Una historia en verde y plata

Subía al tren con miedo, miedo de decepcionar a su padre, a su madre e incluso miedo de decepcionar a su hermano. Había esperado años para poder ir a Hogwarts y ahora parecía que quería dar media vuelta y regresar por donde vino. Y no es que no quisiera conocer el castillo, es que simplemente no quería enfrentarse a cual seria su casa, a la posibilidad de no estar en Gryffindor.

Avanzo por el pasillo viendo entre los compartimentos a los amigos reencontrarse y a las parejas abrazarse. Había tanta felicidad que por un momento se sintió mas desdichado que antes.
Cerca del final del tren encontró uno de los compartimientos vacíos por lo que abrió la puerta y decidió que seria el mejor lugar para apartarse de su fastidioso hermano y de su prima, que bien no le habla dicho nada relacionado con las casas aún así no quería verla por el momento.

Se acomodo y espero a que el sueño le llegara para poder olvidar sus miedos cuando la puerta del compartimento se abrió. Albus giro la cabeza para encontrarse de lleno con unos ojos grises muy penetrantes y una mueca de incomodidad.

-¿Te importa?-escucho que le pregunto el desconocido y él solo alcanzó a negar con la cabeza.

Observo atentamente como el desconocido acomodaba sus cosas, lo vio mover su delgado cuerpo por el compartimento y mas de una vez acomodarse el cabello rubio-plateado habría sido la palabra para describirlo mas justamente- y se sentaba tratando de no arrugar la ropa de marca que llevaba.

-¿Tengo alguna cicatriz en la cara?-le pregunto la fuente de su escrutinio y Albus solo alcanzó a negar rápidamente y desviar la mirada hacia la ventana.

Pasaron un par de horas en completo silencio solo apreciando los sonidos de afuera y observando como el paisaje cambiaba cada vez mas al alejarse de la ciudad.

-¿Te gustaría una rana de chocolate?-le pregunto Albus al aún desconocido mientras revisaba dentro de su mochila y sacaba todo aquello que su padre le había comprado. Río un poco al recordar como su madre se había enojado cuando Harry le compró todos esos dulces y le explico que, al igual que había hecho con James, les daría esa dotación de dulces solo para su primer año. Según recordaba era alguna especie de nostalgia por su primer viaje y algo con respecto de que asi encontrarían a su mejor amigo. Su madre lo había dejado ser y el había recibido los dulces con mucha alegría.

El rubio asintió en silencio y extendió su mano. Un rato después el mismo le ofreció del jugo de calabaza que le habían mandado. Compartieron alimento y una charla muy simple. Se sintieron tranquilos y cómodos, y eso Albus lo agradecía ya que el desconocido le hizo olvidar sus miedos.

-¿Haz pensado en que casa quisieras entrar?-le pregunto el rubio y por un segundo se decepcionó de que lo preguntara.

-La verdad no quiero pensar en eso- le dijo mientras bajaba la mirada y se removía en el asiento incómodo.

-Es en lo único que piensas cuando vas a entrar.

-Yo no- volteo a observarlo y se dio cuenta de que él también veía hacia la ventana - ¿Y tu? ¿En que casa te gustaría entrar?

-Mi familia ha estado siempre en Slytherin- y por el tono de voz que ocupó Albus se dio cuenta de que era como si ya supiera donde acabaría sin siquiera ponerlo en duda.

-Y la mía en Gryffindor.

Ambos apartaron la mirada de la ventana y se observaron unos segundos en vez por un momento se reconocieron, tal vez supieron quienes eran sin siquiera preguntarlo; y si así fue a ninguno le interesó, solo siguieron hablando hasta que el tren estuvo por detenerse y ellos tuvieron que ponerse los uniformes.

Albus le estaba dando la espalda a su acompañante cuando lo escucho hablar, bajo y profundo.

-Nuestras familias no importan.

Se dio la vuelta y se dio cuenta de que no hablaba solo para él, sino tambien se lo decía a si mismo. No le contesto ya que cuando quiso decir algo el otro ya se había ido con un ligero adiós y dejando un pequeña y casi imperceptible fragancia de menta.

Salio del compartimiento y se dio cuenta de que su prima Rose lo estaba buscando. Ambos bajaron del tren y caminaron a través de la estación rumbo al semigigante que les sonreía con todos los dientes y agitaba una de sus inmensas manotas por sobre la cabeza de los estudiantes.

Giro la cabeza buscando encontrar a su hermano o alguno de sus primos solo para sentirse un poco mas confiado cuando vio los intensos ojos grises observarle. Simplemente inclinaron la cabeza y no hicieron mas.

Sus miedos volvieron cuando atravesaba el río y deseo tener algo o alguien que lo calmara.
No se dio cuenta que ese alguien lo observaba desde tres botes atrás.
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Mi primero de Harry Potter...bueno de la siguiente generación ya que me prometí no hacer nada con los personajes originales, pero estos es una historia completamente distinta.

Espero les haya gustado. Gracias por leer.