¡Hola

¡Hola!

Título: Amor en Llamas

Palabras: 1.698

Capítulos en total: 10

Aquí traigo una nueva historia, espero que les agrade, y lamento mucho las faltas ortográficas que pueda tener y así sin más les deseo que les agrade mi nueva historia.

Inuyasha no me pertenece.

Resumen:

Kagome es una sirvienta que trabaja para los Taisho, desde bien pequeña estuvo enamorada del hijo mayor de Inutaisho, Sesshomaru, mientras que el hijo menor de Inutaisho, Inuyasha, está enamorado de Kagome.

Aquí también entra en escena Kikyo quién la primera vez que ve a Inuyasha se enamora de él, pero era un amor imposible ya que Inuyasha solo tenía ojos para Kagome, ¿y Sesshomaru? Sesshomaru sólo tenía ojos para Kikyo, la cosa se complica porque todos ellos se fijan en la pareja que no les corresponden.

-Capítulo 1-

En un bosque cercano al castillo había una casita de madera que no resistiría otro invierno más, dentro de la casita pequeña, pero humilde, se pudo escuchar unos gorgoritos de un bebé y más al fondo una mujer hermosa pero cansada que sujetaba una niña que no debía tener más de cinco años.

-Kikyo tu hermanita Kagome está llorando bájate.-dijo Sonomi mientras bajaba a su hija mayor Kikyo y la dejaba en el sofá más cercano.

-Mamá ¿ya no me quieres?.-preguntó Kikyo casi lloriqueando

-Claro que te quiero hijita, te quiero tanto o más que a mi vida, si algo os pasara a ti o a Kagome, moriría.-dijo Sonomi mientras agarraba a Kagome quien no tendría por aquel entonces más de seis meses.

-Pero últimamente no me haces caso, siempre estas con Kagome.-dijo Kikyo mientras miraba recelosamente a su hermana pequeña, quién ahora, estaba siendo amamantada por su madre.

-Te quiero mucho y lo sabes, lo que pasa es que Kagome es aun muy pequeña y no se puede cuidar a sí misma.-concluyó Sonomi

-Ya…,pero echo de menos cuando cantábamos juntas y nos reíamos.-dijo Kikyo tristemente.

-Cariño, tú más que nadie sabes que ahora casi no tenemos tiempo ni de vernos, estoy trabajando en un sitio que no me pagan bien y dentro de poco la casita en la que estamos se acabará destrozando por los años.-dijo Sonomi intentando mirar el lado positivo de la vida.

-Sí mami, de hoy en adelante intentaré no causarte ningún problema, seré una buena niña.-dijo Kikyo intentando hacer que su madre sonría.

Kagome comenzó a lloriquear llamando la atención de su madre y de su hermana.

-¿Qué le pasa?.-preguntó Kikyo

-Me parece que tiene ganas de eructar y en esta posición le resultará incómoda.-dijo Sonomi alegre.

-Mami, me voy a jugar en el bosque.-dijo Kikyo

-Está bien pero procura no alejarte mucho de la casa.-dijo Sonomi mientras agarraba a Kagome y hacía que eructara.

Kikyo se fue corriendo hacía afuera al escuchar la respuesta de su madre, se fue tan rápido que sin darse cuenta se alejo demasiado y se quedó por un momento sin saber que hacer, hasta que escuchó una voz de un niño acercándose hacía ella.

Kikyo comenzó a tener un poco de miedo, hasta que de repente pudo ver al propietario de aquella voz.

-Hola.-dijo el niño

-Hola.-dijo Kikyo desconfiando de él

-¿Cómo te llamas?.-preguntó él

-Me llamo Kikyo ¿Y tú?.-preguntó ella

-Me llamo Inuyasha.-dijo él mientras hacía una mueca de dolor al sentir el dolor en su rodilla derecha.

-¿Qué te pasa?.-preguntó Kikyo preocupada

-Me e hecho daño en la rodilla, sin querer me resbale y pues aquí tengo la prueba.-dijo él aguantando el dolor

-Espérame llamaré a mi mamá, ella te ayudara.-dijo Kikyo mientras salía corriendo dirección hacía su casa.

Kikyo llego a su casa en menos de diez minutos y pudo ver como su madre acunaba a Kagome en sus brazos.

-Mami e conocido a un niño que se a hecho daño por favor ayúdale.-dijo Kikyo

-Está bien ¿Dónde está?.-preguntó Sonomi

-En el bosque ven corre.-dijo Kikyo

Sonomi cogió a Kagome en brazos y fue casi arrastrada por su hija mayor al bosque.

-Es él.-dijo Kikyo mientras señalaba a Inuyasha

-¿Dónde te has hecho la herida?.-preguntó Sonomi preocupada pero a la vez concentrada para intentar ayudar al niño.

-En la rodilla.-señaló él mientras le mostraba la rodilla.

Sonomi comenzó a inspeccionar la herida de Inuyasha y vió que eran unos simples rasguños y que con un poquito de agua oxigenada y una venda se arreglaría el problema.

-Toma cariño.-dijo Sonomi mientras a Kikyo le entregaba a Kagome.-Voy a llevarte en brazos.-dijo Sonomi mientras agarraba a Inuyasha sin darle opción de replicar.

Estuvieron caminando durante unos cuantos minutos y al fin llegaron de nuevo a la casita de Sonomi

-Sé que no es muy grande y que tenemos poca comida, pero es todo lo que tenemos para ofrecerte.-dijo Sonomi mientras dejaba a Inuyasha en el sillón

-¿Cómo es que no tenéis tele?.-preguntó Inuyasha inocentemente

-Porque no tenemos dinero.-dijo Kikyo

-Hija no necesitamos más.-dijo Sonomi reprochando la actitud de su hija.-Hago todo lo que puedo para que esta familia salga adelante, no tenemos televisión porque no tengo dinero con el que comprarla.-dijo Sonomi a Inuyasha

-Mi papá si quieres te puede ayudar.-dijo Inuyasha

Kagome comenzó a llorar demandando la atención de Inuyasha, Sonomi y Kikyo

-Mi hermana es una llorona.-dijo Kikyo

-Que bonita es.-dijo Inuyasha.-¿La puedo tener en brazos?.-preguntó Inuyasha

-Claro que si.-dijo Sonomi mientras le entregaba a Inuyasha, Kagome.

Inuyasha se quedó atontado ante lo bonita que era Kagome, y pensó que cuando ella fuera mayor sería muy bonita.

-Su cara es blandita.-dijo él mientras le tocaba la mejilla derecha a Kagome.

-Si.-dijo Sonomi sonriendo

-¿Y dónde están tus papas?.-preguntó Kikyo

-Están en el castillo.-dijo Inuyasha.

-Te llevaremos allí, no hay muchas dificultades en el camino.-dijo Sonomi

-Sí.-dijo Inuyasha sonriendo

-Vamos, vamos.-dijo Kikyo impacientemente

-Está bien.-dijo Sonomi suspirando agobiada por Kikyo

Sonomi agarró de nuevo a Kagome mientras Kikyo no podía parar de mirar a Inuyasha, cosa que a él eso le molesto ya que nunca le agradó que le miraran de esa forma tan penetrante, como si quisieran ver más allá de sus pensamientos.

Sonomi iba fijándose muy bien para luego poder volver para atrás, continuaron caminando viendo los árboles, arbustos, todo era tan puro, tan natural que hacía que se sintiera como en el paraíso en la Tierra.

-Mira, mira, ahí está mi hermano mayor.-dijo Inuyasha saltando de alegría al ver a Sesshomaru.

-¿Ya puedes saltar?.-preguntó Kikyo incrédula

-¡¡Auch!!.-gritó Inuyasha de dolor

-No seas llorica.-le dijo Kikyo a Inuyasha

-¡¡Me duele mucho!!.-gritó Inuyasha.

Sesshomaru al escuchar a su hermano gritar de dolor fue corriendo hacía él mientras observaba a las personas que acompañaban a su hermano menor a casa, o mejor dicho, al castillo.

-¿Inuyasha que te a pasado?.-preguntó Sesshomaru.

-Me e caído.-dijo Inuyasha sin dar más explicación.

-Tiene unos rasguños en la rodilla, pero ya le e puesto agua oxigenada y una venda.-dijo Sonomi.

-Bueno…, pues muchas gracias por ayudar a mi hermano, ¿Quieren entrar?.-dijo Sesshomaru viendo a Kikyo sin quitarle el ojo de encima ni un momento.

-No hace falta, muchas gracias por la invitación pero nos tenemos que ir ya.-dijo Sonomi.

-No se vayan, por lo menos queden-se aquí unos días como agradecimientos.-contestó Sesshomaru rápidamente

-Está bien.-dijo Sonomi agradecida.-Pero primero habrá que preguntarle a vuestros papas ¿No?.-preguntó Sonomi

-Oiga que yo tengo quince años y puedo decidir por mí mismo a quién quiero invitar al castillo.-dijo Sesshomaru

-Pero de todas formas….-dijo Sonomi insegura.

-Está bien, llamaré a mis padres, pero por favor entren, no quiero que piensen que soy un maleducado o algo así.-dijo Sesshomaru mientras entraba en el castillo seguidos por Inuyasha, Kikyo, Sonomi y Kagome quién estaba en brazos de su madre.

La entrada del castillo era impresionante, el suelo era casi de cristal, tenían alfombras rojas en la entrada, y muchos cuadros de la familia haría ya generaciones.

Llegaron al salón y se quedaron impresionadas ya que tenían chimenea unos sofás de piel, retratos familiares y hasta tenían una gran mesa y una neverita para tomar bebidas.

-Por favor sentaros.-dijo Sesshomaru con amabilidad

Sesshomaru fue subiendo por unas escaleras que estaban al final del salón y tenían aspecto de ser muy inclinadas.

-Caramba mami, este castillo es muy bonito, ojalá pudiera vivir aquí.-dijo Kikyo tristemente

-Cariño no estés triste.-dijo Sonomi tratando de tranquilizarla

-¿Por qué no os venís a vivir aquí?.-preguntó Inuyasha inocentemente

-Porque no queremos molestar, además ya tenemos una casita….

-Que no durará otro invierno.-dijo Inutaisho

-Es verdad, la oferta de Inuyasha no está tan mal.-dijo una mujer blanca como la nieve, con ojos marrones y una sonrisa muy hermosa.

-Ustedes son los Higurashi, su marido era una muy buena persona y estamos en deuda con él, por eso, queremos que abandoné su casita y se venga a vivir al castillo, además usted curo a Inuyasha y muy pocas personas se dignarían a cuidar una herida a un niño como Inuyasha ya que todos piensan que es un gamberro.-finalizó Inutaisho.

Inutaisho es un hombre muy apuesto con ojos dorados, alto y muy esbelto en especial es muy terco y si él quería algo, ese algo lo obtenía, de ahí a que sus hijos Sesshomaru e Inuyasha sean tan tercos y tan testarudo

-Pero no podemos aceptar.-dijo Sonomi

-¿Por qué no?.-pregunto Izayoi

-Porque eso sería abusar de ustedes.-dijo Sonomi con mucho respeto

-Muy bien, pues entonces trabajen en el castillo.-dijo Inutaisho pensativo

-Está bien.-dijo Sonomi.-Así si podemos aceptar, ya que no me gustaría que ustedes nos dieran de todo y nosotros sin poder pagarles por su gratitud.-dijo Sonomi

-Pues muy bien haremos que alguien les traiga todas sus cosas aquí. Mientras Izayoi les preparará una habitación para cada una.-dijo Inutaisho

-Muchísimas gracias.-dijo Sonomi eternamente agradecida por la oferta que los reyes les habían hecho a su familia.

-Continuará-

Espero que les haya agradado.

Puede que los primeros capítulos los encuentren sin mucha gracia, pero la historia irá mejorando capítulo a capítulo, este quizás no lo hayan encontrado muy entretenido pero tenía que comenzar la historia por algún sitio y que mejor comienzo que explicarlo todo desde un principio.

Y otra cosa en el próximo capítulo habrán pasado 12 años, aunque ya lo veréis en el capítulo siguiente.

Si, me queréis dar algún consejo o crítica será todo de bienvenida.

Gracias n.n

Pelirroja16