°-° Una esposa para mi hijo °-°
Escrito por mi, tomando prestado los personajes de clamp u.u
Inspirada por las continuas quejas de mi Prof. de literatura
Un sincero abrazo a mi amiga Paushita,
Por meterme más en la cabeza la idea de escribir para ustedes
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Summary: El estaba dispuesto a buscar una esposa para su hijo, y cuando la encontró no se imagino que ella terminaría siendo para él mismo. S&S
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EPILOGO
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Año 1986, 26 de noviembre
Estimado Señor Li:
Lamento informarle la suspensión de su cuenta bancaria, sé que a usted le parecerá ilógico ya que esta al día en todos sus pagos.
El motivo de esta suspensión se debe a la última cláusula del testamento de su esposa ya fallecida. En este se redacta lo siguiente (por favor lea la otra hoja que esta en el sobre)
Agradeciéndole su atención
Tomoyo Daudoji
Encargada de testamentos y cuentas bancarias
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Syaoran Li, miró con extrañeza la carta, apoyó sus manos al escritorio y sacó cautelosamente la hoja rosada en el sobre, que estaba reducida en 5 partes. Se ajustó los lentes y enfocó su vista en ella.
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Año 1986, 23 de noviembre
Syaoran:
No sabes la sensación de libertad que es no estar a tu lado, siempre pensé que era un frígida, o mejor dicho tú me lo hiciste creer. Me da mucha alegría decirte que ya no lo soy. Estoy en alguna parte del mundo disfrutando la vida de casados con mi nuevo esposo.
Nunca te perdonaré el no haberme querido, pensaste que al librarte de mi se te acabarían todos los problemas, pero no es así, te olvidaste de leer la última cláusula del testamento, te lo recordare… en resumidas cuentas, tú o Eriol tendrán que casarse.
Por fin la venganza, espero que nadie quiera ser tu esposa. Ni pienses que Eriol va a aceptar. Sabes muy bien que lo último que haría es casarse. Nuestro hijo salio totalmente opuesto a ti, él molda su futuro, no su padre. Curioso¿no? Teniéndote a ti como modelo, yo estaba casi segura que tendría su futuro en mis manos. Pero no fue así.
Me despido, tengo asuntos pendientes con mi marido. Cosas que tu nunca soñaras encontrar… se llama AMOR Li, tú nunca podrás sentir amor. Tu corazón es tan frió como un témpano de hielo. Nunca sentirás esa pasión, nunca llegaras al momento cúspide de un acto de placer.
Con mucho odio, tu esposa 'muerta' Meiling
P.D: Si no te casas en cinco años, la fortuna quedara automáticamente a mi disposición, realmente espero que ninguna mujer quiera casarse contigo
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Shaoran arrugó el seño, como había sido posible dejarse engañar por esa mujer, era sólo una vulgar mentirosa.
Hace tres años exactamente su mujer había hecho la mayor estupidez de su vida. Syaoran Li sabía perfectamente que Meiling estaba aburrida de él, pero en ningún momento se le cruzó por la cabeza que ella sería capaz de hacer 'eso'. Todavía lo seguía llamando así, como 'eso', le dolía recordarlo. Claramente sentía la desesperación de ese día, después de haber encontrado una carta de Meiling en su saco.
Aquel viernes por la tarde, se había puesto el saco nuevo, que había comprado la anterior semana, y revisando los bolsillos se dio con la sorpresa al encontrar una hoja doblada en 5 pedacitos. La abrió con delicadeza tratando de no arrugarla demasiado y cuando la leyó él supo que sus peores pesadillas se estaban convirtiendo en realidad.
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Año 1983, 23 de noviembre
No volveré nunca más, tengo todo planeado, hoy día ''moriré'' para todos, pero seguiré con vida para mi. No te molestes en buscarme nunca me encontrarás
Tu exesposa, Meiling
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Omitiendo la parte del 'no buscarme', ese día había salido disparado a traerla a la fuerza, pero para eso ella ya estaba muy lejos con los bolsillos cargados de dinero. Se había robado 100 000 dólares, lo suficiente para ir de vacaciones a algún lugar del mundo durante un buen tiempo. Pero lo más sorprendente de todo fue que al día siguiente le notificaron que habían encontrado el cadáver de su esposa en el lago, estuvo días pensando seriamente que había fallecido, pero al cabo de una semana le llego otra carta de ella diciéndole que estaba bien, y que ahora no se preocupara ya que seguiría con su vida como si él no hubiera existido.
Ese día por fin había logrado comprender la razón de los repentinos y largos encierros en su habitación, Meiling era más astuta de lo que pensaban los demás. Ella había recorrido los escondrijos de todo el cuarto, buscando la caja fuerte, y cuando la hubo encontrado empezó a tomar el dinero paulatinamente. Que tonto había sido, si hubiera hecho caso a Tomoyo tal vez no estaría metido en este lío.
Ella había osado a decirle, que su mujercita estaba muy lejos de ser decente, y muy posiblemente ya estaría pensando alguna forma de sacarle dinero y después largarse.
Misteriosamente todo lo que predecía Tomoyo se cumplía. Para pesar de él, ella nunca predecía cosas buenas. De hecho algunas veces sentía un poco de temor a visitarla. Aunque lo único que había consigo de esto eran las continuas llamadas de Tomoyo.
Tomoyo Daudoji era una mujer extraordinaria, nunca se había sentido atraído por ella, por lo cual había sido una de las pocas mujeres que catalogaba como 'amiga'. Su amistad se remontaba desde la edad de diez años, él había llegado a la ciudad y no tenía a nadie con quien que conversar, y ella estaba asustada por el hecho que nadie quería ser amiga de una estadounidense con ojos achinados. Apenas se conocieron surgió en ellos una chispa que no pareció deteriorarse hasta la llegada de Meiling.
Nunca había querido casarse con ella, su padre se lo había impuesto y en esos momentos él no tenía ni el más mínimo coraje como para negarse a los deseos de su progenitor. Takato Li, era un hombre muy frío, se atrevía a decir que el tenía un inmenso corazón comparado al de su padre. Nunca lo había cuestionado en sus decisiones hasta que lo obligo a casarse con Meiling. En ese momento su padre había perdido algo muy importante para su bienestar económico, la aprobación de su hijo. Su madre al morir le había dejado una gran parte de las acciones de la empresa, y Takato había insistido en comprárselas, pero después del desastroso año de casados, había empezado a dedicarse de lleno al trabajo, por lo cual se había negado rotundamente a la venta de sus acciones.
- ¡Papá¿en que estas pensando?
La voz de Eriol, lo sacó de sus pensamientos, gruñó ligeramente, y le arrebató la hoja rosada, que su hijo había levantado para leer. El joven le dedicó una mirada desafiante
- ¿Qué es eso? – Eriol lo miró con el entrecejo fruncido al ver que su padre guardaba el papel en el segundo bolsillo de su saco negro.
- Por el momento no es de tu incumbencia
Eriol emitió un fuerte resoplido de furia, mostrando un evidente desacuerdo
- En tu cumpleaños 18 te lo haré saber – Syaoran miro directamente a su hijo – Eriol, sólo quiero decirte que cual sea la decisión que escojas los dos saldremos adelante.
Eriol se extrañó al escuchar eso, su padre nunca había sido sentimentalista, ni siquiera cuando su madre había muerto, seguramente era algo grave, tal vez el negocio de su padre estaba en quiebra, o ya se había quedado sin fondos.
Después de esa conversación Eriol no había atinado a preguntarle a su padre de nuevo. Su relación seguía como siempre. Syaoran pasaba todos los fines de semana con él, y usualmente le daba consejos ante cualquier tipo de problema. Todas estas atenciones, lo hicieron olvidarse de aquella conversación que había despertado su curiosidad.
Eriol nunca supo lo que sucedió aquel día hasta su décimo octavo cumpleaños, El día 12 de Enero su padre lo mando a llamar a la 1 de la madrugada, estaba en su despacho sentado en la silla mirándolo fijamente con un brillo de tristeza y amargura, estaba más ojeroso que nunca, y su la barba se encontraba sin afeitar, aparentaba tener 10 años más de lo que tenía.
- Hijo, felicidades, ya eres todo un hombre – Syaoran se acercó a su hijo dándole una caluroso abrazo, seguido por unas palmaditas en la cabeza.
- Gracias papá
- Hijo hace tres años te dije que te iba a revelar un secreto muy importante – Syaoran alzó la mano indicando a su hijo que tomará asiento, al ver que se sentaba prosiguió – Eriol, tu madre está viva
Eso sin duda fue un baldazo de agua fría, Eriol se peñisco asimismo, y estuvo preguntándose por un largo rato si es que acaso estaba soñando, no podía ser cierto, no podía estar viva, él mismo había visto el cadáver de su madre.
- Eriol, el día que me dijeron que tu madre había muerto, yo no me lo terminaba de creer, estaba amargo, ella había dejado una nota diciendo que nunca volvería y que a partir de ese día estaría muerta para nosotros – Syaoran tomó aire – Yo no pude entender que significaba, pero una semana después se aclaro todo, y me llego otra carta de tu madre diciendo que estaba viva.
- ¿Y por que no me lo dijiste? – susurró Eriol con evidente enfado
- Como te iba a decir que estaba viva después de que tú creyeras que había muerto, tenías 12 años, eras demasiado pequeño para entenderlo. Me prometí a mi mismo hacértelo saber en el momento adecuado.
- ¿Ella se ha vuelto a comunicar contigo? –preguntó desinteresadamente
- Sólo una vez más, tú recuerdas perfectamente esa vez, la hoja rosada que te arrebate de las manos era de tu madre.
- ¿Y porque no me lo explicaste en ese momento?
- La carta… no era conveniente que la leyeras – termino Syaoran totalmente avergonzado por su respuesta
- No es justo papá, yo tengo que decidir eso, tú no puedes hacerlo por mí – objeto Eriol
- No sabes lo que dice en la carta, hasta a mí me dolió cuando la leí.
- ¡Dámela!
- Te lastimaría saber lo que dice – dijo Syaoran mirando distraídamente las migajas de pan en su escritorio
- ¡Dámela! No crees que ya estoy bastante lastimado, me has ocultado 6 años que mi madre estaba viva, no te parece suficiente eso.
Syaoran miró a su hijo con detenimiento, luego apartó su vista de él, y sacó un pañuelo blanco de su bolsillo, lo abrió lentamente y Eriol pudo descubrir el mismo papel rosado de hace 3 años.
- ¡Tómalo, sabía que no te ibas a rendir fácilmente. – dijo entregándole el papel rosado arrugando la nariz
- Yo nunca me rindo – murmuro entre dientes
Syaoran miró a su hijo con escepticismo, y dudó mucho al escuchar esas palabras de la boca de su hijo. Observo lánguidamente los gestos inexpresivos de Eriol. Nunca lo había notado, pero la verdad es que Eriol se parecía mucho a Meiling, tenia el pelo negro, esa mirada de desafió, pero los ojos eran diferentes, los de él era de un color azulado, los de Meiling eran violetas, un color parecido a los de Tomoyo
- Esto es….
- ¿Inesperado¿vil¿broma¿anti ético¿Injusto? – dijo Syaoran completando la frase de hijo
- Sí – Eriol asintió la cabeza tontamente olvidándose que ya había contestado - ¿Cómo pudo haber hecho eso?
- Yo no sé como funciona la mente de tu madre – dijo Syaoran con fastidio, como si solo el hecho de recordara le produjera un dolor de cabeza.
- ¿Me vas a obligar a hacerlo? – Eriol se estremeció al solo pensarlo
- ¡No! – grazno Syaoran
El castaño observo el asombro de su hijo, por un momento creyó que esas palabras no las había dicho él.
- No te obligare a eso por ningún motivo, si te casas será por que tú lo quieras, por que ames a esa persona.
- Pero..
- Nada de peros… no te casarás si no es por que realmente estés enamorado de la chica. Yo cometí un gran error haciéndole caso a mi padre, y viví infelizmente mi matrimonio. Lo único que mereció la pena fuiste tú. Por ese motivo no quiero que cometas el mismo error que cometí. Quiero que cada día que estés casado te levantes con ganas de abrazar a tu esposa, que no te canses de besarla. No quiero que la pases como yo hijo, quedándome en el trabajo a dormir, sólo por el hecho de no ver a tu madre
Syaoran notó que su hijo lo miraba con admiración y con un respeto nunca antes demostrado
- Tienes mi palabra padre.- Eriol respiro profundamente, para luego declarar con voz solemne – No me casare si no estoy enamorado
Y dicho esto, vio a su hijo alejarse por la oscuridad, rápidamente telefoneo a Tomoyo. A los pocos segundos, la escucho y con voz solemne dijo:
- Tomoyo, necesito que me consigas la lista de las muchachas más lindas de Japón, tengo que encontrar alguien que sea capaz de robarse el corazón de mi hijo.
La amatista colgó el teléfono de donde rayos sacaría una mujer que pueda satisfacer a su amigo del alma, y a su terco hijo al mismo tiempo. Sin duda estaría ajetreada durante un buen tiempo.
De pronto sintió un ligero gruñido. Tomoyo sonrío, al ver a un muchacho alto, musculoso y de pelo negro abrazado al brazo de ella, mirándola cautivadoramente.
- Es que acaso ese mocoso, no puede hacer sus cosas solo – murmuro algo desperado
- Cualquiera diría que estas celoso. – Tomoyo le dedicó una falsa sonrisa
- Grrrrr...
- Sabes que Syaoran es mi amigo – replico ella haciéndose la ofendida
- ¿Como quieras? – Murmuró algo amargo al ver que por ningún motivo iba a ganar la posible discusión - ¿Tomoyo ya pensaste en lo que te dije?
- Sí – respondió Tomoyo algo azorada
- ¿Cual es tu respuesta? – pregunto con una sonrisa
- ¿Cual crees?
- Que si
- Adivinas rápido querido
- Lo sé – dijo Touya mientras que la besaba silenciosamente en su cuello
- ¿Traerás a tu hermana?
- No sé, creo que la podría dejar un año más donde mi tía, quiero que tengamos un poco de intimidad – dijo en un suave murmullo tratando de sacarle el brasier.
- Estoy segura que Sakura le encantará la idea de vivir con nosotros
- Lo sé, pero lo que más me enloquece a mí, es que tu vivirás en la mía. – dijo besando sus pezones ya erectos
- OHHH TOUYAAA, yo también te deseo – dijo al notar el bulto de los pantalones de este
Y mientras que la pareja de amantes se juraban amor eterno, el destino ya estaba preparando lo que sería sin duda una travesura bien realizada hecha por el creador de la tierra.
Tomoyo no se había percatado que Sakura tenía la misma edad de Eriol. No sabía que era una de las chicas más codiciadas de Japón, y no tenía ni más ligera sospecha que esa muchacha apodada 'monstruo' se iba a convertir en el futuro dolor de cabeza de su mejor amigo.
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¡Wiiii¿Qué les pareció, realmente espero que les halla gustado XD! Jijiji, wenoo si les ha gustado dejen un review!... ia saen que toda escritora adora los reviews. ( se aceptan tomatazos, sugerencias, etc, etc)
Byes cuídense mucho -.n
• -Rufla- •
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