Pues como yo siempre suelo escribir cosas mágicas y alegóricas traigo este fic, generalmente escribo para mí en el fandom de Naruto, como que veo que no les llaman estas cosas u otros fics que no sean ships conocidas. Bueno, dejaré este fic aquí y cuando tenga tiempo ire terminándolo. Después de todo es un capricho mío.

Ah sí saludos a quien lea… aunque lo dudo

Notas: Todos los personajes y ships canon.

Resumen: Como cada noche de Samhain ellas van a un bosque lejano a celebrar la ceremonia. Karin precede el ritual, pero esta no se lleva acabo pues ha desaparecido. Hinata tiene un mal presentimiento al ver la luna. Tsunade pretende buscarlas por su cuenta pero… Naruto y los demás intervienen al saber que todas han desaparecido. AU /CanonDivergense/Aventura/ Romance/ Fantasía/ Amistad/ Suspenso

Disclaimer: Los personajes no me perteneces, sólo la historia.

-o-

El llanto de las brujas

Prologo

Un grupo de nubes cubrieron la luna llena. La neblina comenzó a opacar las calles de la aldea, las luces de las farolas bajaban su intensidad. Poco a poco gracias al viento, las nubes avanzaban para mostrar la enorme luna roja sobre la ciudad. El satélite artificial que fue creado a partir de una guerra ancestral. La luna misma que albergaba seres conectados a sus ojos. Faltaban dos horas para la media noche, debía apresurarse si no quería llegar tarde.

Preparó la infusión especial que debía darle a su esposo cada fin de Octubre. Un brebaje que lo mandaría a dormir profundamente hasta el amanecer, tiempo suficiente para poder escapar sin problemas.

Creyó que una vez casada no podría continuar con los servicios y el ritual, creyó que tendría que mentir. Sin embargo, gracias a su hermana menor, consiguió el brebaje que usaba su madre con su padre y la abuela, y la bisabuela y todas las mujeres de su clan con sus esposos.

Verlo dormir tan apacible en la cama le causó remordimientos. Paso sus dedos blancos por la mejilla derecha con cuidado, como si de una reliquia se tratase. Un rayo de luna se filtró por su ventana en señal de aviso. Tomó un bolso grande de piel y un una gabardina negra.

La villa estaba en silencio, dormida y hechizada. Tsunade había lanzado al viento los polvos de sueño y toda la ciudad estaba sumida en un viaje profundo para que ella y las demás pudieran salir sin problemas.

Suspiró en la puerta de su casa. Desde esa altura miró parte de la villa, las luces que se lograban filtrar en la neblina le simularon veladoras.

Aplaudió tres veces y una escoba de color plata salió de entre los arbustos de su jardín. Antes de montar esparció un poco de ungüento volador en la madera. Acarició el mango. Subió despacio, acomodó la falta que le estorbaba para poder montarla. Antes de elevar el vuelo vio pasar tres fugaces ráfagas sobre ella, en dirección al cielo, atravesaron las nueves y desaparecieron.

― Hinata, deja de mirar… Vamos que se hace tarde― la voz de Sakura provenía del techo de su casa. Montada en su escoba verde con adornos de piedras en el mango, sonrió cómplice.

A los pocos minutos comenzó el vuelo. A pesar de no ser la primera vez que hacia esto, se convertía en algo nuevo porque era el primer año de casada. Su casa se alejaba y con ayuda de su poder ocular, atravesó las paredes para poder ver a su esposo dormido. El viento se intensificó conforme subían al cielo y atravesaban las nueves.

La frialdad con la que las recibió la noche le hizo dudar un momento. La noche siempre era apacible y un refugio para ellas. Las nubes no se dispersaban tan rápido. La escoba se elevó más hasta atravesar completamente la capa de nubes que cubrían el cielo nocturno. La luna se hizo más grande y más roja. Había algo que llamó su atención, pudiera ser su color sangriento y el tamaño pero eso era normal. Encontró en ella un aura siniestra que no pudo comprender.

Sus pensamientos se interrumpieron cuando vio pasar a sus hermanas en las escobas. Raudas y agiles surcando los cielos. Gritando emocionadas por haber salido a la libertad. Ino daba piruetas, subía y bajaba. ¿Hace cuánto tiempo que no salían de esta manera? Ten Ten se adelantó hacia la oscuridad, donde el bosque flotante esperaba.

Aquel lugar aparecía una vez cada año en esa noche especial. Noche de brujas, noche de Samhain. Sitio sagrado en el que sólo las elegidas y brujas más puras podían acceder. Ella estaba dentro del gremio por nacimiento, por la conexión con la luna y sus misterios al igual que Ino, quien poseía poderes de clarividencia. Ten Ten manejaba la magia defensiva con maestría. A Sakura le costó mucho ser aceptada pero fue gracias a la Sacerdotisa Tsunade que la entrenó, ya que ella carecía de habilidades mágicas, ahora es experta en pociones y hechizos de agua y viento. A Tamaki la conoció recientemente por ser la novia de su mejor amigo. Sabía que sus poderes eran naturales porque hablaba con animales y su conexión con la naturaleza era fuerte, al igual que sus dones con la herbolaria. Temari en cambio, pese a haberla visto un par de veces, desconocía mucho sobre ella, aunque por rumores sabía que domina el fuego y sus genios mágicos la acompañaban siempre.

Finalmente luego de quince minutos llegaron a su destino. El bosque estaba frente a ellas, con sus gigantes árboles que cubrían el oratorio, el templo sagrado. Ahí esperaban las guardianas, mujeres que ya trascendieron y que se dedican a cuidar el templo de las brujas.

Ya en tierra, todas se agruparon para acomodar las escobas dentro de vasijas. Todas se miraron, reconociéndose que no faltase alguna. Sin embargo, Sakura las detuvo a todas antes de entrar.

― Aún no llega Karin. Ella es necesaria para el rito.

Hinata recordó que se trataba de una chica pelirroja. Tsunade sama dijo que las brujas más poderosas eran las mujeres de cabello rojo, como la madre de su esposo. Ellas iniciaban los rituales y eran tan poderosas que su magia era casi cósmica. Karin era parte de ese gremio brujil como su suegra. Además de todo era una mujer vivaz y sabia, llena de conocimientos y alquimia.

― ¿Qué pasa?― una mujer salió de entre los arbustos.

Su nombre era Karui. La había visto en la villa comprando artículos para el hogar y solía ir a acompañada de Choji. Kurenai dijo que ella dominaba la magia vudú y controlaba los cuerpos a voluntad. Era temida en su propia aldea.

― Karin no ha llegado― explicó Ino.

La morena hizo una mueca de terror y regresó al interior del bosque donde se encontraba el oratorio. Evidentemente que Karin no estuviera era motivo suficiente para detener todo el rito, para detener el paso del tiempo, el mundo, el universo. Karin era la bruja más importante del coven, la única de su clan. Ella era la batería del reloj y los engranes de la maquinaria.

― Intentaremos localizarla― explicó Kurotsuchi al salir de entre los arbustos en compañía de Karui.

― ¿Dónde fue la última vez que la vieron?― preguntó Temari en tono molesto y llena de ira.

Hinata sabía la importancia y el respeto hacia Karin. Entre hermanas de coven debían cuidarse, sanarse, apoyarse pero sobre todo protegerse. Temari mostró coraje y desesperación al no saber qué había sucedido con la pelirroja.

― Karin no vive en la aldea. Esta al cuidado del dragón y Orochimaru― explicó Sakura nerviosa.

Él era un alquimista poderoso, rodeado de serpientes sabias y un dragón blanco que custodiaba el bosque. Más de una vez, su mejor amigo Kiba, quien solía ir al bosque con su clan a cazar se habían encontrado con él, pero la sangre rebelde y bárbara de Kiba le incitaba a conquistar bestias y tenerlas como trofeo, por ello no le importaba batirse un par de veces con él.

― Imposible que haya pasado algo teniendo la protección que tiene― argumentó Ten Ten confundida.

― Trataré de localizarla― Ino sacó de su bolso una esfera de cristal. Colocó cinco velas azules alrededor de la esfera sobre un mantel negro.

Todas rodearon a la rubia tomadas de las manos, haciendo un círculo de protección. Ino era muy buena en adivinación, quiromancia y todo lo que revelara secretos. Miró la esfera fijamente. La flama de las velas se intensificó gracias a la ira que no bajaba de Temari. Minutos después, Ino regresó al ahora. Las velas bajaron su intensidad. Todas esperaban una noticia positiva.

― Mataron al dragón…― dijo débilmente. Un escalofrío recorrió la parte izquierda del cuerpo de Hinata. La mano de Tamaki que aun sostenía la suya, tembló― Orochimaru tampoco está en el bunker. Un velo negro me impide encontrar a Karin. Creo que se trata de magia cósmica.

El asombro dominó en la escena. ¿Cómo era posible haber vencido al dragón? ¿Dónde estaba Orochimaru? ¿Estará con vida Karin?

― Karin está en algún lugar del universo― explicó Ino con lágrimas en los ojos― no sé cómo explicarlo. Sólo vi un manto estrellado, galaxias, hoyos negros y un velo que me impidió continuar buscando a Karin.

― ¡Maldita sea! Y justo en Samhain― exclamó Temari golpeando el suelo.

Las miradas se intercambiaron de una a otra buscando respuesta y una razón. Justo ese día, Karin, los ancestros, la magia, todo estaba en juego.

― No tenemos otra opción― dijo Tamaki caminando al interior del santuario― debemos realizar el ritual. Quizá si hablamos con la Señora Kushina ella nos de una respuesta.

Ante la gran idea de la bruja elemental, la siguieron al interior. Kushina ya estaba muerta desde hace muchos años, todos saben la trágica historia del animal de poder que poseía la asesinó. Sabían que era buena idea consultar a las maestras que han trascendido, más que a los ancestros.

Hinata caminó despacio tras Sakura. Sus pies no le respondían, estaba débil. Quiso explicarles su premonición al mirar la luna. Probablemente todo estaba relacionado. La imagen de la luna sangrienta la hizo caer al suelo. Esa imagen se marcó en sus manos, en la frente. Fue cayendo como caen las aves muertas. Sakura no pudo evitar que cayera su cuerpo al suelo. Ten Ten intentó atraparla pero fue tarde. El cuerpo de Hinata se quedó sobre la hierba y en su frente un símbolo lunar que representaba el vacío.

-o-

Cualquier duda o comentario, bien recibido.

Nota: Las únicas que son brujas son las mujeres, conforme pase la trama verán cada uno de los papeles "mágicos o fantásticos" de los demás personajes, aunque es mínimo, porque quise poner a las mujeres más poderosas. A Cada una le he dado una habilidad mágica y las he descrito. A Tsunade, Shisune, Mei y Samui las ven más adelante.

Sin más que agregar… el primer capítulo siguiente.