Bueno, pues este es mi nuevo fic.

Como es habitual en mí, señalar que la historia y los personajes son propiedad de Nintendo.

El fanfic se centra en Fox y Wolf pero no contiene yaoi más allá de algún un momento incómodo.

Espero que les guste.


Capítulo 1. El primer año

El planeta Laylat no solo era conocido por su ejército, formado por nobles, disciplinados y valientes militares que protegían el lugar; también lo era por tener una de las escuelas militares de más alto rango en la galaxia.

Entre estos militares que habían dejado huella estaba el Team Fox, formado por un conejo llamado Peppy Hare, un cerdo llamado Pigma; y su líder, un valiente zorro James Mc. Cloud. Actualmente, la paz reinaba en la galaxia, por lo que el equipo se había disuelto y cada uno había seguido un camino.

Peppy Hare se había retirado a un laboratorio para ayudar a los jóvenes en sus experimentos; Pigma había obtenido un puesto en la escuela militar como profesor de gimnasia; y James Mc Cloud, por su parte era padre de un intrépido zorrillo, Fox, cuyo sueño era llegar a ser algún día como su padre.

El sueño de Fox comenzó a hacerse realidad su primer día de escuela secundaria. Aquella mañana el chaval se levantó incluso antes de que amaneciera, y no pudo volver a dormir de la emoción. Su padre le ayudó con su equipaje y lo llevó hasta la escuela.

"¡Es genial, papá! ¡Seguro que algún día logro ser como tú! ¡Nos enseñarán a pilotar, y a disparar y…!"

"Todo eso está muy bien hijo, pero no te olvides de aprender a leer y escribir"

Fox puso los ojos en blanco.

Por fin llegaron y el zorrillo corrió emocionado al edificio, para encontrarse con otra agradable sorpresa: su mejor amigo Slippy Toad también iba a estudiar allí con él.

Slippy era una rana de color verde, y de baja estatura. Eran amigos desde siempre dado que sus familias habían estado siempre muy unidas.

"¡Guay! ¡Estoy seguro de que seremos un equipo perfecto!" exclamó muy emocionado Fox "¡Haremos historia!"

"Seguro que sí" afirmó su amigo.

Ambos echaron a correr adentro mientras sus padres los observaban.

"Crecen tan rápido" le comentó James al padre de Slippy.

Fox y Slippy tuvieron suerte y les tocó en el mismo grupo, de modo que tendrían los mismos horarios. Sin embargo, no les tocaron las mismas habitaciones. A Fox le tocaba compartir la suya con un chico mayor que ellos, uno de tercer curso.

Cuando acabó la presentación, les dieron luz verde para ir a los dormitorios y desempacar sus cosas. Las clases empezarían al día siguiente.

"Me pregunto quién será mi compañero de habitación" pensó Fox mientras subía las escaleras hacia donde se encontraban los dormitorios.

No había nadie allí. En ese pequeño espacio no había más que un armario y una litera. El zorro estaba a punto de subir cuando alguien lo agarró violentamente.

"¡Escúchame bien! ¡La litera de arriba es MÍA! ¿¡Entendiste?!"

Quién había dicho eso era un lobo de color gris, algo más alto que Fox y con una musculatura notable, para su edad.

"¡Pregunté si lo entendiste!" repitió el lobo sin soltarlo.

El zorrillo simplemente asintió con la cabeza y el otro lo soltó. El lobo se dirigió hacia la puerta.

"¡Espera!" exclamó Fox "¿No vas a decirme cómo te llamas? Yo soy…"

"Fox Mc Cloud, el hijo del famoso James Mc Cloud" interrumpió el otro "Todo el mundo está hablando de ello"

"¿No vas a decirme cómo te llamas?"

El otro ya había salido, y Fox solo oyó su voz desde el pasillo.

"Averígualo por ti mismo igual que yo he averiguado el tuyo"

El zorro negó con la cabeza, definitivamente aquel iba a ser un curso muy largo.

El día pasó más o menos bien; las clases teóricas eran más bien aburridas; la profesora, una anciana tortuga explicaba la clase sin importarle que los alumnos la escuchasen o no, y parecía como si tuviese una grabadora y ella estuviese hablando en play-back.

Por fortuna aquella clase pasó pronto y llegó el descanso.

"No sé por qué todo el mundo parece tan contento" comentaba Slippy.

"¿No? Es que luego tendremos la clase de entrenamiento militar… ¡Estoy deseando demostrar lo que puedo hacer!"

"Yo solo deseo no hacerme mucho daño…"

Una voz interrumpió su conversación.

"¿Os importaría quitaros de aquí?"

Un macho de pantera de color negro y ojos dorados era quién había dicho esto; pese a la educación, la voz reflejaba severidad.

"Ya estamos acabando" respondió Slippy, aunque con temblor en la voz "¿No puedes esperar unos minutos?"

"¿Me has dicho que espere?"

Todos los de alrededor miraron la escena con curiosidad; la pantera caminó hacia la rana con furia, pero el zorro se interpuso entre ambos con una actitud protectora con su amigo.

"¡Apártate, Mc Cloud!" ordenó el otro.

"¡No!"

"¡Tú lo has querido!"

El otro había levantado el puño, pero alguien le agarró, era el lobo compañero de habitación de Fox.

"Para, Panther. Te la cargarás si el Sr. Pigma descubre que usas lo que aprendes en sus clases para abusar de los novatos"

Ambos intercambiaron rápidamente miradas y la pantera se fue; el lobo lo iba a seguir, pero el zorro lo llamó.

"Oye, me gustaría darte las gracias por…"

"No quería que sancionarán a Panther, eso es todo"

La clase de entrenamiento militar era impartida por Pigma, el viejo compañero de su padre. Advirtió a sus alumnos que su clase era dura, y así fue, ya que les hizo dar un montón de vueltas alrededor del lugar.

Finalmente acabaron todos tan cansados que no deseaban más que ducharse, cenar e irse a la cama.

Fox llegó a su cuarto y se puso el pijama. Ya se había tumbado cuando vio llegar a su compañero de cuarto cuyo nombre aún desconocía. Miró de reojo como el otro comenzaba a desvestirse para irse a dormir.

A mitad de la noche Fox se despertó al oír una fuerte respiración, que venía de la litera de arriba; al parecer su compañero tenía una pesadilla. El zorro dudó si despertarlo o no, finalmente decidió que era lo mejor.

"¡Despierta! ¡Oye!"

El otro reaccionó y, sin querer le dio un golpe a Fox.

"No quise hacerlo, yo…" El lobo puso una mueca de disgusto al decir esto, no estaba acostumbrado a ser amable y le costaba un montón.

"No tiene importancia, ya sé que lo sientes" respondió el zorro mientras se palpaba la zona del golpe para comprobar que no sangraba ni tenía herida alguna.

Fox volvió a su cama y no volvió a moverse en toda la noche, por suerte su compañero no tuvo más pesadillas.

El segundo día siguieron las clases de gimnasia, para fortuna de todos esta vez no tuvieron que dar más vueltas. Pigma los dividió en dos grupos para que jugasen al juego de atrapar la bandera del equipo contrario; cada grupo contaba además con armas de fogueo para ir eliminando a los adversarios.

Fox lideró a su equipo con astucia y lograron la victoria; a la salida, Pigma lo llamó para felicitarlo.

"Su padre estaría orgulloso de usted, señorito Mc Cloud"

"Gracias"

"No había tenido un alumno tan bueno desde su compañero de habitación, el señorito O'Donnell"

Así que el apellido del lobo era aquel, ya solo le faltaba saber el nombre.

"Pues yo me alegro de que el Señor Pigma haya cambiado los entrenamientos" comentaba Slippy durante la comida "El atrapa la bandera cansa menos que dar

vueltas"

"Y también es más divertido" añadió Fox.

"Eso es al principio, luego te darás cuenta de lo difíciles que son esas pruebas en realidad" dijo una fría voz.

El zorro y la rana se voltearon simultáneamente para ver quien había dicho aquello, era el compañero de habitación de Fox.

"Cuando ascendáis a cursos superiores os daréis cuenta de que no podéis andaros con chiquilladas, eso de ahí afuera es la guerra"

"Pero…"

"No te va a salvar el apellido, Mc Cloud"

"Lo sé, O'Donnell"

"¿Quién te dijo mi apellido?"

"Lo oí por ahí"

"Buena estrategia de evasión, soldado" respondió el lobo mientras se retiraba y, antes de desaparecer de escena frotó la cabeza de Fox despeinándolo.

"¿A qué ha venido eso?" preguntó extrañado Slippy.

"No lo sé, respondió Fox "Creo que solo trata de asustarnos"

Pasaron las semanas; tanto Fox como Slippy se habían acostumbrado ya a las clases, los profesores, los deberes… pero había mucho más que preocuparse aparte de los estudios en el caso de Fox, pues aún compartía habitación con aquel lobo del que aún no sabía el nombre; una labor nada fácil ya que, de vez en cuando tenía pesadillas y el zorro debía muy a su pesar despertarlo para que dejase de gritar.

Pero aún con esto el tiempo pasaba, y llegó la época de los exámenes finales.

Slippy y Fox se quedaban hasta tarde repasando las lecciones que deberían responder aunque muchas veces el cansancio les podía y se quedaban dormidos sobre la mesa.

"Hay mucho más que teoría ¿Sabes?" le dijo el lobo a su compañero de habitación.

"¿A qué te refieres?" quiso saber Fox.

"¿No os contó el Sr. Pigma lo de su examen final?"

"¿¡Examen final?!"

"Pues parece que no"

Fuera lo que fuera, tenía pinta de ser algo desagradable.

"No te asustes, lo único que tienes que hacer es trepar por una cuerda en vertical, correr diez kilómetros sin parar y saltar unos metros"

Fox se quedó pálido al escuchar aquello.

"¿Trepar? ¿Vertical? ¿Correr?"

"¿Acaso crees que podías llegar a ser militar solo por tener el apellido Mc Cloud?"

"No, es solo que… parece difícil… ¿Tú lo pasaste?"

"Sin ningún problema"

"¿Y supongo que tú no podrías…?

"¿Ayudarte?"

"La verdad es que no me vendría mal"

El lobo se quedó pensativo durante un minuto silencioso, finalmente habló.

"De acuerdo, comenzaremos mañana"

Y el lobo hizo lo que prometió, al día siguiente despertó a Fox al alba para comenzar su entrenamiento; le hizo correr por el campo cercano a la escuela todo el día, hasta que llegó un punto en el que el pobre zorro no podía más debido al cansancio, pero el otro seguía presionándolo para continuar.

"Pero no puedo correr más…"

"¡Con esa actitud no conseguirás nada!"

"Sí, pero…"

Fox no pudo terminar la frase, debido al sobre esfuerzo perdió la consciencia y cayó al suelo. El lobo muy preocupado y sintiéndose culpable cargó con él hasta el cuarto y estuvo a su lado hasta que este despertó.

El otro entonces trató de justificarse:

"Tal vez no debí poner tanta presión… ¡Creí que siendo un Mc Cloud serías más fuerte!"

"¿En serio me desmayé? ¡Jo! ¡Qué vergüenza!"

"No te preocupes, esto quedará entre nosotros"

"Gracias"

"Wolf, ese es mi nombre"

Fox sonrío, por fin sabía el nombre de su nuevo amigo.

Pese al incidente del primer día, Fox decidió no darse por vencido, por lo que le pidió a Wolf continuar con aquello, aunque ya no le exigía tanto físicamente; en parte era una ventaja, pero por otro lado el zorro sentía como que su amigo ya no lo tomaba en serio.

Wolf volvió a tener pesadillas aquella noche, pero esta vez fue mucho peor, pues cuando Fox fue a despertarlo, el lobo le dio un golpe que tiró al zorro al suelo provocando que se hiciese daño; el lobo fue inmediatamente a socorrerlo.

"¿Te has hecho daño?"

"No, estoy bien" respondió Fox mientras se secaba las lágrimas avergonzado por llorar en presencia de Wolf.

"No deberías despertarme, es un problema que debo resolver por mí mismo"

"Tal vez si me contases tus pesadillas te desahogarías un poco"

El lobo dudó un momento, pero finalmente accedió, pero no se limitó a contarle sus pesadillas, sino que le contó el posible origen de su miedo:

Cuando Wolf era pequeño sus padres estaban trabajando siempre y lo dejaban solo, y como no tenía amigos siempre estaba solo, hasta que un día, un delincuente entró en su casa y lo golpeó dejándolo inconsciente hasta que llegó la policía a la casa, solo para encontrárselo en el suelo y el villano huido.

Fox quedó impresionado con la historia, sintiendo mucha lástima por el otro; él siempre había tenido a sus padres (muy especialmente a su padre) cuando los había necesitado.

En ese momento se dio cuenta de que Wolf no llevaba ropa alguna y se le pusieron las mejillas coloradas.

"¿A qué viene esa cara, Mc Cloud? ¿Acaso mi historia te ha dejado sin palabras?"

"No es que… ¿No tienes pijama o algo?"

"Yo no uso de eso, y tú tampoco deberías"

Al oír esto Fox se puso todavía más colorado, causando la risa del otro, que le frotó el pelo.

"Anda, descansa, que ya hablamos mañana"

Por fin llegó el día de los exámenes; primero fueron los teóricos donde estuvieron más de tres horas contestando preguntas sobre todas las fechas de la guerras del sistema, así como los códigos militares y los nombres de los combatientes más destacados. Como era de esperar, Slippy el amigo de Fox fue el mejor de la clase en aquella prueba.

Y, luego llegó la prueba de Pigma el profesor de gimnasia que consistía en nada más y nada menos que mantener el equilibrio en una cuerda floja a más de veinte metros de altura; había tiempo para la prueba, así que debían darse prisa.

No todos los alumnos lo lograron, unos cuatro cayeron al vacío, que, por suerte contaba con una red de seguridad para evitar el fatal desenlace. La lista de apellidos llegó a la "M" y fue el turno de Fox.

El zorro respiró hondo mientras se acercaba al inicio de la cuerda; pasito a pasito fue avanzando por ella, pero recordó que tenía un límite de tiempo y quiso apresurarse, pero perdió el equilibrio y casi cayó al vacío, aunque en el último momento se sostuvo; no, aquello definitivamente no era lo que Wolf le había enseñado, el lobo le había dicho que se tomase aquella prueba con calma… así que tras tranquilizarse un poco Fox se dispuso a terminar la prueba, cosa que al final hizo.

Para la sorpresa del zorro y de todos los demás, Slippy consiguió superar la prueba, aunque llegó el límite y su nota se quedó en suficiente.

El primer año había terminado, los alumnos se disponían a volver a casa por vacaciones. Fox se despidió de Wolf.

"¿Estaremos en contacto?" preguntó el zorro.

"Intentaré escribirte" respondió el otro, a lo que su compañero lo abrazó para su desconcierto.


Bueno, pues hasta aquí el primer capítulo.

¿Por qué escribí esto? Porque el canon nos deja demasiadas tramas abiertas y, aún siendo contenido fanmade quería dar respuestas a algunas de ellas.

Me gustaría agradecer el apoyo que he recibido por parte de los lectores de mis anteriores fic, muchísimas gracias.