Team AIMILY, PORQUE SEAMOS HONESTOS, Aiden es más caliente que Daniel o Jack.

CAPITULO 1

Aiden estaba sentado frente a la enorme chimenea afilando una espada con una piedra tal como Takeda le había enseñado años atrás, suspiro ante el eminente recuerdo de su antiguo maestro, pero luego se centró en su tarea dejándose llevar por el ruido de la fricción entre la hoja de la espada y la piedra, unos pasos suaves le alertaron la presencia de alguien más. Sus ojos se cerraron por una fracción de segundos antes de dejar salir un suspiro corto.

-¿Cómo estuvo el paseo?- su voz sonó más gruesa de lo habitual e igual de fuerte su acento haciéndose notar

Emily lo escudriñaba con la mirada desde donde estaba, una distancia un tanto prudente; si quería mirarle más de cerca solo tendría que dar unos simples pasos pero prefirió mantener la distancia prudencial

-sí estuvo muy agradable el clima afuera – ella no pudo evitar soltar un bufido al notar que no detenía los movimientos sobre la espada MALDITA ESPADA..

El parecía absorto en su propia marea de pensamientos, Emily doblo los ojos algo impaciente por su actitud y no parecía dispuesto a colaborar con ella … ni con nadie

-¿tan malo fue?- pregunto cruzándose de brazos al percibir como Aiden se tensaba aún más, de golpe él se detuvo haciendo otra cosa que mirar el fuego que se consumía frente a el

Sin esperar más ella rompió la distancia entre ambos quedando tras el sillón donde él estaba alzando las manos hacia su pelo pero las detuvo a medio camino al oír a Aiden gruñir, obviamente estaba de mal humor pero sus gruñidos era una evidente muestra que estaba por explotar

-Ella quiere hacer las paces.- su voz pausada y bien enmarcada a causa de su acento lo hace parecer una especie de maquina humanoide, pero la realidad Emily la conoce muy bien, sin más reparos se alza de su asiento tirando la espada aun lado y la roca a otro luego se enfrenta a ella directamente a la cara- estarán aquí dentro de tres dos días… - sus ojos muestran la molestia evidente que se escapa de su voz

-me lo temía- tuvo que confesar haciendo pucheros se pegó a él poniendo sus brazos alrededor de su cuello para intentar acercarlo –pero es tu madre Aiden, son tu familia..- suspiro al verlo zafarse de su agarre con frialdad

-prefiero lidiar con Nolam antes que tenerlos aquí – Aiden era muy terco en ocasiones aun lograba sorprenderla con su terquedad

-el llegara mañana, descuida podrás mostrarle lo mucho que extrañas sus bromas… he incluso puedes darle una lista de reglas de la casa – ella intentaba aligerar el ambiente, nunca había sido buena consolando personas pero con Aiden todo se salía de lugar y un instinto primitivo y protector se adueñaba de ella aunque lo negase

Él le devolvió una sonrisa cargada de diversión y malicia hasta en sus ojos, se acercó a ella pero no intento nada calculando sus movimientos con elegancia capturando mutuamente la poca luz que los rodeaba y el deseo que se colaba en los ojos de ambos. Se inclinó sobre sus labios y disfruto de ellos como si fuese un hombre muriendo de sed. La beso y abrazo siendo tierno de forma gradual

-bien vamos a ver qué pasa ¿de acuerdo?- ella susurro cerca de su oído, él sabía que no se refería al momento apasionado sino a lo de su madre así que se limitó a asentir sin ganas de hablar del asunto, aun no.

La sonrisa maliciosa que se formó en los labios del inglés la hizo perder el oxígeno y entregarse a un nuevo y abrazador beso que era la promesa de una ardiente velada llena de placer

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