Tu Amor
Todo había comenzado en aquel pozo que mantiene unidas a dos épocas totalmente diferentes, al igual que aquel enorme árbol Goshimboku. En aquella época antigua, el Sengoku, un hanyou y una joven miko se conocieron, se enamoraron al pasar el tiempo y lucharon juntos para poder obtener de nuevo aquella perla, la Shikon no Tama, capaz de cumplir cualquier deseo, pero… si es tan poderosa como dicen ¿Por qué no puede hacer que alguien vuelva a la vida?
¿Por qué la vida se vuelve tan injusta y separa a dos personas que se aman? ¿Por qué el destino quiere destruir una familia que comenzaba a formarse y que aun le quedaba un largo camino por recorrer?... Algunas preguntas nunca tienen respuesta o una simple explicación, pero aun así el amor es lo único que jamás se desvanecerá… aun después de tanto tiempo, cuando el amor es puro y verdadero, siempre existirá… sin importar el tiempo ni la distancia… El amor es lo único que existe…
Capitulo I.- Adiós
Era una noche fría, el cielo no mostraba ninguna estrella en su gran firmamento, la brisa pasaba lentamente entre los árboles, meciéndolos suavemente, se podía escuchar tenuemente el cantar de los grillos como una dulce melodía. Es como si todo el Sengoku se encontrara desconsolado por la perdida de aquella joven miko.
En una cabaña se encontraban un grupo de amigos reunidos, todos ellos sintiendo un gran sufrimiento al perder a alguien especial, pero dentro de aquella cabaña eran tres personas las que más sufrían por aquella partida. Ese hanyou orgulloso de mirada ambarina y cabellera plateada, y aquellos dos pequeños, esos dos cachorros hijos del hanyou y la miko, el mayor con casi nueve años de edad, era igual a su padre, y una pequeña de tan solo cinco añitos idéntica a su madre.
La pequeña se encontraba profundamente dormida, tenía sus ojitos un poco hinchados, y su nariz tenia un color carmesí, por todo lo que estuvo llorando gran parte de la tarde, y a su lado se encontraba el kitsune también dormido. El niño se encontraba sentado a un lado de su padre.
- ¿Qué harás ahora con la perla Inuyasha? –lo pregunta el houshi sentado al lado de la taijiya que mantenía entre sus brazos a un bebe, hijo de ambos-
- No quiero saber nada de esa maldita joya –dando un golpe al suelo con el puyo cerrado- si no puede hacer que Kagome regrese, me tiene sin cuidado lo que suceda con esa perla… -calmándose un poco, luego dirige su vista a su hija para saber si se despertó por aquel ruido pero no fue así-
Da un profundo suspiro, se levanta y se dirige a la salida de la cabaña pero ve como su hijo lo sigue.
- No, Inutaisho tu debes quedarte aquí, quédate con tu hermana –lo dice mientras se coloca a la altura de su hijo-
- Tu padre tiene razón –lo dice Sango acercando a ellos- debes descansar…
- Pero… -tratando de contener su llanto, que quería volver a aparecer-
- Nada de peros… -viendo como sus amigos salían de aquel lugar, seguramente querían que hablara con su hijo pero… ¿Qué podría decirle? Él estaba igual o peor que su cachorro…
Sabia lo que sentía Inutaisho, el perder a su madre cuando se es tan pequeño, el también paso por eso cuando su madre murió, sin enseñarle lo que era amar o poder llegar a confiar en los demás, dejándolo completamente solo en un lugar en el que tuvo que aprender a luchar y sobrepasar los obstáculos para poder mantenerse vivo.
Pero había algo diferente, que él estaba allí y no abandonaría a sus cachorros, eso jamás lo haría, ahora que Kagome no estaba a su lado sus hijos eran lo único que le daban una razón para vivir y no rendirse ¡tenia que vivir por ellos! Sus cachorros lo necesitaban y más que nunca, requerían a alguien que los protegieran, que les brindara un amor condescendiente… un hogar… lo necesitaban a ¡él! El era el único que podía brindarles todo lo que necesitaban…
- ¿Cómo… cómo viviremos sin ella? –lo pregunta aquel pequeño mientras son liberadas las lágrimas que trataba de ocultar, y resbalaran por su mejillas--
No pudo responder esa pregunta, simplemente no pudo, desde el momento en que la miko había cerrado sus ojos para no volverlos a abrir, él se hizo esa pregunta una y otra vez, pero no lograba encontrar una respuesta…
Lo único que pudo hacer fue abrazar a su hijo, abrazarlo fuertemente dejando que liberara todo su dolor entre sus brazos, una silenciosa lágrima resbalo por su mejilla para así también desahogarse junto a su hijo. Desahogar todo el dolor contenido desde que ella...
El sol hace pocas horas ya había aparecido en el Sengoku, pero aun así el cielo se mantenía abrumado por unas cuantas nubes, que querían anunciar una tormenta.
En una cabaña se encontraba una miko de cabello azabache, y ojos castaños, tenia la piel pálida, estaba acostada sobre el futon, y a su alrededor estaba su familia, la familia que había formado con el hanyou. Estaba él y a su lado sus dos hijos, tan pequeños, la necesitaban pero… ella no podría estar con ellos…
Hay una grieta en mi corazón
sólo al respirar
en una noche de insomnio
sin darnos cuenta, ya era de mañana
De seguro el hanyou no había dormido nada en toda la noche, no puede recordad nada… lo único que logra divisar es estar jugando con sus hijos luego todo se vuelve borroso, al despertar ya estaba sobre el futon, había tratado de levantarse pero le fue imposible no tenia la fuerza suficiente.
Quiero escuchar tu voz
y tocar tu calidez
Mis
sentimientos por ti han aflorado
y las lágrimas fluyen en
mí
- No lloren mas mis pequeños –sintiendo como ambos niños tienen tomada una de sus manos y débilmente las aprieta- deben ser fuertes, no estarán solos, su padre los protegerá y cuidara de ustedes…
Su mano libre la dirige hacia su cuello y se retira cuidadosamente aquella joya tan valiosa en el Sengoku, causantes de tantas guerras y muertes, la Shikon no Tama. Mueve su mano hacia donde se encuentra una de las manos del hanyou, quería darle aquella perla, que él la tuviera, y bien cuidara de ella o pidiera su deseo… al entregarle aquella joya se estaba despidiendo…
Adiós, amado mío,
aún no puedo
olvidarte
Porque al hacer que todo termine
con un "adiós"
es muy triste
Nunca lo olvidaría, no olvidaría todo lo que vivió junto a él, el día que se conocieron, sus aventuras, las incontables batallas que tuvieron, no olvidaría a su familia… la familia que formo con él.
No deseaba despedirse, no deseaba decir adiós, aquello le era muy difícil, pero no podía hacer nada para evitarlo, su destino no estaba es sus manos… "No podrás permanecer mucho tiempo mas en este lugar, tu misión aquí termino hace mucho, no perteneces a este lugar, si decides quedarte… morirás"… recuerda esas palabras muy bien, hace aproximadamente un año que alguien le dejo en claro eso.
Cuando estoy atrapada, tú estás ahí
Extendiendo amablemente tus manos
Me sostienes
y te
recuestas en mí
Hace ya algún tiempo se sentía mal, perdía sus fuerzas y estaba muy débil constantemente, pero el hanyou siempre permanecía a su lado ayudándola, y sosteniéndola entre sus brazos en esos momentos en que sus fuerzas desaparecían, no podía creer que su vida acabara tan pronto… y lo que mas le dolía era dejar a sus pequeños y a aquel hanyou que tanto ama…
Como quisiera regresar el tiempo, en aquellos días tan llenos de felicidad que compartía con su familia, sin que nadie le hubiera dicho que su destino ya estaba trazado, tan solo por el hecho de no pertenecer a esa época. ¿Y si ese era su castigo por enamorarse de un hanyou? ¿De alguien diferente a ella, por tiempo y linaje?
Si podemos regresar al tiempo
en que nos conocimos
Tantas,
tantas veces
en aquellos felices días
Es doloroso
ahora
volemos muy lejos
- ¿Por qué me entregas la perla? Es tu deber cuidarla -sosteniendo la mano de la chica-
- Yo ya no podré hacerlo… ahora eres tu quien debe cuidar de ella, o bien pedirle un deseo… -lo dice con dificultad-
- Y eso es lo que haré, deseare que permanezcas a nuestro lado…
- No, no puedes hacer eso, nada ni nadie puede evitar que esto suceda
- Debe haber alguna forma, solo dime que hacer y lo haré –lo dice desesperado, no quería perder a su miko, no a ella-
Adiós amado mío
yo no puedo olvidar este amor
Si la gente a la que le decimos
adiós
se va de
ésta manera
Está bien
- Es algo que no podrías hacer, y yo tampoco te lo permitiría… -mueve su mano derecha hacia la mejilla izquierda del chico, acariciándola dulcemente, como si fuera su última caricia- podrías hacerme un favor… -lo dice mientras una lagrima recorre su mejilla, y ve como el hanyou asiente- ¿Podrías darme un ultimo beso? ¿Un beso de despedida?
- Eso no tienes ni siquiera que pedírmelo, pero no digas que esta será nuestra despedida porque no lo acepto… -acercándose lentamente al rostro de la chica-
Aquella era su despedida, pero estaba bien, el hanyou y sus pequeños estarían bien, si, la extrañarían, pero podrían superarlo si permanecían juntos. Aunque le costara decir adiós, debía hacerlo, debía despedirse, no los olvidaría. Es muy triste decir adiós a las personas en las cuales vive, y mas a aquel hanyou, ya que muchas veces él le dijo que fue ella quien le enseño a confiar en los demás y a amar…
Adiós amado mío
aún no puedo olvidarte
Porque es muy, triste
decirle "adiós"
a
la gente en la que yo
aún vivo.
- Cuida de nuestros pequeños, aunque se que lo harás muy bien –siente como el hanyou tomo su mano entre las de él apretándola levemente- adiós… y recuerda "Nankuru Naiza", siempre te amare mi querido hanyou –lo dice cerrando sus ojos lentamente-
Desde ese momento en que la miko cerró sus ojos, su corazón se destrozo en miles de pedazos, pero aun así debía continuar, por sus cachorros, y por lo que le dijo la chica "Nankuru Naiza", que significa "Vive hoy y espera el mañana", y es lo que piensa hacer, seguir adelante, vivir cada día al máximo, solo por una cosa, por todo lo que le había enseñado la chica, todo lo que le brindo y en especial su amor…
Y él que pensaba que después de que destruyeron a Naraku hace aproximadamente diez años atrás, por fin podría ser completamente feliz junto a aquella joven miko de la cual se enamoro lentamente. Pero ahora la vida arruinaba su felicidad y la de sus hijos al separarlos de la chica ¿Acaso su destino era permanecer solo con sus hijos? ¿Acaso no podía permanecer junto a la mujer que amaba y cuidar ambos de su familia?
Continuara…
Hola, aquí les dejo un pequeño fic que espero les guste, es corto ya que solo consta de cuatro capítulos y un Epilogo.
Se que es algo triste pero no puedo evitarlo, me gusta escribir cosas tristes, pero con finales felices.
Tengo pensado colocar pronto la continuación ya que ya esta terminado, así que hasta prontito. Cuídense…
