Un Fic de Gaara y Hinata dividido en tres partes;

Parte 1: "Konoha se ha sumido en una guerra, lo unico que Temari y Kankuro deben hacer es proteger a la pequeña Hyuga de todo peligro, incluso de su hermano menor hasta que la guerra termine, aunque los planes no pueden resultar bien, o lo imaginado no puede resultar bien... Gaara solo puede dedicarse a tomar a Hinata como un ser más para matar... o para darle una vaga esperanza más..."


-.-Undermoon-.-

Capítulo 1: La Misión

La ventisca de arena de esa noche había sido suave comparada con la de la semana anterior, la luna llena yacía resplandeciente por sobre su cabeza, acompañada por algunas nuves grisáceas que a cada momento pasan por delante de ella como siguiendo una lenta danza que jamás terminaba; Allí, sobre la torre más alta, bajo su pequeña cabeza de cabello pelirrojo mientras permanecía arrodillado en el suelo, con la respiración acelerada y lagrimas cayendo por sus mejillas, al igual que la sangre que brotaba de su frente, presente por la recién creada marca grabada como si fuera fuego en su piel; Rezaba "Amor".

Amor que jamás había tenido.

"Jamás fuiste amado" Retumbaba las palabras en su cabeza, una y otra vez, torturándolo y produciendo que un ser mucho más fuerte qué él brotara en su interior y se comiera a pedazos lo poco que quedaba de su puro ser. "¿Por qué?" se había preguntado a lo largo de toda su vida "¿Por qué a mí?".

Pues no tenía la respuesta.

-Yashamaru… - repitió sin vos, a travez de un llanto ahogado una vez que el dolor dezgarrante cesó. Pero esta vez no lloró.

Había sido creado para ser un arma, un experimento que resultó ser fallido y ahora del cual todos temían hasta para acercarse, niños y adultos… Su madre murió al darlo a luz hacía poco menos de seis años, su padre no se había hecho cargo de él, sino que se había dedicado a cuidar de sus dos hermanos mayores los cuales casi nunca veía. Su tío, la única persona que le quedaba para la cual aferrarse a la pureza de su alma, estaba muerta y antes de eso le había confesado todo eso que ya sabía, que su padre lo había mandado a matar por él y que él, su tío, no se había negado al hacerlo porque nunca lo amó tampoco. Él siempre fue un ser que irradiaba temor y odio, y nunca había tenido amor.

Esa noche había gritado tanto que sentía su garganta dañada, pero lo había hecho al sentir brotar su odio y desesperación. La marca de su frente aún le ardía, como un recordatorio que llevaría toda la vida. Apretó los dientes con fuerza, ya no le importaba ser un monstruo, ya no le importaba que nadie lo quisiera tal cual era…

"Gaara" le susurró en su mente la voz dulce de su ya difunto tío que había querido llevárselo con él a la presencia de la muerte y no lo había logrado "El nombre que te puso tu madre de un dios que solo lucha para sí mismo y se ama a si mismo…"

Cerró los ojos que habían sido marcados con unas prominentes ojeras negras desde que habían sellado a aquel monstruo en su interior, el cual había arruinado su vida. Se puso de pié y observó con sus ojos, cargados de odio, que se relajaron un poco demostrando tristeza otra vez al ver de lleno la luna; tan perfecta, tan bella… Tan despreocupada de todo… Si tan solo pudiera formar parte de ese bello astro tal vez sería como ella, tan pura…

-…Solo lucharé por mi mismo… y me amaré a mi mismo… -susurró siguiendo las palabras de su tío, Yashamaru.

Cerró los puños firmemente, clavando sus uñas en sus palmas. No pudo evitar que un ardor invadiera sus ojos otra vez pero lo resistió ¿Por qué llorar por alguien que no lo amaba? Alzó su mano, que tembló un poco hasta alcanzar una de sus húmedas mejillas y limpió los restos de sangre y lágrimas.

En la majestuosa sala donde reposaba el respectivo Kazekague hasta esa fecha, un hombre entró con aires despreocupado y se posó en una columna con los brazos cruzados sobre el pecho. Sonrió con sorna. Con un poco de suerte, su hijo estaría muerto en esos momentos… con mucha suerte, tal vez lo estuviera su antipatico y estúpido cuñado… y si era realmente afortunado, ambos habrían dejado este mundo.

Había terminado de darle un breve castigo a Kankuro pasado el atardecer y había decidido a volver a la mansión Kazekague para seguís sus deberes como uno, aunque en el camino se había topado con su hijo, quien exibía una expresión de tristeza, miedo y culpa, lo que imagino por que su hijo no lo miró a los ojos al pasar por su lado. En ese momento él le había devuelto una mirada acusadora, sabía que Gaara algo había hecho y sus sospechas se aclararon al ver a uno de los ninjas que solían emborracharse, tirado en el suelo sin vida en su cuerpo.

En el momento en el que encontró a Yashamaru le ordenó matar a Gaara y este no parecía muy contento al principio, aunque luego de graves amenazas hacia él, consiguió persuadirlo de que hiciera el trabajo.

Mientras permanecía sumido en sus vacilaciones, por la puerta entró un jounin de cabello blanco y largo hasta su hombro y el cual se encontraba depositado delicadamente sobre este, de ojos profundos y negros y piel cetrina quien poseía la mitad de la cara, desde bajo la nariz, cubierta. Estaba sobresaltado, su expresión era temerosa y nerviosa, se dio cuenta de que no traía muy buenas noticias.

-¡Kazekague-Sama… -lo llamó entre bocanadas de aire mientras se arrodillaba en señal de respeto.- Yashamaru… ha…!

Él levantó una mano para que se callara, luego, una leve sonrisa se formó en sus labios, una sonrisa casi maléfica aunque resignada al final. Tal y como lo sabía.

-Estaba seguro que él no podría contra mi hijo... De igual manera, Yashamaru no es una gran perdida después de todo.

El jounin no agregó nada más, sino que permaneció en silencio por unos instantes antes de abordar el otro tema.

-Señor… Hay algo mas… No sé si estará al tanto del asunto de Konoha…

El hombre lo escrutó por el rabillo del ojo.

-No te referirás a la guerra con el país del sonido ¿Verdad?

-En… en efecto, señor. Konoha esta quedándose sin hombres, está cayendo… el Tercer Hokague aún no está presente para defenderlos y hay muchas familias que han decidido huir y refugiarse en otras aldeas.

-Pues será cuestión de tiempo de que una de las familias venga hacia acá.- aseguró seriamente, no muy feliz por el asunto.

-Según se dice, las familias más importantes y numerosas de Konoha son los Uchiha y los Hyuga, hay rumores de que han comenzado a dispersarse.- comentó sin quitar su postura de respeto.

-No podemos permitir que ingresen aquí como si nada.- comentó tras meditar unos instantes.- Es muy peligroso si algún ninja descubre los secretos de la aldea, estos no son parte de un libro público, tampoco si se trata de una aldea como Konoha, aunque este en guerra, no tiene ese derecho.

Dio media vuelta y comenzó a caminar lentamente hasta su sillón el cual permanecía desocupado.

-Entonces… ¿Habrá que matarlos si lo hacen?

-No te preocupes Surabi, por ahora no ha sucedido nada así que es precipitado tomar medidas…

-Si, Señor.

El jounin se puso de pié y se dispuso a salir de la habitación ya terminada la discusión. Pero alguien más ya la había abierto con estrépito, otro de los ninjas jounin, de cabello rubio y lacio y de aspecto larguirucho.

-Kazekague-Sama, un miembro de las familias de Konoha acaba de llegar y pide hablar con usted.

El Kazekague arqueó las cejas sorprendido por la coincidencia de los hechos. Aunque no dijo nada por unos instantes, Surabi permanecía petrificado en su sitio, con cara sorprendida pero tampoco se dignó a decir nada.

-Ya veo… -susurró el hombre.- Dime, Hirako ¿Sabes de qué familia pertenecen?

-De los Hyuga de Konoha, señor. Los famosos por sus Byakugan. Son un hombre y su hija.

-Ho… interesante… -susurró Lord Kazekague.- Hágalos pasar.

-Si.

Hirako se marchó y dejó tras sí un aura tensa y de silencio, regresó a los pocos minutos con un hombre de rostro endurecido, de unos trinta años de edad de cabello largo, lacio y negro trallendo a una pequeña niña tomada de la mano que observaba todo con cierta timidez y con los nervios a flor de piel.

El hombre de Konoha se arrodilló tal y como había hecho el primer jounin, este casi rozaba el suelo con su nariz, como si pidiera clemencia en su forma exagerada de rendir respeto y hablar.

-Kazekague-Sama de la Aldea oculta de la Arena… soy Hiashi Hyuga, del clan Hyuga, de la aldea oculta entre las Hojas, vengo a…

-Ya se a que vienes.- lo interrumpió el hombre seriamente ante la sorpresa del suplicante.- Quieres que escondamos a tu hija ¿No?

-Si, seria un honor para mi.- Hiashi volvió a agachar la cabeza.- Verá, Orochimaru se ha unido a la guerra junto con los younins de la aldea de las Olas y está matando a los niños y ninjas mas jóvenes para sus técnicas prohibidas. Todos nos vimos obligados a resguardar a nuestros hijos en las aldeas contiguas.

El Kazekague lo escrutó seriamente, las comisuras de su boca permanecieron tiesas en una leve mueca de desagrado. Frunció el seño y dirigió luego su vista a Surabi el cual pareció detectar el mensaje de los ojos de su superior, este asintió levemente con la cabeza y su Kazekague volvió los ojos al ninja de Konoha.

-De acuerdo, cuidaré de tu hija.- repuso el hombre con voz seca.- Pero debo advertirte algo…

Hiashi levantó la cabeza con sorpresa, la niña a su lado tembló un poco ante la fría mirada del Kazekague.

-¿Q-qué es, Kazekague-Sama?

-Cuidaré de ella hasta que termine la guerra de Konoha.- sentenció entrecerrando los ojos.- Pasado ese tiempo, no me haré cargo de lo que pueda pasarle a tu hija ¿Estás de acuerdo?

Hiashi tragó saliva y volvió a inclinarse.

-Por supuesto, señor.

El Kazekague, aun cruzado de brazos, caminó hasta los dos Hyuga y se irguió un poco hacia la niña que se encogió en su sitio. Parecía tan indefensa y quebradiza como una pequeña pluma, sus grandes ojos entre blancos y plateados irradiaban temor y sus manos entrelazadas sobre su pecho mostraban que se encontraba realmente nerviosa. Tenía una capa de pelo entre negro y azulado, corto hasta la nuca y con un flequillo recto que terminaba en dos mechones largos a los costados.

-Dime, como te llamas.- preguntó con sequedad.

La niña pegó su barbilla a su pecho y cerró los ojos con fuerza.

-Hinata… E-ella es muy timida, señor.- le informó Hiashi con voz preocupada.

El Kazekague entrecerró los ojos.

-No se preocupe, eso no es problema. Hyuga, supongo que ya puede retirarse

Hiashi se puso de pié con vigor e inclinó la cabeza, luego, dirigió sus ojos a su hija, los cuales eran iguales a los de ella y le dedicó una leve sonrisa mientras despeinaba el cabello de su coronilla con una leve caricia.

-No te preocupes, Hinata, volveré en cuanto la guerra termine y estarás a salvo.

Los ojos de Hinata se empañaron un poco cuando su padre se iba a elejando de ella hasta cruzar las puestas de entrada.

El Kazekague volvió a dirigir sus oscuros ojos a Surabi.

-Ya sabes lo que debemos hacer.- le informó.- Y hasta que Konoha no termine su guerra debo cumplir mi palabra para mantener la paz, así que también debo incluirlo a él como amenaza…

-Estoy de acuerdo.- espetó Surabi un tanto aturdido.- Pero… no creo que podamos tener disponibles las 24 horas…

-Eso se puede arreglar.- lo interrumpió el Kazekague. Luego miró a Hirako. – Tráeme a esos dos, diles que les tengo una misión.

Hirako asintió y salió de la habitación dejando otra vez silencio entre Surabi, el Kazekague y Hinata quien hipaba nerviosamente.

-Bien, niña… -comenzó el hombre.- Supongo que durante tu estadia aquí en Suna… te comportaras decentemente y no te meterás en líos.- hizo una pausa mientras Hinata lo observaba temerosa.- Cuando hablo de líos me refiero a que no deseo que metas las narices en asuntos que no te convienen ni andes por la aldea indagando cosas ni tramando asuntos extraños porque de esa manera realmente no puedo asegurar tu seguridad ¿Entendido?

Hinata asintió con levedad justo en el momento en el que una voces comenzaban a oírse desde el otro lado de la puerta, tres personas aparentemente discutiendo que luego entraron a la sala; Hirako siguiendo a un par de niños más grandes que Hinata, uno bajito y de aspecto algo gordinflón de cabello castaño oscuro y de facciones muy parecidas a las de Kazekague que permecía allí; Y otra más altiva y más delgada, de cabello rubio y rebelde atado en cuatro cortas coletas tras su cabeza y de ojos azul oscuro como el agua del océano.

-¿Qué quieres, padre?- demandó la chica.- Estabamos en medio de un entrenamiento.

-Como debería haberles dicho Hirako, tengo una misión de nivel C para ustedes.

-¿De nivel Chuunin?- preguntó el niño con ojos brillosos.

-Si.- Su padre sonrió levemente.- Tienen que proteger a esta niña de la aldea de Konoha hasta que se marche.

Ambos niños pusieron el peso de sus miradas en Hinata que se encogió más en su sitio. La niña bufó.

-¿Eso es una misión de nivel Chuunin? Debes estar loco, padre.

-Deben obedercerme y protegerla -El Kazekague entornó los ojos oscuros.- Especialmente de él.

Ambos niños lo miraron extrañados primero, luego con preocupación en sus rostros.

-Pero padre… -comenzó el niño.

-No quiero peros, Kankuro.- volvió a cruzarse de brazos.- Esto es importante para la aldea también asi que quiero su palabra. Traten de no despegarse de ella.- dicho esto volvió a posar sus ojos en Hinata.

-De acuerdo… -dijeron ambos a coro.

-Bien, ahora vallanse y comienzen la misión, tengo mucho que hacer.

Kankuro y su hermana salieron del lugar, Hirako le hizo una seña a Hinata para que siguiera a sus nuevos guardianes y esta, tropezando un poco, salió del lugar.

El Kazekague se dejó caer en su silla con aspecto furibundo.

-No creí que sucediera tan rápido… y peor ahora que Yashamaru esta muerto.

-¿Teme que Gaara halla empeorado, señor?- preguntó Surabi.

-Si, debe ser obvio.- suspiró pezadamente.- Esa Hyuga estará en peligro si la dejo andar por Suna como si nada, supongo que Kankuro y Temari podrán detener a Gaara si se le ocurre atacarla, despues de todo, son sus hermanos mayores y saben como lidiar con él.

-¿No debería seguir intentando exterminar a Gaara?- inquirió Hirako.

-Si, claro que lo haré.

Kankuro bostezó aburrido mientras él, Temari y la otra niña caminaban hacia la salida del edifio.

-Genial… que aburrido… - murmuró.

-Pensando en lo que dijo papá, será complicado si se trata de Gaara. Escuché que Yashamaru…

Kankuró la miró y se encogió de hombros. Luego, miró a Hinata.

-¿Cuál era tu nombre? Creo que no lo mencionaron.

Hinata lo miró tímidamente.

-Mmm… hee… etto… - Bajó su mirada hacia sus manos entrelazadas aún en su pecho, sintiéndose intimidada.

-Vamos, niña, habla de una vez.- La urgió Temari.

-H-Hinata… H-Hinata H-Hy-Hyuga…

-Dime, Hinata ¿Vienes de Konoha, no?- preguntó Kankuro.

Ella asintió.

-¿Es cierto que despedazan a los ninjas en cuatro?- exclamó entre asombrado y marabillado.- Esos ninjas de las Olas son parte de una mafia y dicen que son muy poderosos… los de Konoha mueren hechos un pure de sangre y tripas, según oí que…

Temari le dio un codazo a Kankuro quien dejó de hablar y miró a Hinata quien permanecía aterrada, su labio temblaba y su cara estaba ensombrecida.

-Es una niña, Baka.- le recordó su hermana.- No debe tener más de 5 o 6 años, no le hables de eso, invécil.

Kankuro se sobó el braso y miró a su hermana con enojo.

-De acuerdo, no lo haré… - gruñó entre dientes.- Pero debería acostumbrarse, ¿No? Despues de todo será una futura ninja y cosas como eso pasan… ¿Verdad, Hinata, serás Ninja?

-Etto… no lo… se…

-Despues de todo perteneces a una familia importante, los Hyuga de Konoha…- la elogió mientras esta se sonrojaba un poco.- ¡Y tienen esa… esa cosa en los ojos que… valla… podrías matar a Gaara si te lo propusieras…!

-Kankuro, Damaré.- espetó Temari entre dientes en voz baja mirando hacia el lado contrario de su hermano.

Hinata y Kankuro voltearon hacia donde Temari miraba. Parado frente a ellos se encontraba otro niño, más bajo que ellos dos que aparentemente había estado caminando en dirección contraria y se había detenido al verlos y oir su conversación. Hinata lo miró con algo de curiosidad, su cabello se parecía al de Kankuro, aunque era de un color rojo sangre, sus ojos entre azul y verde estaban rodeados por una gruesa capa de ojeras oscuras y en su frente permanecía tatuado al rojo vivo un Kanji, "Amor".

-Gaara… - Temari lo llamo con la voz temblorosa, pero este no le respondió, sino que entrecerró un poco los ojos con odio, su expreción parecía levemente ensombrecida y la parte superior de sus mejillas estaban decoloradas de rojo, aparentemente por haber llorado.

Los ojos del niño de cabello rojo se posaron lentamente en Hinata quien aún lo contemplaba con mezcla de timidez y curiosidad, aunque con la mirada cargada de resentimiento y desprecio que este le dirigió sintió como si una corriente eléctrica recorriera su columna.

Gaara, aún sin decir ni una palabra, siguió caminando hacia el lugar de donde ellos venían y se perdió al doblar por un corredor.

Fin del Capítulo


Hola! Despues de tanto tiempo ausente... he planeado volver despues de un tiempo, y si, tengo que admitir que hice mal en dejar Suki to Ienai por la mitad pero entre por lo que se llama en una "crisis de autor" y no hay caso para que lo termine u.u gomene... aunque aún recuerdo la historia completa y cabe la posibilidad de qe la continue cuando me encuentre bastante inspirada... una vez mas, lo siento.

Por otro lado, quiero dedicarle un fic completo al anime de Naruto esta vez, he estado mirandolo y me ha gustado bastante, pero lo q más resalto en mi fueron dos personajes en particular, si, la asombrosa forma de ser altanera, rencorosa, ascesina pero por dentro dulce forma de ser de Sabaku no Gaara (ademas de otras cosas mas) y la introvertida, tímida y miedoza pero aveces decidida Hinata Hyuga. Por este motivo he intentado "emparejarlos" y el resultado no me pareíó taaan malo, tal vez las fans de Inukag no les guste mucho mi cambio de pareja pero no se preocupen, alternare los fics de vez en cuando... Y se que GaaHina no es una combinacion demaciado seguida en Fanfic pero a mi me ha gustado, cada uno tiene sus gustos y debemos aceptarlos tal cual son.

Volviendo al tema del fic, si, seran en 3 partes, la primera acaba de comenzar y no puedo decir a este paso la cantidad de capitulos, solo espero superar los 20 jaja y tendra algun que otro vocabulario propio del anime para hacerlo más familiar, de cualquier manera, al final de cada capitulo pondré un pequeño glosario para hacer la comprensión más facil. Como;

-Kazekague- SAMA: esta ultima palabra se refiere a una persona realmente importante que debe aspirar respeto, asi como un lider, un cabeza de familia o personas asi, de autoridad;

-ETTO (que lo menciona Hinata cuando se dirige a Kankuro) lo q significa un: "mhg..." o "esto...", etc, para refirse a un titubeo.

-BAKA: es un insulto leve, como por ejemplo tonto.

-DAMARÉ: Cállate.

Bueno, eso es todo, espero que las/os que esten dispuestas/os a seguir este fic lo disfruten mucho. :D tratare de poner todo mi empeño. Saludos!