Disclaimer: Wild Kratts no me pertenece. La historia tampoco.
Nota de la autora: Ocurre dos días después de Cuello y Cuello, me pertenece únicamente Alta.
.
.
.
.
"AVERÍAS."
Título Original: "Malfunctions."
Autora: Angelicat2.
Traducida con permiso de la autora por Kaoru Black.
.
.
.
.
Capítulo I.
¿Qué es eso?
.
.
.
.
Fue un día medio aburrido en Tortuga, y todo el mundo estaba ocupado haciendo sus propias cosas. Aviva estaba trabajando en una nueva invención a la vez que le agregaba su toque personal, por su parte, Koki se encontraba en su estación de control para asegurarse que su nave estuviera trabajando bien y Jimmy se debatía entre jugar videojuegos y comer su pizza que, de alguna manera, las sostenía con la misma mano.
—¿Dónde están los hermanos, Koki? No han estado alrededor por un tiempo —dijo una inventora inteligente, Aviva.
—¿De qué hermano estás hablando? —preguntó un miembro de la tripulación, le encantaba la tecnología y se llamaba Koki.
—¿Quieres decir que no están juntos? —indagó Aviva curiosa.
—No, ¿a qué hermano quieres hablarle? —mencionó la muchacha cibernética.
—Supongo que CK primero —contestó.
—Bueno, Chris está en su habitación, probablemente, leyendo un libro o lo que sea; Martín está en el tejado viendo Collar y Corbata caminando por Tortuga —informó entornando los ojos—. Ella todavía tiene esas medallas, ya sabes.
—Ya, ya sé. Pero yo lo he diseñado de tal manera que no van a hacerle daño, incluso si los tomó en un objeto parecido a una rama —dijo Avivia con total naturalidad.
Era pleno día afuera, ya que normalmente sucedía al mediodía, en la Sabana Africana y habían animales en todas partes. La mayoría se escondió en la sombra confortable del lugar, normalmente era bajo un gran árbol o en un agujero de algún oso hormiguero; otros se quedaron en el barro donde se revolcaban para permanecer frescos. Todo el mundo se había ido a su propio negocio, una vez más, cuando se oyó se un ruido fuerte.
—¡¿Qué... qué... qué es eso?! —preguntó el miembro restante de la tripulación de nombre Jimmy, asustado.
—¡Es un chico del equipo Kratt, está llamando! —avisó Koki rápidamente. En ese momento los dos hermanos corrieron hacia la habitación.
—¿Qué está pasando aquí- ? —preguntó el primero, alargando la última palabra.
—¿Qué diablos está pasando aquí- ?
BAM! Ambos chocaron entre sí. Yacían el suelo, uno sobre el otro.
—¡Owww... eso no fue cool!
—¡Sí, no lo volveremos a hacer!
Arriba se podía distinguir a un muchacho con el pelo marrón, que estaba peinado con pinchos hacia delante, vestía una chaqueta verde con pantalones cortos color caqui, era Chris Kratt. A medida que se fue bajando lentamente de su hermano se dejó oír un gemido.
—¡Hermano, baja! —dijo un chico con el pelo rubio que, como su hermano, vestía una chaqueta que, en lugar de ser verde, era azul además tenía pantalones cortos de tonalidad canela.
—¡Oops! Lo siento, Martín. ¿No nos vemos? —habló Chris torpemente.
—Está bien, Chris —acotó el aludido para tranquilizarlo.
—¡Uhh... chicos, tenemos una llamada imperativa! —recordó Koki en voz alta.
—Ohh... sí, por eso estamos en este lugar —dijeron los hermanos al unísono. Koki sólo los miró con una expresión de estar poco impresionada.
—¡Llamando al equipo Kratt, adelante equipo Kratt!
—Estamos escuchando —responde nuevamente Koki.
—Hola, soy Alta y ¡necesito su ayuda! Vivo en Andorra, España y mi casa está en la montaña de los Pirineos. Hay un montón de animales alrededor, me gusta mucho eso sin embargo —de repente dejó de relatar, parecía que iba a llorar. Después de un minuto, comenzó de nuevo—... ha habido problemas con mi animal favorito: el lince ibérico. Es un animal muy raro que cada vez es más difícil de encontrar ya que, con el paso del tiempo, los conejos han disminuido y más personas los están usando para fabricar abrigos de piel. Si ustedes no los ayudan pronto, se van a extinguir en tres años y será el primer registro de la extinción de un gato —en ese instante ella estaba llorando tan fuerte que pudo continuar dándoles información.
—Alta, Alta, Alta cálmate —dijo Chris suavemente.
—¡Sí, te ayudaremos! —proclamó un efusivo Martín.
—Muchas gracias, ¡gracias! —gritó con entusiasmo Alta, aliviada.
—¡Estaremos allí en poco tiempo! —Aviva le indicó a Jimmy que le diera la vuelta a Tortuga— ¡Vamos a España!
