Debo admitirlo, soy fan de esta pareja. Nunca he escrito de esta pareja ni serie pero estaba en la luna cuando vi una imagen de Pucca y pensé: "Hey, ¿qué tal si hago un TobeXPucca? ¿Me atacarán las fans de este Fandom? Y decidí que la vida era demasiado bella para negarme a mis caprichos. De modo que aquí estoy. Con esto.

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Ahí estaba de nuevo, en el mismo lugar, a la misma hora.

Sabía que estaba mal lo que hacía, que debía irse, pero no podía hacerlo, o más bien no quería hacerlo.

Y entonces vio como entró.

Suspiró por lo bajo. Sabía que era hermosa, Dios, era bellísima. Pero cada vez que la veía sentía que era la primera vez.

Observó en silencio como se acercaba a su amiga, que la esperaba en el mismo lugar todos los días; lo sabía porque estaba ahí todos los días, claro que disfrazado. No podía aparecer por allí sin causar revuelo.

Aún sabiendo que no iría a su lado, se puso nervioso cuando pasó cerca de él.

Vio de lejos como se rio de algo que le contó su amiga, aun estando a esa distancia, puso escuchar perfectamente su risa, cerró los ojos, sintiendo que ella estaba a su lado, riendo con él, que lo miraba a los ojos con amor, no con miedo u odio. Su aroma a cereza le llegaba a la nariz. Podía incluso sentir su calidez.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no escuchó la puerta abrirse. Pero ella sí.

Y justo en el momento en que decidió abrir los ojos, vio la sonrisa que explotaba en el rostro de ella, una sonrisa llena de amor.

De inmediato su pulso se aceleró. "Sabe que soy yo". Pensó.

Pero dirigió su mirada hacia donde veía, en la puerta y lo vio. A él.

Su corazón se estrujó. No podía verlo. Se levantó lentamente y silenciosamente y se dirigió a la puerta. Los dueños del lugar nunca le decían nada. El llegaba sin pedir nada y se iba exactamente cinco minutos desde que entraba. No molestaba a nadie ni empezaba peleas.

Al llegar a la puerta empezó a odiarse por hacer lo que iba a hacer, y con un gruñido, lanzó una última mirada a ella.

Se encontraba sentada con él, dándole de comer mientras éste lanzaba miradas de fastidio pero aceptaba la comida. Se había enterado de su relación hace poco. Y eso le desgarró la piel.

Vio como ella sonreía. Parecía ser la persona más feliz en la tierra.

Con una leve sonrisa en los labios Tobe dejó a Pucca y Garu en Los Fideos de Ya Yang.

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Siempre empezaba peleas absurdas con Garu, sabiendo que Pucca llegaría para ayudarlo. Era masoquista, lo sabía, pero era feliz viéndola, aunque fuera con alguien más.

Si ella estaba peleada con Garu, buscaba pelea con el chico para que al final perdiera y Pucca se reconciliara con Garu.

Era patético, lo sabía.

Pero en cuanto la conoció, encontró algo que era más importante que vencer a Garu.

Aun cuando el sentimiento no fuera recíproco.