RWBY no me pertenece.


Yang

Difícilmente podía distinguir algo más que una lluvia torrencial frente a sus ojos pero sin duda la extensa vegetación que se percibía más allá de la ventanilla del coche era sobrecogedora. Pero estaba enfadada, la habían arrancado de su hogar donde tenía su grupo de amigos para ir a vivir donde ella denominaba el culo verde de la humanidad, todo bajo la tapadera de que su padre debía seguir supuestamente con una investigación que estaba llevando a cabo para salvar la selva amazónica y requería de su apoyo. En el asiento del conductor su padre pareció percibir su enfado y suspirando bajo la música, estaba claro que de nuevo tendrían esa charla.

-sé que es difícil pero en la reserva hay varios chicos y chicas de tu edad, seguro que no tendrás problema para relacionarte con ellos-

-¿y qué ocurre con mis amigos? ¿Acaso estarán esperándome allí también? No es justo-

-no creo que eso sea un argumento a tu favor-

Quitándose los cascos de golpe se inclinó en el asiento para enfrentar a su padre que previniendo que giro tomaría la conversación paro en la estrecha carretera.

-¿Qué quieres decir con eso?- el tono bajo de sus palabras advertía de que estaban entrando en un terreno peligroso pero por lo visto ninguno de los dos tenía intención de ceder. La caja de pandora había sido abierta.

-sabes muy bien a que me refiero. Me llamaron del internado advirtiéndome de que habías intentado fugarte ¿eres consciente de que dentro de un año tendrás dieciocho años? ¿Sabes que puedes ir a la cárcel?-

Soltando una risa irónica disfrutó de la mueca de enfado que cruzó el rostro de su padre - llevas años ignorando mi existencia no pretendas hacerme creer que te importo-

Apretando con tanta fuerza el volante que sus manos se volvieron blancas miro con furia reflejada en a su hija que a pesar de haberse encogido sobre su asiento seguía mirándole desafiante, y eso era algo que su padre no estaba dispuesto a dejar pasar.

-estabas con tu madre y era lo que querías, no tienes ningún derecho a reclamarme-

Eso era un golpe bajo, se había quedado con su madre tras la separación pensando que era la mejor opción pero lo que no se esperaba era que más que una mare terminara siendo una desconocida que la abandono en un internado. Ella ciega ante la realidad se negó a ir con su padre con la tonta esperanza de que volviera a por ella.

Que idiota había sido.

Su padre suspiró tratando de tranquilizarse -no quería decir eso …yo…las compañías con los que ibas últimamente no eran las más indicadas - no negaba que su padre tuviera parte de razón pero esas malas compañías habían significado su salvación ante una realidad de abandono - si no lo quieres hacer por mi puedo entenderlo pero hazlo por Ruby - al hablar de ella sintió como se relajo tanto el rostro de su padre como ella misma - desde que le dije que vendrías no ha parado de hacer planes sobre dónde ir, que enseñarte y sobretodo decir las ganas que tiene de verte-

Sinceramente ahora se sentía algo egoísta por haber antepuesto sus propios deseos antes que su hermana y si había terminado cediendo por ir a vivir con su padre había sido precisamente por ella. Sintiendo un apretón en su rodilla miró la mano de su padre y como este le daba una mirada culpable que no tenía rastro de enfado.

-dale una oportunidad al lugar, estoy seguro que te gustará-

Lo dudaba pero no le quedaba más remedio si no quería que los servicios sociales terminaran forzándola a ir a una casa de acogida con cualquier desconocido que seguramente le haría la vida imposible un año hasta que alcanzara la mayoría de edad.

El resto del camino fue en un silencio incomodo pero gracias a su música pudo aliviar la tensión del ambiente al evadirse en un mundo en el que solamente ella era la protagonista. Daria lo que fuera por tener una guitarra en las manos y poder dejarse llevar por los acordes. Tanto se sumergió en sus pensamientos que cuando su padre abrió la puerta para que bajara le provoco un pequeño susto. Con sus bolsas a cada mano agradeció que estas estuvieran llenas de ropa principalmente porque cuando su hermana se abalanzo sobre ella aterrizaron en uno de sus famosos abrazos de oso sobre las bolsas, las mejillas de su hermana estaban empapadas pero no sabría decir si era por la emoción o por la lluvia. Apostaría por la primera opción.

-pequeñaja no me dejas respirar-

Viendo como sorbía por la nariz sonrió con algo de timidez a su hermana - te he echado mucho de menos Yang- riendo divertida no evito darle otro gran abrazo antes de ponerse ambas en pie ante la sonrisa feliz de su padre.

-y yo a ti- fue entonces cuando reparó en lo que su pequeña hermana había crecido, seguía siendo más baja que ella sí pero sus facciones habían dejado de ser tan infantiles para dar paso a una joven adolescente - veo que comer tantas galletas te ha hecho crecer-

Ganándose un ligero golpe en el brazo de su hermana para después ser tirada por la misma miro sus bolsas brevemente.

-ve con ella, las llevaré a tu habitación-

Agradeciendo con un gesto a su padre se dejó guiar por una impaciente Ruby hacia dentro de una gran cabaña de madera, debido a la lluvia no pudo distinguir muy bien sus dimensiones por fuera pero tendría tiempo de sobra para descubrirlo. Por dentro el comedor amplio amueblado con una chimenea junto con varios sofás y una gran mesa con varias sillas era acogedor, así como lo que pudo apreciar de la cocina, pasillo y entrada. Parecía una casa muy acogedora y hogareña.

Sacudiendo sus ropas empapadas no pudo evitar reír al ver el banquete que seguramente Ruby había preparado en su honor. La fuente estaba repartida de una forma muy curiosa en lo que respectaba a las galletas y no tenía ninguna de que la causante de ese motivo era Ruby.

-déjame adivinar el monstruo de las galletas no ha podido contenerse ¿verdad? –

Recibiendo un grito de indignación de su hermana negando esa acusación sintió una cálida mano apoyarse en su hombro, no le hacía falta darse la vuelta para saber de quién se trataba pero aun así lo hizo.

-me alegro mucho de que estes aquí Yang-

Ante ella estaba Sumer Rose, la mujer con quién su padre se había casado tras el divorcio y la madre de Ruby. Algo que no parecía importarle a la mujer pues siempre que había ido de visita la había tratado como si fuera su propia hija, por ello cuando la vio mucho más pálida que la otra vez y con marcadas ojeras tuvo que reprimir la angustia que sintió, sabía que estaba enferma pero no tanto. Envolviéndola en un abrazo suave se sintió nuevamente estúpida por haber considerado la idea de rechazar su ayuda, tenía una familia y los problemas con su padre no deberían haberse antepuesto, sin embargo siempre le guardaría rencor por lo ocurrido años atrás.

-y yo de estar aquí-

-no me mientas Yang, tu padre me ha dicho el viaje que le has estado dando- lejos de sonar como una reprimenda la sonrisa amable en los labios de Summer la llenó de calidez, esa mujer desprendía un aura especial - sé que es difícil todo esto pero verás como terminaras acostumbrándote, Ruby puede presentarte a todos sus amigos-

-¿todos sus amigos?-

-sí, ahora tiene un gran grupo-

No pudo evitar hinchar el pecho orgullosa por los progresos de su hermana, cuando eran pequeñas la temporada que vivían juntas era muy tímida y solo contaba con un par de amigas si se podían considerar eso. No podía expresar lo que le alegraba saber que ahora contaba con amigos de verdad.

-Ruby lleva a tu hermana a la habitación está empapada y ya sabes que los resfriados aquí son más intensos-

-¡SI! te voy a enseñar la habitación donde estarás, se que te gusta tener tu espacio así que tienes una propia pero hoy vas a dormir conmigo, tengo mucho que contarte y sé que tú también - dijo su hermana pequeña de forma tan rápida que por poco entendió.

Haciendo gala de su famosa energía Ruby le hizo un pequeño tour por la casa antes de dejarla en su habitación para que cogiera sus cosas y se duchara. Lo cierto es que agradecía enormemente tener habitación propia ya que en el internado era compartida y odiaba no tener intimidad, así que aunque la habitación no fuera muy grande era más que suficiente. Después de cogerse una muda fue al baño que se encontraba al final del pasillo a mano derecha o ¿era izquierda? Tras dudar unos segundos entró en la puerta situada hacia la izquierda solo para ser golpeada de manera brusca por un cojín en su cara.

-pero qué demonios- sobándose la cara por el reciente golpe escaneó la habitación en busca del culpable y se sorprendió al ver a una chica de su edad apoyada en la repisa de la ventana con un libro en la mano y una clara mirada de desconfianza en su rostro. Algo en su mirada le recordó a un gato cuando se erizaba ante una amenaza.

- ¿piensas quedarte toda la tarde en mi puerta mirándome? - aunque su voz era fría tenía un cierto tono grave que le pareció atrayente. Típico caso de friki antisocial amante de la lectura que se protege tras una coraza de frialdad, por lo visto aunque estuviera en el culo verde del mundo fuera donde fuera había personas de ese tipo.

-siento decepcionarte pero solo me he equivocado de habitación quería ir al baño-

-no recuerdo haberte preguntado- con un leve tic en el ojo apretó el pomo de su puerta. Así que el gatito quiere pelear, pues muy bien.

-¿no te han enseñado nunca educación?-

-desde luego a ti no ¿no sabes que hay que llamar entes de entrar?-

-mira metete tu educación por el-

-YANG QUE SE ENFRIA EL AGUA-

Como por arte de magia Ruby apareció por el pasillo y tras haber cerrado la puerta de la habitación murmurando unas torpes disculpas arrastro (por lo visto era su costumbre) a Yang hacia el baño cerrando la puerta tras asegurar que no había nadie. El vaho creado por el calor de la habitación era sofocante incluso para Yang que solía resistir muy bien las temperaturas altas. Su hermana parecía algo nerviosa así que espero a que se tranquilizara.

-se llama Blake-

-¿la chica de la habitación?-

-si-

-¿Por qué está viviendo con vosotros?-

-es…complicado, no me corresponde a mí decirlo pero dale una oportunidad, no la juzgues solamente por su apariencia-

Todo el mundo le estaba repitiendo esas tres palabras y se estaba empezando a cansar.

Cuando por fin se quedo a solas en el baño el cálido chorro de agua recorriendo su cuerpo relajo sus músculos tensos de todo el viaje y la incomodidad de tantas horas en un asiento tan incomodo como había sido el del avión. A pesar de ser una persona activa e incluso adicta al deporte el simple hecho de viajar había agotado sus fuerzas.

Una vez cambiada y haber dejado las cosas colocadas en su habitación atraída por el olor de la comida bajó las escaleras encontrándose directamente con unos ojos dorados que la observaban desde el sofá junto la chimenea para después volver a centrarse en las páginas del libro.

Lo dicho una antisocial.

-vaya, no sabía que ya estabas aquí- la suave voz de Summer le hizo sonreír mientras se sentaba en la primera silla que vio libre y devoraba literalmente la cena, estaba deliciosa, desde luego que su padre había hecho bien en casarse con una intrépida aventurera y gran cocinera.

Una vez todos comían sus platos su atención volvió a recaer en Blake, no iba a negar que tenía una belleza salvaje que le llamaba la atención pero su actitud era un repelente total para cualquier tipo de acercamiento que quisiera hacer, por mínimo que fuese.

-así que como están ¿Roman, Mercury, Emerald, Neo y Junior?- su hermana incómoda ante tanto silencio se decidió a romperlo ajena de que ese era un tema que precisamente no llevaría a la diplomacia al menos no con su padre presente.

-como siempre- riendo un poco recordó varias de sus jugarretas que obviamente contó omitiendo las partes en que se saltaban la ley aunque era muy consciente de que su padre estaba al tanto de la verdad oculta tras sus palabras. El resto fue una cena agradable que transcurrió sin ningún problema y durante la cual Blake se mantuvo en todo momento al margen, algo que sin duda llamo la atención de Yang pero agotada como estaba no tardo en despedirse e irse a dormir. La charla con Ruby tendría que posponerse hasta mañana.

Fue de madrugada cuando le despertó la necesidad de fumarse un cigarrillo, desde que había salido de su "antiguo hogar" no había tenido ocasión así que estaba empezando a tener el llamado mono. Como aún no había dejado de llover la humedad se calaba en los huesos así que poniéndose una chaqueta se estremeció ante la brisa nocturna que le recorrió el cuerpo apoyada en la barandilla de la terraza. Exhalando el humo del cigarro casi se atragantó al oír una voz a sus espaldas.

-¿fumando a escondidas?-

-si dices algo juro que te mato – escupiendo las palabras cogió el cuello de la sudadera de una asustada Blake que solo atinó a encogerse antes de volver a su expresión neutral.

-no pienso decir nada, no me incumbe tu vida -

Soltándola dio un par de caladas más mientras contaba mentalmente hasta diez para calmarse, le costaba controlar su impulsividad y lo malo era que a menudo esta salía de forma violenta. Puede que no hubieran empezado con el mejor pie pero tampoco esa chica se merecía que la tratara así. Tenía que recordar que no seguía en el internado y nadie le chantajearía si la pilla fumando, o eso esperaba.

-lo siento- un silencio aceptado por las dos se instaló creando un extraño ambiente, fue entonces cuando reparó en que ella había salido a fumar pero Blake no parecía tener excusa y era imposible que pudiera leer por la noche a no ser que tuviera visión nocturna - ¿no podías dormir?- ya se había resignado a no obtener respuesta y volver a su habitación cuando la voz de Blake la detuvo

- si-

Esperaba una respuesta un poco más extensa pero más valía eso que nada -¿no has probado a leer?- encogiéndose de hombros ligeramente la chica del cabello tan oscuro como la noche miro hacia las nubes nocturnas que furiosas seguían desahogando su furia.

-tu padre esta harto de pagar más luz por mis lecturas nocturnas-

Aquello saco una sonrisa a la rubia que divertida se apoyo contra la pared de madera – eso es lo que yo llamo tener una visión nocturna- viendo como Blake rodo sus ojos rió en voz alta ganándose un sonoro grito de silencio por parte Ruby.

Sin añadir nada más Blake volvió a su habitación pero esa breve conversación sirvió para hacerle volver a valorar la primera impresión auto creada hacia esa misteriosa y distante chica, su estancia allí de pronto le pareció interesante.

"quizás Ruby tenga razón y Blake merezca la pena"

Apagando el cigarrillo y escondiendo tan bien como le permitió la lluvia la colilla subió en silencio las escaleras no sin antes dirigir una mirada hacia donde estaba la habitación de Blake. Seguía resultándole extraño el hecho de que viviera con su familia pero ella no era nadie para cuestionar la vida de los demás y por mucha curiosidad que tuviera sobre el tema estaba segura que no obtendría la respuesta si no es por la misma Blake y a juzgar por lo reservada que parecía era imposible.


-wow-

Es lo único que pudo exclamar una vez se abrió ante ella una gran maleza verde cuyas hojas casi tenían su tamaño y apenas podía ver la copa de los arboles sin que el sol cegara sus ojos. Después de que hubiera pasado la tormenta tropical que duro una semana aunque allí parecía ser normal, Ruby había insistido en darle una pequeña vuelta por dentro de la reserva a salvo de animales salvajes y así enseñarle todas las zonas con sus respectivos secretos que envolvían aquel lugar y de paso al terminar después presentarles a sus amigos. Echándose agua por encima limpió el sudor que corría por su frente, ni con coleta conseguía mitigar un poco ese calor y eso que no es que se pudiera decir que unos pantalones vaqueros cortos y una camiseta amarilla de tirantes con el dibujo de una llama fueran ropas especialmente calurosas.

-Por los dioses del Olimpo Ruby ¿Cómo puede hacer tanta calor?-

La risa de su hermana solo hizo que su calor aumentara ¿estaba exagerando? Aunque para ella realmente hacía mucho calor. Y ella era una chica caliente y explosiva como se hacía llamar ella misma.

-para ser alguien tan acostumbrada al calor no lo llevas muy bien-

-pero es que ayer hacia frío por la noche-

-chica de ciudad-

-oye-

Dando un pequeño empujón a su hermana y sacándole la lengua le hizo unas señas para descansar un poco, el calor era sofocante y lo único en lo que podía pensar era en encontrar algún río donde poder bañarse o refrescarse por eso llevaba el bikini debajo de la ropa - ¿podríamos buscar algún rio?-

-¿Dónde crees que voy? Incluso para mi hace demasiado calor y eso que estoy más acostumbrada- adoptando Ruby una pose pensativa que le provocó una ligera risa dio un toquecito a la frente de su hermana.

-Yang llamando a Ruby ¿Dónde estabas? Ah, no me digas más estabas en busca del Rubí perdido -

Como disfrutaba de las muecas que ponía todo el mundo ante sus chistes y juegos de palabras pese a que ella los consideraba sublimes.

-si vuelves a hacer uno tan malo dejo que te derritas aquí mismo-

La amenaza consiguió borrarle todo rastro de sonrisa. Durante una media hora aproximadamente estuvieron andando entre maleza y cuando estaba a punto de reclamarle si se habían perdido ante sus ojos apareció una pequeña cascada que desembocaba en un río transparente, sin pensarlo dos veces se quitó la ropa y se lanzó cual naufrago sediento al río dando un grito ante el contraste frío del agua. A lo lejos Ruby que había trepado por una roca se lanzó de cabeza haciendo que contuviera la respiración hasta que vio su cabello oscuro con mechas rojas emerger del agua con un gesto de todo está bien.

-curioso que te preocupe eso y no el hecho de estar en un río lleno de cocodrilos-

Como una bala salió del agua disparada con el corazón latiéndole a mil por hora, no sabía que le había asustado más si el hecho de que su hermana se tirara literalmente de cabeza al río, si que hubiera cocodrilos o que una sigilosa Blake las hubiera seguido durante todo el camino sin darse cuenta.

-por si no lo recuerdas estamos en una reserva- no le hacía falta verse la cara para sabe como se le habría abierto la boca al haber caído ante algo tan sencillo y a la vez en una broma tan tonta. En un intento de salvar su metedura de pata sin dar tiempo a reaccionar a Blake la cogió en brazos corriendo hacia el agua.

"es mucho más ligera de lo que pensaba"

En cuanto se zambulló con la chica que entre sus brazos pataleaba inútilmente intentando desesperadamente huir del agua riendo a carcajadas sacó la cabeza viendo la expresión horrorizada de su hermana que miraba expectante a una cabellera oscura que emergía ahora del agua con su ropa chorreando.

-¡te voy a matar imbécil!- hundiendo su cabeza con algo de brusquedad volvió a sacarla segundos después tirando un chorro de agua por la boca, la risa de su hermana que se había acercado nadando hasta ellas le hizo empezar a reírse, incluso Blake terminó riendo. Con un tiro a traición de agua por parte de su hermana comenzó una guerra de agua que terminó con la victoria de una eufórica Ruby que seguía nadando en el agua.

Sentada fuera tomando el sol mientras se secaba su bikini Yang empezó a hacer un análisis de su situación, claro que echaba de menos a sus amigos porque pese a lo que dijera su padre habían sido los únicos que habían estado allí para ella y habían hecho que su penosa vida cobrara algo de sentido. Se arrepentía de haber malgastado años de su vida con la estúpida esperanza de que un día su madre apareciera por la puerta del internado buscándola con alguna excusa creíble que justificara su ausencia y desaparición. Era un bonito sueño.

Pero la realidad era muy diferente.

Tampoco había tenido otra opción, su padre se había buscado el solo el divorcio al engañar a su madre con Sumer y pese a todo nunca le perdonaría a su padre haber roto su familia por algo así. Por mucho que estuviera agradecida de tener a Ruby como hermana y Summer resultara ser la madre que nunca tuvo era una vieja herida que dudaba pudiera curar algún día.

-¿estás bien?-

"¿Qué si estoy bien?"

Yang dudaba que fuera consciente de lo que estaba haciendo pero la forma en que escurría su camiseta mientras las gotas resbalaban desde su cuello hasta alguna perderse entre sus pechos y borde del pantalón le hicieron tragar saliva. No se había dado cuenta por el tipo de ropa que solía llevar Blake pero tenía unas curvas que invitaban a ser recorridas por sus expertas manos sin hablar de cómo se le había pegado el pantalón al trase…

"ya basta Yang"

Aclarando su mente con una leve sacudida de cabeza intentó concentrarse en la mirada de Blake. Craso error, pues era evidente que se había dado cuenta del recorrido que su mirada hambrienta había hecho sobre su cuerpo. Sintiendo como Blake se acercaba lentamente hacia ella trago saliva. Jamás había sentido tanta tensión sexual como en ese momento y solo estaba a escasos centímetros de terminar con ella.

Un zumbido de mensaje proveniente de su teléfono fue suficiente para que se separara con nerviosismo y formulara una disculpa, Blake se quedó quieta en su sitio y pronto volvió a actuar como si nada hubiera ocurrido. Eso la desconcertó porque estaba segura de haber visto brillar el deseo en sus ojos dorados pero no le convenía tocar el tema.

Ruby lanzó un mango a su hermana que atrapó al vuelo.

-he avisado a los demás para que vengan, veras como te caen bien-

-¿tus amigos?-

-sip-

Parece que tenía por delante un día bastante intenso. Iba a preguntarle a Blake si los conocía cuando esta se alejaba ya ente la maleza sigilosa como una ¿pantera negra? No estaba segura de si había sido su imaginación pero juraría que en la espalda de Blake había tatuada una pantera negra, antes la tapaba el pelo pero al haberse retirado el pelo la pudo ver aunque no al detalle.

-¿no se lleva bien con ellos?-

Ruby sonriendo negó con la cabeza mientras tiraba un par de piedras al río haciendo que diera hasta cinco rebotes y se hundiera en la parte más profunda - Blake es Blake - la duda pareció atravesar el rostro de su hermana antes de volver a hablar - ¿antes estabais apunto de besaros?-

-no, te lo habrá parecido por la posición - no estaba bien mentir a su hermana pero seguramente habría sido una confusión entre las dos o en ella misma. Sea como sea no le daría más importancia, al menos no por el momento. Acababa de llegar escapando de todos los líos en los que andaba implicada y lo que menos le apetecía era comenzar con otra ronda aquí.

-eso espero porque no te conviene empezar algo con ella- desconcertada miró a su hermana quien evitaba sus ojos -no le des vueltas Yang, ahora vamos a conocer el resto- dirigiéndose a un pequeño claro que hacía de entrada al lugar saludo a un grupo de personas que cargaban con varias mochilas, no tardó en llamarla para que se acercara y así presentarlos.

No podía caer en la tentación de engañar a su novia con solamente siete días de separación entre ellas, se habría prometido luchar por su relación a distancia.

Sacudiendo las hojas de su pelo se reunió con su hermana y grupo de amigos.

Mensaje de texto entrante de mi Neopolitana: Te echo de menos, las noches son muy frías sin ti.


Pues aquí está el primer capítulo de una nueva historia.

Tengo la intención de hacerla más larga que la anterior pero no puedo especificar una cantidad de capítulos, nunca se sabe lo que la musa de la inspiración puede deparar pero si puedo decir que tendrá bastantes más que la anterior ya que pienso profundizar en la historia de cada personaje además de la trama en sí y alguna que otra cosilla jiji

Y seguramente termine pasándola a categoría M pero ya veremos.

Espero que os haya gustado.

Si os gusta, queréis más capítulos, comentar alguna cosa más o criticas siempre constructivas desde el respeto dejarlo en los comentarios que siempre son bien recibidos ^^

Intentaré no tardar con la actualización pero la universidad me tiene bastante ocupada.

Nos vemos.

Winter is coming.