Fue irónico que la voluntad en la que creía Hashirama fuera literal en el nuevo mundo en el que renació, como el hermano menor de Sawada Tsunayshi. HashiMada, Yaoi y Yuri

Emparejamientos: Hashirama x Madara y menciones de Tsunayoshi x Kyoko. Mas parejas se revelaran con forme avance la hisotria y aparezcan personajes

Descargo de responsabilidad: Katekyo Hitman Reborn y Naruto no me oertenecen si no a sus autores Akira Amano y Masashi Kishimoto, despectivamente

...

Una vez que el Edo Tensei fue desecho después de despedirse de Madara, espero pacientemente volver al mundo puro donde podría reencontrarse con sus padres, hermanos, camaradas, y más importante, finalmente podría estar junto a Madara sin aquellos viejos resentimientos de la guerra. Lamentablemente, la vida tenía otros planes para él, y así fue que Sawada Hashirama (nombre decidido por Nana ya que Iemitsu decidió el de su ahora hermano mayor conforme a una antigua y larga tradición), basta decir que fue mas que una sorpresa verse nuevamente a si mismo como algo menos que el legendario dios de los Shinobis.

En su nueva vida tuvo una madre sumamente despistada ( No apta para ser una Kunoichi ), pero alegre y relajada, pensando en el bienestar de sus hijos. Esta vez para su sorpresa tuvo un hermano menor (extraño, ya que fue el mayor de cinco ) bastante torpe, pero con un corazón sumamente bondadoso, pensando en el bienestar de aquellos a los que ama y especialmente preocupado por el de su hermanito. Su nuevo padre no estuvo presente la mayor prte del tiempo en contraste con su vida anterior donde estuvo allí para guiarlo por el camino de un ninja, aunque no le dio mucha importancia al asunto.

A veces se preguntaba si era injusto juzgar el potencial como shinobi de sus seres queridos cuando este mundo estaba envuelto en nada menos que paz, siendo la ciudad en la que Vivian, Namimori, especialmente conocida por su baja delincuenci, sin embargo, para Hashirama, el ser Shinobi se había convertdo en algo inherente, por lo que en cuanto tuvo edad suficiente comenzó a practicar los katas del Senju además de ejercicios para la flexibilidad, fuerza, reflejos, sigilo, etc.

A sus tiernos cinco años, Hashirama comenzó a plantearse la posibilidad de que Madara y Tobirama, como reencarnación del Edo Tensei al igual que él, también hayan revivido en este universo y época. Pese al inicial escepticismo, la soledad y nostalgia hicieron que ese pensamiento se volviera mucho más atractivo y en cierto momento, dejo de tener dudas al respecto, mas como preguntándose en donde estaban y como encontrarlos.

Dicho esto, no es que no amara a su nueva familia, ya se había encariñado inevitablemente con ellos, tomándolos como parte de sus personas mas importantes, e incluso si Tsunayoshi era su actual hermano mayor, no podía evitar verlo como su hermano menor, sus ojos de cachorro marrones y cobardía no ayudaban demasiado para respetarlo como un igual. Nana era una mujer muy amable, ella se convirtió en su nueva madre a quien llamo Kaa-san de forma cariñosa. Se alegro secretamente de tener una madre puesto que en su vida anterior murió poco después del parto de Kawarama, dejándolo hacer el papel de hermano menor y madre puesto que su padre estaba demasiado ocupado con la guerra con los Uchiha.

También, a sus jóvenes cinco años su nuevo padre Iemitsu, visitó el hogar Sawada junto con su jefe, Timoteo, a quien insistió que llamaran Nono lo que sería el equivalente a abuelo en Italiano, el idioma del país en el que normalmente residía el anciano puesto que la base central estaba ahí. Solo intercambio unas cuantas palabras con el señor después de su hermano antes de que el Nono hablara con Iemitsu mientras que Nana cocinaba la cena para los invitados. Tsunayoshi por su parte salió al jardín, idea dada por Iemitsu para hablar en privado con su jefe. Después de eso ocurrió un incidente que giraría su perspectiva sobre este nuevo mundo ciento ochenta grados y dos pulgadas a la izquierda. Su hermano menor, Tsuna, estallo en llamas literales.

Su primera reacción fue correr en la dirección de Tsuna, su abuelo y padre llegaron antes que él, encontrando las llamas de su hermano con una tranquilidad antinatural para una situación que, aprendió, en este mundo no era normal. ¿Fue chackra? Probablemente no. Ya había intentado acceder a sus puntos tenketsu y sin embargo nada había ocurrido. Probablemente sea una nueva clase de energía, una que no era normalizada por lo que ha aprendido en sus jóvenes cuatro años. Pero que su padre y el jefe de este conocen.

Inmediatamente despues de hacerse cargo del poder de su hermano, los aduktos voltearon en su dirección, compartieron una mirada de sabiduría antes de que su padre se dirigiera a él. "Hashirama" llamo, su nombre completo en ver del apodo ridículo que decidió crear para su hijo menor. "Tu hermano jugó con un par de cerillas y se quemo, ahora que lo hemos apagado está bien. NO ay necesidad de repetir esto". Hashirama asintió obedientemente, dándoles una mirada inocente, endulzando sus próximas palabras "Si Nii-san está bien, entonces todo está bien" fingió ignorancia, dándose la vuelta alegremente para seguidamente salir corriendo hacia el interior de la casa y subir a su habitación, un lugar en el que se sentía seguro pese a que cualquier shinobi respetable podría invadirla fácilmente y asesinarlo sin esfuerzos.

Una vez en la seguridad de su habitación, se relajo imperceptiblemente, sus ojos marrones amplios e inocentes se redujeron considerablemente, convirtiéndose en una fría mirada calculadora. Camino lentamente hacia su cama, una cama sin patas puesto que era un lugar ideal para que un asesino se esconda.

Los Yamanaka nunca dieron que ser Shinbi traía paranoia incluso después de renacer.

Lo más importante fue: ¿Cómo encontrar esa nueva energía?

Brevemente su mente vagó "¿Madara ya lo descubrió?" murmuró en voz baja "¿Tobirama?" volvió a hablar, mirando el cielo a través de la ventana de su habitación sin ver realmente, su mirada desenfocada indicaba que estaba perdido en sus recuerdos nuevamente. Cada vez se estaba volviendo más frecuente.

Al final, tardó cuatro meses en encontrar una pequeña chispa y dos semanas en poder encender pequeñas llamas a voluntad de forma controlada en sus manos, con el paso del tiempo su control se volvió cada vez mejor, aunque no podía ver muchas aplicaciones a este nuevo poder más que un katon. Si lo desea, las llamas no queman, anotó diligentemente en algún rincón de su mente.

A la edad de ocho, una vez entro en Namimori chogakou (escuela primaria de Namimori), se encontró con una figura que reconoció inmediatamente, con su particularidad de tez albina, tres finas cicatrices en su cara con simetría y mirada fría, fue imposible no reconocerlo. Se presento como Sasagawa Tobirama y fue recibido por un fuerte abrazo incluso antes de que terminara de hablar.

Descubrió que su hermanito menor renació como el hermano menor (nuevamente), esta vez el menor de tres y con una hermana mayor.

Después de hablar con Tobirama en el receso, el también afirmo saber sobre el nuevo poder de este mundo, siendo su hermano mayor quien lo despertó repentinamente después de que unos delincuentes los emboscaran cuando era demasiado joven como para pelear el mismo. Sasagawa Ryohei estalló en llamas amarillas y encontró una energía y poder que no estuvo allí antes, además de que curo las heridas que le habían infligido sin ser reamente consciente de ello.

Juntos se dieron cuenta de un par de cosas, entre ellas el hecho de que había varios colores para las llamas y así como la amarilla podría curar al usuario, las otras también deberían de hacer algo, si no lo mismo. Tobirama admitió tener llamas color azul y Hashirama le conto sobre su propia experiencia, diciendo que tanto su hermano mayor como la suya eran anaranjadas.

Después de ese día, Hashirama confirmo su sospecha sobre que sus amigos deberían de haber renacido con él, por lo que con una nueva resolución, decidió lucir exactamente igual que su yo anterior, cortando su cabello en el feo tazón del que su mejor amigo tanto se burló, decidiendo dejar la ropa de lado debido a la extrañeza de usar ropas antiguas en este mundo moderno.

Su vida transcurrió relativamente irrelevante, las únicas novedades fueron el exponencial crecimiento de sus habilidades shinobi y la forma descuidada con la que podría controlar el nuevo poder. Juntos descubrieron que para Tobirama, sus llamas podrían relajar a los que se encontraban recibiendo una dosis de ella, sin embargo las suyas permanecieron como un misterio.

O al menos fue así hasta los trece años, poco antes de cumplir los catorce. Su vida dio un giro aun mayor que en el momento en el la vida decidió hacerlo renacer. Todo comenzó con un volante para contratar un tutor privado, el cual, su madre insistió, era necesario par que subieran sus calificaciones (Hashirama se avergonzó. El primer Hokage, dios de los Shinobis, reprobando matemáticas).

Ese mismo día, un bebe con un aura poderosa que fue inmediatamente insultado por su hermano mayor, se presento ante la puerta de su casa, diciendo que les daría clases, quieran o no. Entonces su hermano lo arrastro hacia la escuela alegando que llegarían tarde. Hashirama lo dejo, viendo que el bebe los seguiría lo cual sería bueno si necesitaba luchar contra el para evitar dañar la casa y poner en peligro a Nana.

Cuando Tsunayoshi se dio cuenta de que el bebe los seguía, o mas como que se dejo ver, comenzó a discutir con él, antes de detenerse abruptamente cuando una chica muy familiar apareció, haciendo que las mejillas de Tsuna se tiñeran de rojo. Una vez Kyoko, la hermana mayor de Tobirama se fue, el bebe comenzó a interrogar.

"¿Asi que esa es la chica que te gusta?, Dame-Tsuna" En vez de que su hermano protestara sobre el apodo, suspiró enamorado. "¿Te has confesado?" volvió a cuestionar el bebé que se hacía llamar asesino numero uno.

"¡Imposible!" exclamo su hermano mayor "Kyoko—chan es la chica más popular de la escuela, es imposible que se fije en alguien como yo…" terminó un poco más deprimido. El hitman tarareo meditabundo antes de volverse en su dirección. "¿Y tú?" fue la simple pregunta que lo tomo completamente fuera de guardia.

Por un momento le vino a la mente la figura de cierto Uchiha fente a el, sonriendo con las mejillas sonrojadas después de un buen entrenamiento, sus ojos brillando emocionados, sus labios entreabiertos jadeando por mas aire…

Antes de darse cuenta estaba viendo a la nada con las mejillas rojas y, definitivamente, cara de pervertido. Reborn se lo hizo saber amablemente con una patada directo al cráneo, patada que habría podido esquivar normalmente, normalmente cuando no está fantaseando con su mejor amigo, y que pensamiento tan extraño, uno al que no le habría dado mucha importancia si estuviera en su vida pasada, sonde Madara era un ninja desaparecido y estaba obligado políticamente a casarse con la heredera Uzumaki para no romper su previa alianza, sin embargo, en este nuevo mundo, tales limitaciones no tenían importancia.

"¡¿Otouto está enamorado?!" grito Tsunayoshi, nuevamente haciendo alarde de su habilidad para ser indiscreto. "¿¡Quien!?"

"Quizás" respondió vagamente, sus ojos desviándose momentáneamente al suelo con una expresión de tristeza pura y melancolía. "Vamos a llegar tarde" recordó amablemente.

Mientras que Hashirama camino tranquilamente a la escuela, Tsunayoshi corrió en ropa interior hacia la desaparecida Kyoko para confesársele después de que el bebé le disparara una bala que lo hizo estallar en llamas anaranjadas descontroladas. No le tomo demasiada importancia y decidió continuar tranquilamente. Mas para analizar la extraña conexión entre este bebe y su padre, las llamas y la mafia. Bueno, no había mucho para analizar, la conexión era obvia, sin embargo aun era desconocida la razón por la que el bebe haya venido aquí para enseñarles. Pensar que fue una simple tutoría fue ingenuo y aunque Madara lo tacho de ingenuo, en realidad era bastante perspicaz, pero siempre fue divertido exasperar a sus seres queridos con su aparente densidad.