Holaaaa. ¿Me ven cara de tio troll rompe corazones? No? Entonces no soy Rick Riordan y ninguno de estos personajes me pertenece, lo mismo con la sangre del Olimpo.

El Argo II navegó en la noche. – Leyo Zeus – listo ahí termino el último libro – anuncio.

Y así era, hacía ya un tiempo, un grupo de semidioses había llegado junto a las moiras, estas los habían obligado a leer los libros que supuestamente revelaban el futuro.

Habia 9 de ellos, los primeros cinco se trataban del hijo de Poseidon, Percy y de como el junto a los semidioses del campamento mestizo habian derrotado a Cronos. Los otros cuatro se trataban del grupo de 7 semidioses luchando contra la nueva gran profecía, habia grandes problemas Gea estaba despertando y los campamentos estaban al borde de la guerra.

Mientras se seguía la lectura, diferentes personas iban apareciendo, ahora se encontraban los 12 olimpicos mas Hades, Hestia y Perséfone. Frente a ellos se encontraban los 7 de la profecía, Reyna, Nico, las cazadoras de Artemisa, las amazonas, Rachel, Quiron, algunos mestizos del campamento Júpiter, los jefes de cabaña del campamento mestizo y otros mencionados. También había dos sátiros (Grover y Hedge) y por ultimo se encontraban Bianca, Silena, Luke, Beckendorf, Michael Yew y Lee Fletcher como formas espirituales.

_ Y ahora que? – pregunto Hefesto. Las moiras los habian obligado a leer los libros, muchos dioses habían sufrido las muertes de sus futuros hijos y se sorprendieron de los cambios que habría en el futuro – hemos leído como quedamos al borde del fin dos veces, ahora nuestro destino depende de estos semidioses.

_ Tal vez es un truco de las moiras – dijo Atenea – no olviden que todo esto empezó porque Apolo dijo que estaba aburrido.

Los dioses asintieron, los mestizos no sabían que hacer, ¿ahora que pasaría? ¿Volverían como si nada y seguirían con sus respectivas misiones?

En ese momento, un último libro apareció en una mesa delante de ellos, todos contuvieron el aliento.

_ La sangre del Olimpo – susurro Hestia que se habia acercado a inspeccionar el libro – no nos habían dicho que lo último que recuerdan ocurrió en la casa de Hades?

_ Es que lo último que recordamos ocurrió en el último libro – dijo confundida Annabeth.

_ Si – coincidió Percy – luego de eso solo me fui a dormir y ¡Puf! Aparecimos aquí, unos 70 años en el pasado con un mensaje de las moiras.

_ Ay una nota – noto Nico. Había estado callado desde el ultimo libro, el hecho de que todos se hallan enterado de sus sentimientos hacia Percy así… Pero había hablado con el hijo de Poseidon y las cosas se habían aclarado un poco.

Zeus tomo la nota y la leyó en voz alta.

_ Dioses, las moiras le presentamos el décimo y último libro, este será diferente, ahora tanto ustedes como los semidioses estarán leyendo el futuro, si hieren a alguien no podrán hacer nada para ayudarlo más que seguir leyendo, los cambios serán permanentes asi que lean pacientemente, al terminar el último libro todo estará en sus manos.

Las Moiras.

_ Eso lo aclara todo – ironizo Leo.

_ Pero – dudo Reyna – ¿que significa que ahora nosotros también estaremos leyendo el futuro?

_ ¿No sería mejor dejar el libro allI? – Pregunto irritado Ares – dice que si alguien muere, los cambios serán permanentes, no sabemos que pasara…

_ ¿Preocupado por los semidioses? – pregunto Hades incrédulo.

_ No podremos cambiar el destino – interrumpió Atenea, no quería otra pelea en el olimpo – esto pasara de todas formas, yo creo que será mejor leerlo.

_ ¿Entonces que estamos esperando? - pregunto Apolo sonriendo – pido el primer turno!

La mayoría de la sala frunció el ceño, Apolo tendía a confundir la historia agregando comentarios mientras leía.

Jason I – Leyó el dios de las profecías.

El mencionado soltó un quejido, al parecer no se salvaría de que lean sus pensamientos.

Jason odiaba ser viejo

Jason fruncio el ceño.

_ Como la persona más grande en este salón que envejece mortalmente – interrumpió Percy – me siento ofendido.

Atenea rodo los ojos, justo cuando pensó que la tortura de leer un libro con semidioses y dioses había terminado, Puf! Otro libro aparece en la mesa, aunque después del ulitimo libro, respetaba al hijo de Poseidon.

Sus articulaciones duelen. Sus piernas temblaban. Mientras trataba de subir la colina, sus pulmones traqueteaban como una caja de rocas.

_ Amigo, deberías ir a un medico – dijo Apolo confundiendo a todos por no saber si eso es lo que decía el libro o lo que pensaba el – para tener tu edad, eso es malo.

_ Yo no me siento asi – dijo el hijo de Júpiter – bueno… no me sentía asi.

_ ¿A que te refieres? – le cuestiono su novia que estaba junto a el.

_ Como decía en las notas – dijo el chico respirando mal – supongo que es lo que esta pasando, como en el libro soy viejo me siento viejo.

_ ¿Pero porque eres viejo? – pregunto Percy.

_ Si leemos tal vez lo sabremos – los corto Atenea, este sería un libro largo.

No podía ver su rostro, gracias a Dios, pero sus dedos estaban retorcidos y huesudos. Venas azules y saltonas palmeaban el dorso de sus manos.

Afrodita fruncio el ceño, lo mismo hizo la mayoría.

Incluso tenia ese viejo olor a naftalina y sopa de pollo. ¿Cómo era posible? Habia ido de dieciséis a setenta y cinco en cuestión de segundos

_ Lo mismo nos preguntamos nosotros – dijo Leo.

pero el olor del viejo hombre paso al instante, como Boom. ¡Enhorabuena! ¡Apestas!

_ Por suerte el olor no se traspasa de los libros a aquí Sparky – susurro Piper al oído de su novio – ya me habría ido de ser por eso.

_ Ya casi – Piper le sonrió – Lo estas haciendo bien.

La mencionada alzo la vista, ¿Qué estaba pasando allí?

Facil para ella decirlo. Piper y Annabeth se disfrazan de encantadoras doncellas que servían a griegos. Incluso en sus vestidos sin mangas blancas y sandalias de cordones, tenían problemas para navegar por el camino pedregoso.

El pelo caoba de Piper quedó atrapado en una espiral trenzada. Pulseras de plata adornaban sus brazos. Ella se parecía a una antigua estatua de su madre, Afrodita, que Jason encontró un poco intimidante.

Salir con una chica hermosa era exasperantemente suficiente. Salir con una chica cuya madre era la diosa del amor… bueno, Jason siempre tuvo miedo de hacer algo no romántico y que la madre de Piper frunciera el ceño, descendiera del monte Olimpo y le convirtiera en un cerdo salvaje.

_ O cariño – dijo Afrodita sonriéndole – no tendrías que tener miedo de mi, soy una suegra maravillosa, tienes mucha suerte, ni que fueras Percy.

Percy miro a Atenea con miedo, pero esta solo se dedicó a mirar a Afrodita.

Jason miro hacia arriba. La cumbre todavía estba a un centenar de metros mas arriba.

_ La peor idea del mundo – se apoyó contra un árbol de cemento y se secó la frente – la magia de Hazel es demasiado buena. Si tengo que luchar, voy a ser inútil.

_ Usar la niebla siempre es útil – dijo Apolo.

Atenea frunció el ceño – ¿Eso lo dices tu o el libro?
_ Esa sabiduría solo puedes sacarla de aquí – dijo el dios de las profecías señalando a su cabeza.

La mayoría rodo los ojos.

_ No va a llegar a eso, - prometio Annabeth. Ella parecía incomoda en su traje de sirvienta soltera. No paraba de encorvar los hombros para evitar que el vestido resbale. Su moño rubio clavado en marcha se había deshecho en la espalda y el peño le colgaba como patas de araña largas. Sabiendo de su odio a las arañas, Jason decidió no hablar de ello.

_ Sabio – dijo Percy.

_ Nos infiltramos en el palacio – dijo ella – tomamos la información que necesitamos y salimos.

Piper dejo el ánfora, la alta jarra de vino de cerámica en la que su espada estaba oculta.

_ Podemos descansar por un segundo. Recuperar el aliento Jason.

De la cintura del cordón bajo la cornucopia, el cuerno mágico de la abundancia. Escondido en algún lugar de los pliegues de su vestido estaba su cuchillo, Katoptris. Piper no parecía peligrosa, pero si es presenta la necesidad podría usar el doble filo de bronce celestial o disparar a sus enemigos en la cara con magos maduros.

Algunos rieron, pero sabían que Jason no estaba bromeando.

Annabeth se colgó sus propias ánforas en su hombro. Ella también tenía una espada oculta, pero incluso sin un arma visible parecía mortal. Sus tormentosos ojos grises exploraban el entorno, alerta ante cualquier amenaza. Si cualquier tipo invitaba a Annabeth a tomar una copa, Jason pensó que probablemente ella petearia al chico en sus bifurcum

_ Y ni pensar en lo que haría Percy – bromeo Thalia, ella era una de las pocas cazadoras que se dirigían a los mestizos.

_ No se si me debo halagar u ofender – admitió la rubia.

_ Dioses – dijo Travis Stoll – ¿Acabo de escuchar a una hija de Atenea admitir que no sabe qué hacer?

_ Ahora si lo he visto todo – le dijo su hermano.

Percy sonrió al ver como Annabeth se ponía roja.

_ Tranquila chica sabia – le susurró al oído – estoy seguro de que fue un cumplido.

Trato de calmar su respiración.

Debajo de ellos, Afales Bay brillaba, el agua era tan azul que podría haber sido teñida con colorante de alimentos. A unos cientos de metros de la costa, el Argo II descansaba en el ancla. Sus velas blancas parecían no más grandes que los sellos de correos, sus noventa remos como palillos de dientes. Jason imagino a sus amigos en cubierta siguiendo su progreso, tomando turnos con el catalejo de Leo, tratando de no reírse al ver al abuelo Jason cojear cuesta arriba.

_ Ay Jason – dijo Leo poniendo un brazo sobre el hombro de su amigo – ¿Que no aprendiste nada siendo amigo mío por ya casi un año? Seguramente ya te saque una foto.

Algunos rieron y el hijo de Júpiter fruncio el ceño, quemaría esa foto ni bien todo esto acabara.

_ Estúpida Ithaca – murmuro.

_ Cuidado con como hablas niño – lo regaño Hestia, aunque estaba sonriendo, no podía imaginar un grupo de héroes tan buenos como aquellos.

_ Prácticamente no he hecho nada aun – se defendió el chico.

Supuso que la isla era bastante bonita. Una columna vertebral de colinas boscosas torcio hacia abajo su centro. Laderas blancas como yeso se hundieron en el mar. Entradas formaban playas rocosas y puertos donde las casas de techos rojos y las iglesiss de estuco blanco situadas al abrigo de la costa.

Las colinas estaban salpicadas de amapolas, azafranes y cerezos silvestres. La brisa olia a floración mirto. Todo muy bonito- exepto que la temperatura era de unos ciento cinco grados. El aire era tan vaporoso como una casa de baños romana.

_ No entiendo – solto Percy.

_ Que raro – dijo Annabeth causando las risas de otros.

_ ¿Porque están yendo allí? - pregunto el hijo de Poseidon ignorando a su novia.

_ Para asegurarse de que no hay peligro probablemente – contesto para la sorpresa de todos Nico.

_ Bueno… evadamos el silencio incomodo – dijo Apolo.

Hubiera sido fácil para Jason controlar los vientos y volar a la cima de la colina, pero nooo. En aras de la cautela, tenia que luchar a lo largo como un viejo amigo con problemas de rodillas y hedor a sopa de pollo.

_ No te gusta la sopa de pollo, no? – pregunto Apolo, cortando la lectura e irritando a todos.

_ No – admitió el hijo de Júpiter esperando que no hubiera muchos capítulos con sus pensamientos.

Pensó en su ultima subida, hace dos semanas, cuando Hazel y el se habian enfrentado al bandido Esciron en los acantilados de Croacia. Por lo menos entonces Jason habia estado en toda su fuerza. Lo que ellos estaban a punto de enfrentar seria mucho peor que un bandido.

_ Que optimista – susurro Rachel.

_¿Estas segura de que es la colina correcta? – Pregunto – Parece un poco, no se, tranquila.

Piper estudio la cordillera. Su pelo trenzado con una brillante pluma azul de arpía – un recuerdo del ataque de la noche anterior. La pluma no iba exactamente con su disfraz…

_ Hey! – se quejo la hija de Afrodita.

, pero Piper habia ganado, derrotanto a toda una bandada de damas pollo- demonio por si misma mientras estaba de guardia. Ella minimizo el logro, pero Jason podía decir que se sentía bien por ello. La pluma era un recordatorio de que ella no era la misma chica que habia sido el invierno pasado, cuando por primera vez habían llegado en el campamento mestizo.

_ ¿Te quejabas? – dijo Jason sonriendo por como pensaba su yo del futuro.

_ No fanfarrones – respondió la chica – todavía no has hecho nada, o por lo menos… agh todo esto es muy raro.

_ Lo estoy haciendo ahora – Jason sonrió.

_ ¿Podemos seguir con la lectura tortolitos? – pregunto Hermes sonriendo.

Los semidioses se dieron cuenta de que todos los estaban mirando y se sonrojaron, Afrodita le lanzo una mirada de muerte al dios de los viajeros por haber arruinado el momento.

_ Las ruinas están allá arriba – prometió - lo vi en la hoja de Katoptris. Y tu oíste lo que dijo Hazel…

La mencionada miro al libro curiosa.

… "La mayor…"

_ "La mayor reunión de espíritus malignos que jamas he sentido" – recordó Jason – si suena increíble.

_ Sigo sin entender cuando se usa el sarcasmo – admitió Connor.

Despues de luchar a través del templo subterráneo de Hades, lo último que Jason quería era tratar con espiritus malignos. Pero el destino de la misión estaba en juego. La tripulación del Argo II tenía una gran decisión que tomar. Si elegían mal, fallarían, y el mundo entero seria destruido.

_ Oh, no hay presión – murmuro Apolo. Todos lo miraron en modo de pregunta – comentario personal – añadió.

_ Agh – dijo Hera – yo leeré luego, no puedo aguantar esto de escuchar a Apolo…

_ Me halagas – dijo el dios del sol sonriendo.

El cuchillo de Piper, los sentidos mágicos de Hazel y los instintos de Annabeth estuvieron de acuerdo- la respuesta estaba aquí en Ithaca, en el antiguo palacio de Odiseo, donde una horda de espíritus malignos se habían reunido para esperar ordenes de Gea. El plan consistía en infiltrarse entre ellos, aprender lo que estaba pasando y decidir el mejor curso de la acción. Luego salir, preferentemente vivos.

_ Me gusta el plan – dijo Percy.

Annabeth reajusto su cinturón de oro.

_ Espero que nuestros disfraces se mantengan. Los pretendientes eran clientes desagradables cuando estaban vivos. Si se enteran de que somos semidioses…

_ La magia de Hazel funcionara – dijo Piper.

Jason trato de creer en eso.

Los pretendientes: un centenar de los mas codiciosos, malvados degolladores que habían vivido nunca. Cuando Odiseo, el rey griego de Ithaca, desapareció después de la guerra de troya, esta turba de la lista B de príncipes había invadido su palacio y se rehusó a salir, cada uno con la esperanza de casarse con la reina Penelope y apoderarse del reino. Odiseo logro regresar en secreto y matar a todos ellos- su básico hogar feliz llego. Pero si las visiones de Piper estaban en lo cierto, los pretendientes estaban de vuelta, frecuentando el lugar donde habian muerto.

Jason no podía creer que estuviera a punto de visitar el palacio real de Odiseo- uno de los mas famosos héroes griegos de todos los tiempos. Por otra parte, toda esta búsqueda habia sido un evento alucinante tras otro. La misma Annabeth acababa de volver del abismo eterno del Tartaro. Teniendo en cuenta eso, Jason decidió que tal vez no debería quejarse por ser un aciano.

Atenea y Poseidon se pusieron serios, a ninguno les había hecho gracia tener que leer la miserable vida que tendrían sus hijos.

Leo estaba perdido, intentando recordar el nombre de Odiseo, sabía que le tenia que sonar, pero si era quien el creía no quería escuchar mucho de él…

_ Bueno – se apoyo en su bastón – si me veo tan viejo como me siento, mi disfraz debe ser perfecto. Vamos a seguir adelante.

Mientras subían, el sudor corría por su cuello. Sus pantorrillas le dolían. A pesar del calor, se puso a temblar. Y, por mucho que lo intentara, no podía dejar de pensar en sus sueños recientes.

Piper miro preocupada a su novio, este intentaba ignorarlo pero empezaba a temblar ligeramente, y había mencionado aquellos sueños…

Desde la casa de Hades, se habian vuelto más vividas.

A veces, Jason se encontraba de pie junto al templo subterraneo de Epiro, el gigante Clitio se cierne sobre el, hablando en un coro de voces sin cuerpo: Se vienen todos juntos para derrotarme. ¿Qué harán cuando la Madre Tierra abra sus ojos?

Otras veces Jason se encontraba en la cima del campamento Mestizo. Gea la madre tierra se levantaba del suelo- una figura de remolino de tierra, hojas y piedras.

Todos los semidioses miraron con pena a Jason, todos ellos sufrían de pesadillas.

Pobre niño. Su voz resonando a través del paisaje, sacudiendo los cimientos debajo de los pies de Jason . Tu padre es el primero entre los dioses, sin embargo, tu siempre eres el segundo mejor, a tus compañeros romanos, a tus amigos griegos, incluso a tu familia, ¿C omo demostraras lo que vales?

Piper miro a su novio molesta.

_ No te lo vallas a creer – lo amenazo – ya tuvimos que lidiar con la baja autoestima de Leo, Frank, Percy y Hazel, no nos hagas empezar con la tuya.

_ Hey! – se quejó Leo – yo no tengo baja autoestima.

_ Díselo a tu cabeza – lo corto Piper – porque los libros no están de acuerdo.

Su peor sueño comenzó en el patio de la Casa de la loba en Sonoma. Ante el estaba la diosa Juno, brillando con el resplandor de plata fundida.

Tu vida me pertenece, su voz trono. Un apaciguamiento de Zeus.

Jason sabia que no debía mirar, pero no podía cerrar los ojos cuando Juno se volvía supernova, revelando su verdadera forma divina. Dolor cauterizaba la mente de Jason. Su cuerpo quemado en capas como una cebolla.

Jason intento ignorar el dolor, esto de leer el futuro no era muy placentero, todo llegaba a su mente como si fuera lo que estaba pasando ahora, al ver las miradas de las chicas se dio cuenta de que ellas sentían lo mismo. A medida que leían, todo les llegaba a la mente como si ya hubiera pasado.

Entonces la escena cambio. Jason estaba todavía en la Casa del Lobo, pero ahora era un niño pequeño, con no más de dos años. Una mujer se arrodillo delante de el, su aroma a limón tan familiar. Sus fracciones estaban aguadas e indistintas, pero conocía su voz: brillante y frágil como la capa más delgada de hielo sobre un arroyo rápido.

Thalia y Piper miraron preocupadas al hijo de Júpiter.

Estaré de vuelta para ti, querido, dijo ella. Te veré pronto.

Cada vez que Jason despertaba de esa pesadilla, tenía la cara perlada de sudor. Sus ojos ardían con lágrimas.

Nico Di Angelo le habia advertido: la casa de Hades removería sus peores recuerdos, haciéndoles ver sus miedos del pasado. Sus fantasmas volverían a removerse.

Jason tenía la esperanza de que un fantasma en particular se mantuviera alejado, pero cada noche el sueño empeoraba.

Percy tenía razón, Leo tiene que inventar algo para remover sus pesadillas. Ahora estaba sintiéndolas, claro que ya las había tenido desde que llegaron al Olimpo.

Ahora el estaba subiendo las ruinas de un palacio donde un ejército de fantasmas se habian reunido.

Eso no significa que ella estará allí, se dijo a sí mismo.

Pero sus manos no paraban de temblar. Cada paso parecía mas difícil que el anterior.

Piper tomo la mano de su novio.

_ Casi estamos – dijo Annabeth – vamos a…

BOOM!

Todos los presentes se taparon los oídos, las onomatopeyas de apolo eran insufribles, al ser dios de la música, tenía un gran grito que podría dejarlos sordos a todos.

_ Eso es todo – grito Artemisa molesta – dame el libro!

_ No – dijo Apolo abrazando el libro – ya casi termina! Además luego le toca a Hera.

_ Pues termínalo ahora! No quiero que nadie se quede sordo, bueno tal vez tu descendiente pero nadie mas!

Lee Fletcher, Michael Yew y Will Solace miraron con desprecio a Octavian que se dedicaba a cuchillar con aquel hijo de Venus. Los primeros dos no podían hacer nada, ya que eran espíritus, pero Will estaba bastante listo como para darle una paliza a su familiar en cuanto abriera la boca.

La ladera retumbo. En algún lugar sobre el canto, una multitud rugio en señal de aprobación, como espectadores en un coliseo. El sonido hizo que a Jason se le pusiera la piel de gallina. No hace mucho tiempo, que habia luchado por su vida en el Coliseo romano ante un publico fantasmal animado. No estaba ansioso por repetir la experiencia.

_¿Que fue esa explocion? – pregunto.

_ No lo se – dijo Piper – pero parece que se están divirtiendo. Vamos a hacer algunos amigos muertos.

Aquí termina – Anuncio el dios – Hera?

_ Agh – dijo la diosa tomando el libro.

Jason II…

Intentare subir capítulos a seguido, pero tengan paciencia estas semanas tengo todos los integradores mas torneos y lo único que me dedico a hacer es leer Fanfics y publicar en Tumblr.

Pip Pip Da Doodly Do!