Aviso: Dragon Ball y todos sus personajes fueron creados por Akira Toriyama.

Nota: Esta historia toma lugar alrededor de ocho o nueve meses antes del comienzo de Dragon Ball GT.

Cómo nos conocimos.

Capítulo 1

Por

Y. Honey

000

Goten, sentado en la orilla de la azotea de uno de los rascacielos de la Capital del Oeste, se entretenía mirando pasar a las personas y automóviles que, sesenta pisos más abajo, llenaban las calles de la metrópoli. Era un día de otoño y todavía no hacía mucho frío, por lo que el joven mestizo todavía podía disfrutar de la fresca brisa matutina sin llevar encima una chamarra.

Pero el observar a la multitud no tardó en aburrir a Goten, que a fin de cuentas, tenía un asunto muy importante qué atender. El asunto en cuestión era del tipo laboral; es decir, tenía qué encontrar un trabajo y ganárselo. Esto, por supuesto, no era algo que el joven tuviera muchos deseos de hacer.

En realidad, Goten no veía la razón por la que su madre le había insistido tanto en que buscara un empleo. A fin de cuentas, gracias a la muy jugosa mensualidad que Mr. Satán le pasaba a su familia a cambio de su "valiosa cooperación para luchar contra el mal" (que en realidad era un soborno disfrazado), el dinero realmente no había faltado en su casa por años. Además, Gohan también ganaba su propio dinero como investigador en la universidad y no le iba nada mal, de hecho, su hermano mayor fue quien pagó la remodelación de la casa de sus padres para hacerla más grande cuando decidió que quería vivir allí junto con su esposa.

Por lo tanto, el dinero no era un problema para la familia Son. Y por eso mismo, Goten no había podido creerlo cuando su madre le dijo la noche anterior que le había conseguido dos entrevistas de trabajo para el día siguiente: Una en Capsule Corp., y la otra directamente con Mr. Satán. Claro que Chi Chi le había pedido que asistiera a esas entrevistas de un modo tal que Goten no pudo negarse.

— No entiendo cuál es el problema de mamá… no es como si nos estuviéramos muriendo de hambre… — Murmuró el joven mientras miraba su reloj y descubría que ya sólo faltaban cinco minutos para su entrevista en Capsule Corp. Por un momento Goten pensó que tal vez sería buena idea llamar a Trunks y cancelar el compromiso, pero el recuerdo de las palabras de su madre lo hizo cambiar de opinión inmediatamente.

Incitado por el miedo a la amenaza materna que había escuchado la noche anterior, Goten se echó a volar en dirección de las oficinas de su mejor amigo.

Las palabras que Chi Chi había dicho la noche anterior fueron las siguientes:

"Goten, sé que te gusta mucho tu modo de vida, pero ya casi tienes veintisiete años y no has aprendido a ser tan responsable como deberías. No quisiste ir a la Universidad y sólo terminaste la preparatoria… a duras penas. Me temo que llegue el día en que ni tu padre ni yo estemos y no puedas ver por ti mismo. Ahora, hijo, la única manera en que podrás ver por ti mismo es consiguiendo un buen empleo. Por lo tanto, mañana tendrás dos entrevistas de trabajo: Una en Capsule Corp. y la otra con Mr. Satán. Por tu propio bien, espero que consigas al menos uno de los dos trabajos… de hecho, si no consigues nada, me veré obligada a limitar a la mitad tu comida… y de obligarte a ti a entrenar al mismo ritmo que tu padre, pues si no trabajas quiere decir que prefieres se un peleador como él."

Siendo mitad Saiya-Jin, la amenaza de ver reducidos sus alimentos había sido bastante para asustar a Goten, pero la mención de obligarlo a "entrenar al mismo ritmo que su padre" le helaba la sangre. Goten sabía muy bien que su madre podría perfectamente bien obligarlo a entrenar con su padre todos los días. Lo cual sería prácticamente la versión personal del infierno de Goten. No es que el joven odiara entrenar, de hecho entrenaba una hora diaria por si mismo y cuando su papá los visitaba llegaba incluso a entrenar un par de horas; pero de eso a tener que entrenar casi diez horas diarias como hacía su padre había un universo de distancia; un universo que Goten no tenía la más mínima intención de recorrer.

Fue mientras pensaba en esto que Goten llegó a la Capsule Corp., listo para enfrentarse a su primer intento de entrar al mundo laboral. Pero Goten, en lugar de ir a la puerta del edificio, voló hasta estar junto a la ventana de la oficina más grande y lujosa que desde luego estaba ubicada en el piso más alto de la corporación. La oficina era la de Trunks, su mejor amigo desde que ambos eran niños.

Aunque últimamente no se habían visto mucho. No desde hacía un año cuando Trunks se volvió el presidente de la Capsule Corp.; Goten recordaba que no estuvo muy feliz con esa decisión de su amigo, pues aceptar el cargo prácticamente le había cortado a Trunks el ochenta y cinco por ciento de su tiempo libre; de hecho, Trunks estaba tan ocupado que había tenido que poner su noviazgo con Marron literalmente en el congelador por falta de tiempo.

— Lástima, se veían muy bien juntos. — Murmuró Goten recordando las ocasiones en las que Trunks y Marron tenían una doble cita con él y alguna de las chicas con las que solía salir. — Pero eso le pasa a Trunks por no hacerme caso cuando le dije que no pasara los exámenes de la universidad cuando teníamos dieciséis años.

Olvidando el hecho de que Trunks había heredado la inteligencia de Bulma y se había graduado de la Universidad cuando ambos aún eran adolescentes, Goten tocó un par de veces en la ventana para llamar la atención de su amigo.

— ¡Goten, no esperaba que decidieras llegar por la ventana!— Dijo Trunks, que sonrió sorprendido al ver a su amigo flotando fuera de su oficina, sin dejar de sonreír, el joven Briefs abrió las ventanas de par en par para dejarlo pasar.

— ¿Listo para la entrevista?— Preguntó el joven de cabello lila una vez que su amigo se hubo acomodado en la cómoda silla frente a él.

— Supongo. — Respondió Goten, más ocupado en mirar la enorme oficina de Trunks que en prestar atención a la situación que tenía entre manos. — ¿Esta oficina siempre fue tan grande? No había entrado desde niño y no me acuerdo bien.

— Sí, siempre ha tenido este tamaño desde que mi abuelo la usaba. Goten, tengo qué decirte algo muy importante sobre la entrevista…

— ¡Espera Trunks! — Interrumpió Goten, — Estaba pensando y… ¿No puedes simplemente darme un trabajo fácil, con un alto salario, que no requiera mucho tiempo y que no me obligue a ir nunca a algún edificio de la corporación?

— A menos de que quieras trabajar lavando mi auto no tengo nada que cubra esas exigencias, Goten. Incluso los conductores que se encargan de manejar nuestros trailers tienen que ir a las bodegas antes de cada salida. — Explicó Trunks mientras se acomodaba la corbata. — Además, lo que te tengo qué decir es importante por una razón. Tu madre llamó hace media hora y habló conmigo sobre tu entrevista.

— ¿Mi madre? — Preguntó Goten, que comenzó a sentir cómo un sudor helado se le deslizaba por la espalda. ¿Qué es lo que su madre habría querido decirle a Trunks?

— Me pidió que te diera un trabajo de acuerdo a tu curriculum; de hecho, me ordenó que no te ayudara en lo absoluto y que te tratara como un desconocido, o de lo contrario me las vería con ella. — Dijo Trunks con una expresión de derrota total. — Y espero me disculpes amigo, pero enfrentar la furia de tu madre no estaba en mi lista de propósitos de año nuevo.

Goten suspiró totalmente desanimado. Todo parecía indicar que su madre no le permitiría aprovechar su amistad con Trunks en lo absoluto.

— Supongo que mi madre ya te envió mi currícula. — Dijo Goten en voz baja mientras se pasaba nerviosamente la mano por el cabello. — ¿Qué me puedes ofrecer?

Trunks bajó la mirada y suspiró un poco triste. — Goten espero que entiendas que si no fuera por tu madre, yo te haría asesor honorífico en la empresa, pero luego de hablar con ella…

— Sólo dime qué trabajo puedes darme. — Pidió Goten. — Entre más pronto escuche más pronto veré qué opciones tengo.

— Puedo ofrecerte un puesto en intendencia, o como vigilante nocturno, o como encargado de almacén o como transportista, o como ayudante de mantenimiento… Lo siento, pero con tu currículum y tus calificaciones en la preparatoria no puedo hacer más.

— Nada de eso me interesa… — Dijo Goten decepcionado. — ¿No podrías ignorar lo que te dijo mi madre? A fin de cuentas lo que ella no sepa no le hará daño…

— ¡Pero no tardaría en darse cuenta! Una llamada telefónica a mi casa sería todo lo que haría falta para que tu madre supiera qué clase de trabajo estás haciendo. Y si se entera de que te ayudo… ¿te imaginas lo que nos haría a los dos? — Respondió asustado Trunks.

— Probablemente nos obligaría a entrenar con nuestros padres durante un año entero… con sólo la mitad de comida. — Sugirió Goten, su expresión se había tornado totalmente desconsolada.

—… Imagino que podemos darte la paga de un asesor aunque en realidad hagas uno de los trabajos que podría darte si me guiara sólo por tu currículum. — Ofreció Trunks al notar que la tristeza invadía a su amigo. — Al menos mi mamá no se daría cuenta de eso por lo menos durante un par de meses.

— No será necesario. — Dijo Goten mientras se levantaba. — Mamá también me arregló una entrevista con Mr. Satán. Tal vez con él tenga un poco más de suerte.

— ¿Seguro? — Preguntó Trunks. Al ver que Goten asentía, el joven heredero devolvió el gesto, pero luego agregó: — Mi oferta de pagarte un contrato más alto queda en pie en caso de que cambies de opinión, no lo olvides.

— No lo olvidaré. — Respondió Goten. — Te agradezco que quieras ayudarme Trunks, pero tienes razón; mi mamá podría darse cuenta si intento hacer trampa y no tengo muchas ganas de saber qué pasaría si eso sucede…

— Bueno, quizás ella sólo quiere asegurarse de que triunfes con tus méritos propios y no con la ayuda de tus amigos. — Ofreció el joven presidente de la Corporación Capsula.

— Sí, tal vez. En fin, será mejor que me vaya de una vez; no tengo hora para entrevistarme con Satán, pero tampoco quiero terminar esto muy tarde.

Luego de despedirse de su amigo con un apretón de manos, Goten salió por la ventana y se alejó volando hacia Ciudad Satán, un sitio que en realidad no tenía muchos deseos de visitar.

Una vez en ciudad Satán, Goten no tardó en llegar a la enorme mansión del hombre a quien buscaba y a fin de evitar ser visto por algún curioso, descendió a gran velocidad y aterrizó en la calle lateral de la enorme casa.

— Bien, será mejor que terminemos con esto. — Se murmuró el joven Son, que no tardó nada en llegar hasta la alta reja de la mansión de Satán. Una vez allí, Goten tocó el timbre y esperó a que le respondieran.

"Residencia de Mr. Satán. ¿Quién es?" Respondió una voz bastante infantil.

— Mr. Buu, soy Goten. ¿No me digas que no reconociste mi Ki?

"Oh… ya me acordé de ti. ¡Eres hermano de Gohan y tío de Pan!"

— Exacto. Necesito hablar con Mr. Satán. ¿Podrías abrir la puerta por favor?

Goten ya no escuchó la voz de Mr. Buu a través de la bocina del timbre, pero la puerta se abrió de inmediato, permitiéndole entrar a los amplios jardines de la mansión, los cuales el joven Son recorrió sin prisa. Una vez que llegó a las amplias puertas de madera labrada, Goten se alisó la camisa blanca que llevaba puesta y se sacudió un poco los jeans, no es que le preocupara dar una buena impresión, pero sería de mala educación entrar a otra casa sin estar lo más presentable posible.

Unos pocos minutos después, Mr. Satán acudió personalmente a abrirle la puerta, lo cual era algo poco común, ya que el campeón del torneo de las artes marciales tenía bastantes criados encargados de esas labores.

— ¡Goten, Muchacho! — Saludó Satán con un entusiasmo que al joven Son le pareció hasta cierto punto un poco fingido. — Pasa, que tu hermano ya me ha dicho de qué va tu asunto. ¿Quieres trabajar conmigo… cierto?

— De ser posible…

— Hmmm… ¿Qué clase de trabajo te gustaría? — Preguntó Satán, que tomó a Goten por el hombro y lo guió por los pasillos de la mansión. — De acuerdo a lo que me dijo tu hermano, tu mamá quiere que comiences haciendo algo de acuerdo a tus habilidades laborales. Por mi no hay problema en darte empleo, a fin de cuentas somos familia. ¿Dime entonces, qué sabes hacer?

Goten se sonrojó un poco mientras bajaba la mirada. — Mr. Satán, debe saber que yo no terminé la preparatoria exactamente con las mejores calificaciones y que fuera de pelear en un par de torneos de artes marciales no tengo otro tipo de experiencia que pudiera considerarse "laboral"…

La reacción de Satán a las palabras de Goten fue algo que el joven Son nunca hubiera imaginado. Mr. Satán soltó una potente carcajada y le dio una fuerte palmada en la espalda a su joven acompañante.

— ¡No te preocupes muchacho! — Dijo él. — Tu situación es precisamente igual a la mía cuando tenía tu edad; y por lo que he podido hablar con tu padre, él también estaba igual que tú. No le des mucha importancia, estoy seguro de que encontraremos algo adecuado para ti.

— ¿En verdad?

— Claro que sí… Pero escucha muchacho, por el momento tengo todos los puestos cubiertos aquí en la mansión, y no me gustaría que terminaras como cualquiera de mis empleados… así que tendré que pensar en algo mejor para ti.

"Sólo espero que no me pida que sea su sucesor." Pensó Goten, a quien la idea de vivir bajo la sombra de Mr. Satán como su sucesor en las artes marciales le atraía tanto como recibir una patada de Majin Buu en la cara.

— ¡Ajá!— Exclamó Satán de repente. — ¡Tengo el trabajo perfecto para ti!

—… ¿Y en qué consiste? — Preguntó Goten, temiendo mucho escuchar un "Serás mi sucesor" salir de la boca de su anfitrión y futuro patrón.

— Necesito un maestro de alto nivel que enseñe las clases avanzadas en la escuela de artes marciales que pienso abrir el veinte del próximo mes en la Capital del Este. — Dijo Mr. Satán. — Creo que tú podrías hacer bien ese trabajo. Es bastante sencillo, como son alumnos avanzados sólo habría qué observarlos bien, darles consejos sobre cómo entrenar y mostrarles alguna manera de mejorar su técnica de ataque y defensa. Claro que no debes olvidar que son humanos normales por lo que te pediría que tengas cuidado de no mostrar todas tus habilidades a tus futuros alumnos.

— Pero nunca he entrenado a nadie…— Murmuró Goten.

— No es tan difícil. ¡Si hasta Buu fue capaz de aprender cómo hacerlo bastante rápido! Pero si en verdad necesitas ayuda, le pediré a él que te dé algunos consejos y que te acompañe durante tus primeros días como maestro. — Exclamó Satán complacido por la manera en la que había resuelto el problema. — ¡Y sobre el salario ni te preocupes, será bastante bueno y sólo tendrás que trabajar un par de horas por la mañana y otro par de horas por la tarde, durante las clases avanzadas!

El joven Son suspiró pensativo, la idea de trabajar sólo cuatro horas diarias por un buen salario le parecía bastante atractiva, pero no se sentía lo bastante capaz como para ser un maestro en una escuela de artes marciales; quizás si hablaba con su padre o el maestro Roshi, podría obtener algunos consejos útiles sobre cómo enseñar. Aunque tal vez sería mejor hablar con Krilin, quien había trabajado como maestro en su propia escuela de artes marciales durante ya varios años. Pero aún así, para aprender a ser un maestro al menos pasable, necesitaría mínimo estudiar un par de semanas… Bueno, Satán había dicho que todavía tardaría un mes en abrir la escuela, así que el tiempo estaba de su lado. Asintiendo para sí, Goten decidió que esta era probablemente la mejor oferta de trabajo que obtendría, y que sería un tonto si la rechazaba.

— ¿Y bien muchacho? — Preguntó Satán, — ¿Aceptas la oferta?

— Sí, acepto. — Respondió el joven Son, estrechando la mano que le ofrecía Mr. Satán. — Trabajaré en su escuela, pero con una condición: que me permita ir a estudiar para ser un buen maestro durante las siguientes dos semanas.

— Me parece perfecto. — Respondió Satán. — En ese caso te veré aquí el día dieciocho para darte toda la información necesaria.

Un par de horas más tarde, Goten aterrizó fuera de su casa, en la montaña Paoz.

— ¡Hola Goten! — Le saludó amablemente su padre, que estaba ocupado cargando una cantidad enorme de leña. — ¿Cómo te fue con lo de la entrevista de trabajo?

Antes de que el joven Son pudiera responder, Chi Chi ya había salido de la casa y estaba frente a él, mirándolo fijamente a los ojos. — Hola hijo. ¿En dónde conseguiste trabajo? — Preguntó la señora Son mientras sonreía expectante.

— Con Mr. Satán. — Respondió Goten de inmediato, sonriéndole de vuelta a su madre. — Me dará un puesto como maestro de artes marciales en la escuela que abrirá el mes entrante en la Capital del Este.

— Eso queda cerca de aquí. — Comentó Gokú. — ¡No tendrás que volar tan lejos como tu hermano para ir al trabajo, tienes suerte, hijo!

Chi Chi, por su parte, suspiró aliviada y satisfecha de que su segundo hijo por fin hubiera conseguido un empleo. Si bien le hubiera gustado más que comenzara en Capsule Corp., para que allí comenzara desde abajo y fuera ganando ascensos poco a poco, a Chi Chi en realidad no le molestaba que Goten fuera a trabajar como maestro, de hecho, le parecía que entrenar a otros podría ayudar a su segundo hijo a ser más responsable.

— Pues te felicito, me alegra mucho que pudieras conseguir un empleo. — Felicitó Chi Chi con una amable sonrisa; logrando así que a Goten le volviera el alma al cuerpo, ya que el muchacho estaba esperando que su madre se enfureciera porque no había aceptado el trabajo en Capsule Corp.

— Ahora sólo tengo que conseguir que Krilin me de algunos consejos sobre cómo ser un buen maestro de artes marciales y con eso estaré listo para empezar el próximo mes. — Comentó Goten.

— ¿No te gustaría que te ayudara yo? — Ofreció Gokú. — A fin de cuentas he estado entrenando a Uub y a Pan estos últimos años.

— Ya lo sé papá… pero te irás dentro de un par de días a encontrarte con Uub y seguir con su entrenamiento, y con Pan sólo entrenas un par de días cada que nos visitas, lo cual no es muy seguido. — Comentó Goten, que agregó de inmediato al notar la expresión de tristeza en el rostro de su padre. — En verdad aprecio tu oferta, pero Krilin da clases todos los días, por eso creo que él es el más indicado para esto… ¡pero no te preocupes, si tengo cualquier duda y estás aquí de visita, te la preguntaré de inmediato, lo prometo!

Gokú, una persona bastante positiva a fin de cuentas, se alegró de escuchar eso, y respondió con una de sus contagiosas sonrisas. — Perfecto, y por cierto Goten, Krilin es una buena elección, estoy seguro de que te podrá ayudar mucho.

Esta historia Continuará.

Notas:

¡Hola! Vaya… años que no publicaba nada en esta página. Pero bueno, me llegó esta idea y no pude dejar de publicarla. La razón principal es que no hay muchos fanfics dedicados a Goten y a Pares en español, y a mí me parece una que esta pareja es bastante bonita en sí, ya que Goten es probablemente el chico más tierno en Dragon Ball y Pares, aunque un poco de mente ausente, es una chica muy dulce. Por lo que creo que esta es definitivamente la pareja más color de rosa de esta serie.

Como han leído, Pares no ha aparecido en este capítulo; la razón es porque quería primero establecer las bases de la historia y la situación que le permite a Goten conocerla, que en este caso, y aunque suene muy poco probable, será su trabajo con Mr. Satán. Tengo pensado introducir a Pares en el siguiente episodio y que de allí tenga una participación más importante.

Este fanfic no creo que sea muy largo, a lo mucho tres episodios y si me queda algún cabo suelto le agregaré un epílogo, por lo que espero poder terminar este fanfic bastante rápido.

Por cierto, agregué por diversión un par de referencias a mi otro fic "La promesa de Marron". No es necesario que lo lean para entender este, pero, sólo por jugar un poco… ¿podrían mencionar cuáles son esas dos referencias?