Después de 2 meses que envié mi primer solicitud para poder traducir y muchas otras más, al fin recibí una respuesta, creo que en menos de 20 minutos de que fue enviada.

Advertencia:Este fanfic puede romperte el corazón. Estoy hablando en serio.

Nada me pertenece, ni Tokyo ghoul ni Tokyo ghoul: re de Ishida Sui, ni este fic que pertenece a WinryMarellie o quizás mejor conocida como hikikomorishoujo en tumblr, yo tan solo me he tomado el tiempo de preguntarle si me permitía traducir su historia originalmente escrita en inglés y al obtener su respuesta positiva, me puse a trabajar. Disfrútenlo y rómpanse el corazón junto conmigo.

Last Moments

Últimos momentos

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Capítulo 1

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—Ten cuidado... — Touka frunció el ceño, con una expresión triste mientras se apoyaba en el marco de la puerta del baño, viendo como Haise se ajustaba la corbata.

La miró a través del espejo, viendo cómo sus ojos le estaban mirando directamente, en busca de algo más que mirar. Se dio la vuelta, apoyado en el mostrador, obligándose a sonreír, —Hey, no te pongas así. Es sólo una misión básica de vigilancia. Nada peligroso lo juro.

Ella no respondió. Ella simplemente se cruzó de brazos mientras su comportamiento se ensombreció, aun evitando su mirada.

—Hey... — Haise se acercó a ella, tomando la barbilla con la mano mientras la obligó a mirarlo a los ojos—. No te preocupes tanto, te juro que voy a estar bien. Vuelvo en una semana, entonces estaré en casa por un tiempo, ¿de acuerdo? Además... Akira quiere invitarnos a cenar cuando vuelva.

Touka hizo una mueca ante el nombre de la mujer, una ola de malos recuerdos de su padre vuelven a su mente. —Haise no me gusta salir con las personas de la CCG... lo sabes.

—Lo sé, pero...— Suspiró—, Akira ha sido muy amable conmigo. Y además ella realmente quiere ver a nuestra bebé. Muchas personas en el CCG quieren.

Sus ojos se abrieron, una sensación de pánico corriendo a través de ella,

— ¿Les dijiste?

Haise rio nervioso, tomando su mano de la barbilla, — ¿Qué puedo decir? Soy un padre orgulloso.

— ¿Saben que soy un ghoul?— Sus palabras parecían apresuradas contra su pecho apretado, los dedos agarrando la piel de su brazo.

— ¿Qué?— Pareció afligido por su pregunta, —No, no... No soy un completo idiota.

—Pero saben que eres un medio ghoul.

— ¿Y?

—Nuestra hija, obviamente, es en parte ghoul— Sus palabras se salían tal y como las pensaba, — ¿Eso no te pone intranquilo?

—Está bien...— se inclinó hacia abajo, empujando algo de cabello de su rostro mientras le besaba la frente—. Mientras siga haciendo lo que quieren, no van a hacer nada...

Sus ojos tristes, —Haise...

— ¿Hm? — Preguntó, moviendo los labios para besar sus párpados y las mejillas.

Touka empujó su cuerpo contra la pared, con los brazos alrededor de sí misma

— ¿Cuánto tiempo más vas a seguir haciendo esto?

Haise se detuvo en seco desde la plantación otro beso en la mejilla, alejándose un poco para que pudiera mirarla a los ojos,

—No puedo...

— ¿No te parece que está mal?

—Bueno, sí pero-

—Entonces, ¿por qué sigues haciéndolo?

Se quedó en silencio por un momento, observando como desviaba su azul mirada una vez más, con los ojos mirando hacia el suelo mientras sus brazos se quedaron cruzados con fuerza alrededor de su cuerpo. Se trasladó a envolver sus brazos alrededor de su cintura, tirando de su femenino cuerpo hacia él, —Es más seguro de esta manera...—, Haise se inclinó y besó la parte superior de su cabeza—. De esta manera... Puedo asegurarme de que todos vamos a estar bien...

Ella no le respondió, sólo tiene que pulsar la frente contra su pecho. Su estómago se sentía incómodo al pensar en la idea de Haise que muestra las fotos de ella y su hija a sus compañeros de trabajo. Ella juega con el anillo en su dedo, buscando alguna manera de resolver sus nervios.

— ¿Puedo ir a verte en mi hora del almuerzo?

— ¿Eh?— Ella levantó la mirada hacia él.

—Trabajas hoy... ¿verdad?— Alejándose ligeramente hacia atrás para que pudiera ver su cara mejor—, ya que no me voy hasta mañana por la mañana, pensé que podría venir a verte ya que realmente no necesito el almuerzo como todos los demás...

—Está bien... respondió ella, presionando su frente contra su pecho—. Aunque debes terminar de prepararte... no quiero que llegues tarde a trabajar.