Disclaimer: Los personajes pertenecen a la gran autora Stephenie Meyer, solo me adjudico la historia
Disclaimer: Los personajes pertenecen a la gran autora Stephenie Meyer, solo me adjudico la historia.
"Dama de Hielo, enemigo de fuego".
Una lágrima carmesí brotó de sus ojos una vez más, cada una tenía un largo camino recorrido por las níveas mejillas de la vampiresa. Como extrañaba a su amado, si esos malditos lobos no lo hubieran asesinado, ahora él la consolaría. Le dedicaría una sonrisa juguetona, secaría cada una de sus lágrimas y esfumaría el dolor de su corazón. Pero se equivocaba una vez más, ella no lloraría si Laurent estuviera allí. Había un gran vacío en su muerto corazón, le hacía falta lo que ella llamaba su otra mitad. El bosque parecía eterno, terrorífico y muerto, porque al morir Laurent, no solo lo había hecho él. Irina había muerto también. La castaña cerró sus puños y golpeó con fuerza el césped que tenía a su alrededor produciendo un grito desesperado que brotó de lo más profundo de su garganta y de su marchito corazón. Se vengaría, algún día mataría a todos esos lobos que le habían quitado a quien amaba. Se dispuso a correr como un espectro entre los árboles, de vuelta a su hogar. Denali se hallaba más vacío que nunca, o así le parecía a Irina. Entró en la casa que compartía con sus hermanas y sin prestar atención a lo que hacían subió los escalones hacía su habitación. Se encerró con sus recuerdos una vez más, pensar que ya había pasado un año desde que Laurent ya no estaba. La puerta se abrió de golpe.
¡Buenas Noches!- saludó irónica, una sonriente Tanya con las manos en las caderas.- ¿Son estas horas de llegar?- preguntó sentándose en la cama de Irina. La aludida solo le dedico una mirada apática y vacía, para volver a concentrarse en el cielo estrellado. Tanya rodó los ojos.- No puedes pasar así toda la vida- le recriminó- ¡Supéralo!- le palmeó la cabeza. Irina hizo un rápido movimiento para ponerse delante de Tanya, que se dirigía hacia la puerta.
¿Cómo te atreves a hablarme de Laurent?- le espetó ésta con una mirada iracunda.
¿Qué quieres decir?- preguntó Tanya confundida. Irina rió sarcástica.
¿Oh, no lo sabes?- preguntó a modo de respuesta, Tanya siguió su marcha casi en un escape perfecto, pero fue interrumpida por la mano de Irina.- Tú- la apuntó- estabas con Laurent al mismo tiempo que yo, ¿no es así?- sonrió agriamente. Tanya se llevó una mano a la boca teatralmente.- Eres una maldita cínica- la atacó Irina.
Bien, pasado pisado, ¿si, hermanita?- se limitó a decir la rubia nerviosamente.
¡Kate!- llamó la castaña en un grito que se pudo haber oído hasta china. Claro está, además de Kate se hizo presente el resto de la familia: Carmen y Eleazar.
¿Qué pasó?- preguntó preocupada Kate.
¡Exíliala de la familia!- gritó Irina una vez más apuntando a Tanya.
¿Dónde está Jasper?- susurró Carmen- Necesitamos calma ahora.
¡No quiero calmarme!- volvió a gritar la castaña con un timbre amenazador. Eleazar la tomó por los hombros.
¿Qué pasó?- preguntó él sentándola en la cama. Tanya estaba oculta tras de Kate.
Esa…maldita…estaba…con mi Laurent- jadeó Irina, acto seguido se lanzó sobre Tanya atacándola, pero fue detenida por un confuso Eleazar.
¡Ah, era eso!- suspiró Kate tranquilizándose, ella lo sabía desde hace mucho ya le parecía raro que Irina no le hubiera dicho nada a Tanya, pero también sabía que su hermana estaba enamorada de Edward. Una sonrisa boba cruzó sus facciones, pero recuperó el semblante rápidamente. Irina la miraba con reprobación.
¿Quién más lo sabía?- rugió ella, todos se miraron nerviosos.- Oh, ya veo- comentó- Todos son una manga de traidores.
Tu querido Laurent no era un santo que digamos- comentó Carmen frunciendo los labios, odiaba que Irina lo defendiera tanto, la culpa había sido tanto de Tanya como de Laurent, pero su hermana siempre estaría del lado de él. Irina salió marcando cada uno de sus pasos con furia, de nuevo se encaminó al bosque. Ni siquiera su familia era capaz de decirle las cosas, siempre encubriendo a la perfecta Tanya. Tanya soy la reina del mundo, Tanya aquí, Tanya allá, se carcajeó con sorna. Un brazo atrapó el suyo, era Kate.
Te prohíbo que salgas de la casa- le espetó furiosa.
¿Y quien eres tú para prohibirme cosas?- se soltó Irina del agarre de su hermana.
Soy Kate, soy tu hermana- le tomó un mechón rebelde de su cabello y lo acomodó detrás de su oreja- tengo noticias- le sonrió- ven- la guió de vuelta a regañadientes.
Veo que la oveja negra decidió volver- se burló Tanya, recibiendo una mirada reprobatoria de parte de todos.- Era broma- se excusó ella.
Bien- empezó Kate- tengo una gran noticia que comunicarles- sonrió y fue interrumpida por Eleazar.
¿Vas a casarte?- preguntó él bromista.
¿Nos cambiamos de casa?- la interrogó Carmen.
¿gastaremos todo el dinero en joyas?- intentó Tanya cruzando los dedos.
¿Volveremos a la gente de la muerte?- Irina esta esperanzada por más absurda que fuera su idea.
No voy a casarme- respondió Kate a Eleazar- No, Carmen, no nos cambiamos de casa- Carmen se sentó ante la respuesta de Kate, pues con tanto alboroto se había levantado de su lugar.- Tanya, eres tan tontita cuando quieres- se burló - ¡Joyas!- continúo ella- Irina- nombró dando su negativa- fuiste la más lejana. Me llamó un chico muy apuesto- comentó alzando las cejas, todas dejaron escapar chillidos de emoción excluidos Eleazar e Irina.
¿Quién era?- preguntó Carmen exaltada. Eleazar la miró enojado, ella era su mujer.
Carlisle Cullen- respondió Kate. Y las tres chicas empezaron a gritar.
¡Haber, orden!- pidió Eleazar- Por favor, que diría si las viera actuar así- les recriminó- la única con moral es Irina- le sonrió- ¿Y que te dijo Carlisle?- preguntó él.
¡Dijo que nos invitaba unas semanas a Forks!- gritó Kate. Tanya se unió rápidamente a sus gritos, al fin podría ver a su querido Edward. Carmen se abrazó a Eleazar quienes también saltaban. Irina estaba perpleja.
¡Stop!- gritó por encima de los gritos emocionados del resto- ¿Qué le dijiste?- preguntó la castaña.- ¿Qué le respondiste a Carlisle?- estaba completamente perdida. Tanya rodó los ojos.
¿No está claro?- preguntó la rubia como si Irina fuera tonta.-eso…es un SI- todos siguieron saltando- ¡Nos vamos a Forks!- Tanya abrazó a Kate y empezaron a girar. Irina se paró sobre el sofá.
¡Alto!- gritó ella usando sus manos como altavoz- ¿Cuándo se van a ir?- preguntó mientras observaba a Kate.
Nos vamos mañana temprano- respondió ésta- ¡Ahora, todos a hacer sus maletas, los pasajes son hacia Forks!- grito Kate entusiasta. Irina la detuvo cuando se disponía a salir detrás de todos, que iban cantando una vieja canción alegremente.
¿Necesitas que compre algo?- le preguntó la castaña- ¿Necesitan algo para el viaje?- volvió a preguntar.
No- respondió Kate- Deberías hacer tu maleta- la instó. Irina la miró sorprendida.
¿No creerás que voy a ir a casa de los Cullen?- le preguntó estupefacta, allí estaban esos malditos perros.
No fue una pregunta Irina, le dije a Carlisle que todos íbamos- respondió una decidida Kate- Eso cuenta a Eleazar, Carmen, Tanya, tú y yo- contó ella nombrando a su familia.
No- empezó Irina, su voz sonaba desesperada, no podía ir a ese lugar- No puedo ir ahí- suplicó- Kate, por favor.
Olvídalo Irina, ya tomé una decisión y no la voy a cambiar- acto seguido Kate abandonó la habitación.
¡No puedes obligarme a ir!- le gritó Irina- No puede- susurró esta vez, se sentó abatida, pero su semblante cambio, esa era su oportunidad para vengarse, en esa visita atacaría con toda la ira de una vampiresa dolida aunque desatara una guerra. Una amarga sonrisa cruzó por su rostro.- Pagarán, Laurent, yo te vengaré- luego de pronunciar la frase, se dirigió a su habitación a ordenar sus pertenencias, miró por la ventana hacia el cielo, allí en la oscuridad brillaba una única estrella.
Muy lejos de ahí, más cerca del mar se encontraba un muy frustrado Jacob, aún no entendía porque su querida Bella había elegido tal sanguijuela en vez de a él. Y no conforme con eso iba a casarse con el perfecto Cullen, una risa sarcástica inundó el silencio que reinaba hasta ese momento. Ese Cullen no debió haber existido nunca, él; Jacob Black era el indicado para ella. El mar golpeaba las rocas fuertemente, Jacob se hallaba sentado en una, pensando en lo que pudo ser, pero nunca fue. Lanzó una roca contra las oscuras aguas y levantó la vista al cielo pidiendo una ayuda divina para continuar con su vida. Allí en medio del manto negro se hallaba una única luz, la estrella más brillante que había visto. Sonrió cerrando los ojos, aún había esperanza.
Un nuevo día se alzó lentamente en la mansión de Denali, buscando las últimas cosas que llevarían a sus vacaciones en casa de los Cullen. Se merecían un pequeño descanso, solo no sabían como reaccionaría Irina a las nuevas condiciones. Se dispusieron a ir al aeropuerto que los llevaría hasta Forks, dejaron las maletas donde correspondía y abordaron el avión. Eleazar odiaba salir a la calle con las cuatro hermanas, ya que cada uno de los hombres se volteaban a verlas, si tan solo fueran de más bajo perfil, pero no Tanya tenía que vestirse con la moda de los diseñadores más caros, maquillarse y peinarse al más puro estilo. Irina podía ponerse ropa negra o gris, más de todos modos resaltaba su palidez aun más. Que decir de Kate y Carmen, Kate era más de los accesorios; gafas, cintas, pulseras y collares. Carmen por otro lado se vestía como una verdadera muñeca Barbie. Como no llamar la atención en el avión entonces. Eleazar giró los ojos y empezó a buscar sus asientos.
Irina, Tanya y Kate- indicó Eleazar al trío de vampiresas.- esos son sus asientos, Carmen y yo nos sentaremos por allá- indicó tres asientos de enfrente- No estarán mucho rato solas- sonrió.
Claro, como te conviene sentarte con Carmen- lo retó Kate alzando una ceja. Carmen rió nerviosamente, pero Eleazar le dedicó una mirada reprobatoria a Kate y es que no había tanto juego en esa frase, Eleazar y Kate habían sido algo más que hermanos en el pasado. Claramente, Carmen no lo sabía.
Bien- interrumpió Tanya, ya que el aire se estaba poniendo un poco denso para su gusto. Tomó a Kate por un brazo y la sentó entre Irina y ella.- ¡Oye!- se quejó mirando a Irina- ¿Quién dijo que tú irías en la ventana?-le espetó. Irina se quitó las gafas oscuras que llevaba y se las puso en el cabello haciendo que el piloto tropezara antes de entrar a la cabina.
El que pestañea pierde- le sonrió burlesca volviendo a ponerse su accesorio que se había comprado en Italia. Tanya se sentó mascullando una sarta de blasfemias rápidas en contra de su hermana. El vuelo no fue del todo agradable, Tanya e Irina se fueron discutiendo la mayor parte del trayecto, mientras Kate trataba de ser la moderadora de un debate. Por otra parte Carmen y Eleazar llevaban pegadas sus bocas la mayor parte del camino, lo que hacía que Kate se enojara visiblemente. Por fin llegaron a Forks luego de otras dos horas de viaje después del avión. Se pararon en medio de la calle, la mayoría de las habladurías se empezaron a centrar en los turistas que habían llegado a aquel pueblecito. La familia se quedó como estatua en medio de la calle bajo la llovizna.
¿Y ahora que?- preguntó Tanya.- Como ha cambiado está ciudad- profirió en voz alta.
¿Quieres callarte?- le espetó Irina- Debemos pedir indicaciones o simplemente llamar a los Cullen, fin del asunto- se sentó en la vereda.
Pareces una drogadicta, la gente te mira- le susurró rápidamente Tanya- Levántate de ahí- parecía más una orden. La castaña fingió no escucharla.
Irina tiene razón, hay que pedir indicaciones- concedió Kate. Eleazar se sentó al lado de la castaña, Tanya resopló, ¿Les costaba mucho comportarse como gente decente? Las señoras que pasaban los miraban con curiosidad y cierto miedo, era una reacción natural frente a gente tan bella.
¿Qué tal en la estación de policía?- sugirió Carmen y Kate asintió una vez.
Tanya, Irina ¿Quieren quitarse las gafas en Forks?, no creo que sea el mejor lugar para llevarlas puestas- concluyó con ironía Kate. Ambas guardaron sus lentes de sol en su cartera a regañadientes. Luego se encaminaron como verdaderos modelos de comercial hacia la estación de policía. Este era trabajo de Tanya.
Buenos días- saludó ella entrando con una voz melosamente sexy. Todos los varones necesitaban un gran babero. Irina se cruzó de brazos.- ¿Alguien puede ayudarnos?- solicitó en voz alta.
Buenos días- saludó un policía- Soy el jefe de policía Swan, yo le ayudo señorita.- le sonrió amablemente. Tanya le guiño un ojo a su familia hasta que reparó en un detalle, Swan. ¿Dónde había escuchado ese apellido? De pronto cayó en cuenta, Bella, Bella Swan. Sus ojos mostraron malicia.
¿Usted, es algo de Bella Swan?- preguntó Tanya ante la mirada confusa de su familia. Charlie la miró con desconfianza, ¿Por qué Bella, tenía esos conocidos tan extraños, por decirlo menos?
Claro- contestó el jefe de policía- Es mi hija- la rubia dejó caer el bolso que llevaba en sus manos, así que ese era el padre de la noviecita humana de Edward.- ¿Usted conoce a mi hija?- le preguntó con una ceja alzada.
Somos familia de los Cullen- mintió Kate- Algo así como sus primos- sonrió.
Oh, ya veo- asintió Charlie- ¿En que puedo ayudarles?- preguntó un poco confundido por la situación, no tenía idea que los Cullen tuvieran más familia.
¿Usted sería tan amable de guiarnos hasta la ruta 101?- preguntó Kate.
Claro- contestó un amable Charlie un poco aturdido por tanta belleza- Síganme- los guío hasta el coche patrulla que estaba estacionado afuera de la caseta de policía. No había mucho que hacer en un pueblito tan pequeño como Forks, además conocería la familia del novio de su hija. Carmen profirió un grito sofocado.
¿Qué pasa?- preguntó Eleazar preocupado.
No compramos los regalos- dijo Carmen mordiendo su labio inferior. Eleazar rodó los ojos.
¿Eso era todo?- preguntó él- Creí que era algo importante.
Es importante- gritó Tanya- Carmen, ve a comprarlos- apuntó la rubia. Carmen asintió una vez y se apartó del resto corriendo.- Bueno, vamos- sonrió la vampiresa. Charlie quedó perplejo ante la rubia, sacudió la cabeza para despejarse y se subió al auto. Condujo hasta la casa de los Cullen, donde su hija debería estar con su amado Edward, bufó una vez. Se volvió hacia Eleazar que iba sentado a su lado para entablar una conversación.
¿Es el hermano de ellas?- preguntó lleno de curiosidad señalando a las chicas con la cabeza. Eleazar se vió atrapado.
No- contestó de inmediato, pero se arrepintió. ¿Qué se supone que eran?
Es nuestro padre- sonrió Tanya desde atrás, Eleazar tenía la mandíbula desencajada.- Eleazar Harker y Kate Harker, son nuestros padres- mintió convincentemente la rubia. Irina empezó a reír disimuladamente.- Carmen, Irina y yo somos sus hermosas hijas- volvió a mentir Tanya.
Oh, ya veo- comentó Charlie- Son muy jóvenes para ser padres- comentó con el entrecejo fruncido.
Si- Eleazar recuperó la voz, Kate estaba en una especie de shock- Adoptamos- continuo él.
Mmm...igual que los Cullen- comentó Charlie con desconfianza- Que buenas personas.-sonrió esta vez. Al cabo de un rato estaban delante de la gran mansión de los Cullen, blanca y antigua, magnifica y grandiosa delante de sus ojos. Tanya suspiró.
¡Edward!-gritó cuando éste aparecía en la puerta, corrió hasta él teatralmente y se abrazó a su cuello. Charlie observó la escena sorprendida. Bella apareció al lado de ambos y cruzó los brazos sobre su pecho.- Te he extrañado mucho- comentó la rubia besando ambas mejillas del chico de cabello cobrizo.
Hola, Tanya-le sonrió Edward- Ella es mi novia- la miró con adoración-Bella. El semblante de Tanya cambio y le extendió la mano. El ambiente se empezó a cargar de un desagradable sentimiento de tensión.
Un gusto- ironizó la rubia.
Hola, encantada de conocerte- Bella le sonrió tímidamente. Tanya se percató del resto de la familia Cullen y se lanzó sobre Alice y Rosalie quien la saludaron alegres. Irina saludó a todos con su mirada perdida en los bosques contiguos, se concentró en el sonido del río, le encantaría visitarlo. Sonrío, como en muchos meses no lo hacía. Después de todo no podía ser tan malo, ahora con esta nueva disposición saludó a toda la familia Cullen, en especial a su querido Emmett. Bella se quedó con ellos por su propia cuenta, más bien porque Alice la secuestró con permiso de Charlie. La tarde pasó entre risas hasta que Carmen volvió con los regalos para cada uno: Una colección de libros para Carlisle, Un gran set de jardinería para Esme, Edward tenía nuevos CD's con interpretes antiguos, a Rosalie le regalaron una gran caja con esmaltes de todos los colores imaginables, Alice recibió 100 ticket de descuentos en las mejores marcas, Jasper fue elogiado con botellas de perfumes y Emmett, cerca de 20 nuevos juegos para playstation.
¿Cómo que Kate y Eleazar son pareja?- gritó Carmen atónita. Edward se llevó rápidamente a Bella de la habitación, hecho que no fue pasado por alto por Tanya.
No fue mi idea, amor- se excusó él.- Fue Tanya.- la apuntó con su dedo índice. Carmen la miró con resentimiento.
¿Y que querías que dijéramos?- preguntó la rubia- ¿Somos todos hermanos?, Además tú-apuntó a Carmen- tienes más cara de hija que Kate.- sonrió y se levantó siguiendo el camino de Edward y Bella. Carmen se cruzó de brazos y se sentó junto a Eleazar, empezando a hablar todos animadamente. Aprovechando la ocasión y que ya estaba oscuro afuera, Irina se escabulló por la puerta hacía la latente oscuridad. Suspiró una vez, como le gustaba esa libertad del bosque nocturno. Se lanzó a correr hacia la gran mata de árboles, jugando con el viento que cortaba en su cuerpo. De pronto se detuvo, había algo entre los arbustos, Laurent, pensó vagamente. Un olor le llegó de lleno, un asqueroso olor a…hombre-lobo. Retrocedió rápidamente hasta el tronco de un árbol y se oculto allí, se había adentrado demasiado en el bosque, quizás había traspasado la línea del tratado. Se mordió el labio nerviosa, no tenía el valor suficiente para acabar con ellos ahora, se sentía débil y sola, pero ¿No había venido a eso? Inspiró, exhaló aire y miró en la oscuridad. No había nada, exhaló el aire aliviada, nada podría dañarla. De repente sintió el olor más cerca de ella y una mano le cubrió la boca. Lobo, pensó en su fuero interno mientras se veía presionada contra una cálida mano.
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Gracias a mi C.R Monsálvez por apoyarme con esta pareja y a mi Blair-Alice por ayudarme a encontrar un nombre.
Dejen un lindo review si les agrada…muchas gracias por leer…no sean tan malos es mi primer fic.
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