El siguiente fic, posee escenas de extrema violencia, con actos siniestros y cargado con escenas sexuales fuertes, por favor, bajo esta recomendación, lean a conciencia, la advertencia por mi parte ya esta dada.
Gracias a mi Beta, Mony Black, una gran amiga de la misteriosa tierra de México, que me ayudo y me alentó a escribir la historia, gracias nena.
La actualización de la historia siempre se hará primeramente en el blog que poseo junto a otras dos excelentes escritoras, Mony y Kri, después de una semana actualizare en fanfiction, así que si desean leerla de antemano no duden en pasar por ahí primero, y puede ser que tambien les guste las historias que ellas tienen y las mías, gracias.
http : / / black – red – white – twilight . blogspot . com / (todo junto)
Disclaimer: Los personajes son de propiedad de Meyer, y la historia esta ligeramente inspirada en el fanmade realizado por kyuuka666, del anime Kuroshitsuji.
EL CONTRATO
Podía sentir como sus pies no tocaban el suelo, la ausencia de todo la ponía nerviosa porque le molestaba no comprender donde estaba, no percibir la realidad a su alrededor, sus habilidades estaban completamente bloqueadas, pero sabía que era a causa de que le costaba controlar sus emociones ¿aun estaba completa? ¿Sus extremidades se habían desvanecidos? ¿Aun poseía su cuerpo? No encontraba respuesta a sus preguntas, pero no tenía miedo, ese sentimiento hacía tiempo que lo tenía, una vez que experimento el horror y la desesperación en carne propia, así que nada ya le asustaba o impresionaba, ya no más. Solo le impacientaba seguir aguardando, esperar hasta que él decida.
De pronto toda la oscuridad que la rodeaba se fue dispersando, dejando espacio a que la luz predomine, entonces se dio cuenta que estaba solo cubierta con una manta color crema casi traslucida y se sonrojo furiosamente mientras que con sus manos intentaba cubrirse, utilizo su cabello largo cobrizo con ligeros rizos para intentar tapar sus senos. En ese momento, una risa juguetona llamo su atención, visualizo sus contornos pero nada más, era una enorme sombra en forma de hombre.
-¿Por qué te intentas ocultar?-le cuestiono provocativo, ella lo miro con ira mientras se mordía el labio inferior con fuerzas para no insultarlo, solo había estado expuesta de esa manera frente a su madre, ante nadie más; jamás mostraba mucho de su piel, no le gustaba lo blanca y pálida que era- tienes una piel muy tentadora…-y aunque no podía captar sus ojos, supo que él recorría sus formas visualmente- ¿comprendes las implicancias del contrato?- aunque su tono seguía siendo divertido, había cierta urgencia en este, cosa que le extraño bastante, pero no le dio mayor importancia.- los tópicos y cláusulas no son modificables, ¿acaso no tienes ningún tipo de discrepancia con respecto a esto niña?- ella abrió sus grandes orbes color chocolates enojada ante la implicancia que por su edad no sopesaba las consecuencias de su decisión, y por ende, del contrato.
-por eso vine aquí, comprendo perfectamente que pasará y te puedo asegurar que los beneficios son mayores al precio que tengo que pagar…-la determinación que demostró, causo que la sombra agitara la cabeza mientras que abría la boca, donde al fin pudo ver unos dientes blancos como la nieve, pero la sonrisa que formo era absolutamente cruel.
-tan pequeña y con tanta convicción, esto si que va a ser divertido…-de a poco se fue acercándose a donde ella estaba, quiso moverse, su instinto le indicaba que tenía que huir pero ya no había marcha atrás tenía que llevar a cabo su decisión, arreglar lo que se rompió y destruyo.- bueno, acepto el contrato…-un gran peso se fue de encima, porque lo haría, podría hacer las cosas bien ahora y detener a los culpables, estaba por sonreír, cuando la sombra continuo- esto te va a dolor un poco, puedes gritar si quieres…- entonces, su ojo derecho le comenzó a arder, como si una soplete fuese encendido desde su interior, quiso con sus manos tocar esa zona pero no pudo, de pronto todo su cuerpo no respondía a su control; el dolor se fue intensificando, mientras gritaba en agonía, las lágrimas que caían del ojo afectado eran de sangre, era como si se lo estuviesen arrancando con una tijera, como si millones de agujas le estuviesen picando en esa área mientras que el fuego que dentro del ojo se hacía más grande.
Quiso pedirle que se detuviera, que el dolor era muy grande y a cada segundo empeoraba, pero la sonrisa de satisfacción de él mostrando su blanca dentadura, le dio la pauta que no lo haría, que el contrato estaba siendo sellado, mientras que su corazón palpitaba más fuerte a causa de la adrenalina, y siguió gritando cuando creyó que su ojo estaba siendo extirpado.
- Signori passeggeri, per favore, regolare la cinghia in cinque minuti…-habló el altoparlante causando que quitase la vista del libro de geografía que tenía en manos, el vuelo había sido muy largo, casi unas 12 hs, pero no sé aburrio en ningún momento, tenía cosas importantes que pensar y analizar, además estaba bastante cansada y también aprovecho el tiempo para poder dormir un poco, recuperar las fuerzas que siempre se le iba. Suspiro pesadamente, todavía faltaba pasar varios países para poder ir hacia el otro continente, para al fin llegar a su destino; la conversación que se desarrollaba detrás de ella le llamo la atención.
-¿desea tomar algo antes de que descendamos, señor?-la azafata con un fuerte acento italiano se dirigió hacia el hombre que ahí se encontraba, todas las mujeres del avión estaban absolutamente extasiadas por el pasajero en cuestión, su altura, más de dos metros, más su facciones duras y sensuales, con uno ojos vivaces negros y una piel morena rojiza, era tan atractivo que parecía una estrella del cine o un modelo. El pasajero, sonrió mostrando su espectacular dentadura blanca causando que la azafata se sonroje y varias mujeres que lo estaban viendo se emocionen.
-grazie, debo felicitarla, tiene un muy buen dominio del idioma….-le eligió, a lo que la azafata rió tontamente.- pero debo decir que preferiría no tomar nada, en cualquier momento…
-tenemos una gran variedad de tragos y aperitivos…-intento mantener una conversación con el hombre, que con su traje negro, hecho a medida, marcaba los músculos que lo componían y si que era grande, pero el atractivo que desprendía su cuerpo, no permitía que se le tuviera miedo o precaución, todas querían escucharlo hablar, con su tono profundo y varonil ya que durante todo el vuelo, solo se dedico a mirar por la ventana y no prestar atención a nadie. El aludido estuvo a punto de contestar cuando fue interrumpido por la joven que se encontraba en el asiento frente suyo.
-Jacob, deja de hablar-le ordeno la joven, todos los presentes se sorprendieron por esto, la azafata se mostró enojada por lo que dijo, pero el hombre solo se limito a sentir sin dejar de sonreír. Miro hacía la azafata y agitando la cabeza en señal de que no quería nada de lo que le fuese a ofrecer y volvió a dirigir su atención hacia la ventanilla del avión. Todos empezaron a murmurar, no de manera muy discreta sobre la actitud de ambos, principalmente de ella, pero la joven no escucho las palabras de ninguno de ellos, no le podía importar menos. El avión descendió y los pasajeros comenzaron a bajar de este, la joven se fue hacía la puerta seguida muy de cerca del hombre al que apenas le llegaba a la mitad el pecho. Cuando llegaron hacia la azafata que se despedía de los pasajeros cortésmente, sus facciones se marcaron despectivamente hacia la joven.
-espero que haya volado bien con nosotros, bambina…-le dijo en tono condescendiente, la joven ni siquiera pareció prestarle atención, mientras se iba, pero cuando el hombre llego hacía ella, volvió a sonreír-que haya tenido un buen vuelo con nosotros, señor…-todo en ella fue sugerente, desde su manera de moverse hasta el tono que empleo, el hombre solo se limitó asentir y sonreír, mientras se marchaba. En el anden para tomar el siguiente vuelo, ambos se quedaron sentados atrayendo la atención de todos, en parte por el tamaño de él y también por ella, que parecía no tener más de 15 años, su piel blanca era algo impresionante, sus cabellos caían en forma desordenada pero lo que más impactaba, era que los anteojos que tenía, el vidrio derecho estaba todo negro, como si quisiese cubrir algo debajo de ellos, tal vez algún daño ocular, tal vez la ausencia del ojo. Era hermosa, sus rasgos eran delicados, pero la dureza en el ojo que se podía ver, era inquietante, porque parecía una persona mucho mayor a lo que era, parecía alguien de carácter absolutamente imperturbable.
Siguió leyendo el libro de geografía que estuvo tan concentrada estudiando, hasta que decidió desatenderse de este y hablar- llegaremos en unas 36hs a Forks, ¿todo esta arreglado para cuando lleguemos?- cuando el hombre no contesto sino que siguió sonriendo, ella suspiro pesadamente- puedes hablar Jacob, así que contéstame- el hombre se estaba divirtiendo con todo esto porque la miro un segundo felizmente.
-si, ya arregle para que tuvieras una reunión con el consejo…-la joven se arreglo un poco el vestido color verde que tenía puesto, que era bastante largo y con mangas tres cuartos, casi cubriéndola, era elegante, dando pauta que por las vestimentas de ambos que tenía un nivel de vida bastante privilegiado-así que no se preocupe le ira bien, mi ama- le comento, a lo que ella asintió, y volvió a leer el libro que tenía en manos.
-ladies and gentleman, the flight to United Stated…-llamo el altoparlante para abordar el siguiente vuelo, la joven y el hombre se dirigieron hacia el zona para tomar el siguiente vuelo, ambos permanecían callados, pero se notaba como él la seguía a todos lados, pareciendo como si fuese el guardaespaldas de la pequeña joven. En la puerta de abordaje la joven le entrego su boleto al empleado para que se asegurase que era el vuelo indicado.
-bueno, señorita…-el empleado, un hombre de unos 50 años, sonrío ante lo pequeña e inocente que se veía la joven, recordándole a su propia hija mientras leí el boleto.-Renesmee… ¿lo pronuncié correctamente?- le pregunto dulcemente, a lo que la joven se sonrojo y asintió avergonzada-bueno aquí tiene su boleto- y se lo regreso a lo que ella se despidió con un gesto, apresurando la marcha. Cuando tomo su lugar, el hombre se sentó al lado suyo, y la gran sonrisa, más feliz de lo habitual, hizo que la joven se sorprendiera.
-¿Qué es tan divertido?- le cuestiono molesta, porque odiaba ser tan vergonzosa y no poder controlar los sonrojos que la caracterizaban, entonces el hombre sin dejar de mirar todo con suma felicidad, pronuncio.
-dentro de poco voy a tener hambre- a lo que ella se estremeció, mientras que los labios de él formaban una sonrisa divertida en una cruel.
Espero que les haya gustado. Hasta la proxima actualización.
