Este es el primer fic que subo aquí y me ha costado Dios y ayuda postearlo. Se desarrolla justo después del final de la sexta temporada y es mi forma de contar lo que, bajo mi punto de vista, tendría que pasar después de la última escena de "The Change in the Game". Por supuesto, no tengo intención de lucrarme con esto. Bones no me pertenece (es de Hart, SN y Fox) y esto no es más que una forma de entretenerme e intentar entretener al que lo lea.
Prólogo:
Quedaban dos días para su cumpleaños y sabía que todos los del laboratorio tramaban algo. Lo notaba en que huían de él o le sonreían de forma extraña. Todos menos Bones, que le pidió hace una semana que pensara lo que quería y se lo dijera para comprárselo. Booth no sabía qué le hacía pensar a su compañera que lo que quería era material, pero no le gustaba que le preguntase. Quería que por una vez pensara y encontrara algo por sí misma. No era tan difícil.
Capítulo 1
Era casi la hora de comer cuando decidió ir a buscarla al laboratorio. A pesar de que ella le había dejado claro que las mujeres embarazadas no tenían que comer por dos y que [i]eso no eran más que tópicos sin fundamento[/i], se había propuesto que hiciera las cinco comidas recomendadas al día y no tenía ninguna intención de rendirse. Sabía perfectamente que Bones era capaz de abstraerse en su trabajo sin notar que su estómago le pedía alimento y sin percatarse del cansancio que acusaba, cada vez más, conforme iba avanzando el embarazo.
Pasó la tarjeta por el detector y saludó a Ángela, que le informó de que Brennan se encontraba en el limbo rodeada de huesos, cosa nada extraña. Comenzó a andar hacia allí mientras saludaba a Cam y a Hodgins, que se cruzaron con él por el pasillo.
Entró el limbo y allí la vio, de pie en una esquina de la mesa examinando un cráneo con toda su atención puesta en él. Se acercó lentamente sin intención de asustarla y observó cómo, en un momento dado, acariciaba su tripa con la mano que tenía libre. Sonrió.
Booth: Hora de comer, Bones. –Ella dio un respingo-
Brennan: Oh, Booth, eras tú. No tengo hambre. –Su compañero la miró con seriedad- Vale, tenía que intentarlo. –Murmuró mientras se quitaba la bata y los guantes-
Comenzaron a andar en silencio hacia la salida del instituto.
Brennan: Espero que hayas pensado en tu regalo…
Booth: Lo he hecho.
Brennan: ¿Ya sabes lo que quieres?
Booth: ¿De verdad vas a regalarme lo que yo quiera? –Preguntó con una picardía que Brennan no captó-
Brennan: Um… eso dije, sí. –Booth sonrió- Siempre que no sea algo que no exista.
Booth: ¿Cómo un unicornio?
Brennan: Exacto.
Booth: Tranquila, es algo muy fácil y barato.
Brennan: Te dije que no te preocuparas por el dinero, tengo de sobra.
Booth: Lo sé Bones, no hace falta que lo restriegues.
Pidieron la comida y se sentaron en una de las mesas del fondo. No se entretuvieron mucho aunque Brennan parecía intrigada por lo que fuera a pedirle y él aún tenía intención de hacerla esperar un poco más.
Booth: ¿Te dejo en el laboratorio o en tu casa?
Brennan: Si me dices lo que quieres, me voy a casa y descanso hasta mañana. –El agente volvió a sonreír. Era demasiado tentador-
Ambos se subieron al coche y Booth condujo sin mediar palabra. Tenía muy claro lo que iba a pedirle pero también estaba seguro de que Brennan iba a gritarle, a reírse de él o incluso a pegarle. Si normalmente haría una de esas cosas, ahora con los hormonas revolucionadas, podría incluso optar por las tres. Aún así se dirijo a su casa.
Booth: Pues ya estamos aquí… -Brennan le miró inquisitiva- Hasta mañana, Bones.
Brennan: Hicimos un trato. –Booth resopló- ¿Qué es lo que quieres?
Booth: Quiero que te vengas a casa el resto del embarazo. –Soltó sin más, sin anestesia-
Cerró los ojos y se tensó, esperando una reacción que no llegaba. Ni gritos, ni ironías, ni golpes. Volvió a abrirlos lentamente y vio la limpia mirada de su compañera clavada en la suya.
Brennan: Ven a mi casa esta noche. –Él no la entendió, sabía que iba a ir de todas formas para obligarla a cenar- Si voy a ir a tu casa, necesitaré llevar algo de ropa y objetos personales, ¿no? –Le aclaró sin necesidad de que preguntara nada- No voy a dormir todas las noches con un pijama tuyo… -Booth sonrió-
Booth: Bueno, no sería la primera vez… -Bromeó, llevándose un codazo amistoso-
Brennan: Sabes perfectamente que dormir, lo que se dice dormir… -Le siguió el juego mientras se miraba la tripa-
El agente sintió la imperante necesidad de dirigir su mano hasta allí y acariciarla, pero se contuvo y la apretó más a la palanca de marchas.
Brennan: Hasta luego, Booth. –Concluyó sin más, bajándose del coche-
Booth: Hasta después, Bones. –Susurró cuando ella ya no podía oírle-
