Yo escribí un poema, y me pareció muy bonito como para publicarlo sin dedicarlo/adaptarlo a la pareja de amor más sincera y bonita dentro de Saint Seiya.

Shaka x Mu, y los ojos de Shaka.


Él tiene una mirada verdaderamente hermosa, maestro. Desde la primera vez, yo supe que jamás encontraría una más dulce y pura como ésa que sonrió ante mi rostro sorprendido. Yo sé que no debo contarle éstas cosas, maestro, pero aún así...

-Shaka, ahora te sientes confundido. Cuéntame Shaka, porque no puedo entender tus palabras, yo he de poder ayudarte...

Lo sé, y siento no poder ser acertado e inteligente en ésta ocasión. Y es que, su única presencia en mis recuerdos, maestro, es capaz de enternecerme a un limite de no hallar las palabras correctas. Cuando él está a mi lado, yo no puedo pronunciar palabra. Usted lo ha visto, maestro. Mis labios son silenciosos, y mi mente pensativa. Cuestionándose preguntas que yo puedo apenas formularle. Deseo pueda ayudarme, maestro.

-Muchas personas no expresan sus sentimientos con palabras, Shaka. Si tu mente no es capaz de ayudarte, entonces abre los ojos y permite que él los vea. Él hallará en ellos el lenguaje más expresivo y hermoso.

Maestro, sus palabras son sabias, pero yo no puedo entenderlas. Yo temo lo que él verá en mi mirada. Se dará cuenta que lo deseo, que lo siento mío, y que me privo de tan sólo tropezar con su sonrisa tierna en las mañanas. Y así es él, un ser dulce, demasiado puro y bondadoso. Me aterra la idea de perderle, porque entonces sentiría separaría mi ser del suyo, siendo su alma el lugar en que vivo.

-Escucha tu corazón, ahora mismo late tan rápido.

Sí, yo también puedo sentirlo, maestro. Pronto no podría escucharle si ellos apresuraran su paso.

-Hijo, Shaka... estás pensando en él en este momento. Me alegra tanto ver tan infinita alegría en ti, es alegría... o miedo lo que ves, Shaka?

Lo veo a él, maestro. Al hombre del que hablo, él es tan bello. Mi placer es tanto, es tan completo cuando lo traigo enseguida aquí a mis pensamientos, siento en mi corazón un dulce encanto, maestro. Lo veo como un ángel lila, y temo también respirar, porque a veces pienso que podría desaparecer si emito sonido cualquiera. ¡No quiero que desvanezca!

-Te cubrirías de oscuridad, cuando siempre fuiste iluminado.

Yo amo también su luz, maestro. Pero, yo ciertamente me cubriría de una eterna noche de sombras y ardientes relámpagos si el desapareciese. Una noche de tinieblas, insondable en que mi castigo será siempre soñar con sus ojos bellos, sabiendo que jamás podré tenerlos.

-Hay muchos tipos de luz, Shaka. Por eso, debes tener cuidado, a veces puede ser cegadora.

No, maestro. Él nunca me haría daño. Él es un sol tan radiante y poderoso, que podría iluminar el mismo universo si usted se lo pidiese. Es él, pura luz de los cielos, la más colorida aurora boreal, la más ardiente llama de los volcanes, el destello de la más grande bóveda de diamantes!

Maestro, Buda, por qué usted no me responde?

-Abre los ojos ya, Shaka.

"Buenos días, lamento interrumpir tu meditación."

Sus ojos brillan y su sencillez me estremece. No sé qué hacer maestro.

"Si lo deseas podré regresar más tarde."Él me está mirando ahora maestro. No puede saber si yo le miro, porque mis párpados yacen naturalmente cerrados.

Ahora él se va, y sé que si no lo hago ahora lo lamentaré más tarde, a la medianoche cuando la nostalgia invade. Yo... maestro... lo siento...

"Mu!" le he llamado, ahora él especta con su sonrisa paciente. Podrá acaso ver mi rubor bajo mi cabello rubio?

Tengo miedo...

"Shaka?"

Pero debo hacerlo, debo decirle...

-Hazlo Shaka.

Lo haré maestro.

Sólo a él le permitiré conocer, el único tesoro del cielo que Shaka de virgo da sin pedir nada a cambio.

Yo lo amo maestro, y estaré con él hasta el momento que muera en sus brazos, bañados por las lágrimas. Yo lo amo...

He abierto los ojos.