Dulce muerte

Estaba allí, sentando al borde de la cama que compartimos. Aspirando el olor particular que adquirió la habitación; una mezcla de nuestros olores. Pero sin duda alguna el olor que predominaba era el de fresas. Acaricie de forma ausente su lado de la cama, su almohada, aspire su olor. Tomé nuestro retrato familiar y la volví a ver, sonriente, feliz, esos ojos chocolate llenos de vida y felicidad. Esos labios rosas y rellenitos. Bajé un poco la vista y allí estaba la pequeña Renesmee. El fruto de nuestro amor, sus ojitos eran una replica exacta de los de su madre. Mis princesas. Salí del que un día fue el auge de mi felicidad y no es más que un museo que me recuerda mi miseria. Salí con paso muerto y me dirigí a la habitación contigua. A la de mi princesa. Todo era rosa y blanco, sus colores favoritos. El aire estaba inundado de un dulce aroma a jazmines, todos los juguetes estaban ordenados de manera prácticamente militar. Todo estaba forrado en sus dibujos, dibujos que ella misma había hecho. Había uno sobre su mesita de noche que nunca había visto. Era imposible que mas lagrimas cayeran sobre mis mejillas. Un dibujo de muestra familia frente a un intento de nuestra casa y arriba en letras de todos los colores y casi ilegibles decía: "LOS AMO PAPIS"

¡OH DIOS MIO! ¿Por qué ellas? ¿Por qué no me llevaste a mi? Ese maldito día mi vida dejo de valer algo. Ver allí mi ángel sin vida, descolorida y apagada ¡NO! No lo aceptaba ella no podía irse. Y mi pequeña. Parecía una muñequita de `porcelana en su cajón. ¿Por qué Dios, me hiciste tan miserable? ¿Por qué te has llevado a mis motivos para levantarme cada día y sonreírle a la vida? Me quede horas allí justo al lado de sus cuerpecitos sin vida cantándoles las nanas que tanto les gustaban con la vana esperanza de que despertaran. Cuando al fin llegó el día del entierro no pude más y comencé a gritar con un loco. No permitiría que me arrebataran a mis ángeles. Pero no pude hacer nada. Salí del cuarto de mi niña y tome mi auto. No podía vivir, no necesitaba vivir, no QUERÍA vivir. ¿Para que? ¿Para que vivir sin motivaciones? No tenía sentido.

Me dirigí a Cullen Enterprises, subí al piso más alto, a la azotea precisamente. Era hora de que esta tortura acabase, volveríamos a ser una familia feliz. Todo dependía de un paso. De mi paso. Me pare al borde del edificio y cerré mis ojos. Visualicé a mis reinas. Sonrientes como la ultima vez que las vi con vida.

Estoy cerca mis amores. Cerca.- susurre.

Di el paso que me separaba de mi y mi felicidad. Hasta este momento, este preciso momento la idea muerte no me pareció más excitante. Caí. Un ventarrón golpeo mi cara. Sonreí. Le sonreí a la muerte; la tenía a mi lado; ella me llevaría y seria feliz. Mi último momento de lucidez me disculpe con Esme, Carlisle, Alice, Emmett, Rosalie y Jasper. Me disculpe por el dolor que sabía les causaría, me disculpe por irme sin avisar. Pero sobretodo me disculpe por perder el control aquel día, si solo hubiese visto ese hielo, si hubiese frenado a tiempo, todo sería distinto. Pero no había vuelto atrás. Lo hecho, hecho esta, no hay vuelta atrás. Pronto sentí un golpe seco. Y todo fue oscuro.


hola vidas como están?

bueno como es obvio es un one shot, se los dejo de regalo, es el primero que escribo y publico. se los quise dejar porque mañana comienzo con las pruebas y me ausentaré un tiempo y no les quería dejar así sin nada. pos espero que les guste. es un poco triste mi mamá lo leyo y sigue llorando. es una dramática (mami si lees esto es mentira, oíste? MENTIRA!) ADMITO QUE ES TRISTE PERO NO PARA TANTO! espero que les guste y nos leemos el sábado o el domingo, como dije el otro dia "nada es seguro" cariñitos mentales y nos vemos!

#LUNA/LESTRANGE