Capítulo 1: El reencuentro

Hacía calor y como de costumbre Harry estaba en su cuarto haciendo los deberes. Después de todos sus años en Hogwarts, Harry ha conseguido una cosa que jamás se habría propuesto, sus tíos le permiten hacer los deberes de su colegio y ha conseguido que le den una paga, que aunque es una miseria, poco a poco puede ir consiguiendo una fortuna, y es que como no se lo iban a conceder, después de lo que ha hecho años atrás, no va a cambiar nada por un poco de estudios.

Voy a pasar a otra historia, que es más cercana a Harry de lo que él creería si lo supiese. En España, Benimámet, hay una niña, de la misma edad de Harry, llamada Sarah, ella no sabe su apellido, vive en una casa de acogida para menores de edad pero aquel día lo que ella no sabía es que se iba a encontrar con alguien que le haría recordar más de lo que cualquier niño o niña desearía con su edad, va ha descubrir su pasado, su presente (está viviendo una mentira) y puede que no con mucha precisión, pero también su futuro. Lili, como de costumbre se había vuelto a escapar del orfanato, y mientras iba paseando por las calles de Benimámet, apareció como caído del cielo dos figuras que transmitían un cierto mareo y un frío absorbente, que te dejan medio tonto, ya sabrán a lo que me refiero. Las dos criaturas extrañas se iban acercando a Sarah, pero en el momento en el que le iban a dar un beso, Sarah recordó que eran esas criaturas tan extrañas, eran dementores, y al parecer iban a por ella, había que hacer algo, mientras pensaba que hacer, se iba alejando más y más y sin darse cuenta toco un traslador que la transporto casualmente a la Orden del Fénix, donde la encontró Remus Lupin, el profesor de defensa contra las artes oscuras de Hogwarts de tercer curso.

-¿Quién era y cómo has llegado hasta aquí?

-La verdad es que no se como he llegado hasta aquí, solo recuerdo que me perseguían dos dementores y toque...toque..., como se llama un...un...un translador, si eso era, un translador que me ha traído hasta aquí, y me llamo Sarah.

-¿y cual es tu apellido?

-No lo sé, nunca lo he sabido.

-oye, ¿cómo te has hecho esa cicatriz?

-No lo sé, la tengo desde que era muy pequeña, al menos desde que me encontrasen cuando tenía siete años, ¿por qué?

-¡Albus, venga rápido!

-Dime que quieres, Remus.

-Mire la cicatriz de esta niña, dígame, ¿no le resulta familiar?

-si, esta cicatriz ya la he visto antes, es como la de Harry, dime niña ¿cómo te llamas?

-Otra vez, me llamo Sarah, y mi apellido no lo recuerdo, ahora quiero irme a mi casa, bueno realmente no quiero pero si desaparecer de aquí.

-Ven con migo y siéntate, ahora quiero que me expliques cómo has llegado hasta aquí, y cómo te has hecho esta cicatriz.

-que manía con mi cicatriz, yo también quiero respuestas, quiero saber dónde estoy, que ago aquí y cómo puedo volver a casa.

-tendrás tus respuestas después de las mías.

Volvemos a Harry, que se lo estaba pasando muy bien por cierto

-Harry, esta noche, va a volver tía Marge, ¿podrías irte a casa de algún amiguito tuyo dos semanas, Verás, después del último incidente..., bueno no me gustaría que volviese a ocurrir lo mismo.

Su tío estaba demasiado amable pero Harry ya sabía a que se debía tanta amabilidad con Harry, ni siquiera Dudley se acercó, el ya sabía que era una suplica y claro, solo le interesan las regañinas.

-La verdad es que no sé, así y con tan poco tiempo...-a Harry le encantaba ver la cara de nervios que ponía tío Vernon cuando hablaba del incidente de tía Marge-,bueno no podré decir que no lo he intentado, pero me gustaría estar un tiempo con tía...

De repente, entró una lechuza urgente:

Querido Harry:

Te envió esta carta porque necesito que vengas urgentemente a la O.F, ya sabes a lo que me refiero, dentro de unos instantes, vendrá Remus a por ti, no quiero excusas, es muy importante, tanto para nosotros como para ti, prepárate tus cosas, te quedarás aquí lo que queda de vacaciones.

Muy atentamente: Dumbeldore

P.D.: Remus estará ahí dentro de diez minutos.

-Tío Vernon, me voy con el amigo de mi padre lo que queda de vacaciones, dicen que es importante

-si, si, muy bien -decía sin prestar atención mirando el reloj para ir a buscar a Marge

A los cinco minutos aproximadamente, apareció Remus por la chimenea ensuciando toda la casa (hacía años que Harry no la limpiaba).

-Harry, ya has terminado, ¿verdad, No tenemos mucho tiempo, dice que si no la dejamos irse ya, llamara a la policía, la pena es que no la creerán.

-Si, ya estoy, ¿Quien dice eso?

-¡Nadie!

-Pues vale, ¿me ayudas con el baúl?

-Si, oiga, si eso ya lo limpia usted, es que no tenemos tiempo para nada mas, voy muy apretado, ¿sabe?

-no, no, nada de eso, o lo limpia o no se va.

Lupin pronuncio ¡reclogato, Un hechizo muy sencillo y se fueron por la chimenea con los polvos flu, que ha aprendido a utilizarlos en la casa de Ron. Cuando aparecieron en la vieja casa de su difunto padrino Sirius, que murió en manos de su prima Bellatrix, Harry, vio por primera vez a una chica que no se parecía en nada a él, excepto en el pelo que al ser más largo lo dominaba mejor, era de una estatura semejante a el, pelirroja, con los ojos verdes, y por supuesto la cicatriz. En el primer lugar donde fueron a parar sus ojos fue en la vieja cicatriz de Sarah, que es exactamente igual a la de Harry.

-Profesor, ¿quien es?

-Tu hermana, Harry, se llama Sarah.

-profesor Dumbeldore, ¿está seguro de que ella es mi hermana, o sea yo nunca he tenido ningún hermano

-posiblemente lo sea pero no las tengo todas conmigo, al fin y al cabo nunca hemos sabido que tu hermana estaba viva, y me parece que Voldemort tampoco lo sabía, porque sino ya habría intentado matarla.

-Un momento Albus, la pequeña nos ha dicho que la perseguían dos dementores, puede que sí que sepa de su existencia.

-O no, Remus, podría ser que estaban matando, como suelen hacer con todo el mundo.

-¿Cómo, Profesor, usted sabía que tenía una hermana y no me había dicho nada..., ¿cuántas cosas más me guarda?

-Solo las que no es momento para que te enteres, o las que no debes saber.

-¿Cómo cuales, ¿Cómo la forma en la que trataba mi padre a Snape, cómo quien era mi padrino, como que mi padre era un gamberro y un consentido, cómo qué mi madre odiaba a mi padre cuando él era pequeño, cómo las mutuas coincidencias entre Voldemort y yo,No sé que más me ocultará, pero debe saber que ya no soy un crío de once años, ni de doce, he cumplido dieciséis, y me parece que ya tengo suficiente edad para que empiece a confiar en mi,¿no cree?

-si te oculté todo aquello era por tu bien, eras demasiado pequeño para comprenderlo todo.

-Y supongo que ahora también lo soy, por eso me he tenido que enterar así de que tengo una hermana de mi edad, que acaba de ser atacada por unos dementores malolientes y de que Voldemort intenta matarla a ella también, y además seguro que ella es primogénita y todo.

-Pues si, es primogénita, así que tendrás que obedecerla, y estoy bien seguro de que te llevará por el lado correcto, además, va a ser auror, según me ha explicado, es espía internacional y va a ser tu profesora de defensa contra las artes oscuras.

-¿A si, Todo eso está muy bien, y he de decirle que no soy un buen ejemplo, verá lo mío es escaparme de todos los lugares, si no fuese por ello aun estaría en el orfanato y no en este endemoniado lugar que aun no se donde demonios está, además no respeto ninguna norma, estaban pensando en tirarme incluso del orfanato, y la verdad no me interesa mucho ser profesora en una escuela para subnormales mágicos.

-Sarah, por favor, tienes que hacerme el favor de ser la profesora de defensa contra las artes oscuras, no hay nadie que quiera serlo.

-¿Pero cómo voy a ser profesora de algo que ni siquiera se de que va, No tengo ni idea de la defensa contra los bichitos azules, así que olvídese de mi.

-Hay una manera de que recuerdes todo lo que has vivido desde que te encontraron los centauros, es una poción muy sencilla que el profesor Snape, estará encantado de frabicar -dijo Dumbeldore con sarcasmo.

-Yo no se, como se trata de Sarah, quizás no quiera, se equivoque o diga que no-se acuerda-Soltó de pronto Harry con seguridad.

-Que no me acuerde ¿de que?-Dijo Snape con la cara de odio que reservaba solo para Harry.

Snape, había intervenido en la conversación, como que no quiere la cosa, pero Harry sabía que había estado allí desde el principio oyéndolo todo, y se ha dado cuenta de que ha metido la pata hasta el fondo y hasta más no poder, se había metido con el propio Snape, y en su misma cara.

La conversación no pudo seguir, ya que habían intervenido todos los miembros de la Orden del Fénix, estaban haciendo por lo visto una reunión de última hora porque se les veía a todos con muy mala cara, que duro muy poco al ver a Harry, no pudieron decirle nada porque Dumbeldore les metió a todos en la cocina con prisas, así que dejó allí a Sarah y a Harry, que estuvieron hablando del tema hasta muy entrada la noche.