Advertencias: Este fic ya había sido publicado y aunque me encanta el Spamano simplemente no me acomodo con el así que decidí hacerlo y cambiar algunas detalles pero esta vez con el Itacest. Por si les suena conocido xD en fin... ¡Por un mundo con más Itacest!

Em siguiente fic fue terminado en una hora a las 1:53 de la mañana... Ah, esa no era la advertencia correcta, El presente fic participa en Reto Long-Fic: 70 días con tu OTP para el foro Anteiku.


Drabble 1: Tomándose de las manos.

Eran esos pequeños gestos los que hacían su día a día un poco mejor.

Era una sonrisa despreocupada al levantarse por la mañana, un abrazo de oso cuando estaba cocinando, picardía en los ojos cuando veía lo tierno que podía llegar a ser su pareja.

Era un hombro en el cual llorar, una risa que podía compartir o una pared con la que podía discutir. Si caía era un paracaídas por si se quería salvar o un colchón en el cual aterrizar, era una pradera llena de flores solo para el...

Feliciano, era el nombre que llenaba su mundo y sus pensamientos, por todos esos gestos que le dedicaba a Lovino. Gestos que eran incomprensibles para la mayoría y pasaban desapercibidos para la mayoría porque a pesar de que estaban enamorados... Eran hermanos.

Y el mundo lo veía así. Tenían que esconderse para demostrar amor, algo más que solo haber compartido el útero por nueve meses, algo más que cualquier relación... Eran un mismo ser, dos caras de la misma moneda que a pesar de ser diferentes y nunca iguales o del mismo lado se comprendían más que ningún otro ser.

Lovino era el que generalmente se ponía a pensar más en esto. Era el más reservado, el que dudaba y al que le tocaban abrazos y mimos la mayoría del tiempo, palabras de cariño para calmar los nervios. Pero no siempre era así.

Había ocasiones en las que Feliciano estaba triste y cabizbajo, cuando esto pasaba también decaia el animo de ese italiano huraño y malhablado. En esas ocasiones sabia exactamente qué hacer o que decir, sin necesidad de dudar podía comprender a su hermano y por eso eran un gran equipo. Camino hasta quedar enfrente del menor y se inclinó, porque el Feliciano estaba sentado, las mejillas de Lovino están sonrojadas hasta más no poder y sus ojos tenían un brillo especial.

Con ambas manos tomo el rostro del chico y dijo... —Si vine aquí para verte tragar tus penas mejor dime lo que te pasa. —y con un poco de bochorno agregó. –Joder, se que tu eres el maldito hermano perfecto y todo eso, pero tenía mucho tiempo libre y acabe haciendo pasta.

Tomo aire ante la atenta y curiosa mirada de Feliciano —No es que te quiera compartir ni nada, solo hice mucha y se va a desperdiciar. Entonces toma, maldición.

Feliciano quedo estático, la mayoría de la gente no lo comprendía pero a Lovino realmente le costaba abrirse un poco y dejar salir la preocupación que tenía sobre los demás. Eran gestos sin importancia para la mayoría, pero Feliciano lograba captar esas indirectas.

El solo hecho de que Lovino hubiera decidido gastar sus preciados tomates en pasta en lugar de pizza, la preferida del chico, era un acto para estar tremendamente feliz..

Lovino esperaba un abrazo energético y unos cuantos besos pero en lugar de eso sintió como Feliciano tomaba sus manos con una gran sonrisa y entrelazada sus dedos levantándose enegreticamente..