(Universo: La Triste Historia de Sweet Soft)
En el Imperio de Cristal, en el castillo de Shining y Cadence, más concretamente, en la habitación de los príncipes, está Cadence arreglándose el peinado. Lo extraño es que tiene unos corchos grandes en las orejas. Cuando la puerta de la habitación se abre, entran por ella un Shining Armor con pinta de no haber dormido esa noche y un grito enorme muy parecido a un llanto de bebé, lo cual ha estado sonando en todo el castillo por toda la noche anterior.
-¿Cadence?-pregunta Shining, pero su esposa no le oye, claramente por los corchos antes mencionados.
-Querida, ¿Puedo preguntarte algo?-pregunta Shining en voz alta para hacerse oir en medio del ensordecedor llanto. Pero todavía Cadence no lo oye. Con cara de "¿Enserio?", coge con su magia uno de los corchos de Cadence, la cual se estremece al oir el llanto de golpe, pero luego mira a su esposo y sonríe.
-¿Pasa algo amor?-pregunta la princesa del amor.
-Lo que quería preguntarte es: Cuando la bebe (se refiere a Skyla, que era la que estaba llorando tan alto) se pone a llorar en plan "Voy a reventarte los tímpanos hasta que echen espuma" ¿A que se podría deber? ¿Tiene hambre? ¿Está con alguna enfermedad infantil? ¿Quiere un videojuego? ¡¿QUE CASCOS LE PASA?!-grita Shining con gran exasperación y nervios. Cadence, con una cara de extrema comprensión, va con tranquilidad al cuarto de Skyla, pero al abrir la puerta, el llanto se hace el doble de fuerte, lo que hace que incluso se deshaga el peinado de Cadence por la ventolera. Pero la princesa del amor logra sobreponerse al extremo ruido y, con rapidez, pone un chupete de color fucsia en la boca de la bebé, que inmediatamente se calma. La princesa se gira a la puerta con una cara de risita y un poco burlesca, mirando a su marido que tiene los ojos muy abiertos por la sorpresa y la facilidad con la que Cadence ha callado a Skyla.
-Solo es que le están saliendo los dientes, amor.-dice Cadence saliendo alegremente de la habitación para seguir arreglándose.
Fin primer capítulo
Moraleja: "Nunca tengas hijos si quieres conservar tus tímpanos y tu cordura"
