Blindness


¿Qué estaba observando? Nada en específico, sólo a lo que estaba en su medio. Qué bonito cielo, de saber que luciría tan azul abría abierto los ojos hace mucho tiempo.

Pasaba algo… sí, lo sentía en el fondo de su corazón, y era razón para dar motivo a seguir sin parpadear al menos por unos instantes más. Lo quería mucho, lo ansiaba y estaba deseosa de comprender qué más había.

¿Llegaría a tocarle? Seguramente no, era una enajenación pretender tocar los ojos de otra persona; por más hermosos que luzcan, no es algo que puedas palpar.

Sólo te permiten observarlos, y nada más… no sabía si era cosa de egoísmo o la razón de no causarle un daño.

En algún instante sintió como si fuera algo parecido a un dechado… que reflejaba la ternura que con ahínco se obstinaba en seguir embotellada, saliendo cada cierto momento.

Las cejas se encorvaron y le hicieron cambiar de expresión.

Hoy era su día, en el que por fin redimida de cualquier complejo, había consagrado mensajes dulces que no querían salir con facilidad.

Natsu tomó el papel con las dos enormes palabras escritas en él, y el rostro ruborizado de la chica dejó de parecer extraño a él y relajó sus facciones.

Parecía que eternamente había estado ahí, pero la obcecación de un par de ojos abiertos es más
común de lo que parece, pues de nada sirve mirar todo si el sentido común no deja procesarlo cómo es debido.

"Te amo" estaba escrito en la hoja, pero al escrutar en la mirada de ella, fue capaz de verla también en sus ojos… y estaban tan gravadas, que nunca podrían tildarse.

Y el deseo fue mutuo, al momento en que el joven también anheló poder sentir los ojos de ella… aunque no hacía falta, porque la mano de Lucy tomó de su brazo y compartió un momento en que sus latidos sonaban junto con los suyos.

Muy al ritmo, muy perfectos… el día se nubló, y no dejó de ser una bella mañana.


espero que os halla agradado