En el mundo, en el mundo en el que tú y yo habitamos existen muchas cosas que van más allá de la inteligencia humana, del alcance de nuestra imaginación, y que tal vez nunca conoceremos, un mundo lleno de magia, fantasía, e ilusión, también de maldad, misterios, y peligro. Tanto tu como yo conocemos la historia de nuestros amigos pálidos chupa sangre que guardan su secreto entre sombras y que con un poder inigualable llevan su vida a la eternidad, conocemos a las tribus indígenas que con magia ancestral pueden pasar de humanos a lobos feroces, pero ¿habrá algo más allí afuera?, claro que sí, ¿cómo lo sé? Por qué yo soy una de esas criatura.
Todo comenzó muchos años atrás en el siglo XVI cuando los españoles empezaban a dominar América, en Inglaterra Isabel I perseguía a cristianos, y carlisle y Mabel cullen se dirigían con toda una muchedumbre a cazar vampiros.
Todo el pueblo esperaba a que la vestía saliera de su guarida para encenderla en llamas, y así fue, un viejo y débil vampiro salió de una desecha cabaña en el bosque y con una fuerza sobrenatural hirió y mato a varios de los pueblerinos que lo atacaban, entre ellos los rubios hermanos carlisle y Mabel cullen quienes agonizaban tendidos en el suelo, Mabel pudo ver como su hermano mayor se adentraba en el bosque y sin que él se diera cuenta lo siguió, pero podía sentir el veneno recorrer su cuerpo y destruir sus tejidos, perdió completamente la conciencia, y se retorcía en el suelo, gritaba y no podía respirar, pasaban los minutos y el dolor no se iba, al poco tiempo pudo oír personas que se dirigían hacia ella, sabía que la quemarían, tan pronto como la vieron la muchedumbre encabezada por su padre corrió tras ella con picas y antorchas, Mabel como pudo escapo de allí.
Sangre era lo único que pasaba por su cabeza, habían pasado tres días desde que se convirtiera y estaba completamente perdida, no sabía qué hacer ni cómo hacerlo, sola en el bosque decidió volver a su pueblo y buscar a su hermano, con una capa negra y en las noches Mabel recorría todos los callejones tratando de encontrar a carlisle, quien simplemente no aparecía, Mabel veía o más bien olía pasar a las personas a su lado y la tentación la embargaba pero sólo podía pensar que tal vez esa persona podría ser su vecino, así que aguanto.
Ya habían pasado dos semanas y Mabel se dio por vencida, y asumió que su hermano había muerto, y por fin como un golpe de gracia asimilo lo que había pasado, entendió que su vida o más bien su muerte había dado un giro de 180 grados y que tal vez nunca volvería a ser la que era antes.
Los siguientes años vago por las calles de Londres haciendo música y una estricta dieta de vagabundos y ladrones, con apenas 21 años y 30 de muerta decidió mudarse a Francia donde ingreso a la academia de artes y descubrió su don, la música, con unas cuantas notas en el piano podía hacer que cualquiera cayera rendido a sus pies, sus maestros la llamaron prodigio ella comprendió muy bien que era otra cosa, pasó varios años en París donde ya empezaba a hacerse conocida, por lo que decidió simplemente desaparecer y se mudó a Italia, en Roma conoció a un aquelarre de vampiros también músicos que vagaban por el mundo viendo que encontraban en su camino, decidió unírseles mientras recorrían toda Italia, cuando llegaron a volterra le hablaron de los vulturi y cómo eran la realeza de los vampiros, una noche alimentándose a las afueras de un bar, un descuido causo que un grupo de gente viera a los artistas alimentarse, los vampiros salieron de ahí lo más rápido posible, pero era demasiado tarde los había visto mucha gente y la escena era demasiado impactante como para olvidarla jamás, sabían que tenían que huir de allí, pues los vulturi vendrían por ellos y no tendrían clemencia.
Mientras salían de la amurallada volterra sintieron un par de vampiros persiguiéndolos una rubia joven y su hermano venían tras ellos, no eran más rápidos pero con sus poderes los hicieron tender en el piso por el dolor, los llevaron hasta el castillo dentro de la torre del reloj, entre pasillos oscuros y túneles húmedos, llegaron al salón principal donde encontraron cinco grandes tronos.
Mabel iba con la cabeza gacha no quería ver el rostro de sus posibles asesinos, pero la alzo cuando escucho una voz que jamás olvidaría mencionar su nombre
-carlisle. Fue lo único que salió de su boca.
