Los personajes y lugares son creación de Tomo Takabayashi
Espejismo
Por Tlacuilo
¿Amistad?
Los deberes reales no eran tan desagradables cundo eran compartidos, sobretodo con un General que era muy diestro en la política y con un consejero que hacia todo lo posible porque como Maou no se equivocara o tomara decisiones erróneas. Conrad ayudaba a su modo escuchando sus incansables preguntas y respondiendo con una sonrisa afable. Sin olvidar a su prometido por accidente; a quien le debía tener los pies sobre la tierra o lo que es lo mismo que le recordar que era un Henachoko y que debía superarse día con día para ser un buen gobernante.
Todos y cada uno de esos demonios ponían su granito de arena para que Shin Makoku creciera grande y poderosa. Esta era una buena vida, pero a Yuuri le preocupaba que a sus veintidós años aún no se decidía a aceptar a su prometido y no era que no le gustara ¡No! si eso era lo que le preocupaba le gustaba demasiado, pero si Wólfram esperaba mas de él, aún no estaba preparado y tal vez la experiencia sería mejor antes que lastimar al rubio Mazoku. No podía llegar con Wólfram con esas dudas y falta de confianza, de hecho deseaba entregarse por completo y no a pedazos o con incertidumbre. Su nula experiencia con las relaciones o lo que es lo mismo con el sexo con un hombre como pareja; lo sentía como un lastre del cual debía deshacerse. Por eso buscaba respuestas y para ser sinceros le urgía encontrarlas; pues temía que el príncipe demonio se hartara de esperarlo.
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Conrad caminaba buscando al Maou; pues lo acompañaría al pueblo y los caballos ya estaban ensillados. Lo vio hablando con Greta; sonriendo se acerco a ellos. El castaño suspiro, había hecho de todo para convencerse que esa persona sincera y de buen corazón, ya no era la mujer que amo ¿Pero como es que sentía algo especial por ese chico? ¿Por qué su corazón lloraba al saber que Yuuri quería a Wólfram? Aun sentía que tenia una oportunidad, ya que el Soukoku le tenia mucha confianza sobretodo cuando lo busco y lloro por su desengaño en Gran Simaron. Percibió a Yuuri muy cercano a su corazón.
-¡Conrad! ¿Ya nos vamos?
-Si Heika.
-Yuuri.
-Cierto, Yuuri.
-¿A dónde van Papá?
-Al pueblo.
-Pero ya casi es de noche.
-Es algo de adultos.
-Oh, o sea que podre ir con ustedes.
-Lo siento Greta, otro día.
-Bien, iré a que Anisisna me narre otra de sus historias –La princesa se retiró y Yuuri suspiró aliviado, temía que su hija le siguiera preguntando el motivo por el cual iría la pueblo con Conrad. Y es que visitarían un lugar de vida nocturna en una ciudad aledaña; aprovechando que su celoso prometido había ido a visitar a su tío y verificar von Bielefeld.
-Vamos antes de que regrese con más preguntas.
Los dos cabalgaron hacia el norte. Llegaron a la media noche a la entrada de Sumaria en las tierras von Grantz; Conrad busco un lugar que fuera de buena calidad y ahí entraron a observar, según decía Yuuri.
-Esto es muy alegre.
-Así es.
-Parece que fuera un carnaval.
-Bueno -carraspeo el mayor- esta ciudad es de negocios de este tipo.
-¡¿Cómo es que hay un lugar así en Shin Makoku? –decía el castaño a Conrad.
-Bueno, los Mazoku son serios, pero no amargados.
-Eso es cierto, aunque Gwendal…
-Él tuvo que madurar muy rápido.
-Si, me lo imagino pero debería de divertirse un poco.
-Y lo hace.
-¡¿Si?
-Claro, pero con los de su edad.
-No entiendo.
-Bueno suele salir con Gunter o con Hube y a veces con Del Kierson von Wincott.
-Pero ellos son casados ¿no?
-No todos.
-¿Conrad?
-Si.
-¿No te llevas bien con el hermano de Sussana Julia?
-Supongo que no somos muy cercanos.
- Ya, bueno estamos aquí y estamos haciendo lo mismo que en el castillo, por que no invitas a algún chico a tomar con nosotros.
-¿Estas seguro de esto?
-No mucho; pero prefiero pasar vergüenza con un desconocido, que con un rubio que se burlara hasta morir, de mi ineptitud.
-No lo creo, pero es tu decisión.
-Gracias por entenderlo.
-Bien… llamare a esos.
Mostro dos chicos uno de cabello lavanda y otro de cabello azul; como de la edad de Wólfram, estos se acercaron y entablaron de inmediato conversación pues para eso estaban en ese lugar; para beber con los clientes y escuchar sus penas o conversaciones. Yuuri reconoció que no era tan difícil imaginarse en una situación similar, pero con Wólfram salir a conversar, una cita o algo mas, pero de nuevo los nervios ganaron la partida y termino por beberse de golpe su tarro. Conrad tuvo que palmearle la espalda pues se estaba ahogando. Afortunadamente no pasó a mayores y prefirieron retirarse, no sin antes dejarles una buena propina a los jóvenes que los atendieron.
-Creo que no sirvió de nada.
-¿Tal vez si le dijeras a él tus inquietudes?
-¡No! Seria vergonzoso. Yo quiero que me vea como un hombre decidido, fuerte, capaz –El joven suspiro emocionado– como yo lo veo a él.
-Si te ama te aceptara como eres.
-Ese es el problema; que no quiero ser un Henachoko desde que iniciemos.
-Bueno si experiencia es lo que necesitas… yo podría… yo podría… ayudarte –Conrad se estaba jugando su futuro en esas frases, mas no poda quedarse con la incertidumbre de lo que pudo ser.
-¡¿Tú?
-Pues… te conozco… y tú a mí, me tienes confianza ¿no?
-Si…, pero ¿no seria un poco raro?
-No, después de todo aquí es normal ayudarse.
-¿De ese modo?
-La ayuda, es mejor entre gente cercana.
-No lo se… ¿de verdad no es malo?
-… Somos amigos.
-Bueno, tienes razón; nadie sabría aparte de nosotros y creo que Wólfram no se enterara, después de todo es preferible de este modo.
Cabalgaron la mayor parte de la noche para llegar a tiempo a una posada y es que no deseaban llegar a Pacto de Sangre… no aún.
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Era de madrugada y no podía conciliar el sueño, extrañaba a su Soukoku y su cuerpo compartiendo la cama; mas estas visitas eran necesarias, y convivir con su tío no lo había hecho en mucho tiempo, ya era hora de cumplir como buen hijo. Él consideraba a su tío como un padre y este a su vez lo quería como hijo; por eso aprovechaba para pedirle que lo acompañara de regreso a Pacto de sangre para fijar la fecha de su boda, bueno antes pedir formalmente la mano de Yuuri. Ya era hora de que su Henachoko fuera total y oficialmente suyo. Rememoró esos ojos negros y soñando con ellos por fin pudo dormir.
Continuara.
Será cortó y espero que les guste un poco y no me cuelguen.
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