Hola, Primero que todo este es mi primer fanfic de los Juegos del Hambre, asi que les suplico no sean tan duros conmigo.
Desclaimer: Ningún personaje me pertenece, todos son de la maravillosa Suzanne Collins
Advertencia: ¡SPOILERS! Spoilers de los TRES libros, si no has leído los libros, será mejor que no sigas leyendo si no quieres que te arruine cosas importantes de la trama.
Mi cura.
Volvía encontrarme adsorbida en mis pesadillas, las imágenes en la arena, Prim quemándose hasta la muerte, Cinna siendo golpeado mientras yo lo observaba, Finnick siendo atacado y acabado por los mutos, y la imagen de Rue al ser atravesada por la lanza, Todas esas imágenes me adsorbían, robándome el sueño, no importaba cuantas veces tratara de hacer que se desvanecieran no funcionaba, y el encontrarme sola en la casa solo lo hacia mas difícil de lo que era, Salí de mi habitación y camine por la parte de abajo de la casa pero seguía sin funcionar, me coloque una chaqueta y Salí de las casa, tendría que buscar una solución a todo esto y enseguida pensé en el, pero aunque quisiera las cosas entre nosotros aun eran un poco raras, aunque tratáramos de rememoras los buenos momentos los episodios de Peeta solo hacían que fuese mas difícil.
Camine a lo largo de las casas de los vencedores, hasta que me tope con la de Peeta, estuve tentada a tocar su puerta, quería que el me abrazara como lo hacia en el tren, quería escucharlo decir que ahora todo estaba bien y que las pesadillas no podían dañarme, pero mas que nada lo quería a el a mi lado, y no dejarlo ir, rodee la casa de Peeta y me dirigí a su jardín, no habían muchas plantas allí, pero era mejor que estar en el mio, aunque estaba agradecida por lo que el había hecho en mi jardín, siempre que estaba en él no podía dejar de pensar en Prim y eso seria peor, acorte la distancia restante para llegar a su jardín y me tope con algo que no esperaba, a Peeta sentado en su jardín con la mirada perdida, dude en acercarme pero aun así lo hice.
-¿Pesadillas?- dio un salto al escuchar mi voz pero luego se relajo.
-Si, ¿tu?- contesto con su voz ronca.
-es inevitable- me senté a su lado y examine su rostro con discreción, su expresión era triste, no encontré rastro de ese chico alegre que me visitaba en las mañanas- Peeta ¿estas bien?
-Si, son solo malos recuerdos.
Peeta no era muy unido a su familia, pero aun así sé que le afecto mucho haberlos perdido, más que todo a su padre. Recosté mi cabeza en su hombro y el la suya, nos quedamos así por un buen rato, extrañaba tanto esto, extrañaba a mi chico del pan.
-Perdón Katniss- dijo y separe mi cabeza de su hombro para verlo- sé que has tratado de que todo sea igual, y yo solo te he estado evitando.
-No tienes por qué disculparte –sus ojos encontraron los míos en ese momento – se lo difícil que es para ti, pero te recuerdo que aun me debes unas clases de cocina.
Eso último lo hizo reír, vi de nuevo esa sonrisa cálida que dejaría a cualquiera sin aliento.
-esta bien, solo tienes que prometer que no quemaras me cocina –y allí estaba de nuevo mi chico del pan haciendo bromas, y haciéndome sentir de nuevo en casa- aun me dueles las quemaduras de la vez que intentaste cocinar en mi casa.
-Oh vamos no exageres, claramente tu hornilla me odia.
-creo que no el efecto que causas en las personas a las hornillas no les importa – Me sorprendió que se acordara de eso, he incluso yo recordé lo tonta que fui cuando no entendí lo que el trataba de decir en ese entonces- Te dije eso una vez ¿Real o no Real?
-Real – Me regalo una sonrisa y me ofreció la mano después de levantarse.
Pero yo no quería irme quería estar con el, porque sabia que lo necesitaba como me cura el era la única persona capaz de hacer que mis pesadillas desparecieran, las noches que podía conciliar el sueño eran solo las que pasaba con el, me miro y como si hubiese leído mis pensamientos negó con la cabeza.
-No katniss, no puedo, que tal si me vuelven los episodios yo….
-Peeta, no pasara yo confió en ti –le dije para tranquilizarlo aunque parecía no funcionar- todo estará bien.
-No robes mis frases Katniss – me envolvió en esa sonrisa y ofreció su mano de vuelta para guiarme a su casa.
Me sentí feliz de estar de nuevo a su lado, lo había echado tanto de menos, nos tumbamos en su cama y yo recosté la cabeza es su pecho, acaricio mi cabello y me susurro:
-Descansa preciosa, mañana comienzan las clases de cocina- sonreí para mis adentros y me dedique a conciliar el sueños no antes de hacerme la promesa de recuperar a mi chico del pan y también recuperar su amor no dejaría que mi cura y la persona que ahora mas me importaba se alejara de mi, no estaba dispuesta a perderlo otra vez.
Lo se esta muy corto, pero prometo que el proximo sera largo.
¿Les gusto? me encantaría que me dijeran sus criticas siempre y cuando sean constructivas y sugerencias en un review
Y otra cosita Todo lo referido con el Summary comenzara a tener sentido a partir del próximo capitulo.
Muchísimas gracias por tomarse el tiempo de leer y bueno hasta el próximo capitulo.
