Era viernes por la tarde, algo así como las seis, y ya todos los alumnos estaban hartos de recibir clases, y más si se trataba de la materia menos preferida por los alumnos, Inglés.
Sí, es verdad, a algunos les interesaba, otros les importaba un rábano el inglés. Pero es así, nunca ha existido una escuela en la que los alumnos si aprecien el estudio.
Por fin, el timbre sonó indicando que las clases habían llegado a su fin, y como bestias se amontonaron todos en la salida, para ir a sus casas y empezar el fin de semana.
En cambio, dos chicas tenían que ir de camino a sus clubes correspondientes por prácticas generales
- Ne, Luka chan,… ¿Te pareció agotadora la clase de Inglés?...- habló primero una joven de cabellos agua marinos y ojos de la misma tonalidad
- …- La acompañante de la niña de coletas negó con la cabeza, la joven tenía ojos oceánicos y cabello rosa, que aunque mucha gente le dijo que debería cambiárselo ella se rehusó, por el simple hecho de que le importaba un pepino la opinión de los demás y que además a su mejor amiga le gustaba
- Ya veo, aunque es inútil que te lo pregunte,… puesto a que eres grandiosa en el inglés y toda la cosa, en cambio yo soy un desastre…- se sinceró la muchacha con una sonrisa, a lo que ``Luka´´ le dijo
- …Miku…- la nombrada se paró en seco al escuchar la voz de su amiga, la peli rosa solo le echó una mirada y la peliacua sonrió para ella.
Sí, aunque mucha gente piense que es extraño o ya de plano aterrador, estas chicas con solo mirarse podían decirse mil palabras, por lo que por la sonrisa de Miku se podría deducir que Luka le dijo un ``no es así, deja de inventar cosas que no son´´.
Las chicas caminaron cuatro cuadras hasta llegar una calle donde quedaba cerca un club de natación y del otro lado una academia de danza
- Okey, nos vemos luego Luka chan…- dijo Miku dando un paso a la derecha, donde se hallaba la academia de danza
- …Espera…- dijo Luka con su monótona voz, la peliacua se dio la vuelta encarándola
- ¿Qué pasa?- le dijo con una de sus muchas tiernas sonrisas, que solo le daba a la peli rosa, aunque le cueste admitirlo
- … Déjame llevarte hasta allí…- Miku abrió los ojos con más intensidad, sus bosques agua marinas se encontraron con el océano calmo de Luka y le asintió la petición con una sonrisa.
Realmente sonaba estúpido el simple hecho de acompañar a su amiga a un lugar que queda prácticamente a unos pasos y ni siquiera debían cruzar la calle.
Pero bueno, le fascinaban esos detalles de su amiga peli rosa, que a pesar de ser muy callada a veces hasta era muy tierna.
Finalmente llegaron a la academia de danza, Luka se despidió de Miku con un ademán y la peliacua le dijo
- Después de la práctica iremos hasta el club de natación, así que espérennos allí ¿De acuerdo?- Luka solo asintió ante lo mencionado por su amiga y se retiró del lugar de camino al club.
La chica de pelo agua marino al entrar a la academia fue recibida por la mirada pícara de su amiga peli verde
- ¿Qué?- sonrió nerviosamente, al recibir la mirada de la chica -¿Qué ocurre contigo, Gumi chan?-
- Nada,… solo que algunas veces pienso que Luka es como una especie de novio, o algo por el estilo…- la peli verde se ajustó sus gafas rojas ante ese pensamiento, realmente no le extrañaría el simple hecho de ver a su amiga con la peli rosa juntas algún día –Además se puede apreciar el típico cliché de ``amigas de la infancia´´- la peli verde puso un dedo en el mentón con su clásica pose de pensamiento, muy ``kawaii´´ según Lily lo diría,… claro, si esa hiperactiva rubia estuviera aquí
- ¿¡Q-Qué dices Gumi chan!? ¡Luka chan y yo solo somos amigas!- se excusó la peliacua, a lo que Gumi atinó a encogerse de hombros
- Ni modo entonces, ah,…- la peli verde volteó a ver a sus demás compañeras, notando que la profesora Meiko había llegado -… Vamos a practicar y luego hablamos- Miku asintió y fueron a practicar su baile…
Del otro lado de la calle, en un espectacular club de natación, las prácticas para cada grupo se llevaban a cabo con fervor, todas eran buenas, no había nadadora que no fuese buena…
Pero había unas tres que sí destacaban definitivamente y esas era…
- ¡Vamos chicas, un poco más!- gritaba una niña de cabellos dorados con tiernos adornos con forma de orejas de gato, ojos celestes como el firmamento. La chica, que rondaba una edad entre 15 o 16 años vestía su traje de baño y encima la chaqueta homónima del club, una chaqueta celeste entera, aunque las mangas largas eran de un entero color rojo vivo con dos rayas blancas, una capucha roja y en la zona del pecho izquierdo un delfín donde reza ``Wild Dolphins´´
De repente, del agua emergió un cuerpo exhausto de una peli rosa, quien cantó victoria luego de ser la primera de sus amigas en llegar al extremo de la piscina
- ¡Agh, no es justo!- gritó una rubia emergiendo del agua también, al mismo tiempo que otra rubia lo hacía desde el otro carril derecho
- Claro que es justo,…- dijo Luka con su monótona voz -… no es mi culpa que seas mal perdedora, Rin…- la peli rosa se dirigió con el ceño fruncido hacia la rubia a su derecha, quien solo atinó a mirarla con rabia en sus cristalinos ojos azules
- ¿¡Sabes qué!? ¡Hagamos otra carrera!- rugió la rubia de pelos cortos, realmente hasta que no derrote a Luka aunque sea una sola vez no se detendría
- … como quieras…- respondió sin mucho ánimo
- Luki kun, Rin kun, no peleen- lloriqueó una rubia de pelos largos que tenía una expresión infantil
- ¿¡Cuántas veces tenemos que decirte que no nos digas así, Lily!?- Rin le gritó a la rubia con algo de cólera, ciertamente no era secreto que la tal Lily le llamara a las chicas con la formalidad ``kun´´ y a los chicos ``chan´´
- Está bien, está bien, cielos… pareces mi esposa…- respondió Lily haciendo una expresión chistosa en su rostro como una persona nerviosa que intenta calmar a un loco
- Ni siquiera eres mi tipo, ¿Sabes?- refutó la rubia de cabellos cortos con expresión de enojo en su rostro
- N-No se preocupe Rin senpai, logró superar su record por tres segundos ¡Impresionante!- señaló SeeU, la pequeña niña con expresión kawaii en su rostro, sacando un sonrojo en Rin
- D-Da igual, haremos otra vez la misma carrera, solo las dos- Lily suspiró resignada, sabía que eso pasaría, siempre pasaba
- E-Está bien, entonces posiciónense- dijo SeeU nerviosa por la respuesta de su senpai.
La pequeña rubia de cabellos dorados las hizo competir hasta el cansancio, por órdenes de su senpai, quien en todas las carreras no había ganado absolutamente nada…
Lo que quería decir que su rivalidad no acabaría jamás…
Mientras tanto, en una academia de danza…
Las jovencitas practicaban arduamente para perfeccionar su coreografía que consistía en saltar y hacer piruetas en el aire y ponerse de puntitas, sonaba sencillo pero era una tortura para los pies, definitivamente
- ¿Oíste alguna vez que la peor pesadilla de una bailarina es que una bubi sea mayor que la otra? ¿Tú tienes ese defecto?- dijo Gumi hacia Miku al momento de que la maestra Meiko les dictó finalizada la clase
- No sabría decirte, apenas y crecen- respondió desanimada, ciertamente no era de busto dotado, es más, era como mucha gente diría, era una adolescente con complejo de Loli
- ¿Crees que a Luka chan le gusten las de pecho dotado o las bubis pequeñas?- cuestionó la peli verde, a lo que la peliacua respondió tosiendo torpemente al ahogarse con su saliva por ese comentario
- ¿¡P-por qué dices eso!?-
- No sé, nunca la vi salir con un chico o una chica, así que no sé qué rayos prefiere esa chica, así que pensé que tú lo sabrías- Miku se encogió de hombros
- Etto,… supongo que las de pecho dotado, ah,… realmente no sabría decirte, porque sería estúpido que Luka chan saliera con una chica con complejo de Loli, dudo mucho que Luka chan sea una pervertida Lollicon- respondió Miku, sinceramente también tenía curiosidad acerca de la Megurine.
Las dos menores llegaron al club de natación, siendo recibidas por el exagerado saludo de su amiga Lily Masuda
-¡Hola Miku kun, Gumi kun!- la rubia sacudió su mano histéricamente atrayendo la atención de sus compañeras de natación
-Ah, ¿Nunca mantendrás la compostura, Lily?- la peli verde se ajustó sus gafas rojas
- No, en fin,… ya deberíamos volver a casa, muero de hambre- dijo Lily tomando con ambas manos su estómago - ¡Y cuando tengo hambre es mejor que no te cerques, Gumi kun!- sonrió de forma pervertida, sonrojando a su mejor amiga
- Cállate idiota, y acomoda tus cosas que se nos hará tarde para el siguiente tren a casa-
- Ay, que intensa…- murmuró Lily y se fue a cambiar de ropa
- Luka chan, ya es hora de irnos- dijo Miku dirigiéndose a su mejor amiga, quien solo asintió
- Rin senpai, aquí tiene- dijo una sonrojada rubia de orejas felinas, mientras le entregaba una toalla a su querida senpai
- A-Arigato…- susurró la rubia totalmente sonrojada ante la tierna imagen de su kouhai, Miku notó eso y al instante notó que había algo en ellas que notó extraño, sinceramente esas chicas tenían una especie de ``crush´´ entre ellas y eran demasiado vergonzosas para notarlo. Entonces se planteó la idea de juntarlas como parejas, ya que ambas hacían una pareja muy tierna
- Etto,… dame un momento Luka chan ¿Sí?- la peli rosa volvió a asentir y vio como su amiga peliacua desaparecía de su vista.
La peliacua fue a buscar a Rin y preguntarle directamente si gustaba de SeeU, pues consideraba que era la mejor manera de saberlo o sino metería la pata y arruinaría todo.
Al llegar a la puerta de los vestidores, escuchó un gritito muy femenino proveniente de la puerta del lugar y luego presenció la escena de una Rin muy sonrojada con expresión de póker face y una gran hemorragia nasal seguido de un ``¡Rin senpai, no entre mientras me cambio!´´
Definitivamente eso fue suficiente para saber que en verdad Rin gustaba de SeeU y que era una vergonzosa de lo peor. La peliacua tomó desprevenida a Rin, quien se cubrió la cara
- Rin, necesitamos hablar- dijo directamente, ciertamente no tenía que poner rodeos
- Este,… ahora no, es que estoy ocupada,… ya sabes,… sangrando- esto último murmuró de un susurro, procurando que la Hatsune no la escuchara
- Entonces sígueme- tomó la muñeca de la rubia y se la llevó lejos de la vista de las demás nadadoras presentes…
- ¡Ah, vamos, no mientas!- se quejó Miku haciendo un puchero, llevada segundos insistiendo en el tema y Rin no le daba ese rotundo ``sí´´ que quería escuchar
- Te dije que no, además ¿Para qué quieres saber? Sinceramente dudo que puedas hacer algo por nosotras-
- Entonces, ¿Es un sí?- a la Hatsune le brillaron los ojos al oír eso, Rin se sonrojó, sintiéndose atrapada por ella misma
- Pero no se lo digas a nadie, en especial a Luka… suficiente con la burla de hoy-
- ¿Luka chan se burló de ti?- eso sorprendió a Miku, sinceramente su amiga peli rosa era más buena que el pan y le costaba creer que ahora haga bullying
- Bueno, no exactamente,… pero se por su mirada que ella se estaba riendo- refutó Rin, entrelazando sus brazos algo molesta, ciertamente no quería hablar del amor con la peliacua
- Entonces ¿No me dejarías ayudarte a prepararte para confesártele a SeeU chan?- al sentirse acorralada, la rubia solo atinó a asentirle a la menor
- Está bien, pero con una condición- refutó Rin, atrayendo toda la atención de la chica menor -… no se lo dirás a Lily, por favor-
- No te preocupes, este será solo nuestro secreto…- dijo Miku y miró su reloj de pulsera -¡Oh Dios, Luka chan me está esperando desde hace diez minutos, debo irme!-
- Uf, conociéndola ya debió irse- dijo Rin, algo que no le agrado mucho a Miku
- No digas eso de ella, Luka chan no es mala solo es callada, pero si la entendieran sabrían que es buena chica- dijo Miku con mucha determinación, estaba orgullosa de tener a un bombón como Megurine de amiga, no solo por lo… sexy que es, sino también por lo amable e inteligente que es, aunque mucha gente le diga lo contrario su amiga peli rosa era muy buena, cuando Miku enfermaba era la primera persona en encargarse que Miku se recupere, ya que con el trabajo de sus padres y su hermano en la universidad le era casi imposible. Pero allí aparecía Luka chan para salvarla, y sinceramente amaba estar mucho tiempo cerca de la Megurine.
También en los días lluviosos, Miku iba a la casa de Luka y se quedaba a dormir en su cama, puesto a que la peliacua le tiene pavor a los truenos.
Definitivamente sin su peli rosa, ya estaría completamente muerta.
- ¿Sabes? Ahora pienso que eres tú la enamorada- Rin entrecerró los ojos sospechando de Miku, quien se sonrojó
- ¡P-pero estamos hablando de ti, así que solucionaremos lo tuyo primero!- se excusó la peliacua totalmente nerviosa ante el pensamiento de la rubia. Aunque ciertamente no era verdad lo que dijo, si estaba perdidamente enamorada.
- En fin, ¿No se supone que deberías ir a buscar a Luka?- dijo Rin, recordándole a la Hatsune que ni siquiera estaba buscando a la peli rosa
- ¡Oh, es verdad! ¡Adiós Rin!- se despidió la peliacua y se dirigió a la salida del club.
Miku se dirigió a la puerta de salida del complejo notando que efectivamente Luka se había ido
- Mou,… supongo que Rin tuvo razón en ese aspecto…- susurró la peliacua para sí misma, procurando que nadie la oyera
- ¿Qué dijo Rin que tuvo razón?- dijo una monótona voz a sus espaldas, ciertamente no había logrado cumplir con el ``nadie la oyera´´
- ¡L-Luka chan, a-aquí estás!- respondió Miku rascándose el cuello con nerviosismo, le hizo cosquillas en el cuello cuando Luka se le apareció por detrás
- … No respondiste a mi pregunta…- Luka alzó una ceja manteniendo su expresión aburrida en su rostro
- ¡N-nada, solo hablábamos estupideces con Rin, es todo!- la peli rosa no le creyó en lo más mínimo, pero ¿Para qué discutir? –En fin,… ¿Vamos?-
- Sí- dijo Luka y siguió a la menor de coletas, quien estaba actuando un poco extraño, estaba más inquieta.
Pero para Luka, la pequeña peliacua era la niña perfecta, era inteligente, bonita, gran amiga. Además, aunque algunas veces la menor se queje de su cuerpo denominándose ella misma ``Loli´´ para la Megurine el cuerpo de su amiga era perfecto.
Sencillamente era una chica muy linda, piel pálida como la nieve, labios rosados y carnosos, unas mejillas pobladas de algunas pecas que la hacían ver más sexy, cuerpo frágil, mirada suave y amorosa, cabello y ojos aguamarina y voz infantil y dulce.
Sencillamente una niña muy hermosa
- Chan… Luka chan… ¡Luka!- dijo la Hatsune al ver que su amiga no le respondía
- …A-ah ¿Qué, qué pasa?- dijo la Megurine al parpadear muchas veces totalmente confundida
- Estabas en la luna, je… y luego me dicen despistada- Luka se sonrojó levemente ante eso, la mayor no podía creer lo que estaba escuchando – En fin, te estaba diciendo que el sábado que viene hay un recital en el teatro, y q-quería saber si… querías venir a verme,… ¡Vernos, quiero decir! Verme a mí y a Gumi bailar…- la Hatsune se rascó la nuca con nerviosismo, casi estaba por soltar algo realmente importante. Luka pareció no meditarlo e inmediatamente respondió
- Suena bien, dime la hora y el teatro y estaré allí- dijo la Megurine, a la menor le brillaron los ojos al escuchar la noticia, sus bosques agua marinos se iluminaron hermosamente, algo que a los ojos de la Megurine le pareció extremadamente tierno.
- ¡Genial, entonces te lo diré el lunes cuando nos digan el lugar y hora! ¿Sí?- la peli rosa asintió con una sonrisa diminuta, que duró menos que mitad de segundo, pero Miku logró captarla rápidamente.
Las chicas caminaron hasta sus casas, que quedaba en un barrio jovial colina arriba; era una especie de colina con grandes escaleras y para ambos costados estaba poblado de casas y callejones que era el hogar predilecto de los gatos callejeros de la zona. La zona no era humilde, estaba bien decorada por los familiares de todas las casas pertenecientes a una economía de clase media; y entre todos los vecinos se conocían y sabían que podían contar entre ellos.
La peliacua vivía un poco más debajo de la colina que Luka, quien vivía, prácticamente, en la cima, solo estaban a diez metros, pero para la menor esos eran kilómetros
- Bueno, hasta mañana Luki kun- se despidió Miku de su amiga, poniéndole el apodo que Lily le había adoptado para la peli rosa
- Ah,… ¿Tú también harás esa broma?- dijo Luka con su estoica voz algo cansada, a lo que Miku le sacó la lengua
- Era bromita, hasta mañana Luka chan- dicho esto, la menor ingresó a su casa.
- Ah, siempre tan infantil…- susurró para sí misma y subió escaleras arriba, encaminándose a su casa.
La Megurine odiaba esta parte del día, despedirse de la pequeña de coletas no era tan sencillo, habían pasado todos sus diecisiete años de su vida junto a la Hatsune y ya hasta tenía grabado en su olfato el aroma de la menor, un delicioso aroma a vainilla. Y los abrazos inesperados de la pequeña son tan especiales que ya hasta a veces solo tiene ganas de llevarla a un callejón a oscuras y hacerle cosas para nada sanas…
Pero bueno; tenía autocontrol y en verdad no quería lastimar a la pequeña con actos tan depravados como esos.
En fin, la Megurine llegó hasta su casa, una hermosa casa con estructuras similares a los templos japoneses, era bastante bonita y acomodada, aunque faltaba algo…
La presencia de sus padres.
Sí, su casa y su economía estaban bien acomodadas, pero sus padres nunca estuvieron en casa, sus agendas estaban bastante apretadas como para fijarse en su hija única.
Su única compañía en su niñez fueron sus abuelos, quienes la educaron bajo los valores y la elegancia, y allí fue cuando conoció a Miku…
Era un día lluvioso en Tokio, en la escuela primaria Crypton todos los niños fueron retirados por sus padres, ansiosos de llegar a casa y refugiarse en el calor de su hogar.
Pero habían algunos niños que pese a su edad, iban solos hasta sus casas, si bien estaban seguros puesto a que en cada calle había un policía, los uniformados no podían protegerles de la lluvia, como a una pequeña niña de 7 años, peliacua y de piel pálida y lindas pecas.
La menor se hallaba nerviosa, no había traído paraguas y estaba caminando sola por las calles de camino a su casa, esa lluvia la había tomado por sorpresa.
La menor tenía lágrimas en los ojos, ciertamente iba a llorar, puesto a que su cabello estaba mojado y tenía frío. Hasta que sintió que la llovizna que le bañaba el cabello cesó, levantó la vista y notó que había una sombrilla azul arriba suyo
- ¿Qué?- se dijo para sí misma, hasta que escuchó a una persona carraspear
- ¿Perdida?- dijo una niña de 8 años, cabello rosa y lacio, ojos oceánicos aunque inexpresivos
- N-no, s-solo me olvidé traer un paraguas o… una chaqueta para la lluvia- respondió la peliacua, sonriendo ampliamente, aunque notoriamente avergonzada por su torpeza
- Ten- dijo la peli rosa y le entregó una chaqueta proveniente, posiblemente de un club de natación –Te cubrirá-
- G-gracias, pero… ¿T-tú que usarás?- respondió la menor recibiendo la chaqueta
- No tengo frío, me gusta sentir el agua, pero aún así traje el paraguas y la chaqueta por si acaso- contestó la mayor
- Vaya, e-eso sí es inteligente… yo en cambio no me fijé ni siquiera en el clima- la niña de coletas sonrió para la peli rosa, quien se sonrojó con ese acto tan tierno
- No te preocupes, de los errores se aprenden ¿No?- la peliacua le sonrió a la peli rosa y asintió –Por cierto, parece que vas a la escuela donde iré mañana- la peli rosa señaló es eslogan de la Primaria Crypton
- ¿¡En serio!? ¡Qué bien! Y… ¿Dónde vives?- le preguntó la pequeña a la peli rosa
- Vivo en esa colina con todas esas casas- a la peliacua le iluminaron los ojos al oír eso
- ¡Yo igual!- la pequeña estaba muy emocionada, creyendo haber encontrado una nueva amiga
- Ya veo, entonces vámonos, por suerte no me desviaré del camino- murmuró la peli rosa.
La peliacua le siguió el paso, ya había perdido el frío gracias a l chaqueta que guardaba un agradable calor dentro y un aroma a sandía y menta invadían sus fosas nasales
- `` ¿Así olerá esta niña?´´- pensó la peliacua, sonrojándose en el acto por pensar en eso -`` ¿¡Qué digo!? ¡Eso está mal!´´ - la menor se sonrojó, algo que su acompañante notó
- ¿Qué te sucede?- la de pelo rosa miró con su rostro serio a la menor a su lado
- N-nada, solo que me sorprende el hecho de que seamos vecinas y que ahora seamos compañeras de clase-
- Hum, sí es sorprendente…- fue lo último que comentó la peli rosa antes de que la peliacua advirtiera que había llegado hasta su casa
- Bien, ya llegué…- la pequeña se estaba quitando la chaqueta pero la peli rosa se lo impidió
- Devuélvemela mañana, iremos a la misma escuela ¿No? Así que podrás devolvérmela allí- la peliacua asintió y la peli rosa dijo –Por cierto,… ¿Cómo es tu nombre?-
- Miku, Hatsune Miku- la menor extendió su mano hacia la peli rosa quien la recibió y dijo su nombre
- Megurine Luka- sus manos se encontraron calientes y una corriente eléctrica invadió el inocente cuerpo de Miku
- Etto,… nos vemos mañana Luka chan- Miku abrazó efusivamente a Luka, quien le devolvió el abrazo con un solo brazo, mientras que con el otro mantenía el paraguas – adiós- Miku se despidió con un inocente beso en la mejilla e ingresó a su hogar conservando la chaqueta de la joven Megurine, quien quedó intacta
- Adiós…- susurró y se dirigió escaleras arriba hasta su casa…
La pequeña Hatsune fue recibida por sus padres quienes le preguntaron sorprendidos que cómo había venido hasta aquí completamente seca, y le explicaron que estaban saliendo a buscarla.
La menor les explicó que se encontró a una vecina que la trajo hasta su hogar y que le prestó su chaqueta; Miku lucía extremadamente feliz al contarles a sus padres acerca de Luka, la peli rosa le había caído bien y esperaba ser su amiga.
La menor secó la chaqueta y se sorprendió al notar que el mismo agradable perfume a sandía y menta permanecía allí. Por lo que se durmió con ella hasta que al día siguiente tuvo que devolvérsela a su legítima dueña.
La misma peli rosa que había estado presente en sus sueños.
Luka y ella se volvieron grandes amigas, aunque la primera era bastante callada, con el tiempo aprendió a leerla a través de sus ojos, que a su vista exclusivamente decía más que mil palabras…
Luka Megurine, a pesar de tener siempre el mismo semblante serio y carente de sentimientos en su rostro, de verdad sentía cosas, pero odiaba expresarlo por temor a sentirse vulnerable.
Pero para ser sinceros, frente a Miku se sentía desnuda, no había nada que logre ocultar, la menor sabía a la perfección lo que sentía y lo que decía, y solo con ver a través de sus ojos.
Podría decirse que sus ojos eran una puerta hacia su alma.
Y la única admitida allí, era la menor Hatsune.
Mientras tanto, en la residencia de los Hatsune, la menor de los Hatsune ingresó a su hogar y pasó directamente hasta su habitación, que quedaba en el segundo piso de su hogar.
La peliacua llamó a una de sus tantas amigas, Rin.
La rubia tardó en responder, hasta que por fin contestó
- ¿Hola, Miku?- dijo Rin con voz notoriamente agotada
- Rin chan, hola de nuevo… escucha, se me ocurrió una forma para que puedas confesártele a SeeU y…-
- ¿¡En serio vas con eso!?- se escuchó la voz malhumorada de la rubia, la Hatsune solo atinó a reír suavemente
- Te dije que lo haría- respondió la menor de las dos –En fin, escucha, se me ocurrió que podríamos ir al centro comercial y comprar unas cosas que puedan gustarle… ya sabes, para hacerla sentir especial-
- Ya veo… interesante, déjame anotar tus ideas en mi máquina de escribir invisible…- comentó Rin con un chiste cien por ciento sarcástico
- ¡Hablo en serio Rin chan! ¿¡La quieres o no!?- dijo la Hatsune con un puchero muy adorable
- Sí…- suspiró Rin cansada de la insistencia, pero a decir verdad, no desaprovecharía el apoyo de su amiga de la infancia
- Entonces, mañana iremos al centro comercial a las tres ¿De acuerdo?- respondió Miku feliz de que Rin halla confesado todo
- Espera,… ¿Solas tú y yo?-
- Sí obvio, me pediste que guarde esto en secreto ¿No? Así que una salida secreta será- Rin aceptó y quedaron así para mañana.
La mayor cortó la llamada y Miku siguió observando la pantalla de su celular algo perdida en sus pensamientos…
Y en un acto de valentía y curiosidad, dirigió sus manos hasta sus pequeños pechos. Eran pequeños pero estaban bien formados al fin y al cabo…
Y recordó lo que le había preguntado Gumi aquella tarde
- ¿A Luka chan le gustaran los pechos pequeños o busto dotado?- siguió tocando, pero realmente no se sentía segura, cualquier persona indistintamente de su sexo, no le gustaría estar con una Loli como ella.
La menor algo desanimada por su tardío metabolismo se quitó las manos de sus senos.
Realmente no entendía cómo es que había podido sobrevivir frente a unas amigas que eran el cien por ciento mejor desarrolladas que ella.
Luka definitivamente encabezaba la cima, indistintamente de que la peli rosa fuese su mejor amiga, Miku sabía que la mayor tenía un cuerpo muy desarrollado. Muslos bien formados y redondos, pechos… formados y redondos, caderas delgadas, piernas largas y suaves como la porcelana… ah, sin duda esa mujer era el platillo más deseable que se pudiese servir…
Luego le seguía Lily, sí así es, a pesar de ser una rubia hiperactiva y bastante impulsiva tenía buen físico, estaba su cuerpo completamente desarrollado, pechos firmes y bien formados, muslos y caderas perfectas, sin duda la rubia tenía buenas cosas que ofrecer además de su sentido del humor
Después en el tercer puesto se hallaba Rin,… Momento, ¿¡Rin!? ¿¡La pequeña Loli que alguna vez había sido desde su nacimiento hasta los catorce años, ahora tenía pechos más desarrollados!? ¿¡Qué, quéééé!? Sí, sonaba increíble, pero la natación la convirtió en una señorita con un poco más de pechos y una figura esbelta, como la de un ángel. Por lo que, no era sorpresa que un día de estos estuviese emparejada con alguien.
Y bueno,… el escalón siguiente es el las Lolis. Quienes por tener pocos atributos y mirada aniñada, se quedaron con estos puestos…
Miku, ah… obviamente la Loli más famosa del mundo quedó en el primer lugar… obviamente, pechos pequeños, coletas y cara infantil y el de una niña, estatura media baja y voz chillona y aniñada ¿Quién no querría una Loli así? Lamentablemente, esta Loli no quería cualquier persona,… quería a su peli rosa, pero en fin…
Luego le seguía SeeU, la jovencita tenía mirada inocente, estatura baja, que no llegaba ni a superar a Rin, cuerpo frágil con pechos pequeños, voz chillona e infantil, y las orejitas de gato que no hacían más que aniñar su imagen…
Y por último, pero no por eso menos importante, Gumi.
Era una Loli inteligente y para nada inocente, en referencia a que sabía acerca de la vida a la perfección. Pero tenía todas las características de Loli, pechos pequeños, cuerpo de estatura baja, tanto así que estaba a la sombra de Lily, su más fiel compañera… pero en fin, sus poses ``kawaii´´ le hicieron ganar un lugar especial en el top 7 de las Lolis más bonitas del mundo,… pero un top diferente al de Dross… no os confundáis…
En fin, eso era lo que Miku pensaba, hasta que salió de sus pensamientos
- `` ¿A quién engaño? Seguramente Luka chan ni siquiera es… eso… debe tener una fila interminable de pretendientes y estoy segura que Gakupo o el odioso de Kaito, o hasta Len estén en la lista de futuros novios…´´-
Aunque ahora que lo pensaba, Luka odiaba a Gakupo,… simplemente era muy ruidoso y todos saben que a Luka le disgustaba el griterío en exceso y otras cosas muy molestas para sus sensibles oídos.
Kaito, eh… según las demás chicas de su clase era el chico más sexy de la clase, pero… para Luka solo era un dolor de cabeza, arrogante, ególatra, Casanova… por Dios, la peli rosa odiaba eso… al parecer era la única persona en no caer en las garras del estúpido chico que, en realidad, a Miku no le parecía guapo. Solo tenía músculos y de cerebro nada.
Len, bueno… no tenía nada en contra de él, además de ser uno de los miembros de natación del club de Luka. Realmente Luka no demostraba interés en él, o tal vez si…. Miku no lo sabía, solo sabía que no le gustaría ver a Luka y Len juntos, se veían lindos como amigos, pero como pareja… para nada…
Miku dejó el tema de lado y miró su reloj de pulsera, eran las diez menos cuarto, y ni siquiera de había bañado para dormir.
Sí, no tenían escuela, pero Miku amaba su rutina y no se permitía arruinarla…
Por eso era la niña perfecta, y todos lo admitían.
Se recostó después de su ducha rápida, pensando que mañana sería un gran día para ayudar a Rin a confesársele a SeeU…
Al día siguiente, la puerta de una gran casa sonó. La dueña de la misma se levantó de su cama con pesadez y se dirigió a la puerta. Al abrirla se llevó la más grande de las sorpresas…
- Ah, SeeU… ¿Qué haces aquí?- dijo Luka con su monótona voz, se notaba somnolienta, por lo menos algo de sentimientos tenía
- A-ah, Megurine Senpai… gracias por atender, escuche… ¿Sabe dónde se encuentra Rin Senpai? Etto… sé que puede parecerle estúpido que venga a preguntarle esto, pero no la encontré esta mañana así que supuse que estaría con ustedes- dijo la menor, algo nerviosa por la penetrante mirada de la Megurine
- ¿Rin no está?- la menor asintió –Ya veo, ¿Por qué no le preguntaste a Miku primero?-
- ¡Lo hice!- la menor hizo un puchero adorable -… Pero su madre dijo que había salido…-
- ¿Salido?...- la mayor no daba cavidad a lo que oía, así que decidió investigar -…Sígueme- la menor siguió a Luka escaleras abajo, aún con el pijama puesto, aunque a la peli rosa poco le importó.
Finalmente llegaron a casa de Miku, donde la madre de la Hatsune les dijo que su hija había salido con Rin al centro comercial.
Luka le dijo a SeeU que la esperara, se cambiaría e irían al centro comercial.
La Megurine se cambió en cuestión de segundos, con jeans algo gastados rotos en las rodillas, botas negras hasta la mitad de las canillas, musculosa blanca, dejando expuesta su piel de porcelana y sus atributos, una gorra negra de ``Love Haters´´ dejando suelto su cabello y una chaqueta negra con mangas arremangadas. Un look bastante salvaje, rebelde que no hacían más que hacer más sexy a la Megurine.
La menor al ver esa imagen de su Senpai, no pudo evitar sonrojarse, Luka notó eso y prosiguió a preguntar
- ¿Te ocurre algo?- la menor se sobresaltó y Luka enarcó una ceja aún más confundida
- N-nada, no pasa nada- SeeU se rascó la nuca nerviosa
- Entonces vamos- dijo la mayor y ambas se dirigieron al centro comercial.
Mientras tanto, en una tienda de dulces, dos adolescentes se hallaban discutiendo…
- ¡Vamos Rin chan, cómprale algo a SeeU chan! ¿O cómo planeas declarártele sin dulces?- dijo una peliacua empujando suavemente a su amiga hasta un área llena de chocolates con connotaciones románticas
- Joder, cálmate, cielos… te pareces a mi esposa- refunfuñó Rin, mientras se dirigía a tan aclamado sector de chocolates
- Soy tu asesora de conquistas, o como se diga… en fin, mi deber es ayudarte a confesártele a SeeU y lo haré bien…-
- Me da igual que rayos seas, Miku. Además, ¿Por qué te empeñas en ayudarme? ¿No debería ser yo quien te ayude a confesártele a Luka?- Miku se sonrojó fuertemente al oír eso último
- ¿¡P-para q-qué necesito eso!?- se defendió inútilmente la Hatsune, Rin enarcó una ceja y entrecerró los ojos como sospechando de la menor
- De nada te sirve ocultarlo ¿Sabes?-
- ¡C-cállate!- Miku desvió la mirada de Rin, la rubia rió divertida ante el comportamiento de la Hatsune
- Una pregunta…- Rin formuló la palabra con un tono de sospecha -… Luka sabe que estás aquí-
- No…- contestó la Hatsune confundida -… me dijiste que esto era secreto así que no le dije nada…-
- Entonces, ¿Qué hacen SeeU y Luka aquí?- Rin señaló discretamente a sus amigas, quienes se hallaban a una tienda al frente de la de dulces, donde se hallaban la Hatsune y Kagamine
- ¿Luka chan?- Miku miró asombrada a su peli rosa -¿Cómo supo dónde estaba?-
La menor observó como su amiga y la rubia de orejas felinas buscaba algo con la mirada, aunque la Hatsune no sabía qué era realmente
- Genial, ahora debemos ocultarnos- dijo Rin con cansancio
- Bueno, sí… eso creo, así que apurémonos e intentemos salir de aquí- dijo la menor y se dirigieron hasta la salida.
Mientras tanto, una peli rosa buscaba con la mirada a su mejor amiga de coletas
- ¿Dónde crees que estén?- dijo SeeU rompiendo el incómodo silencio de su Senpai
- No sé… sígueme- respondió Luka y la menor la siguió…
Rin y Miku esperaron a que un hombre corpulento saliera del local con su gran bolsa de dulces para salir, cuando el hombre se dirigió al umbral de la puerta, las dos jóvenes se pusieron detrás del hombre y salieron sin ser vistas por sus amigas.
Al final de ese ``gran escape´´ salieron hacía un patio de comida, donde descansaron de escapar de sus amigas
- Ah… al fin, sanas y salvas- susurró Miku, a lo que su compañera no respondió del tono feliz
- ¿¡Sanas y salvas!? ¡Casi nos ven!-
- Cálmate, Tsunderella… cielos, pareces mi esposa…-
- No eres mi tipo, ¿Sabes?-
- Y tú tampoco…- Miku le sacó la lengua a Rin, grave error, pues la Kagamine supo como vengarse
- Creí que te gustaban las tsunderes, ya sabes… Luka es una- Miku se ahogó con su saliva ante este comentario
- ¿Podríamos dejar ese tema a un lado?- la Hatsune estaba roja hasta las orejas, su piel ardía y todo era culpa de la Kagamine, quien solo reía por lo bajo
- Como digas…-
Luka y SeeU ya habían encontrado a Rin y a Miku, las dos se hallaban riendo en una mesa del patio de comidas, cosa que a la Megurine no le agradó en lo absoluto
- Qué horror,… parece que están en una cita romántica- susurró Luka para SeeU, quien se sonrojó un poco
- ¿P-por qué piensa que es horroroso, Megurine Senpai?- dijo la menor de hebras doradas
- Porque se supone que yo debería estar en el lugar de Rin- respondió la Megurine aún enfadada
- Ah, ya veo…- fue lo último que dijo SeeU. Hasta que una voz conocida por ambas la dejaron al descubierto
- ¡SeeU kun, Luki kun, hola!- las dos nombradas saltaron de su escondite, que consistía estar detrás de unas amplias masetas – Con que jugando a las escondidas ¿Eh? ¡Yo también quiero jugar!- exclamó una rubia detrás de las dos adolescentes
- ¡Lily, te dije que no fueras!- detrás de la rubia emergió una peli verde que lucía agotada de tanto corretear a la mayor. La peli verde tomó de la mejilla derecha a su amiga y la jaló levemente -¿¡Cuándo vas a hacerme caso!?-
Luka y SeeU se palidecieron al verse descubiertas por Gumi y la chismosa de Lily. Pero lo peor recién empezó
- ¿Luka chan, SeeU chan? ¿Qué hacen aquí?- dijo Miku haciéndose la desentendida, apareciéndose entre el grupito de amigas
- ¿SeeU? Creí que me esperarías en la escuela- dijo Rin algo confundida, en verdad no se esperaba encontrar a la menor en el centro comercial, de Luka sí. Puesto a que tiene su lado ``acosador posesivo´´
- Etto… solo vinimos a ver unas cosas… de natación con Megurine Senpai…- dijo SeeU esperando a que suene creíble
- ¿Y lo hacían desde detrás de los arbustos?- esta vez habló Lily, quien recibió las miradas penetrantes de Luka y su acompañante Gumi –D-de acuerdo, me callo- la rubia sudó frío ante las miradas de sus amigas
- En fin, ¿Qué cosas buscaban?- dijo Rin dirigiéndose a la menor de hebras doradas
- Etto… unos nuevos visores… para el agua…- respondió la menor, a lo que Rin no creyó del todo, pero para qué hablar, de todos modos tendría que confiar en ella, ya que era la tesorera del club de natación y sin ella no había club
- ¡Ah, ya entiendo!- rugió Lily chasqueando un dedo y uniendo sus cejas y dibujando una linda sonrisa - ¡Ustedes estaban en una cita!- señaló a Rin y a Miku, quienes se sonrojaron en el acto ante tal declaración.
Pero Luka lo tomó del modo contrario, creyendo que en realidad las dos pensaban que habían sido descubiertas
- ¿Es eso cierto?- Luka por fin habló, con su voz carente de sentimientos, pero en sus ojos oceánicos solo había tormenta, la rubia de congelantes ojos azules y la peli rosa de oceánicos ojos encontraron sus miradas con claro enfado, ambas tenían el ceño fruncido y con sus miradas se insultaban y peleaban, algo que Miku notó…
Pero en lugar de hacerla feliz, solo la confundió... y entristeció a la vez, ¿Será que Luka no aceptaba ese tipo de cosas? Esperaba que solo fuesen celos de amigas y nada más, pero la mirada tormentosa de Luka decían tantas cosas y a la vez nada.
Lily y Gumi se asustaron, creyendo haber llegado en mal momento, por lo que la rubia en un intento último de salvar su pellejo, tomó la mano de Gumi, esta última se sonrojó y dijo
- Bueno, se nos hace tarde, hasta pronto chicas, o como se dice en ruso ¡da svidánya! – la rubia echó a corres junto a su amiga lejos del cuarteto de amigas, y en un futuro para nada lejano, enemigas.
La rubia siguió observando a la peli rosa con hostilidad, no le había gustado ser interrumpida en sus planes de conquista
- Así que respóndanme…- dijo Luka con su voz algo enojada, pero que mantenía su seriedad de siempre -… ¿Desde cuándo son novias?-
La Hatsune casi muere de un paro cardíaco al oír esas frases provenientes de la mayor, solo esperaba que esto no siguiese así y todo se convierta en un mal entendido.
Uno del que podría empezar a arrepentirse desde ahora.
Okey, sé que tengo dos fics sin terminar, o creo que más... no sé, en fin, esta era una idea que ya queria empezar y bueno... ¡Aquí está!
Así que espero que esta vez sea finalizado y sea un fic laaaaargo, o almenos que tenga una trama buena y no la cague :3
En fin, SeeU later!
