se colocó en pie con toda la galantería de un verdadero miembro de los Uchiha y se acercó a ella. Tomó asiento a su lado y le tendió la copa rojiza, la chica lo miró confundida, como respuesta tubo una sonrisa de medio lado y algo que muy pocas personas podían jactarse de tener, un par de palabras del pelinegro— Un placer— le tendió la mano la cual esta estrechó— Sasuke Uchiha— ella sonrió con una mezcla de nerviosismo y excitación ante la actitud del hombre.
— Sakura Haruno— la mirada del hombre era profunda he intimidarte, pero en ese momento tenían un brillo extraño en sus ojos.
— Hmp— la volvió a mirar fijamente con el trago en una mano— ¿Sola?— No necesitó formular la pregunta de otra manera, ella comprendió, aunque estuviera sola o acompañada ella en ese momento le había dicho sola. Por lo visto esa noche se veía prometedora para olvidar.
— Sola, estoy completamente sola— las ultimas palabras prácticamente las arrastró por su labios de manera sensual. Aquella noche ella había asistido hacia aquel centro nocturno con el pensamiento de olvidar a su novio, necesitaba olvidar sus golpes y malos tratos.
Así pasaron más de una hora bebiendo y conociéndose, en realidad la que hablaba era ella ya que él solo respondía con un par de monosílabos, aun que en ni un momento le quitó la mirada de encima. De la nada la mujer tomó la mano de Sasuke y le susurró al oído.
— Sabes Sasuke, no es necesario que te comportes de esa manera tan distante, se lo que estas buscando— él aludido simplemente alzó una ceja, para luego hablar por primera vez en aquella noche una frase completa.
— Según tu ¿Qué es lo que quiero?— una sonrisa en los labios de ambos se vislumbró.
— Conocerme— ella no pudo decir nada más ya que los labios del Uchiha habían apresado los de ella en un apasionado beso, las palabras en ese momento sobraron, ambos necesitaban del otro. Sasuke calmar su aburrimiento y ella simplemente olvidar.
¿Cómo llegaron al apartamento de él? Ni si quiera ellos lo recordaban. Sakura despertó de su ilusión cuando ya se encontraba con la mitad del vestido abajo, sus senos al aire y sentada sobre él; acarició sus cabellos mientras él recorría sus senos con su hábil lengua, la maldad la estaba dominando. Por primera vez en su vida estaba engañando a Sai... En el momento en que levantó el rostro del Uchiha para besarle, notó su anillo de compromiso, ese que le recordaba que en menos de dos meses se casaría, Sasuke se metió el dedo anular de la chica a la boca afirmó el anillo con los dientes liberando su mano de aquel compromiso.
— Voy a hacerte olvidar todo y a todos— segunda frase completa del hombre para ella, se fundieron en un beso apasionado, las manos de él recorrían sus piernas, sacando suspiros de sus labios. Ambos estaban excitados.
Con maestría sacó el vestido de la mujer y lentamente desató los hilos que mantenian presa la intimidad de ella, Sakura no se quedó atrás, entre besos y caricias lo desvistió, al sentir el caliente miembro junto a su intimidad se sonrojó, él sonrió, hace mucho tiempo que no estaba con una mujer que se sonrojara al momento de tener intimidad... Ella era diferente a las demás. Tomó la liga que mantenía su cabello atado y lo soltó, dejando que este cayera en la espalda de ella, la alzó solo unos centímetros para poder ingresar, un gemido de placer se escapó de los labios de ambos. Los movimientos de Sakura eran suaves y profundos, cada movimiento era un tortura para Sasuke quien sentía un placer inigualable con ni una relacion anterior. Este comenzó a besarla de manera desesperada, marcándola completa, él dejaria esa noche marcas en ella. La historia de una noche plasmada en su cuerpo, ella se había adueñado del mundo de Sasuke en el primer beso tal y como él se habia adueñado de ella. Cada vez los gemidos se oían con mayor intencidad, como tambien las envestidas subían su ritmo.
— Más duro... Más duro...— suplicaba la pelirosa, nunca antes pensó hablar en un momento de intimidad, Sai no se lo permitía pero Sasuke simplemente sonrió y respondió de manera perfecta a su peticion, haciendo que la pelirosa se curvara, gritara y colocara sus ojos en blanco del placer.
Solo necesitaron unos minutos para que ambos se derramasen en un orgasmo que nunca antes habían sentido, sus respiraciones estaban completamente aceleradas, ambos se miraban a los ojos de manera intensa, pero fue Sakura la que habló
— Gracias... gracias por hacerme olvidar—
Solo hizo falta un par de palabras y dispocicion de ambos para que pasara.
