Antes que nada, aquí los personajes de Bleach son actores, algunos conservarán la personalidad que conocemos, otros van a cambiar ya sea un poco o bastante.

También debo aclarar que no soy la primera en usarla, yo vi esta idea hace tiempo con shinigamiblack.

Olviden como estan las familias o las relaciones normales, algunas van a cambiar bastante.

El fin de esta historia es jugar con las parejas más extrañas que me he encontrado en FF, y en ningún momento se prentende que el romance aparezca, solo se hara mención hacia este. Si tienen alguna pareja normal o crack pueden dejarla en los comentarios.

Bleach no me pertenece, o Iskander sería el más temible de las zampakutos XD


En los foros del Goitei 13 se terminaba de grabar el último capítulo de la serie Lejía. Aunque algunos de preguntaban que demonios le sucedía al guionista para hacer algo así, otros simplemente querían terminar lo antes posible.

—¡Ni yo entiendo esta mierda! Y eso que soy un niño— se quejó el pequeño que interpretó a Kaoru mientras salia de escena hacia su amiga —Parezco más niña que tú Ichika.

La pelirroja se encogió de hombros mientras se acomodaba su esponjoso vestido blanco y recogía su cabello en una trenza.
—Yo misma que quejé con mamá, ¡Se que alguien me va a confundir con ella! Van a pensar que se encogió de la película pasada.

Un castaño que buscaba la salida con urgencia para poder finalmente tomar ducha pasó cerca de ellos y no pudo evitar escucharlos —¡JA!— se burló — Nada se compara con pasar la última saga, grabando diez horas diarias y la mayoría de ellas usando un traje de casi plástico además de estar sentado todo el santo día. Kazui toma tus chucherías que nos vamos, tu hermano dice que se va a tomar después de esto y alguien debe dejarte en casa.

El pequeño asintió para tomar su mochila —Tío Aizen ¿Después me ayudas a buscar el hilo perdido?

—¿Hilo?— preguntó extrañado.

—¡También lo has visto!— dijo Ichika, ante la mirada extrañada de Aizen buscó una imagen en su celular —Aquí tiene— agrego antes de extenderlo hacia él.

Era un pequeño anuncio que estaba pegado en la pared blanca junto a los refrigerios, que mencionaba lo siguiente.

"Se buscan varios hilo rojo, la última vez que se le vieron fue durante la grabación de la división cero.
Quien lo encuentre favor de notificarlo en la caja de sugerencias con su nombre para programar una negociación.
Recompensa a tratar, pues todos son distintos."

—Como quieras enano— respondió Aizen bastante cansado —Solo quiero llegar a casa.

—Nos vemos luego Kazui— se despidió Ichika de su amigo antes de ir hacia su madre que la esperaba al otro lado del estudio.

El castaño llevó a su sobrino hacia la residencia Kurosaki en su automóvil negro, cuando respondieron al timbre fue recibido por su hermana Masaki quien estaba contenta de verlo de nuevo.

—Hace un par de días nos vimos Maki— respondió algo incomodo. Pese a tener una hermana tan amable, él no estaba familiarizado con socializar, de alguna manera se parecía a su personaje Ai Shima en la forma ligeramente apática de ser con todos.

—¿Ichigo no ha venido con ustedes dos?— preguntó la amable mujer.

—No, dijo que iba a beber. Seguramente va con Hanatarou y Ukitake— respondió Sosuke antes de mirar a su sobrino —¿Qué esperas? Entra ya, que debo llegar a mi casa a ducharme.

—Hermano, creo que tienes una muda de ropa aquí, ¿Por qué no tomas el baño aquí? Es la única forma que tengo de agradecerte por traer a Kazui-chan a salvo.

El castaño iba a declinar la oferta, pero su casa estaba aun a varios minutos, eso si no había trafico o alguna manifestación. Y realmente comenzaba a odiar la comezón que le provocaba el sudor.

—Vale— menciono con una leve sonrisa —Con eso me basta. Gracias Maki.

Cuando entró se aseguro de colocar la alarma a su auto y cerrar bien la puerta. Si Ichigo llegaba ebrio en su presencia iba a arrastrarlo por el piso por el mal ejemplo que le daba a su hermano menor.

Siguió a Masaki entre los pasillos de la casa, Kazui se fue de inmediato a jugar videojuegos mientras aún se quejaba de su papel.
—¿Tan mal terminó?— preguntó su hermana mientras sacaba de un armario una muda de ropa.

—Ni te lo imaginas.— respondió al tomar el pantalón, camisa, calcetines y calzoncillos limpios de manos de ella —Al final no me convertí en el soberano ¡¿Puedes creerlo?!

—Vaya, y realmente lo merecía Ai-kun después de tanto plan. Bueno, toma las tallas que necesites que yo voy a preparar la cena ¿Quieres acompañarnos?

—Lo haré— dijo ante la mirada de Masaki.

Aun no podía perdonar al hombre que la abandono al nacer Kazui, desde entonces se dedicó a ayudarla a criar a sus hijos y a disminuir los gastos en su casa. Aunque eso significara trabajar más arduamente.

Y lo haría sin pedir nada a cambio, ella era su hermanita y merecía lo mejor.
Su ducha fue rápida, quizá la ansiedad comenzaba a hacer de las suyas en él, pero ha no importaba. Por fin podía tirar a la basura ese traje de plástico.
Unas horas después ayudó a colocar lo necesario para la cena, una comida para tres sonaba muy bien... o eso pensó.

El timbre sonó de nuevo y él fue a abrir, lo que se encontró afuera no le agradó para nada.

Frente suyo estaban riñendo Ichimaru Gin e Isshin Shiba, o como él los llamaba: Los perros.

Bien, quizá el apodo sonaba más cruel de lo que en realidad se trataba pero, ¡Esos dos querían a su hermana! Le bastaron las grabaciones y el escaso contacto para notar a leguas el lado pervertido que le ocultaban a Masaki.

—¿Se les ofrece algo?— preguntó Aizen tratando de ser amable.

—Aizen-kun, me sorprende que este aquí— comentó Gin con su típica sonrisa —Solo venia a visitar a Kurosaki-san y a entregarle esta rosa azul.

—¡V-vine a lo mismo!— respondió Isshin con un ligero sonrojo.

Si el reiatsu fuese visible o perceptible en la realidad, seguramente esos dos ya estarían temblando ante la sobreprotección que se preparaba a desplegar el castaño.

Pero Masaki se acercó al notar que su hermano se tardaba demasiado.

Aizen solo pudo apretar los dientes al ver como ella abría más la puerta. —Gin-kun, Isshin-san, que grata sorpresa. ¿Quieren acompañarnos a cenar?

Ambos pretendientes se miraron entre sí. Sabían que de aceptar, se ganarían una paliza de Sosuke al terminar la cena y eso era correr un riesgo mayor.
—Lo siento, tengo que acompañar a Hisagi al aeropuerto, su vuelo esta a un par de horas de salir— se disculpó el azabache con una reverencia —S-solo vine a dejarte esto— agregó al extender un par de rosas blancas.

—Se lo agradezco Isshin-san. ¿Qué dices Gin-kun?

El zorro abrió ligeramente sus ojos —Será un honor el probar su comida Kurosaki-san— dijo antes de entregar su rosa.

Pese a recibir dos miradas fulminantes Ichimaru ni se inmutó al entrar a la residencia de la amable dama, a quien deseaba cortejar sin importar que tuviese dos hijos y un hermano bastante protector.

Se agregaron sus utensilios a la mesa, Kazui le saludó amable, aunque Aizen parecía a punto de atacarlo con el tenedor ante el primer movimiento que pudiera malinterpretarse.

—Kazui-chan, ¿Puedes ayudarme?

—Si mamá.

Y de nuevo se quedaban solos, pero Gin no era tan tarado como para quedarse mirando al castaño o fingir que la decoración de la casa era la más interesante que pudo ver en su vida.

Claro que no, en lugar de eso se quedó entretenido tratando de desamarrar un hilo rojo que estaba completamente enmarañado.

—Aizen-kun ¿Te molestaría si uso tu dedo un momento?— preguntó al encontrar un pequeño nudo que formaba un circulo cerca de una de las puntas del hilo —Prometo que no sera mucho.

Un encabronado Aizen le extendió su mano en respuesta ¿Qué clase de inútil se tarda tanto con un hilo? pensó al instante.

—¡Ya esta! Mira, incluso hice otro nudo igual al que tienes tú— menciono antes de colocarse el otro extremo.

De pronto las palabras hilo rojo resonaron en la mente de Sosuke, iba a comentarle la curiosa imagen a su compañero en un intento de calmarse...
Pero el hilo desapareció.

Ambos se miraron con pánico y de inmediato tocaron donde estaba atado el hilo.

—M-mierda... y-ya no esta— murmuró Gin.

—¿Qué no esta?— preguntó Kazui quien llevaba un plato con ramen.

—El hilo rojo— respondió Aizen.

Las manos del menor temblaron un poco, antes de que se quemase Ichimaru le arrebató el plato, metiendo varios dedos en el hirviente líquido, solo para obligarse a no gritar como niña.

—¿Estas bien Kazui?— insistió Aizen al verlo pálido.

—E-eso no puede ser... Yo lo leí pero no creí que era verdad ¡Digan que mienten!

Gin negó —Puedo jurarlo por mi primo Shiro-chan y Fuyu-san.

Kazui ahogó un murmullo antes de ir en busca de su celular.

—Aizen ¿Podrías ayudarme a llevar otro plato?— preguntó Masaki quien seguía en la cocina.

—Enseguida Maki.

Cuando se levantó y se alejó exactamente un metro y medio de la mesa una fuerza lo jaló hacia atrás, asimismo esta fuerza lo hizo con Gin solo que hacia adelante.

—No me jodas— masculló el zorro mientras se levantaba un poco adolorido por haberse golpeado contra la mesa. —Voy contigo quieras o no.— aseguró.

Aizen sin más remedio aceptó y haciendo gala de sus dotes de actor convenció a su hermana de sentarse antes, pues él e Ichimaru se encargarían de llevar lo demás.

—Tío— llamó Kazui quien entraba a la cocina asegurándose de que su madre no lo viese —Entonces creo que ya se que buscan. No son solo hilos rojos, son hilos malditos de la NO separación.

—¿Puedes ser más especifico?— pidió el castaño a su sobrino, Gin por su parte analizaba con detenimiento el nombre.

—Su nombre completo es; Hilo maldito rojo de la NO separación, mira el "no" esta en mayúsculas— comentó para mostrarle el celular, donde se podía ver una página de videos de terror.

Vamos, siendo francos, esos dos sabían que el tener maldito en tu nombre no era muy bueno.

—Son hilos rojos del destino falsos— respondió el invitado cuando sus neuronas finalmente hicieron sinapsis en sus recuerdos —Quizá alguien los hizo para venderlos dentro de la farándula, no es tan descabellado si pensamos que hay muchos que pagarían por algo así.

—Kazui ni una palabra, ahora vete— dijo Aizen antes de mirar a Gin y sujetarlo de su camisa —Donde busques uno para colocárselo a mi hermana te castro y luego te mato.— amenazó con una mirada que ni el mismisimo Ai Shima podría ignorar.

—Yo no soy tan vil, puede que me digan serpiente o zorro, pero soy tan noble como un perro.

Sosuke comenzó a reír divertido, extrañado bastante a su compañero.

—Te creeré por ahora, vamos que Maki nos espera.— comentó de mejor humor.

La cena no fue realmente interesante, claro que no, es una cena normal cuyo tema principal fue sobre el final y los compañeros de trabajo. Todo esto fue opacado por el momento donde Gin debía retirarse. Ahí fue donde ardió Troya para el abino y castaño.

Sosuke e Ichimaru no podían alejarse más de un metro y medio, tampoco podían decirle a la amable mujer sobre su situación tan extraña. Pues seguramente ella lanzaría a su altar religioso por la ventana al enterarse de eso, pensando que Gin lo había hecho a propósito y que su hermano se sacrificó para salvarla... O eso pensaban ellos dos.

—Maki, creo que también me voy. Mañana tengo una reunión temprano, de paso dejare a Ichimaru en su departamento.

—Que amable, espero que este despejado tu camino Aizen— respondió Masaki con una pequeña sonrisa —Kazui-chan, ¿Le traes su ropa sucia a tu tío?

—Enseguida.

No fueron ni tres minutos y el niño ya traía en una bolsa negra la ropa, Aizen se sintió mal, posiblemente corrió lo más rápido que pudo para no tardar.

Ambos salieron tratando de mantener la distancia limite y no levantar sospechas en el proceso. —Agradezco su hospitalidad Kurosaki-san, Kazui-chan.— dijo Gin al hacer una reverencia.

—Luego vengo de visita Maki— se despidió el castaño con una sonrisa.

Sosuke le abrió la puerta del copiloto, esperó paciente a que su hermana se fuera de la puerta, soltó un pesado suspiro antes de tratar de darle la vuelta al carro.

¡PUM!

—¡Grrr!— masculló el castaño al golpearse con su auto por culpa de la dichosa fuerza, solo esperaba que no le hiciese alguna abolladura.

Gin reía, o eso hizo hasta que un molesto Aizen invadió al extremo su espacio personal para tomar el asiento del piloto.
—Te invito a mi casa Aizen-kun, después de todo, esto resultó siendo mi culpa.— ofreció el albino al verlo tan molesto —Tengo un colchón extra, sábanas limpias y bastantes almohadas.

—Muy bien, donde vives.

—Sigue derecho, yo te indico donde dar vuelta a la izquierda.


Lector ¿Creías que estos dos iban a dormir en camas separadas? ¡Claro que no! El hilo maldito estaba preparado para todo, y deseaba joderlos hasta el límite de lo normal, no por nada la palabra maldito estaba en su nombre.

Mientras planeaba como iba a lograr su cometido, Gin le dio una rápida guía a Aizen de su casa, aunque no había mucho que resaltar más que un póster gigante de una bola de arroz con cara de gato en la sala.

—Y aquí es— dijo al encender la luz de su habitación —Como vez, solo hay un par de muebles, la cama y el armario, vamos por el colchón.

Alistaron el colchón para que fuese una cama decente, Ichimaru le prestó una pijama a su compañero para que tuviera algo no arrugado que usar mañana.

Aunque lo difícil fue ir al baño antes de dormir.

—¡No mires!— amenazó el zorro mientras levantaba la tapa del inodoro.

—Como si quisiera hacerlo— respondió Sosuke mientras buscaba en su mente alguna música para sustituirla por el ruido tan incomodo.

Después de eso y ya listos para dormir cada uno tomó su lugar. Gin arriba como dueño del lugar y Aizen abajo como un buen invitado indeseado.

La noche fue fría, más de lo que una serpiente podía resistir, así que a sabiendas del posible golpe que podría llevarse levantó a su compañero quien dormía tranquilo en el colchón.

—¿Pu-puedo do-dormir a-aquí?— tartamudeo por el frío.

—Tsk— masculló molesto, aunque verlo temblando lo hizo cambiar se opinión —Nada de abrazos.—amenazó.

Gin de inmediato se metió dentro y se acomodó —Eres cálido como un oso.— dijo feliz.

—¿Me estas diciendo gordo?

—¡Claro que no! Los osos son fuertes.— respondió y de paso hizo sonrojar al castaño.

—G-gracias.

—¿Crees que a Kurosaki-san le pueda gustarle algún día?

—Si es así, te arrastro por el piso antes de que seas su novio.

—Ne, eres muy protector Aizen-kun.

—Calla, además ¿No sales con Rangiku?

—Todos piensan eso. Que mi personaje sea su amigo de la infancia no significa que me guste ella. Además Matsumoto-san tiene a alguien especial.

—¿Quién?

—No puedo decirlo, se lo prometí.— menciono divertido.

—Bah, en ese entonces solo pide al destino que se encuentre un hilo rojo como tú y que sea tan astuta para usarlo con quien quiere.— dijo antes de acomodarse de nuevo y darle la espalda a Gin

—¿Quieres una pista?— insistió el zorro.

Aizen le miró de reojo —Vale.

—Sus personajes no se hablaron más de tres veces en la serie.

—¿Bromeas? Hay como cincuenta personas a la que eso aplica, incluso yo.

—Bien, trataré de ser más especifico. Es uno de los actores más liberales.

—Mañana lo pienso, ahora dejame dormir.

Y fue así como un cartel aparentemente estúpido dio inicio a la caza de hilos rojos, aunque más victimas se unirían al creerlo una broma.

¿Quién será el siguiente?

¿Tomarán Aizen y Gin terapia de pareja?

¿Como rayos van a bañarse si solo hay agua caliente en la mañana?