¡Saludos a todas y todos!
Aquí vengo con otra historia que espero les guste... Ya ven que mi cerebro no para, mi imaginación no tiene límites y no dejo de inventar y escribir historias.
En particular me emociona mucho la creación de este fic porque ya tenía un tiempo la idea rondándome y de pronto escucho a Chris y a Darren hablar sobre que les hubiera gustado una historia Klaine en donde Blaine era secuestrado y Kurt lo rescataba, así que mi corazón saltó al saber que había tenido la misma idea que ellos, sólo que en mi historia Kurt era quien sufría el rapto.
Finalmente decidí hacerlo inspirada en lo que Chris y Darren querían ;)
Sin más preámbulos, les dejo el primer capítulo de esta historia que estará llena de acción, suspenso y por supuesto romance.
CAPÍTULO 1:
"El Principio"
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Kurt Hummel y Blaine Anderson se conocieron cuando tenían 14 y 12 años respectivamente. Ambos eran el primer chico gay que el otro conocía, lo cual fue gratamente sorprendente y descubrieron que tenían mucho en común (a más de su orientación sexual), luego de eso se volvieron inseparables.
Sus amigas los molestaban diciendo que hacían una hermosa pareja y que lucían muy bien juntos ya que eran tan distintos físicamente que formaban un hermoso contraste.
Kurt tenía la piel extremadamente blanca, facciones finas, ojos azules y cabello lacio y castaño, mientras que Blaine poseía una frondosa cabellera negra rizada, sus ojos eran grandes de una fusión de colores entre el miel, avellana, dorado, caramelo y verde. Además con facciones algo gruesas y una piel ligeramente bronceada.
Ambos se reían y bromeaban al respecto, cuando sus amigas hacían dichas insinuaciones, pero nunca pasó de ser un juego.
Sin embargo, con el tiempo Blaine se dio cuenta que albergaba sentimientos diferentes a los de una simple amistad por el chico de ojos azules, pero no se atrevía a decirle nada por miedo a que lo rechazara al ser menor que él.
Cuando cumplió los 15 se decidió a confesarle la verdad. Consideraba que era lo suficientemente grande ya como para que su mejor amigo se fijase en él y no lo viese como un niño.
Era su fiesta de cumpleaños y todos sus amigos estaban presentes, al igual que los Hummel, quienes tenían una estrecha amistad con los Anderson. El chico de ojos avellana esperaba impaciente a que el castaño llegase. Había estado en un campamento durante un mes, por lo que no se habían visto todo ese tiempo. Cuando Kurt lo llamó en la mañana para felicitarlo, le había dicho que le tenía una sorpresa, así que estaba intrigado y emocionado por saber de qué se trataba. Además de que los nervios lo comían vivo por la confesión que le haría.
- Blaine, cariño. Kurt acaba de llegar. – Dijo su mamá con voz cantarina.
El chico, que estaba bebiendo ponche, dejó el vaso a un costado y salió corriendo al encuentro. De pronto, frente a él estaba un hermoso adolescente, más hermoso de lo que el recordaba, cada día que pasaba el ojiazul se ponía más atractivo, y ese mes lejos parecía que lo había transformado en un ser etéreo, era una visión sublime, como un sueño, y el corazón de Blaine latió tan fuerte al verlo que dolía.
El castaño le sonrió ampliamente y gritó. – ¡Feliz cumpleaños! – Completamente emocionado y le dio alcance. Los dos se abrazaron con júbilo y cariño rebosante. – Te extrañé mucho.
- ¡También te extrañé!
- Mírate, ya eres todo un hombrecito de 15 años. – Dijo al separarse del abrazo. – Los años están haciendo un trabajo fantástico contigo.
Las palabras de su amigo lo hicieron ruborizarse, que lo viera de esa forma lo hizo sonreír y emocionarse, y aunque fuese apresurado, se armó de valor. Tenía que decirle lo que sentía y debía hacerlo ya.
- Kurt, ¿podemos hablar a solas?
- Seguro, vamos a tu habitación. – Lo tomó de la mano y aunque era común entre ellos ese tipo de cosas, el corazón del ojimiel latió aún más rápido. – De paso ahí puedo darte tu sorpresa.
Todo era como un cuento de esos que su mamá solía leerle de niño. Salvo que él era un príncipe y aunque en las historias los príncipes se enamoraban de princesas, él siempre se había imaginado con otro príncipe, y aunque no entendiera los motivos en ese entonces, con los años los descubrió. A él le gustaban los chicos y soñaba con encontrar a su príncipe y ahora ahí estaba frente a él, llevándolo de la mano por el corredor y no pudo evitar sonreír al ver sus manos juntas.
Pero una voz lo despertó de su sueño y rompió su burbuja.
- Cariño, aquí estás. – Dijo un chico alto, castaño de ojos azules, poniendo su mano en el hombro de Kurt. – Me dejaste solo y no conozco a nadie aquí.
¿Cariño? ¿Por qué ese sujeto le decía cariño a Kurt? Su Kurt. ¿Por qué lo sujetaba del hombro con esa familiaridad? ¿Por qué los dos se estaban sonriendo el uno al otro? - La cabeza de Blaine era bombardeaba con todas esas preguntas y los miraba tratando de encontrar una respuesta.
- Él es Blaine, mi mejor amigo del que te he hablado.
¿Kurt le había hablado de él? - Eso lo hizo sonreír.
- ¡Oh! Blaine, el niño del cumpleaños. ¡Felicitaciones!
¿Niño? ¿Niño? ¡Él no era ningún niño! - Pensó furioso.
- Gracias. – Musitó casi entre dientes.
- ¿Dónde están mis modales? Soy Sebastian, es un gusto finalmente conocerte. Realmente Kurt ha hablado de ti un montón durante todo el campamento.
Eso era bueno, Kurt hablando de él todo el mes era una buena señal. Quería decir que lo extrañaba, que pensaba en él. - Blaine ahora tenía sentimientos y pensamientos cruzados, tal vez por eso no pronunciaba palabra alguna y sólo asentía con la cabeza.
Soy el novio de Kurt. – Sonrió ampliamente y depositó un suave beso en la mejilla del ojiazul.
¿Novio? ¿Dijo novio? ¡No, eso no podía estar pasando! ¡Kurt no podía tener novio! Él se le iba a declarar y sería su novio, suyo, de nadie más. - El moreno sintió una opresión horrible, una sensación de vacío en el estómago y un terrible nudo en la garganta. Sus ojos comenzaron a picar y luchó para contener las lágrimas que sentía empezaban a agolparse.
Soltó la mano de su amigo y lo enfrentó. – ¿Esa era tu sorpresa? ¿Ibas a decirme que tienes un novio?
- Blaine. – El castaño se sorprendió ante la reacción del chico. – ¿Qué ocurre, bebé?
- ¡No me llames bebé! ¡No soy un bebé! Puedes irte con tu novio cuando quieras. – Espetó. – ¡Gracias por arruinar mi cumpleaños! – Luego de decir lo último se dio la vuelta y corrió por el pasillo que daba a la puerta trasera de la casa.
- Seb, lo lamento. No entiendo qué pasó. Blaine no es así, es el chico más dulce que puede existir.
- Está más claro que al agua cariño, tu amigo está enamorado de ti.
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¿Qué les pareció?
¿Cómo creen que reaccionará Kurt?
¿Qué creen que va a ocurrir ahora?
Espero sus comentarios, interrogantes, dudas, etc. y claro está su opinión acerca de esta nueva historia.
