Disclaimer: todos lo que hay aqui es propiedad de Rick Riordan. Solo utilizo a sus personajes.
Este fic participa en el reto "Leo Valdez" del foro Monte Olimpo".
Calor. Ardor. Fuego. Te sientes agusto con su abrazo. Miras a tu alrededor y solo ves llamas. Llamas de color rojo, tan intenso como la sangre. Te diviertes jugando con las brasas, sintiendo las cenizas entre los dedos, como el calor invade tu cuerpo. El fuego no es tu enemigo. Es tu amigo. El fuego marcó tu proteje del mal, y te da un nuevo hogar. Ves a tu tía Callida, observándote con una mirada tierna y llena de luz. Parece feliz de verte jugar en la chimenea, como si supiera que el fuego es parte de ti.
-Leo,Leo- oyes la voz de tu madre. Suena preocupada y asustada, como si estuvieras en peligro. No sabe que el fuego es tu protección.
Te saca del fuego rápidamente, aún a riesgo de quemarse.
-Leo, no te vuelvas a acercar a la chimenea. El fuego es peligroso.
Tiene razón. El fuego puede ser peligroso. Quema, arde, destruye las cosas hasta reducirlas a cenizas llevadas por el viento. Pero también puede ser tu salvación. Hay belleza en el fuego, transmite calor y te resguarda del frío. La respuesta es amor. El amor controla la llama, proteje el fuego y deja que los demás disfruten de su poder.
Usa bien tu don, porque es un regalo de los dioses.
Tu madre regaña a la tía Callida. Está muy enfadada con ella y le prohíbe que Leo tenga el mínimo contacto con el fuego. Pero ya es tarde. Desde ese día, el fuego forma parte de tu destino.
