Hola hermosas! Naomi reportándose ^o^
Disfrutar su lectura con palomitas y chocolate mmm chocolate
**se larga a la tiendita de la esquina**
¡COMENZAMOS!
29 de Octubre…
-"¿QUÉ FUE LO QUE DIJO? ¿QUÉ MIERDA SUCEDE AQUÍ? ¿Cuándo sucedió esto? Es una maldita broma ¿Verdad?... Esto no es posible… ¡No!, no es posible… porque tú… ahora… Sé que lo escucharía tarde o temprano pero… pero no tan pronto…"-
Aquella hermosa persona de cabello largo se encontraba completamente estupefacta, sus iris color miel temblaban intensamente al haber escuchado tan sólo unos minutos antes a su linda hermana menor hablar de tal manera, su mano derecha evidentemente temblaba sujetando aún los palillos que utilizaba para degustar aquel platillo tan exquisito frente a él.
Aquella joven de hermosos cabellos cortos en color castaño oscuro se encontraba completamente sonrojada, con sus ojos fuertemente cerrados, sus delgadas y delicadas manos apretaban fuertemente aquella servilleta de tela que cubría sus piernas, esperando la respuesta ante tal confesión frente a su hermano mayor quien no había pronunciado sonido alguno.
Un chico de amable y tierno mirar la observaba con una sincera sonrisa y un brillo maravilloso en sus ojos de color verde, admiraba el valor que aquella joven había tenido al confesar esa noticia, recordaba con cariño a aquella pequeña niña tan llena de imaginación, aquella niña risueña que brindaba amor y ternura a su familia y que aun siendo él ajeno a esta, también recibía su cariño incondicional llamándolo onii-san desde aquel momento inolvidable hasta la fecha, su pequeña amiga y confidente quien le apoya en todo momento en la relación que sostiene con su eterno y gran amor; aquella niña que fue creciendo maravillosamente hasta convertirse en todo una adolescente de instituto ante sus ojos y que ahora le revelaba a su amante algo que el muy bien conocía.
Morinaga se encontraba demasiado tranquilo, observando a ese par de hermanos, sabía perfectamente que Kanako estaba asustada por la reacción que tendría de su hermano mayor, conocía su fuerte carácter y la explosividad del mismo, sin embargo 3 años habían pasado ya, ella ya no era una niña era una linda joven de 18 años, faltaban dos años para su mayoría de edad, era inteligente, independiente y tenía muchas ilusiones en su futuro, tenía un fuete carácter algo completamente heredado por todos los Tatsumi, sin embargo también una bondad y un inmenso amor por la familia.
Kanako sabía perfectamente que toda noticia relevante en cada integrante de la familia debía ser compartido, nada se ocultaba debían ser honestos y pedir la aprobación correspondiente, así había sido criada, no le molestaba en lo absoluto al contrario nada más le emocionaba que compartir su alegría con su familia.
Morinaga miro a Souichi sonriendo melancólicamente y recordó al hombre impulsivo de hace años, sabía que estaba furioso de haber escuchado semejante noticia, más sin embargo rezaba internamente para que su amante pudiera dialogar de una manera serena y tranquila con su pequeña y amada hermana menor, esa platica era muy necesaria ya que "aquella persona" tenía la solución al actual problema que los aquejaba y que tendrían que resolver antes de finalizar el mes… era necesario si querían que todo regresará nuevamente a la normalidad.
-¿Quién es él?- al fin unas palabras había salido de sus labios, eran difícilmente articuladas… más bien era una interrogante que sería despejada esa misma tarde… Souichi por primera vez manejo sus emociones increíblemente…
DULCE Ó TRUCO 2
1. Una nueva aventura…
-¡Así que empezamos Octubre!… Octubre de nuevo ¡Ah! Falta poco muy poco… el tiempo se va volando… ya son casi tres años… ¡Ah! Muchas gracias Dios mío- con un suave suspiro un lindo chico de ojos verdes arrancaba de manera delicada aquella hoja que marcaba el último día del mes de Septiembre y admiraba con ojos brillosos aquella nueva que se mantenía intacta en el calendario colgado en la pared de la cocina, Octubre era lo que sus ojos leían una y otra vez mientras sus labios dibujaban una sonrisa tan encantadora que cualquiera quedaría fascinado al verle; pero ¿Por qué estaba tan feliz este joven ángel? ¿Por qué el mes de Octubre era tan especial?...
¡Ah! Simplemente porque año con año le gustaba recordar el momento exacto cuando el amor de su vida le había pedido de la manera más tierna y sincera que fueran amantes…
**RECUERDO**
-Morinaga yo quiero… que seas… mi amante-
-En realidad ya lo eres desde hace tiempo… es sólo que no lo había comprendido bien… yo he compartido mucho contigo… tú me besas, yo te correspondo, discutimos por tonterías, nos disculpamos después, nos perdonamos y al final nos reconciliamos de nuevo… incluso… tenemos... tenemos… tenemos SEXO-
-Todas estas cosas las hacen los amantes IDIOTA-
-¡ACEPTO!… claro que si… aaaaaaaaaw-
-¡Te amo Souichi! ¡Te amo tanto!-
-Creo que Ayumi-chan tenía razón, esto no funciona con nosotros… la magia no puede unir algo que se entrelazo desde hace mucho tiempo… mi destino y el tuyo… se unieron desde que te vi aquella tarde en la universidad y desde que hablamos por primera vez… jajaja aunque no lo recuerdes… me encanta recordar las muchas veces que me presente, hasta que al final te grabaste mi nombre-
-¡Eh! idiota no me hables de eso... en verdad no lo recuerdo bien…-
-Este si eres tú… tan lindo aaaw-
**FIN DEL RECUERDO**
Aquellos recuerdos venían a su mente de manera fugaz al recordar que por estas fechas casi tres años atrás su amante y él habían vivido una increíble y mágica aventura gracias a una inigualable brujita llamada Ayumi y a su "pequeña joven hermanita" que ahora descansaba tranquilamente en su antigua habitación… sí su antigua habitación, desde hace mucho tiempo había sido acondicionada como habitación para huéspedes ya que ellos dos compartían un mismo dormitorio desde que su relación se afirmó, sin embargo cuando el carácter de su amado salía a relucir y tenían uno que otro altercado esa era la habitación que solía ocupar para pasar las noches hasta que su amado le pidiera regresar a dormir con él ó lo que era más creíble hasta que nuestro chico de cabello negro azulado le rogará mil veces que lo dejara regresar ya que su tirano amante no cedía fácilmente por sí solo.
Se movía con naturalidad por toda la cocina en donde tarareando una sutil canción preparaba el desayuno para tres personas unos omelette de jamón y queso, un poco de jugo de naranja, una jarra de leche que tanto le gustaba a Kanako, fruta picada, un poco de pan integral y el indiscutible café era un desayuno de diez dispuesto sobre la mesa sonrió al ver su primera obra maestra del día y se dispuso a ir a despertar al gran amor de su vida, con tranquilidad recorrió el pasillo de las habitaciones de su apartamento tan acogedor por la temperatura del calentador pues los días empezaban a ser más fríos por la nueva temporada del año.
Abrió muy despacio la puerta de su habitación para admirar a aquel hombre que dormía plácidamente sobre la cama enrollado hasta la cabeza con el confortable edredón que los había cobijado la noche anterior, su cabello esparcido de manera rebelde sobre la almohada y la cama, sus manos por debajo de la almohada, la mitad de su rostro se ocultaba en ella dejando solo ver un poco la expresión de tranquilidad que poseía se encontraba en un mundo en donde sólo existía la paz y la tranquilidad en donde por unas horas se le permitía soñar y ser libre de las obligaciones que como adultos las personas suelen tener, Morinaga lo observó unos minutos y sintió algo de culpa en su pecho al posicionar su mano en uno de los hombros de su amante para moverlo sutilmente y traerlo de vuelta a la realidad.
-Souichi despierta… Souichi- le llamo suavemente pues si algo tenía este chico era una sutileza para despertarlo por las mañanas -mmm déjame dormir- susurro entre sueños su amante mientras se movía un poco sobre la cama -Souichi el desayuno ya está listo… Souichi- de nuevo Morinaga le llamaba con un poco más de voz -mmm Mori… no molestes tengo sueño- y era verdad la semana había sido bastante pesada para su amante que las horas de sueño eran tan pocas, sin embargo tenía que levantarlo o saldría regañado por no hacerlo -¡Mooo! Vamos levántate ya… se te hará tarde para la universidad- le llamo más alto jalando el edredón para descubrirlo un poco Souichi se movió boca arriba cubriendo por unos momentos sus ojos con el antebrazo izquierdo y comenzando a despertarse algo malhumorado sin embargo debía admitir que las palabras de su amante eran verdad -¡Ya desperté! Déjame en paz- le reclamo por haberlo sacado de su maravilloso sueño, mostrándole ese ceño fruncido y ese par de ojos color ámbar tan hermoso que cautivaba por la mañana a Morinaga quien seguía sentado a su lado en la cama mostrándole una hermosa sonrisa.
-Buenos días Souichi- le dijo con suave voz mirándolo a los ojos -¡Ah! Buenos días- Souichi se perdió en ese bello verde que inundaba los ojos de Morinaga y el cual le encantaba ver, por unos minutos ambos se perdieron en ese saludo, sus mejillas se sonrojaron un poco, sus iris temblaban y el ritmo de sus corazones en segundos se aceleró, Morinaga se agacho un poco para acercarse a su rostro, Souichi apretaba con fuerzas las sabanas que aún lo cubrían, podía sentir el aliento de Morinaga chocar contra su rostro sabía perfectamente las intenciones de su joven amante, y al mismo tiempo esas mismas eran sus intenciones también, soltó las sabanas y sus frías manos se colocaron a los lados del rostro de Morinaga atrayéndolo completamente hacia él y de esa manera unir suavemente sus labios con los de su amante, eran contadas las ocasiones que Souichi Tatsumi se comportaba de esa manera pero cuando esos momentos llegaban Morinaga no hacia ningún movimiento peligroso para no matar el ambiente que se formaba, sus labios se reconocían con dulzura y los suaves suspiros comenzaron, el beso se fue transformando en un beso un poco más húmedo al momento en que Souichi dejo que la traviesa lengua de Morinaga entrara con calma robándole el primer gemido de sus labios esa mañana, su amante tenía una habilidad al besar que le encantaba, podía convertir los besos más simples que él podía darle en besos apasionados que él jamás podría empezar, aunque Souichi no lo notará había aprendido a besar muy bien y seguía a Morinaga exquisitamente.
Mientras que ese par de amantes se saludaban a su manera una linda señorita se había levantado, arreglándose inmediatamente para el desayuno, a su habitación había llegado el delicioso aroma del desayuno que Morinaga estaba preparando y de un salto despertó, arreglo la cama, se lavó la cara, se vistió y peino para salir a buscar a su onii-san a la cocina sin embargo al no encontrarlo se dirigió al lugar más seguro en donde podría estar… la segunda habitación.
La joven sabía muy bien que su nii-san había aceptado a Morinaga hace bastante tiempo cuando un dulce hechizo había caído sobre el haciendo que este se enamorara de un apuesto joven encargado de una grandiosa fiesta de Halloween que su escuela anterior había llevado a cabo y razón por la cual su hermano había sufrido mucho al imaginar perdido a su joven asistente y aunque lo negara en ese tiempo estuvo a punto de perder a su verdadero amor, al haber sobrevivido a esa gran prueba ahora se encontraba completamente enamorado de él así como su querido onii-san lo amaba desde hace muchos años, se convirtieron en amantes y ella era la única familiar Tatsumi que lo sabía, había prometido guardar el secreto por petición de Morinaga hasta que Souichi estuviera de acuerdo en compartirlo con el resto de la familia.
Sonreía recordando todas las cosas que había conseguido al conocer ese gran secreto y extorsionar a su hermanito para ir a lugares en los que antes no podía asistir con sus amigas, recordaba haber conseguido que su hermano aceptara por las buenas la idea de que ella comenzará a vivir sola y asistiera al instituto que tanto deseaba fuera de la prefectura, también amaba quedarse con ellos los fines de semana iniciando desde el día viernes para convivir y pedirle a Morinaga algunos consejos de cómo afrontar su nueva etapa de vivir independiente de su familia y a su vez le encantaba ir a copiar en una libretita todas las recetas conocidas por su amado onii-san.
Llegaba de manera silenciosa a la habitación en donde pudo observar la puerta entre abierta, de nuevo su curiosidad pudo más que su educación y fue entonces cuando su rostro tomo el color de un tomate bastante maduro, por aquella abertura pudo distinguir claramente la primera escena romántica que vería ese día en aquel departamento, no era la primera vez que los veía haciendo "eso" sin embargo con el carácter de su nii-san tenia, aquello realmente era para sorprenderse ya que incluso ella siendo su hermana e imaginando un mundo de escenarios posibles para esas muestra de cariño nada de lo que su mente creaba era mejor a lo que sus ojos veían en vivo y en directo siempre que tenía la oportunidad, su amado nii-san sujetaba con ternura del rostro de su amante mientras se besaban de una manera bastante impúdica al menos para ella, ambos con los ojos tranquilamente cerrados, Morinaga sentado e inclinado hacia delante con los brazos debajo de la espalda de su nii-san, Souichi recostado en la cama con sus manos en las mejillas sonrojadas de Morinaga atrayéndolo y evitando al mismo tiempo romper el contacto con sus labios, su corazoncito se aceleró y se alejó de la puerta caminando hacia la sala en donde se puso a caminar en círculos para disipar el calor de sus mejillas y en un impulso tomo el control remoto encendió la televisión y se sentó abruptamente en el sillón a ver cualquier cosa, para su buena fortuna se encontró con las noticia de la mañana.
En la habitación el sonido de la televisión los despertó de su quimera atrayéndolos a la realidad en segundos, ambos se separaron lentamente sus mentes se aislaron de toda realidad y olvidaron por completo a la visita que se encontraba con ellos desde ayer por la tarde, se miraron a los ojos por un momento -Voy a saludar, apresúrate el desayuno esta recién hecho- le decía Morinaga tomando un mecho largo de su cabello mientras lo besaba con sutiliza, se incorporó de la cama sonriéndole y salió de la habitación tranquilamente. Souichi se quedó un momento recostado con su sonrojo aun en las mejillas se despabilo golpeándose las mejillas, se incorporó lentamente alisando su rebelde y sedoso cabello, suspiro pesadamente y se levantó por fin de aquella cama para comenzar a arreglarse.
Morinaga llego a la sala en donde pudo notar a Kanako bastante concentrada en las noticias -Buenos días Kanako-chan- saludo cordialmente mostrándole una agradable sonrisa -Muy buenos días onii-san- saludo la joven con una tierna mirada, Morinaga ya se había acostumbrado a que lo llamara así desde hace tiempo cuando ella misma se lo pidió -Ven a sentarte Kanako-chan, ¿Quieres un vaso de leche o prefieres jugo?- le cuestionaba con amabilidad mientras la jovencita llegaba a la mesa instantáneamente -Quiero un vaso de leche con chocolate por favor- solicito con gracia y dulzura Morinaga sirvió la leche y saco de la alacena un recipiente en donde guardaba el chocolate en polvo lo coloco sobre la mesa y ella se lo preparo con rapidez, a su lado era colocado un plato con un humeante omelette el cual se veía exquisito sus ojos brillaron pero desviando su rostro hacia la puerta cuestiono -Onni-san Souichi nii-san ¿No va a desayunar?- Morinaga a su vez servía el omelette de su amante y ponía una taza de café -claro ya no tarda- le dijo mientras se servía ahora su omelette y su café con crema -Y dime Kanako-chan ¿Dormiste bien? ¿Pasaste frío?- la joven miro el instante en que su onii-san se sentaba y acomodaba en la mesa -Si muy bien gracias, no pase nada de frío dormí excelente- le contestaba mientras se volvía a servir más chocolate en polvo en su vaso -¡Eso es demasiada azúcar para ti "Niña"! ¡Tan de mañana y con los dulces! Kanako no tienes remedio- la indiscutible voz de su hermano le hizo pegar un brinco y regó un poco de chocolate en la mesa -¡Ah! Lo lamento lo limpiare enseguida- Kanako se intentó levantar de la mesa al ver una toalla sobre la barra de la cocina -No te preocupes Kanako-chan déjalo así- Morinaga le comento tranquilo al ver lo que había ocurrido estiro su brazo tomo la toalla y limpio el pequeño desorden se puso de pie y se dirigió al lavaplatos a enjuagar el polvo de chocolate que se había pegado a la toalla -¡Nii-san que malo eres! En vez de regañarme al menos di ¡BUENOS DIAS! primero- la joven Tatsumi le reclamo a su hermano mirándolo muy seriamente -¡Bueno días Kanako-chan!- Souichi exclamaba sarcástico amaba hacer enojar a su pequeña hermana mientras se sentaba tranquilo a desayunar pero al instante en que le dio un pequeño sorbo a su café -Nii-san como siempre de malhumorado… ya veo que el beso de los buenos días de Onii-san no sirvió para nada- susurraba Kanako con una sonrisa de lado mientras degustaba un gran trozo de omelette -cof cof cof ¡Que dijiste! cof cof- un rubor impresionante decoro su rostro mientras tomaba una servilleta y limpiaba su boca -Soiuichi… ¿Estas bien?- su amante se acercó rápidamente para auxiliarlo pero Souichi se tranquilizó de nuevo al ver a su hermanita sonreír pícaramente -No es nada… estoy bien-.
El desayuno pasó tranquilamente algo que a Morinaga se le hizo extraño, por lo regular los hermanos Tatsumi hablaban y discutían graciosamente en la mesa siempre provocándole un momento agradable sin embargo ambos se mantenían callados y serios, motivo por el cual trató de matar el silencio y comento -Kanako-chan dime ¿Qué planes tienes para el día de hoy?- le cuestionaba tranquilamente mientras se levantaba y retiraba los platos de la mesa -¡Ah! Bueno el día de hoy por la tarde me quede de ver con mi equipo de trabajo para realizar una investigación, nos veremos en el centro comercial de Nagoya- le comentaba al tiempo que levantaba sus platos y los de su nii-san y se ponía a platicar con más detalle con Morinaga mientras lavan y secaban los trastes, Souichi se puso en pie y se dispuso a ir a terminar de arreglarse para irse a la universidad.
Minutos después -¡Ya me voy!… los veré por la noche- Souichi se despedía de forma tranquila mientras admiraba a su hermanita platicando con Morinaga en la sala bastante risueña -¡Que te vaya bien nii-san!- le despedía con una dulce sonrisa -No llegues tan tarde entiendes, además cualquier cosa me llamas al celular, ten suficiente batería- daba las ultimas indicaciones encaminándose a la salida rápidamente -Lo sé bien- respondió su hermana un poco molesta, Morinaga acompaño a su amante a la salida en donde lo despedía como siempre -Que tengas un gran día Souichi, yo trabajaré en los últimos detalles de mi presentación de mañana- Souichi abrió los ojos de golpe recordó que Morinaga se iría una semana a Hamamatsu a trabajar -¡Es verdad! ¿Ya compraste el boleto?- cuestionó a su amante -Ya lo compré… tengo incluso mi maleta preparada y todo sólo es cuestión de afinar unos últimos detalles a la presentación y repasar mi exposición- Morinaga era un chico sorprendente muy organizado e inteligente sin duda Souichi pensaba nuevamente que Farmacéutica S se había ganado un gran elemento -Ok hablamos mejor por la noche me tengo que ir- Soucihi maldijo el reloj por avanzar tan rápido en ciertas ocasiones, termino de colocar los zapatos, recogió su mochila y abría la puerta para irse rápidamente -¡Souichi!- llamo Morinaga en un suspiro que hizo voltear a su amante y en cuestión de segundos un sutil beso le era dado como despedida, las mejillas irradiaron el color carmín inmediatamente y lo miro muy sorprendido más no dijo nada, cerró la puerta y se fue casi corriendo mientras el joven de mirada tierna sonreía como idiota en el recibidor susurrando -¡Te amo Souichi!-.
-"¡Ah! Ellos realmente están muy enamorados… estoy feliz por mí nii-san… Madre mi hermano encontró a un maravilloso príncipe… espero que yo también lo…"- los pensamientos de una linda joven se vieron interrumpidos con el sonido de una suave melodía que indicaba la llegada de un nuevo mensaje de texto que rápidamente se dispuso a leer.
Morinaga regreso a la sala en donde veía a Kanako leyendo su celular con ojos brillantes e iluminados, el joven de amables ojos verdes sonrió con dulzura, la pequeña niña se había convirtiendo en una hermosa señorita rápidamente y esa mirada sólo podía significar algo -Kanako-chan parece estar muy feliz el día de hoy- le comentó de manera suave y tierna mientras acariciaba su cabello -Onii-san tú siempre tan atento a los detalles- le comentó la joven con una sonrisa mostrándole la pantalla de su celular -¡Oh! Así que comenzarán a planear la fiesta de Halloween desde ahora es bueno ir viendo cada detalle con tiempo- le comentaba Morinaga muy sonriente -Sí la verdad es que mi equipo tiene la responsabilidad de buscar un buen lugar para el evento y encargarse de algunos preparativos- le comentaba revisando algunas revistas que se encontraban en la mesita de centro -Ya veo… y dime ¿Tú nuevo amigo estará en tu equipo?- cuestionó Morinaga mirándola con complicidad -¡Ah! Sobre eso… bueno… eh…uh… sí… él está en mi equipo- un bello rubor se plasmó en el rostro de Kanako haciendo enternecer el corazón del chico de ojos verdes que entendía perfectamente cómo se sentía ese tipo de emociones a esa edad -Ya veo, eso es tener muy buena suerte Kanako-chan- Morinaga le giñaba su ojo y Kanako sonreía sincera apretando entre sus pequeñas manos su teléfono celular.
Esos dos se habían convertido en verdaderos hermanos y muy buenos cómplices pues Kanako había encontrado a un confidente perfecto para ciertos asuntos emocionales, ciertamente Isogai también lo era pero últimamente se había encontrado muy ocupado y contactarlo le era algo difícil pero desde que Souichi y Morinaga se volvieron pareja formal ella y su nuevo onii-san se volvieron bastante cercanos.
Con emoción ella le contaba con lujos de detalles un tema muy personal que compartía también con su mejor amiga Yui y que aunque quisiera hablarlo con su tía Masuda se sentía algo cohibida cada vez que lo intentaba y ni hablar con su hermano Tomoe y su onii-san Kurokawa ya que ambos eran bastante complicados, ni ellos mismos se entendían y a veces eran realmente torpes en ese tema; y Souichi era un punto muy aparte, por nada del mundo se lo diría a él ya que su carácter explosivo la frenaba en seco a poder sincerarse con su hermano mayor.
-Por favor onii-san no le vayas a decir nada a mi nii-san, si él se llegase a enterar de esto, sabes lo que pasaría ¿verdad?- la joven miraba con ojitos preocupados a Morinaga quien le dijo sutilmente -Tranquila de ese tema… solamente tú tienes que hablar con él… por mi parte nunca le diré nada, es un secreto entre tú y yo- mostrándole su dedo meñique para hacer un trato con ella, Kanako entrelazo su meñique al de él para cerrar el trato, ambos reían mientras platicaban sobre los detalles de la próxima fiesta que se avecinaba y la cual Kanako esperaba con bastante ilusión.
Continuará...
Bueno eso ha sido todo!
Espero haber matado la maldición de no publicar...
Ya era necesario sacar este fic a la luz...
Ok seguiré escribiendo travesuras XD
Las quiero besos y abrazos!
