Naruto no me pertenece, sino al gran Masashi Kishimoto. Esta historia la hice como un fin de expresar mis gustos.

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Enoue Toshikazu sintió el metálico sabor de su sangre corriendo por su barbilla, y supo que él le había arrebatado al bebé. Miró temerosa a la figura que sostenía al adormilado infante.

-No…el pequeño no… ¡se lo suplico!

-Es un bastardo…merece la muerte –contestó la sombra.

-¡No! ¡No es un bastardo!

-Claro que lo es…nació fuera del matrimonio. Es un bastardo.

-¡No! ¡Es una criatura inocente! ¡No debe pagar por los errores de sus padres! –Afirmó la mujer mientras sentía como se le escapaba la vida.

-Eso…no me interesa.

La extraña figura dejó al bebé sobre la mesa mientras se acercaba lentamente a la indefensa Enoue; tan débil, tan fuera de sí.

-¡No le haga daño a mi pequeño!

-No es tuyo…y lo sabes –se burló la sombra acercando su mano ha ella.

-¡Se lo ruego! –gritó Enoue.

Pero nadie la escuchó.

Así como nadie escuchó al ninja llevarse al bebé entre las sombras de la noche.

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-¡No! –Gritó una joven mientras despertaba de su pesadilla.

Unos pasos apresurados se dirigieron a su puerta. Ella sabía muy bien de quien eran.

-¡Hinata! ¡¿Qué pasa?! –preguntó un castaño mientras abría la puerta corrediza del cuarto contiguo al suyo-. ¡Te escuché gritar!

Hinata se incorporó como pudo en su cama y miró con ojos vidriosos a su Nii-san.

-Yo…y-yo… -Hinata llevó sus manos a su cara y empezó a sollozar-. ¡Neji! ¡Fue horrible!

El castaño entró a la habitación, cerró la puerta y miró a su prima.

-¡Ha-había mucha sangre! ¡Y…! ¡Y…! -las palabras de Hinata fueron interrumpidas por más sollozos.

-Hinata… –Neji se sentó a un lado de ella y tomó sus manos- Fue una pesadilla. Nada de lo que viste fue real.

-No Neji…esta vez…esta vez fue real ¡lo sé! –sollozó Hinata mientras hundía su rostro en el pecho de Neji.

-Hinata…

-Llévame.

-¿Qué? ¿Ahora?

-P-por favor –Hinata lo miró a los ojos-, sabes que…que verlo me tranquiliza…

-Son más de las doce de la noche. No podemos llegar como…

-…Y a ti también.

Neji guardó silencio, él sabia que las palabras de Hinata eran la verdad; y que por más que él dijera, no lograría persuadirla en salir ha esas horas de la noche. En definitiva no le quedaba más que obedecer al deseo de la heredera Hyuuga.

-Vístete. Te espero en el jardín –contestó el castaño después de un gran suspiro.

Después de su corta charla; Neji se retiró a su habitación, dejando ha Hinata deseando con todas sus fuerzas que su intuición estuviera equivocada.

Por primera vez.

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-¡Tsunade-sama! ¡Tsunade-sama! –gritaba Shizune mientras entraba al despacho de la Gondaime.

-¡Shizune! ¡¿Qué formas de entrar son esas?! –replicó la Hokage.

-Lo…siento…pero…hay…hay…algo urgente –logró decir Shizune entre cada aliento después de su larga carrera.

-¿Qué es?

-U-un asesinato.

-¡¿QUÉ?! –gritó la Hokage al tiempo que se levantaba de su silla.

-Tsunade-sama…sea más discreta. Lo que menos queremos es que se esparza el pánico –exclamó Shizune.

-¡¿Estás segura?! –Preguntó Tsunade bajando más la voz- ¡¿un asesinato?! ¡¿En mi aldea?!

-Así es Tsunade-sama.

-…

-…

-Llévame hasta allá.

-Sígame.

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El camino terminó en una cabaña bastante alejada del centro de Konoha. Tsunade y los demás supieron que cualquiera pudo haber sido asesinado ahí sin la menor posibilidad de ser socorrido. Ese era el lugar perfecto para desaparecer del mundo.

Tsunade y Shizune se acercaron ha un grupo de ninjas ANBU que investigaban minuciosamente el cuerpo y sus alrededores en busca de alguna pista que les llevara hasta el culpable.

-¿Quién está ha cargo de la investigación?

-Un momento -Shizune empezó ha buscar entre los ANBU hasta que señaló a uno que anotaba cosas en unos papeles; al parecer, su reporte-. Es él.

Tsunade y Shizune caminaron hacia él, y cuando estuvieron lo bastante cerca; y después de que el ninja saludara a la Hokage como era debido, Tsunade prosiguió en su interrogatorio.

-¿Nombre de la víctima?

-Enoue Toshikazu.

-¿Edad?

-Cincuenta y dos.

-¿Qué traumas presenta?

-No hubo violación, ni asfixia, tampoco hubo heridas por arma blanca.

-¿Murió de causas naturales? ¿Un paro cardiaco?

-De hecho…

-¡Hokage! ¡Tiene que ver esto! –gritó un ninja que estaba junto ha un no muy alto y deshojado árbol.

-Permítame –dijo la hokage al ninja ha cargo mientras corría hasta estar al lado de aquél ninja que la había llamado con urgencia-. Espero que sea importante, estaba hablando con… -Empezó la Gondaime con la intención de darle una reprimenda al ninja que interrumpía el informe del "jefe". Pero sus palabras fueron brutalmente interrumpidas con la imagen que el ninja le dio-. Un…collar –Tsunade tomó entre sus dedos la plateada cadena que antes oscilaba con su pequeño dige en la mano del ninja.

-Lo encontré enredado aquí –dijo señalando el árbol-. Ha simple vista no parece de mucha ayuda.

-¿Ha simple…vista? –preguntó Tsunade confundida.

-Observe, la cadena está rota.

-…

-Y eso significa que, quien sea que tenía puesta la cadena; tiene un corte en la parte lateral del cuello.

-¿Esta información es segura?

-Tengo mucha experiencia en este campo; por supuesto que es información fiable.

-Esto…es de mucha ayuda para el caso, esperó que me consiga más información.

-Así será Gondaime –afirmó el ninja antes de retirarse.

Tsunade se acercó de nueva cuenta al ninja con quien hablaba antes de aquel avance en el caso. Pero antes de llegar a su lado guardó en su bolsillo la cadena; tendría que cazar cuellos después.

-Siga con su informe ¿fue muerte natural?

El ninja tomó el brazo de Tsunade y la llevó unos metros lejos de la escena del crimen.

-¿…Qué pasa?

-Tsunade-sama –murmuraba el ninja-, esto es más grave de lo que pensábamos.

-¿Ha qué se refiere exactamente?

-Enoue Toshikazu no murió de forma natural…

-…

-…murió por…

-…

-…Un Juuken en el corazón.

-¡¿E-estas seguro?!

-Completamente.

-Eso significa que el asesino…

-Es un Hyuuga –completó el ninja.