La corona del Rey

Hola! soy nueva en la página.

Esta historia esta publicada en amor yaoi y yo soy su respectiva autora, no la estoy copiando.

Aclaro que esta historia es puramente del genero YAOI.

Con el tiempo se notara que la historia "inocente" en un principio se tornara cada vez más dura y trágica.

Are unos cambios de nombre como por ejemplo el planeta Vegeta será Vegitta y su rey es Veghita porque si no son demasiados nombre iguales…

Estos diálogos están fuera de tiempo…

Es una charla presente, y los capítulos son Flashbacks de sus recuerdos. Casi enteramente el fic, es un Flashback. Dejará de serlo mucho más adelante.

estos diálogos aparecerán muy de vez en cuando.

Capítulo 1:

El heredero al trono

El Planeta Veguitta era uno de los más hermosos, antiguos y tecnológicos del universo. Su Rey, Veghita, es uno de los mejores líderes que este inmenso planeta hubiera tenido, un puesto que comparte con sus antecesores. Hace más de doscientos años que la familia real lidera al cambio por la paz entre razas de otros planetas y la misma. Es un planeta con una altísima defensa y poder militar, era mejor tenerla de aliado, que siendo enemigos. Tenían la mala fama de destruir a todo lo que se interpusiera en su camino. Pero eran excelentes comerciantes y dejaban que otros habitantes que pertenecieran a las razas aliadas, se quedaran viviendo en el pacifico pueblo de Veguitta. En el planeta solo existían cuatro países:

Soledad. Que era un país grande de clima templado, estaba ubicado en medio del planeta. Sus habitantes originales eran los Imperiales, una raza de Saiyajin poderosa y dominante. Los Imperiales siempre tuvieron el control de la corona, hasta ahora, no hubo rey de otro clero o raza y eso por obvias razones, no era del agrado de todos los imperios.

Markarth le seguía en poderío. Un país de climas cálidos y arenosos. Sus habitantes originarios eran los Rojos. Una raza guerrera que esta el día de hoy seguía combatiendo duramente en el campo de batalla, su principal economía.

Y por último la raza más antigua de Veguitta, los Nórdicos. Tal como su nombre lo indica, era una raza originaria del norte congelado del planeta. Su capital, Ventalia, estaba ubicada muy en el polo norte apodándola la ciudad blanca por la interminable nieve que caía sobre ella.

Aunque estas razas ya habían dejado su lado bélico y guerrero a un lado con tal de llevarse bien entre hermanos, todas respondían a un solo rey. Los imperiales se centraban en la economía, los Rojos en el comercio y conflictos, y los nórdicos eran los llamados "granjeros" ya que se dedicaban a trabajar el campo mayormente.

Pero todas esas cuestiones y problemas de adulto, pronto recaerían en alguien aún muy infante como para comprender lo difícil de este mundo, quizás el futuro príncipe era muy infantil e ignorante, o puede que también, este mundo sea demasiado adulto para alguien como él.

En el elegante palacio real del Imperio en Soledad. Se escuchaba por sus corredores e inmensos pasillos dos pequeños y revoltosos cachorros, se trepaban a los muebles y hacían destrozos por el lugar. Eran los curiosos príncipes de Veguitta y futuros herederos al trono, ellos eran Vegeta y Tarble, de seis y cuatro años de edad. Su camino como príncipes sería muy largo hasta que uno de ellos llegara al cargo de Rey, una decisión difícil para el rey que debería tomar cuando sus hijos estén en la edad apropiada, y de ahí deberá estudiar otros quince años para convertirse en sucesores.

Ese día en especial, no jugaban ellos solos; EL Rey del planeta Namek había venido de visita a Veguitta, y con el trajo a su único hijo, el príncipe Picoholo. Él era más grande que los dos cachorros, pero eso no detenía que correaran por todo el palacio como los grandes amigos que eran, hasta que la hora más sagrada para los Sayanos llego, la hora de comer…

Los chicos fueron en una carrera hacia el colosal comedor Real, pero en la carrera el pequeño príncipe Vegeta, primogénito del Rey, cayó al piso y se largó a llorar, para llamar a su hermanito menor. Tarble siempre cuidaba de su hermano mayor, casi parecía el mayor de los príncipes, ya que Vegeta era él bebe mimado de su papa, El Rey Veghita.

Lloraba y se quejaba como si una pequeña raspadura en la rodilla fuera el peor dolor del mundo. Y apenas entraron al comedor junto con todos sus invitados, Vegeta aun gimoteando con lágrimas en los ojos. Al ver a su padre, intensifico su llanto tan exagerado y extendió sus manitos para que lo agarre, solo para demandar atención por parte de su progenitor. El Rey al ver a su hijo así, no tuvo otra opción que elevarlo del suelo y acurrucarlo en su pecho para calmarlo. El Rey aun con su hijo en brazos, dio comienzo al abundante banquete servido para todos los invitados presentes; Tarble por otro lado, no quería que su hermanito comiera con su papá, sino que quería que este a su lado; Vegeta casi siempre comía en las rodillas de su padre y eso a Tarble lo enojaba mucho, quería que Vegeta le prestara esa tan necesitada atención.

Después de la perfecta cena, El Rey Namek se despidió junto con su hijo y acompañantes del planeta, eran visitas de un día las que hacia cada tanto a este bello planeta. Después de despedir a los invitados, ya en la hora de dormir. Tarble y su hermano se fueron a su habitación. Pero esa noche llovía y los truenos aterraban a Vegeta quien ya se había levantado de su camita llorando a buscar a su padre.

—Vegeta ven aquí, papa se va a molestar contigo si lo despiertas a esta hora.-Eso era mentirle a su hermano, ya que Vegeta casi siempre dormía con su padre por que le daba miedo su cuarto.-Dormí conmigo hoy, y mañana los buscamos ¿Si?-El pequeño príncipe lo dudo un poco y abrió la puerta de su cuarto, pero al ver ese pasillo en penumbras se asustó aún más, así que opto por dormir con Tarble. Se subió a la cama de su hermano menor, un poco alejado de él, casi en la punta. Pero el rugido de un relámpago logro hacerlo llorar y temblar de miedo. Tarble no dudo en abrazar a su hermano para que no llorara.-Yo siempre te voy a proteger hermano, de todos y de los monstruos también, te lo juro.-Dijo esto dándole un beso en su frente y ahora más tranquilo con la protección de su hermano, Vegeta se quedó dormido… hoy habían jugado mucho.

¿Te acuerdas cuándo las cosas empezaron a cambiar? pregunto con una sonrisa larga.

Sí, claro que me acuerdo, Creo que fue esa noche, cuando me entere que sería el sucesor… tenia dieciséis creo. dijo mirándolo con ojos penetrantes.

Heredero al trono… sonaba tan lejano y a la vez tan pronto, demasiado repentino me fue dada la noticia. Lloraba sumergido en una profunda depresión, en unos días me empezarían a instruir en la política y en quince años suplantaría a mi padre. Debería estar orgulloso… pero es demasiada responsabilidad, le pueblo, los comercios, la política, la Guerra… todo eso está en parte en mis manos ahora.

No estoy preparado para ser adulto, no quiero. Me separaran de Tarble y eso me aterra. Madre dice que tenemos que crecer y eso implicaría dejar de dormir en el mismo cuarto, dice que no me deja crecer y que ellos me sobreprotegen demasiado, aun siendo yo el mayor, Tarble es el que siempre da la cara por mí y me brinda seguridad.

me acuerdo, Estuviste horas encerrado, de eso no me olvido pero ¿Qué le habías propuesto a madre? pregunto burlón.

Que nos deje dormir una última noche juntos… dijo en mueca de disgusto.

Sería mi última noche a su lado, como extrañaría su protección y cariño… me quede como un niño, llorando a mares sobre la cama. Tarble comento que no es el fin del mundo, que no me mandarían a otro planeta y que agradeciera eso. Lo dice porque él no será el futuro del que todos dependen, del que todos esperan grandes cosas.

Se me tiro en cima para tratar de hacerme sonreír, no me sorprendió su conducta infantil, pero no solo logro que dejara de estar deprimido y excesivamente preocupado. Pero sí que encontrara otra almohada en la cual llorar mis preocupaciones, se puso serio de repente. Encontré mi pedacito de cielo en su pecho, tan diferente al mío; él era un guerrero nato, su fascinación por la guerra y lo bélico lo llevo al entrenamiento rutinario de los soldados de Vegitta. Recuerdo cuando empezó a levantarse temprano para luego irse a una base militar cercana al palacio a entrenar con los soldados que iban y venían de frente en frente, en la base prometieron alistarlo a los dieciocho. Yo era tan pequeño comparado con él. Me ganaba siempre en las luchas y en todo lo que fuera fuerza bruta, pero en cambio yo era el cerebro de nuestro dúo, era una rata de biblioteca siempre en busca de más y más conocimiento.

Me abrace a él, desesperado por su afecto y cariño que siempre me brindaban sus fuertes brazos, ¿Por qué me es indiferente? Al preguntarle su respuesta fue. ¿así es como planeas que pasemos nuestra última noche? Porque si es así prefiero mudarme de habitación ahora…- intento calmarme y hacer que me preste atención… necesito que alguien me contenga, y él siempre lo hizo ¿Por qué no ahora que es cuando más lo necesito?

¿Era necesario tanto escándalo de tu parte? Y todo por dejar de hablarte cinco minutos… volvió a sonreír ladinamente.

Es psicología, hacia los berrinches para que me presten más atención. observe mi rostro en sus ojos oscuros.

Eres como los bebes… aprendes por repetición tras repetición. esta vez yo había sonreído con sorna.

— ¡Ya basta! ¡Comportate como un adulto!, deja de llorar, por favor. —Jamás me había gritado, me aparte de él asustado, con la egoísta idea de manipularlo para que se arrepintiera de haberme levantado la vos, fue el efecto deseado lo que obtuve como respuesta. — Lo lamento. — Dice abrazándome muy arrepentido — Solo para de llorar, esto tenía que pasar así y lo sabes vos mejor que nadie… padre jamás me hubiera elegido a mí. Pasa su mano por mis mejillas sacándome las lágrimas que no paran de caer lentamente por mi rostro apenado, mientras lo hace pronuncia unos leves. — Para, deja de llorar. — Pero no consigo la forma de detenerme, sino intensificarlo y por más que quiera no dejo de hipear. De repente me agarra suavemente de las mejillas y pega sus finos labios en los míos tan calientes y mojados.

Mi primer beso… Pronunciaron al unísono.

Cómo olvidarlo, nunca dejaste de llorar ¡y no paraste por más que te besara! me gritó.

No podía parar… la cabeza no me dejaba pensar con claridad. pose mi mirada en el techo blanco.

Por lo menos logre que pares de llorar… carcajeó

¡Si por el susto que me diste! grite esta vez.

Fue un contacto tierno y lento. Nos separamos algo apenado mirándonos a los ojos. — Lo volveré a hacer si no dejas de llorar.Inmediatamente oculto mi mirada y rompo en llanto sobre su hombro.

Nunca supe… si lo habías echo porque querías que te volviera a besar o por que la idea de que tú hermano te besuquee te daba miedo.

-Un poco de ambas…

— No quiero que llores, es nuestra última noche juntos y creo que es tiempo de que sepas que…Lo miro a los ojos sin saber que esperar, que me besara no me afectaba en lo más mínimo. Todo el mundo lo hace… no necesitas un motivo previo para expresarle el cariño a alguien con un beso de labios. — Vegeta, hace tiempo quevengo ocultándotelo, pero no quiero escondértelo a ti, ya no más… Vegeta, me gustas, te quiero… — ¿Por qué no me sorprendí? En el planeta Veguitta, las relaciones de incesto están completamente permitidas, si querías casarte con tu primo, nadie te replicaría nada, ¿Tu relación es más íntima con tu progenitor o tu hermano? No hay drama, casate si quieres. Esas cosas no se juzgan… y los sentimientos de mi hermano menor, no me eran indiferentes. Hace tiempo lose.

Te avías quedado mudo del susto; pero ¿Ves? Al final conseguí que dejes de llorar y mi objetivo. rio de un chiste que solo el entendía.

Sí, no todos los días tu hermano te declara que te ama comunique seductor.

¿Te dije que te amaba en ese momento? ¿Tan pronto te lo dije?

No en ese momento, pero si me lo dijiste tonto.-Dijo dándole un beso en la mejilla.

— ¿Qué piensas? — Dijo con tono apenado.

— También…—Dije más para mí mismo, que para él.

— ¿También… te gusto? — Dijo nervioso.

No respondí a eso, solo sé que me deje llevar por lo que de verdad sentía hacia mi hermano; lo tome delicadamente de las mejillas y suavemente deposite mis labios sobre los suyos, no siempre se necesitan palabras para expresar lo que se siente de verdad. Simplemente dejar salir los sentimientos… nos animamos a abrir juntos nuestras bocas, y el primer contacto con su húmeda lengua fue tan mágico, único y sin igual. Pero la inocencia del beso poco a poco fue perdiéndose en la nada, el beso se tornó más pasional en un instante, obligándonos a sumergirnos en ese mágico placer brindándonos calor, para que pronto se convirtiera en extinción. Caímos juntos lentamente en la cama, quedando yo abajo y el arriba sosteniéndose de sus brazos.

Desde chico que cumplimos los mismo roles ¿o no?

¿Eso significa que te gustaría probar el otro lado? tome su mentón rozando sus labios.

Claro que no, no me gustaría ser el muerde almohadas. Además me calienta tanto verte tan sumiso hermanito… me observó desvergonzado de pies a cabeza.

Y lo morboso te acompaña de chico, lo recuerdo bien pervertido.

¿esa Fue nuestra primera ves?

Si eso hubiera dependido de ti sí, pero no, fue más adelante…

Yo iba lento, recorriendo su fuerte espalda lenta y suavemente. Mientras que Tarble era más salvaje y activo, paso de besarme la boca a devorarme el cuello con suaves mordiscos y lamidas. Yo gemía de placer, no los controlaba, era mi primera vez de esta manera con otra persona. Mientras que Tarble parecía querer llegar cada vez más lejos; subió por mi cuello hasta mi oreja, lamiendo y chupando el lóbulo, haciéndome estremecer; Tarble sin quitar la boca de allí, empezó a levantarme la única prenda superior que llevaba puesta. Sacándomela la por la cabeza y colocando su manos en mi pecho, jugando con ellos de forma excitante. Dudando solo unos segundos en empezar a chuparlos y succionarlos, sacándome todos los suspiros de la boca.

Tu punto débil, casi como otro punto G ¿O no? pronuncio soberbio.

¿Cómo te sientes al saber que ibas a violar a tu hermano pervertido? coloque el utensilio redondeando su cuello suavemente.

Como te hubiera gustado… además, yo no te vi indiferente a lo que te hacia eh.

No pasamos a mayores. Era demasiado apresurado, Nos quedamos casi toda la noche hasta la madrugada, hablando, besándonos, y la mejor parte fue que tenerlo sin la parte superior de su prenda agarrándome de la cintura en un protector abrazo, es tan lindo. No hay duda de que me escapare de mi habitación para repetir este momento tan íntimo, una y otra vez. Juramos No separarnos ni ahora ni nunca, de ahora en más, somos compañeros de por vida…

Continuara…

Gracias por leer que tengan lindo dia!