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Genero: (Romance, Drama)

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Clasificación: (+18)

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Advertencias: (Lemon, Lime, Lenguaje obsceno, etc.)

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Diclaimer: Naruto y sus personajes NO me pertenece

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Nota: Esta historia es completa y absolutamente MIA, y no es permitido tomarla sin mi autorización

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*Prologo*

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El es un hombre exitoso, con un físico muy atractivo, codiciado por muchas mujeres… pero ninguna de ellas logro despertar algo en el... no lo que ella despertaba.

¿Por qué se fijo en ella?... ella que se volvió su pecado.

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Tan inocente, delicada, frágil, dulce, ingenua… ¿Por qué maldita sea tuvo que poner sus ojos en ella? cuando podía tener a cualquier mujer a sus pies… ¿porque ella?... ella que era una niña de 17 años… ella que apenas era una colegiala… a quien le llevaba 11 años de diferencia

De quien estaba enamorado su hermano

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Desde que la viste… desde que te atreviste a observarla con una mirada diferente… se marco tu destino al igual que el suyo.

En la biblia dice… huye del pecado… sasuke por que no lo hiciste o peor aun… porque llevaste a un ángel a cometer uno.

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Porque la inocencia es irresistible

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Inocencia irresistible

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*Capitulo 1*

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"Orbes negros"


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Caminaba a un paso distraído, con una mano sostenía su maletín mientras con la otra sujetaba firmemente un gran libro. Su mirada se paseaba de aquí para allá en cada reglón mientras mordía su labio inferior analizando cada párrafo con suma concentración.

Un pitido la hizo sobresaltar a tal punto de soltar el bolso que sostenía, volteo la mirada al lugar de donde provenía el ruido que la saco tan brutalmente de su lectura, encontrándose con una mirada oscura.

Un suave sonrojo cubrió sus mejillas y miro al chico bajar del convertible negro y acercarse a ella sin romper el contacto visual.

El joven de cabello negro se agacho a recoger el bolso y algunos papeles salidos de este y luego se irguió parándose frente a ella.

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Extendió su mano entregándole el maletín y ella tímidamente lo tomo mientras sus mejillas tomaban un tenue rojo a causa de la vergüenza.

-Yo… yo lo siento es que… etto… gomen.- dijo mientras su sonrojo se intensificaba ante la mirada del morocho, ladeo el rostro evitando los orbes oscuros y se encogió de hombros, dios… la vergüenza la carcomía.

-No te preocupes Sakura-chan fue mi culpa.- le respondio eel con una sonrisa algo fingida, Sakura le miro y sonrió con levedad haciendo que ahora el chico se sonrojara, este desvío la mirada rápidamente para que la ojijade no lo notara.

-No importa… estudiaste para el examen.- pregunto mirándolo curiosa al ver como el pelinegro rehuía de su mirada.

-Si… que crees yo no soy como Kiba-baka… feíta.- dijo prepotente mientras una sonrisa de lado se formaba en sus labios, sakura a diferencia de otras chicas que seguramente hubieran quedado atrapadas por aquel gesto, inflo las mejillas e hizo un adorable mohín a opinión del chico.

-Sai-kun no me digas así.- reclamo frunciendo el ceño mientras se cruzaba de brazos, el pelinegro rio con levedad.

-Ven es tarde… vamos.- dijo agarrando la mano de la ojijade, volteo caminando hacia el auto rápidamente antes de que la pelirrosa notara su sonrojo, abrió la puerta del copiloto y la chica simplemente sonrió mientras entraba al coche, su amigo siempre era muy atento aunque algunas veces era algo extraño pero aun así lo consideraba su mejor amigo.

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Dirigió su mirada al libro sobre sus piernas, el que antes leía, lo agarro entre sus manos y lo abrió, el pelinegro entro al coche y arranco este después de unos segundos.

Trato de concentrarse pero por alguna razón no podía, suspiro frustrada y desvío la mirada observando a Sai, volvió a dirigir su mirada al libro pero por más que trato de siquiera memorizar una tan sola línea no pudo, se quedo observando con la mirada perdida aquella pagina, sin ver nada especifico.

Su mirada jade se desvío hacia la persona a su lado, lo miro con suma detalle observando cada una de sus facciones, había algo en el que desde que lo conoció que le pareció familiar, no sabía que o porque pero algo llamaba su atención, su físico, un "no sé qué", simplemente algo en el.

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Un fuerte sonrojo cubrió sus mejillas cuando la mirada del chico se encontró con la suya, ladeo el rostro hacia la ventana mientras mordía su labio inferior… dios, la había descubierto mirándolo, seguramente ahora pensaría que era una de esa acosadoras que siempre lo perseguían en el colegio.

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Suspiro por cuarta vez y dirigió su mirada al reloj al lado del pizarrón apoyo su cabeza en el dorso de su mano, desvió la mirada a un punto indefinido adentrándose profundamente a sus pensamiento.

Ese día por alguna razón se sentía ansiosa, había algo que la que la hacía sentirse feliz y extraña. Salió de sus pensamientos al oír un chillido, ladeo el rostro hacia un lado, de donde provenía el "sonido", un grupo de chicas rodeaban el asiento de Sai.

Lanzo un suspiro y bajo la mirada, comprendía porque su amigo no era tan sociable con las mujeres, su físico y el capital de su familia lo hacían desconfiar de estas temiendo que no vieran quien en realidad el era.

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La puerta se abrió y después de 50 minutos de retraso apareció Kakashi-sensei con su gastada excusa, respigo mientras el profesor relataba cómo se había perdido en el camino de la vida.

-Muy bien chicos como la clase está a punto de terminar y ustedes saben que las próximas dos semanas no podre venir debido a un asunto personal les dejare un trabajo para que no se aburran… un trabajo en pareja que los mantendrá ocupados estas dos semanas enteras.- dijo sin apartar la mirada de su inseparable libro, en el aula se oyó un suspiro general.

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-Bien y por ultimo Sakura… tu iras con Sai.- dijo tranquilamente haciendo que muchos quejidos femeninos reclamaran, la pelirrosa dirigió su mirada a su amigo y sonrió con timidez al ver la sonrisa de este.

-Perfecto… ya listas las parejas quiero ese informe… muy bien ordenado y planteados en el los siete días de las semana… con un resumen completo redactado a base de cada día para ver el avance del proyecto y que no se salten ninguno… ¿por qué no empiezan desde ahora?- dijo agarrando su maletín, abrió la puerta del salón bajo la atenta mirada de los alumnos y al momento en que cerro, el timbre sonó declarando la clase terminada.

La campana sonó por todo el colegio, se levanto del asiento y empezó a guardar todo en su maletín, se despidió de sus amigos y salió con paso calmado del colegio.

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Se encamino a su casa tranquilamente (solo quedaba a cuatro cuadras del colegio) hasta que un pitido la hizo sobresaltar, el vidrio polarizado del convertible negro con techo bajó lentamente permitiéndole ver a su amigo.

-Sube.- dijo seriamente haciendo una señal con la cabeza, suspiro resignada nunca haría que Sai desistiera de llevarla a su casa, dio la vuelta al auto y entro en este dándole una mirada de agradecimiento a su amigo pues aunque no lo quisiera molestar la verdad es que estaba oscureciendo, miro curiosa como el chico tomaba otro camino y volteo hacia el de cabellos oscuros.

-Olvidas el trabajo.- dijo insinuando su pregunta, aquello hizo que la pelirrosa se sonrojara volteo la mirada hacia la ventana totalmente avergonzada… lo había olvidado era una irresponsable.

-Etto yo… adónde vamos.- pregunto intrigada miro al pelinegro fijamente esperando una respuesta, este tenía la mirada fija en el camino.

-A mi casa… debemos pasar el mayor tiempo juntos para hacer ese trabajo de psicología de la personalidad.- dijo con simpleza encogiéndose de hombros, la pelirrosa sonrió levemente agradecía que fuera Sai quien le tocara como compañero… lo quería mucho y pasar tiempo junto a él le parecía bien, el era un buen amigo.

-Sai-kun… etto… yo… no se nada de tu familia.- dijo e inmediatamente se arrepintió al ver como la mirada del pelinegro se opacaba, bajo la cabeza mirando sus manos tal vez había sido muy imprudente y ahora sai estaría molesto.

Ellos… murieron en un accidente… mi padre y madre fueron a la graduación de mi hermano mayor… mi otro hermano y yo nos quedamos en casa… era de noche y llovía a cantaros, otro carro en la vía contraria perdió el control y choco contra el carro de mi padre… el auto se volcó, mis padres murieron en el accidente y mi hermano falleció de camino al hospital- digo inexpresivo, un escalofrió recorrió su delicado cuerpo, un nudo se formo en su garganta y su mirada se nublo por algunas lagrimas, volteo la mirada hacia la ventana y con ambas manos limpio rápidamente las lagrimas que salieron de sus orbes jade.

-Yo… lo… siento.- susurro con tristeza, seguramente su amigo sufrió mucho.

-No importa fue hace años… yo tenía 7 años de edad.- dijo seriamente y la ojijade devolvió su mirada a él, aunque habían pasado 11 años sabia que aquello aun le dolía… lo notaba en su voz.

-Y tu hermano… el… el ¿cuánto tiene?.- pregunto tratando de desviar el tema, observo la pequeña sonrisa del chico y aquello la hizo alegrar.

-El es mi hermano mayor… me lleva 10 años, tiene 28 años… es el mejor y me gustaría ser algún día como él, cuando mis padres y mi hermano murieron el se hizo cargo de mi y de la empresa familiar… lucho y nos hizo salir adelante… lo admiro mucho.- dijo con orgullo, sonriendo, la pelirrosa lo imito y sonrió al oírlo.

-Me gustaría conocerlo.- dijo suavemente, miro al moreno y él le devolvió la mirada con una sonrisa para luego desviarla al camino, aquel hombre ahora le parecía aun más admirable, no lo conocía, nunca lo había visto pero si había oído de él desde hacía años atrás pues fue uno de los empresarios más jóvenes en dirigir una compañia por si solo, aquello le parecia admirable pues no cualquiera lograba sacar adelante una y ahora con lo que su amigo le acababa de decir sentía una ansiedad extraña por conocerlo.

-A mí también me gustaría presentártelo… pero algunas veces no llega a casa… se va a un apartamento que compro… curiosamente queda a unas cuadras de tu casa… bueno, algunas veces sale tarde a causa del exceso de trabajo y el apartamento le quedo más cerca que la casa que nos dejaron nuestros padres.- dijo quedadamente, la pelirrosa suspiro esperaba tener el placer de conocerlo algún día, el resto del camino estuvo en silencio, el lugar quedaba a media hora del colegio.

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El auto paro y ella bajo de él, se paro frente a la enorme casa, era muy hermosa, algo antigua pero aquello le pareció aun más espectacular, siguió a Sai rápidamente al verlo alejarse , el pelinegro abrió la puerta y ella se quedo aun mas maravillada, inmediatamente una señora mayor apareció por el pasillo.

-Sai-chan… hola ¿quién es esta linda señorita?- dijo haciendo sonrojar a la ojijade.

-Chiyo-san ella se llama Sakura Haruno… es mi compañera.- dijo presentándosela, la pelirrosa sonrío dulcemente e hizo una reverencia.

-Mucho gusto Chiyo-san.- dijo suavemente, la señora sonrió y miro al pelinegro con un brillo en la mirada que hizo que este se sonrojara.

-Em… y mi hermano… ¿esta?.- pregunto captando la atención de la pelirrosa.

-Está en la biblioteca, leyendo un libro, iré a prepararles unos bocadillos.- dijo desapareciendo por un pasillo.

-Ven vamos quiero presentarte a mi hermano.- dijo agarrando su mano, la chica trato de memorizar los pasillos por los que pasaban hasta que pararon frente a una puerta y pasaron cerrándola.

Se quedo maravillada al ver tantos libros, adorada leer.

Miro a un hombre levantarse de un sillón y lo primero que sintió fue una inmensa ansiedad, aunque su rostro no lo lograba ver porque estaba de espaldas, su presencia le pareció impotente.

El sujeto dio media vuelta y lo primero que Sakura vio fueron unos orbes negros que la dejaron sin aliento, un visible sonrojo cubrió sus mejillas ante la penetrante y oscura mirada, un escalofrió recorrió su espina dorsal, cuando lo miro acercarse y cada paso que daba hacia que su corazón se acelerara su ritmo, cuando se detuvo a unos cuantos pasos de donde estaba, la pelirrosa sintió un aroma varonil inundar sus fosas nasales, su sonrojo se hizo mas intenso y sintió que su corazón saldría de su pecho, observo una mueca formar en los labios del moreno semejante a una sonrisa que le pareció muy hermosa.

-Ella es Sakura Haruno mi compañera.- la presento, con timidez extendió su mano hacia él, el moreno la miro y luego de unos segundos estiro su mano rodeando con ella de la chica, un fuerte escalofrió la recorrió desde el contacto de sus pieles, lo miro a los ojos perdiéndose en la oscuridad de los orbes ónix, soltó su mano aun sin romper el contacto visual y sonrió levemente con nerviosismo.

-Sakura… él es mi hermano… Sasuke Uchiha.- dijo el chico con una sonrisa, el ardor en sus mejillas la hizo avergonzar, aparto su mirada jade de los orbes ónix y mordió su labio inferior ante la penetrante mirada que sentía le desnudaba el alma, una extraña sensación se formo en su pecho y el rojo de sus mejilla se acentuó.

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Ese hombre era el primero en hacerla sentir todo aquello

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*Fin del capitulo*

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