N.A: Hola! Este es mi primer fanfic de Brothers Conflict! Yay! La pareja todavía no sé cual será pero bueh, Veremos ;) Disfrútenlo!

Disclaimer: Bro. Con. no me pertenece, solo uso los personajes para crear historias, la cual me pertenece al igual que mi oc.

Chains of Love:

Capítulo 1:

Era de día, cerca del atardecer, cuando una chica de plateada cabellera y su mascota caminaban por los barrios de Japón discutiendo.

- Te lo eh dicho, Julie! Por aquí no era!-decía mientras acomodaba su bolso de viaje al hombro y cambiaba la posición de su gorra-. No entiendo nada d este mapa que Rintarou-sama me dio!-decía dando vuelta una y otra vez un papel en su mano.

- Hmp! Aún no entiendo como puede dejar a Chii a ir sola a vivir con esos chicos!-bufó molesto- Al primero que te toque lo mato!-dijo levantando una patita en forma de puño.

- Por favor Julie! Eres una ardilla, compórtate como tal...-dijo la joven con una gota en su sien a su mascota, una ardilla que podía hablar- Recuerda q son los hijos d Miwa-sama, además de los hermanos de Yusuke. Él ya me dijo que una vez que eran muchos, pero ¿Cuánto es 'muchos'? ¿Cuatro o cinco...?-levantó sus hombros a modo de derrota y sacó su iPod para cambiar la canción.

Como llegamos a esto se preguntarán? Muy simple; el padre de esta joven se iba a casar con la madre de esos chicos y su amigo Yusuke Asahina. De pasar a ser hija única a tener hermanos la debería de poner contenta, pero su rostro totalmente inexpresivo ocultaba muy bien eso. Ella estaba acostumbrada a vivir prácticamente sola por la frecuencia de los viajes de su padre, ir a la escuela secundaria y cumplir con misiones, nada más. Muy rutinario. Pero ahora convivir con gente le iba a cambiar cosa.

*Flashback*

Una chica de largo cabello y un hombre de mediana edad estaban hablando amenamente en su casa.

- Rintarou-sama, usted mencionó que tenía algo importante que contarme, ¿Puedo preguntar qué?-dijo ella tomando un sorbo de té.

- Tsukiko-chan... ¿Cuantas veces tengo que repetirlo? Puedes llamarme Padre o Oto-san...-se cuestionó el señor con una mano en el mentón- Sobre lo que quería decirte era que, como sabrás, estoy saliendo con una mujer y vamos a casarnos. Por lo que, entre nuestros viajes, trabajos, luna de miel y demás me gustaría que a partir de ahora vivas con sus hijos. Ella es Miwa Asahina, es probable que la conozcas; es la dueña de una gran empresa de moda.

Tsukiko lo observó con los ojos entrecerrados y bajó su taza de té para cruzar los brazos. Su mascota de grisáceo pelaje, quien estaba en su regazo, escuchaba lo que decía su amo y no le gustaba nada la idea. Después de unos momentos de silencio, ella suspiró pesadamente y acomodó su postura.

- Me alegro mucho por usted y su futura esposa -le sonríe-, les deseo muchas felicidades. Ahora bien, con respecto a mi mudanza... coincido con usted Rintarou-sama, creo que será mejor ya que a partir de ahora seremos familia. -se le escapa una risilla- Por casualidad, ¿uno de sus hijos es Yusuke Asahina?

- Si cariño, ¿Por qué preguntas? ¡No me digas que...! -atinó a decir sorprendido el hombre ante la idea de ver a la joven con novio.

- ¡No se haga ilusiones extrañas, señor! Jajaja, no... Yusuke es un buen amigo del Instituto.-contestó ella entre risas.

- Jajaja, sí, él es uno de tus nuevos hermanos. Mañana me tengo que ir antes de que despiertes así que te voy a dejar su dirección y los boletos para el avión.-le dice al tiempo que sube escaleras arriba para irse a dormir. La chica lo saludó con una sonrisa, "Mañana va a ser un dia muy largo...", pensó e imitó a su padre y se fue a dormir. Al día siguiente tomó el avión desde Los Ángeles hacia su nuevo destino: La casa de sus hermanos.

*Fin Flashback*

Miró a su querida ardilla con ternura, ese maldito roedor que solamente ella le entendía su habla era su mejor amigo-guardián-compañero de siempre. Desde que tenía memoria sabe que está con ella y que lo seguirá estando porque, como él dice: 'Debo protegerte de todo aquel que quiera lastimar a Chii'. Buenos y malos recuerdos, pero en todos ellos, esa pequeña bola de pelos estaba presente... Incluso en ese.

- Oe, Julie- le llama la atención y este la mira para que continúe-, aún nos queda de... eso?-termina señalando a la espalda del animalito un frasquito de no mas de 5cm de largo con un líquido rojizo dentro. Este suspira y lo saca.

- Sí, todavía nos queda bastante, que bueno que hace un mes no tengas que usarlo. Pero igual deberíamos comprar mas flores de jazmín y lotos rosas, los brotes que teníamos se secaron, creo...-dijo pensativo al tiempo que amarraba la botellita en su rojo collar. Acomodó por milésima vez en el dia su gorra y mientras caminaban, pasaron por un parque donde había niños jugando y parejas de la mano. "Espero que esas personas sigan siendo felices junto a sus compañeros...", pensó nuestra joven al ver las diferentes escenas. Julie la miró melancólico; Tsukiko había tenido una infancia difícil y en cuanto al amor... El cielo no la había ayudado mucho. Estaban ahí parados, cuando de pronto una aguda voz la hizo sobresaltar.

- CUIDADO ONEE-CHAN! -un niño de unos diez años pasó rápidamente en bicicleta, por suerte ella pudo saltar a un costado antes de que la chocara. "Ouch...", pensó sobándose el brazo por haber caído de espaldas al cemento.

- ¿Se encuentra bien? -dijo un hombre de cabello marrón y ojos chocolate- Disculpa por mi hermanito Wataru, no la vimos en el camino señorita -se le acercó y ayudó a pararse. Lo miró detalladamente; usaba una bata de doctor y tenía ojos tiernos, "Como los de un oso de peluche...", curvó un poco sus labios ante tal comparación y tomó su bolso. Asintió al tan amable joven, cuando el niño anterior entró en escena con lagrimitas en los ojos.

- ¡Lo lamento mucho! -dijo al borde del llanto el niño llamado Wataru, tenía cabello rosa claro que le recordó al algodón de azúcar, ojos marrones de mirada inocente y llevaba una camperita rosa con amarillo y en uno de los bolsillos un... ¿Conejito azul? Vale, eso era raro- Onee-chan, ¿No te lastime verdad? Lo siento mucho, no me fijé por dónde andaba... -hizo un pucherito que hizo reír a nuestra protagonista y acariciarle la cabeza, "Kawaii", pensó.

- No te preocupes niño, estoy bien. Solo que no debes andar por ahí tan rápido, ¿Ok? -dijo acomodando su estuche y dirigió su mirada al señor que acompañaba al pequeño-, que tenga un buen dia día señor...

- Masaomi Asahina. Discúlpenos otra vez, quiero decir, esta viajando a algún sitio y creo que la hemos retrasado. -trató de disculparse Masaomi.

- Ie, al contrario, es cierto que estoy viajando pero resulta que me he perdido. Por cierto, mi nombre es Tsukiko Hinata, es un placer. -le respondió estrechándole la mano.

Él, por su parte, se había quedado de piedra al observarla; "Sugoi...", pensó atónito. Jamás en su vida había visto a una joven así, por lo que, distraído, apartó el tema de lado diciendo: - Oh, bueno, que tenga un buen día señorita Hinata. Ja ne! -se despidió lo mas rápido que pudo tomando de la mano al niño y llevándolo hacia otro lugar. Dejando a una confundida peliplateada y a un enojado 'por falta de educación' ardilla.

- Espera un minuto... -murmuró y golpeó su mano contra su frente-, que no dijo que se llamaba Asahina? Pero seré despistada, le hubiera preguntado la dirección de su casa... -dijo mirando con pesar a su mascota, quien solo negó con la cabeza de manera reprobatoria

Así siguieron el camino, y para no aburrirse, ella sacó una armónica de su bolso y empezó a tocar. Luego de algunos minutos, mirando para ambos lados a ver si veían su nuevo hogar, una mansión captó la atención de ambos. Verificó el nombre y la dirección con el mapita, y pararon frente a la puerta del lugar que rezaba 'Sunrise Residence'. Tsukiko buscó con la mirada el timbre, pero cuando se disponía a presionarlo, sintió una mano apoyarse en su hombro y a Julie gruñir. Giró su rostro y vio a un joven alto, rubio, de ojos azules y de finas facciones, vestía un traje y llevaba finas gafas. Era probable que trabajase en alguna empresa.

- Discúlpame, por casualidad ¿Usted es Tsukiko Hinata?